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viernes, 22 de julio de 2016

EL DUENDE DEL LADRILLAR (ESPAÑA)




Últimos días de febrero de 1907, El Ladrillar, pequeña aldea ubicada en lo más profundo de las Hurdes extremeñas. Al caer la noche, unos gritos guturales resuenan por las callejuelas empedradas

La gente corre a encerrarse en sus casas y tan apenas unos pocos se atreven a observar tras los empañados cristales, como un extraño y pequeño ser de extremidades cortas y cabeza desproporcionada, se pasea sin rubor flotando en el aire por las afueras del pueblo, acompañado por dos pequeñas luminarias.

Estos hechos, que ahora os contaré con más detalle, pueden parecer a priori el argumento de una película de serie B de los años setenta, pero tales sucesos fueron reales, y así quedaron registrados en diversas actas oficiales de la época por vía del párroco Isaac Gutiérrez, que semanas después de vivir en primera persona estos insólitos hechos, los relató a viva voz en el primer congreso de Hurdanofilos celebrado ese mismo año en Plasencia, ante toda una cohorte de personajes acaudalados e influyentes y ante el mismísimo obispo de Cáceres y Coria.

Hasta hace unas décadas, los testimonios de los ancianos que vivieron los acontecimientos de aquellos 26,27 y 28 de febrero, respaldaban con gran exactitud los legajos con el testimonio del párroco, que se conservan todavía en el Archivo Episcopal de Cáceres. También se conserva el acta de defunción de la pequeña María Encarnación Martín, que señala que el óbito se había producido por causas absolutamente desconocidas, y que cayó fulminada ante el fulgor de una de las luminarias que acompañaban al que, desde entonces, se conoce como “el duende de Ladrillar”.

El duende apareció un día sin aviso previo, en las cercanías del cementerio de la pedanía y lo volvió a hacer durante los dos días posteriores para desaparecer sin dejar huella y no volver jamás. Según Isaac Gutiérrez, “el duende vestía ropajes ceñidos y oscuros enfundados en un menudo cuerpo, la cabeza era desproporcionada por lo grande, y las extremidades cortas”.

Descripción que a todos nos puede sonar hoy en día a los típicos encuentros con personajes supuestamente de origen extraterrestre, pero que en aquellos tiempos todavía era un concepto completamente desconocido, y todavía más para unas tierras como las Hurdes, aisladas del mundo y completamente ignorantes en estos aspectos

Serafina Bejarano Rubio, que vivió aquellos sucesos cuando tenía 9 años, lo relataba del siguiente modo: “Yo tendría nueve años. Y todo lo recuerdo perfectamente como si hubiera pasado hoy. Fueron tres días los que se apareció aquel “tío”. Venía volando, a no mucha altura y perseguido de dos luminarias redonditas y fueres. Casi nunca hacía ruido, pero a veces gritaba…, era como un “uuuua, uuuuua” que nos ponía de miedo. La gente se arrejuntaba en aquella placilla de abajo y veíamos cómo aquel demonio flotaba hasta esa arboleda de ahí enfrente. Uno de los días llegó a aposarse muy cerca del cementerio. Daba como un “rivoloteo en el aire” y volvía otra vez para una casa de allí. Estábamos muy asustados… todos le teníamos miedo. Luego hubo un día que no volvió más y por eso se quedó lo del duende. Dicen que el cura lo expulsó, que llegó a pelearse con él. Pero eso ya no lo sé. Iba vestido de negro y era chiquito, chiquito… parecido igual a un mono. Yo tenía nueve años… pero nunca podré olvidarlo”.

En otro momento, según cuentan las actas, una de las luminarias que acompañaban al llamado duende sobrevoló a un grupo de chiquillos entre los que se encontraba la misma Serafina Bejarano. El párroco siguió la escena desde el pórtico de la iglesia y observó, al igual que multitud de asustados vecinos, cómo una jovencita de tan sólo cinco años caía al suelo de modo fulminante. La pequeña María Encarnación moría días después del suceso, el 2 de marzo, sin que nada se pudiese hacer por salvarla y sin una causa concreta o conocida para su muerte.

