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viernes, 25 de julio de 2014

EL HUMANCE´




La mañana del 28 de febrero de 1927, el científico ruso Ilya Ivanovich Ivanov se encontraba en la estación experimental de Kindia, en la Guinea francesa (hoy República de Guinea) con una importante misión que le había encomendado el propio Stalin: crear el primer híbrido entre humano y chimpancé. 


extraño


Probablemente no se encontraba de muy buen humor. Ivanov era un científico de reconocido prestigio. Su laboratorio había sido pionero en la puesta a punto de diversos de métodos de inseminación artificial y había logrado crear animales híbridos de cebra y caballo (entre otros éxitos), cosa que se creía imposible entonces. Y sin embargo, esos estúpidos funcionarios franceses le estaban poniendo las cosas difíciles. Tenía que actuar de tapadillo, como si fuera un criminal y si descubrían sus verdaderas intenciones podría tener un problema serio. Por otra parte, si no conseguía llevar a cabo su misión, las cosas también podían ponerse muy mal cuando volviera a Rusia. Stalin no tenía fama de ser muy comprensivo con los que fracasaban. 

En esta tesitura, el doctor Ivanov se enjuagó el sudor, echó una mirada de reojo y procedió a insertar un instrumento metálico diseñado por él mismo, en una de las doshembras de chimpancé que habían sido capturadas y transportadas bajo su supervisión. Debe señalarse que el esperma (humano) no era suyo, sino de un donante no identificado. Ilya tenía que trabajar deprisa y en condiciones que no eran las ideales. Los dos intentos de inseminación fracasaron. Meses después volvió a intentarlo con otra hembra distinta. De nuevo, fue un fracaso rotundo


STALIN

¿Por qué querría Stalin crear un híbrido de humano y chimpancé? Obviamente, es imposible saberlo. Las malas lenguas aseguran que su intención era crear una raza de súper-guerreros: feroces en la guerra y obedientes en la paz (lo que le evitaría, supuestamente, tener que recurrir a las deportaciones masivas y a los campos de concentración). Según otra teoría (igualmente infundada), la creación de tal híbrido tendría un valor simbólico: mostrar los avances de la Biología soviética y fastidiar a los occidentales de orientación religiosa y, muy particularmente, al Papa. 

Fracasado el primer intento, Ivanov no se dio por vencido: tenía un plan B. De vuelta en Rusia se dispuso a intentar el cruce recíproco, inseminar a una mujer con semen de un simio. Sorprendentemente, no le resultó difícil encontrar una voluntaria, a pesar de que ésta fue informada de la naturaleza del experimento y de las severas medidas de aislamiento a las que tendría que someterse. Faltaba el donante. En este caso, se trató de un orangután llamado “Tarzán”. Para bien o para mal, el experimento tuvo que suspenderse por la inesperada muerte de Tarzán debido a una fulminante hemorragia cerebral. Podemos estar seguros de que Ivanov, un hombre muy persistente, hubiera seguido intentándolo. Sin embargo, Ilya cayó en desgracia y fue detenido y condenado al exilio en Kazajstán. Murió un año después. 


Pero los experimentos de Ivanov, aunque éticamente cuestionables, plantean una interesante pregunta: ¿sería posible? Sin poder estar absolutamente seguros, la respuesta es –en principio- sí. La cercanía genética entre humanos y chimpancés es muy alta. La secuencia de los genes de estas dos especies tiene (en promedio) unasimilitud del 98% . Los caballos y los burros se cruzan con facilidad y aunque no se sabe exactamente cuál diferencia genética entre estos dos, se cree que no es muy diferente del 98% anterior. En cualquier caso, nadie sabe cuál es el “umbral” de diferencia a partir del cual la hibridación es imposible. Esta no es una ciencia exacta

Comparación de los cromosomas humanos: “H” y chimpancés “C” 

Suele citarse el hecho de que existe una diferencia en el número de cromosomas entre el hombre (46) y en el chimpancé (48), por lo que probablemente el híbrido no sería fértil. No obstante, esto no representa una barrera absoluta. Además, el cromosoma 2 humano deriva de una fusión de dos cromosomas que no se produjo en el linaje del chimpancé. Por ello, es posible que los dos cromosomas correspondientes del chimpancé (2a y 2b) pudieran aparearse durante la meiosis con el cromosoma 2 humano, lo que resolvería el problema (o al menos lo paliaría). Otra “solución” consistiría en la duplicación del genoma completo del híbrido, dando lugar a un alo-poliploide genéticamente estable. Naturalmente, todo esto es una mera posibilidad. 