¿Que ocurrió realmente durante aquellos tres lejanos días de 1907? Los más escépticos opinarán que todo esto no son más que cuentos de viejas, otros dirán que algo sucedió pero que se ha sacado de contexto. En este aspecto se puede leer en algunos sitios que el supuesto duende no fue más que un pájaro negro, un cuervo posiblemente quizás de un tamaño más grande de lo normal y que merodeó por aquel pueblo durante los mencionados días, a la aparición de este pájaro se le atribuiría la mala suerte que corría el pueblo y la elevada mortandad que sufrían sus gentes. Con el tiempo, la historia habría degenerado en lo relatado más arriba. Es posible, quien sabe… lo único cierto es que algo sucedió en el Ladrillar y aquí os he contado lo que por tradición oral o escrita ha quedado de todo ello. A partir de aquí, cada uno puede sacar sus propias conclusiones.



Estaría bien situarnos un poco en el espacio y en el tiempo en los que sucedieron estos y muchos otros acontecimientos misteriosos en éste inhóspito rincón de la España profunda. Hoy en día, los 600 kilómetros cuadrados que conformaron el “país hurdano”, territorio situado a caballo la provincia de Cáceres y Salamanca, han dado un giro radical en todos los aspectos y para mí personalmente, es una de las zonas más bellas de España. Pero durante muchísimos años, esta zona fue considerada por muchos, (algunos que jamás llegaron a pisarla), como la representación más fiel del infierno en la tierra.

La primera referencia histórica de las Hurdes puede encontrarse siglo XVII en la obra “Curiosa Philosophiae” (”Curiosa filosofía”) del filósofo jesuita Juan Eusebio Nieremeberg, más conocido como el Padre Nieremberg. Éste describió Las Hurdes en los términos desoladores: “Existe en este reino un áspero valle infestado de demonios, un lugar que los pastores creen habitados por salvajes; gente ni vista ni oída, de lengua y usos distintos a los nuestros. Son hombres y mujeres que andan desnudos pensando ser solos en la tierra”.

En 1907, el antropólogo francés Maurice Legendre se instaló entre los hurdanos para escribir su célebre obra “Etude de geographic humaine” (”Estudio de la geografía humana”), un trabajo de investigación que llevó la miseria y la desolación de los hurdanos a los ojos del público mundial en 1909. Desde entonces, decenas de investigadores acudieron a la desconocida región para estudiar aquellos tristes seres desnutridos y abandonados en las agrestes tierras extremeñas.

Así contaba por ejemplo Georges Borrow, en su “La Biblia en España” del año 1921: “No hay tierra como ésta. Tiene sus secretos y sus misterios. Muchos se han perdido en ella y no han vuelto a saberse su paradero. Cuentan que en ciertas lagunas existen horribles monstruos y que en los ásperos valles sólo alumbra el sol a mediodía, reinando las tinieblas el resto de la jornada”.

Vicente Barrantes, explorador extremeño que recorrió las cuarenta alquerías que conformaban las Hurdes, dijo a su vuelta: “En los lugares de acceso a las alquerías cortan el camino los hurdanos. Desnutridos y harapientos, con mirada fija en el suelo, acaban huyendo de modo espantoso, brincando entre los riscos con la agilidad propia de las cabras por mucha que sea su edad. Otros, los más, se retiran asustados a sus inmundos cobertizos, guardando silencio ante la llegada del forastero. Nadie sabe qué edad tiene, ni muchos cuál es su familia. Si así se presentan en los albores del siglo XX ¿Cómo lo harían en 1600?“.

En 1922, el rey Alfonso XIII viajó a Las Hurdes para vivir en su propia piel la desgracia humana. Su visita trajo consigo la puesta en marcha del Patronato de Las Hurdes, destinado a llevar la modernidad a aquel recóndito lugar en ruinas.

En 1933 llegaría el polémico documental de Buñuel “Las Hurdes, tierra sin pan”, censurado en España y cuyas estremecedoras imágenes conmovieron al mundo e indignaron a cientos de hurdanos. Y es que parece ser que el director de cine aragonés no se contentó con reflejar la triste realidad de la comarca, sino que se valió de cuestionables estrategias para incrementar el impacto visual y humano de su trabajo. Una de las escenas más conocidas refleja un asno despeñándose por un escarpado precipicio. Lo que ante ojos de muchos espectadores pudo parecer un accidente, en realidad fue un hábil montaje del director cuya víctima fue el indefenso burro: lo abatieron de un disparo cuando se encontraba al borde del acantilado.

Por suerte, esta estampa que es cosa del pasado y tan solo lo más viejos recuerdan las penurias que pasaron en esta tierra de pizarrales, convertida hoy viñedos y tierras de buen ganado. Pero lo que si que perdura de aquellos tiempos son las decenas de leyendas sobre luces misteriosas y aparecidos, sobre maldiciones y encuentros con personajes siniestros y terroríficos y que os iré desvelando en sucesivos posts. No en vano, este territorio ha estado ocupado desde hace más de 5000 años por diferentes pueblos y culturas, y buenas muestra de ello son los numerosos restos arqueológicos en los que antiguas culturas dejaron su huella inscrita en piedra, enigmáticas runas e inquietantes figuras de aspecto humanoide que todavía encierran muchos secretos por desvelar.


fuente


https://misterios.co

domingo, 7 de febrero de 2016

Los duendes de la finca cafetalera

Contaba mi mamá, que cuando era adolescente mi abuela Martina la llevó a una casa,propiedad de unos familiares que formaba parte de una hacienda cafetalera que estaba ubicada en el municipio de  Simojovel, municipio del estado de Chiapas, México.
La casona era grande de tipo colonial; de grandes corredores.En ese tiempo no había energía eléctrica y al anochecer se quedaba a oscuras y sólo se iluminaban con candiles de petróleo (quinqué).
Encendían una fogata y se sentaban a platicar alrededor del fuego,su tío estaba acostado en una hamaca.
Lo que sus familiares no le habían contado,es que en esa hacienda pasaban cosas raras y extrañas.
Por la noche salían unos pequeños duendes a molestar a la gente de la casa,ellos mecían al tío que estaba acostado en la hamaca y el les regañaba diciéndoles:"ya deje de estar jodiendo "y los ahuyentaba;estos se fueron y se subieron a un tapanco (especie de ático hecho con tablas de madera).
Ahí se reían y revolcaban,mi abuela y mi mamá estaban alrededor del fuego cuando uno de esos seres se acercó a donde estaba sentada mi abuela Martina y sin razón alguna,le propinó un puñetazo en el ojo;mi abuela le grito " hijo de la @#$%&*+(@#$!! " y tomó un tizón ardiente y se lo lanzó atinando a dar.
El pequeño ser se reía y burlaba;junto con los otros se metieron entre unos matorrales y ahí se quedaron.

-El tío dijo-"
mañana de que amanezca;vayan a a ver ahí donde se metieron ".
Mi mamá al otro día fue a ver en el sitio donde desaparecieron y lo único que encontraron fué muchos montones de carbón.
Historia verídica. Contada por mi madre.

lunes, 3 de agosto de 2015

EL DUENDE DE LA HORNILLA (ZARAGOZA,ESPAÑA)