Stalin


Otra pregunta, igualmente interesante, es si sería ético crear a este híbrido. Muchas personas piensan no sólo que no sería ético, sino que podría calificarse de acto abominable. La hostilidad a este tipo de experimentos suele ir de la mano de las ideas religiosas. La tradición filosófica judeo-cristiana ha tendido a exagerar las diferenciasentre los humanos y el resto de las especies, en línea con la creencia de que los humanos tienen alma y los otros animales no. Por otra parte, la superación de la barrera de especie por métodos artificiales es algo que siempre ha generado mucha hostilidad entre los cristianos. 

En cambio, algunos grupos relacionados con el activismo pro-animal contemplan esta ida (la del híbrido) con cierto entusiasmo. La mera existencia del humancé pondría de manifiesto la fragilidad de las barreras de especie y forzaría a los gobiernos a obrar en consecuencia ¿Qué derechos tendría el humancé? Las autoridades se verían obligadas a legislarlos. 

Desde el punto de vista de la mayoría de las personas, la creación del humancé no sería una buena idea, aunque no por las mismas razones que los grupos religiosos. En el caso de que fuera posible, nadie podría garantizar al humancé una buena vida¿Tendría que vivir confinado? ¿Sufriría discriminación? ¿Podría recibir tratamiento médico adecuado? ¿Estarían los bancos dispuestos a concederle una tarjeta de crédito? 
¿Hubieron más intentos de crear humancés?
 

A lo largo de los siglos ha habido presuntos informes y rumores sobre posibles humancés. 
San Pedro Damián, en el siglo XI, en el De bono religiosi status et variorum animatium tropologia, relata el caso del Conde Gulielmus, quien tenía un querido mono que se convirtió en amante de su esposa. Un día el mono se puso “enfadado de celos” al ver que el conde se quedaba con su esposa; y por ello lo atacó fatalmente. Damián afirmó que le fue narrado este incidente por el papa Alejandro II; y se le mostró una criatura nombrada “Maimo”, que según ellos, era la descendencia de la condesa y el mono

genetica


Existen también rumores y leyendas urbanas sobre humancés; una historia es sobre un chimpancé común que se impregnó con esperma humano en un laboratorio enChina, pero fue muerto antes de ocurrir el nacimiento, producto de una revuelta

Una historia similar a la de Stalin, informada por Dr. Gordon Gallup, psicólogo de la Universidad de Albany, declaró que un híbrido humano-chimpancé había sidoengendrado con éxito y nacido en el viejo Yerkes National Primate Research Center en el Orange Park, Florida (Estados Unidos); pero fue destruido poco después por los científicos. 

Aún no existe constancia de que el híbrido sea posible, el humancé no ha dejado nunca de aparecer en las cabeceras de los tabloides, junto con “Big Foot” y las consabidas apariciones de Elvis, así que –de momento- tendremos que dejarlo en el reino de los seres imaginarios. Pero, ¿se imaginan al primer humancé, Kalashnikov al hombro (proporcionado por los activistas), defendiendo a las últimas poblaciones de chimpancés en la reserva de Gombe?
 



Oliver, el Humancé





Humancé (también humanzee, manpanzee o chuman) es un término usado para referirse a los híbridos hipotéticos entre humano y chimpancé y, particularmente, a un peculiar simio de nombre Oliver que fue popularizado en los años 1970 como un posible híbrido auténtico. Supuestamente, Oliver presentaba características excepcionales en un simio, como su costumbre de caminar siempre erguido como los humanos y su gran inteligencia. Esto hizo de Oliver un enigma para la ciencia y también, por desgracia, una sometida estrella del show business y del morbo del público.

Un episodio del programa Unsolved History, transmitido por Discovery Channel el 27 de marzo de 1998, se refirió a la historia de Oliver y mostró los videos que corroboraban su existencia real y su extraña conducta que lo hacía diferente de los chimpancés. Oliver ya no vive y se encontraba bajo el cuidado de la institución Primarily Primates de Texas.

Historia

Se trataba de un primate muy conocido en los años 1970 que, según se dice, fue capturado en África, específicamente en la región del Congo, y vendido como un chimpancé.

Supuestamente, Oliver presentaba una apariencia distinta a la de otros chimpancés: tenía menos pelo, un hocico menos pronunciado (le habían quitado los dientes incisivos), un cráneo más pequeño y redondo, y orejas puntiagudas (un rasgo poco frecuente tanto en chimpancés como en humanos). Algunas de estas características le daban un aspecto notablemente humano a Oliver, en comparación con el resto de los chimpancés.

Pero estos atributos no eran los únicos que lo hacían especial. Oliver presentaba también comportamientos humanos, tales como caminar erguido (algo que los simios solo hacen durante cortos períodos de tiempo) o sentarse en sillas como los humanos. Supuestamente, también estaba dotado de una gran inteligencia en comparación a otros simios, con la cual podía recibir órdenes complejas y ejecutarlas. También tenía, según afirmaron algunas personas, un olor inusual, distinto al olor de los chimpancés y al de los seres humanos.

Asimismo, Oliver disfrutaba más de la presencia de los humanos que de la de los chimpancés. Incluso se decía que era atraído sexualmente por las humanas y no por las hembras de chimpancés, como asegura Janet Berger, esposa del primer dueño de Oliver, quien asegura haber tenido que repeler sus avances constantemente.1 Además, los chimpancés rechazaban la presencia de Oliver, por lo cual nunca se logró su reproducción.

Se afirma que Oliver ayudaba en las tareas de la casa, pero cuando empezó a demostrar interés sexual por la esposa del dueño del circo fue vendido en 1976 a un abogado de Nueva York llamado Michael Molineroy. Al pasar los años fue vendido sucesivamente hasta llegar a un laboratorio de experimentación animal. Afortunadamente, quizás debido a un exceso de animales para experimentación, Oliver nunca fue requerido para probar los efectos de algún cosmético o medicamento, pero igualmente estuvo confinado por siete años en una pequeña jaula. Oliver fue nuevamente descubierto y por fin retirado del laboratorio en 1996, pero debido a la carencia de movimiento en cautiverio sus músculos se habían atrofiado. Luego de ser rescatado, fue enviado a un hogar de retiro para chimpancés. Allí, finalmente se le realizaron pruebas científicas más creíbles y fiables para tratar de despejar la discusión sobre las numerosas hipótesis sobre su origen.

Hipótesis

Se propusieron distintas hipótesis para explicar las peculiaridades de Oliver:

Oliver como simio mutante: Oliver sería un chimpancé nacido con una mutación espontánea que le otorgaba similitudes con los seres humanos, lo cual podría ayudar a explicar la evolución del hombre.

Oliver como miembro de una especie nueva: Oliver habría sido un espécimen capturado que correspondería a una nueva subespecie de chimpancé o especie de primate. Incluso algunos criptozoólogos postulan que puede ser el eslabón perdido de los humanos y el origen de las muchas leyendas de hombres monos en África.

Oliver como chimpancé: los rasgos físicos de Oliver no parecen estar fuera del rango normal de variación de la especie Pan troglodytes. Los rasgos de comportamiento y su inteligencia, por otra parte, podrían haber sido exagerados (algunos, directamente inventados) por quienes lo exhibían, lo visitaban o le hacían reportajes. Hoy en día se conocen, de todas formas, bastantes casos de chimpancés muy inteligentes. En cuanto a la bipedestación, es una capacidad natural de todos los chimpancés (aunque se cansan con facilidad) y lo utilizan con relativa frecuencia los bonobos. Se dijo que Oliver siempre utilizaba esta forma de locomoción, aunque la veracidad de esta afirmación es difícilmente comprobable. Podría haber sido entrenado para caminar de pie o quizá fue el fruto de un aprendizaje espontáneo.

Investigación científica

Las pruebas genéticas realizadas a Oliver revelaron primeramente que tenía cuarenta y siete cromosomas (uno más que un ser humano y uno menos que un chimpancé). El número impar de cromosomas sugeriría fuertemente una hibridación de una cierta clase. Pero posteriormente, luego de varias pruebas que se contradecían entre sí, los análisis que se realizaron en la Universidad de Chicago concluyeron que, a pesar de la apariencia y conducta extraña de Oliver, se trataba de un chimpancé y no de un híbrido, ya que tenía el mismo número de cromosomas que los chimpancés normales. 

Así, estos estudios descartaron la hipótesis del híbrido pero no descartaron las hipótesis del simio mutante o de de la especie desconocida, así como tampoco descartaron que se tratase de un chimpancé común con alguna combinación casual de rasgos poco usuales. 

Posteriormente se realizaron dos estudios más específicos para conocer la naturaleza más específica de los padres de Oliver, a través de analisís del ADN mitocondrial (origen materno) y de Cromosoma Y (origen paterno), descubriendo una pequeña mutación en el ADN mitocondrial y concluyéndose que sus padres están relacionados con chimpancés de África central. Queda actualmente como interrogante la explicación sobre su particular bipedismo y morfología, además de otras características que se le atribuyeron a este chimpancé.