En el último trimestre de 1934, en el segundo piso del edificio situado en la calle Gascón de Gotor número 2 de Zaragoza, propiedad de Antonio Palazón y donde residía la familia Grijalba, tuvo logar un hecho que conmocionó al país entero y que, aun hoy, sigue sin respuesta.
En la cocina de la casa, concretamente dentro de la hornilla de carbón, se empezó a oír una voz de origen sobrenatural, que la prensa bautizó como “el duende de la hornilla”, y que hablaba a los inquilinos del inmueble.
Las brigadas municipales levantaron el suelo de la cocina y buscaron mecanismos ocultos que hicieran posible la voz del duende, pero no hallaron nada. Tambien se acusó a la criada de la familia, Pascuala Alcocer, de ser ella misma, poniendo voces extrañas, la causante de todo aquel jaleo, sin embargo los doctores Penella Murt y Rost Ojer, atestados forenses, descartaron esa posibilidad:
“No descubrimos en ella fabulaciones -dictaminó la comisión médica-, tendencia a la mentira ni simulación. Alejada la muchacha de la cocina, continúan dejándose oír la voz. No podemos probar siquiera que se trate de una histérica, ni tampoco de una médium. Tanto la policía como los fontaneros, electricistas y albañiles han hecho diversas inspecciones, no habiendo encontrado instalación alguna que conduzca a la voz fantasmal”.
“The times”, el famoso rotativo británico publicó el 27 de noviembre de 1934 la siguiente noticia:
Un irónico duende, que habla por la campana de una chimenea, tiene sobresaltados estos días a los habitantes de Zaragoza, los cuales se afanan de dar con la pista de la misteriosa voz. Un arquitecto y varios obreros han sido requeridos para trabajar sobre el terreno: han removido todo el piso e incluso han levantado el tejado, pero los trabajos han sido totalmente infructuosos. La policía trabaja activamente. No se ha podido impedir que grupos estacionados frente a la casa se destacasen varias personas y se lanzaran al techo, presas de gran alteración nerviosa, para buscar al duende. La policía se ha visto obligada a desalojar varias veces la puerta de la casa”.
Motivados tal vez por este artículo de su “rival” británico, diferentes periódicos nacionales como “Crónica” o “La nación” se hicieron eco de la noticia publicando diferentes crónicas del caso, así como lo que (supuestamente) decía el “duende”; frases como “¡Ya estoy aquí!” o “Ya estoy aquí. Cobardes. Cobardes.” Pero fue sin duda la conversación que mantuvo con un oficial que contribuía al desalojo del edificio para un estudio de campo, la que despertó más interés:
Policía: ¿Quién eres?, ¿Por qué haces esto?, ¿Quieres dinero?
Duende: No.
Policía: ¿Quieres trabajo?
Duende: No.
Policía: ¿Qué quieres hombre?
Duende: Nada. No soy hombre.
Después de esta corta plática el policía continuó preguntando, pero no obtuvo más respuestas. Más tarde, ese mismo día, durante la investigación de campo y con el edificio completamente desalojado, los doctores Murtz y Ojer tomaron fotografías y recogieron psicofonías. Estas pruebas dieron pie a que se cerrara el caso de manera inmediata. ¿Pero qué fue lo que descubrieron?
El gobernador civil de la provincia de Zaragoza, Otero Mirelis, emitió el siguiente comunicado:
“Son ya muchos los días que se está tratando la cuestión del duende, sin que se haya puesto la menor dificultad a la exposición de las más variadas noticias y comentarios, que no han tenido otra virtualidad que la de colocar a Zaragoza en un plan de actualidad, no sabemos si beneficioso o perjudicial.
Al objeto, pues, de evitar ridículos y situaciones poco gratas, creo que será prudente y necesario silenciar el asunto hasta que la policía descubra al que, con sus espaciadas monosílabas frases, ha llegado a atraer la atención del país y tal vez preocupar a algunas personas. Confío en que muy pronto hemos de conocer al chusco y que así desaparecerá la infundada inquietud que este hecho haya podido
despertar, y por ello ruego a la prensa atienda mi indicación”
A las pocas semanas, un nuevo juez entraba en escena. El magistrado del Juzgado de Instrucción número 2, Pablo de Pablos, cedía la investigación al letrado Luis Fernando, juez municipal del Distrito 3, y este retomaba las pesquisas acompañado por el doctor Gimeno Riera.
La autoridad emitió su veredicto final el día 3 de diciembre de 1934:
“Primero quise oír la misteriosa voz. Las experiencias realizadas demuestran con absoluta claridad que la voz es debida a un fenómeno psíquico que únicamente se produce en determinadas circunstancias. En la cocina de la casa nos encontrábamos la muchacha de servicio de los antiguos inquilinos, dos testigos y yo […]. Bajo el punto de vista científico no puede ser más interesante y sugestivo, pues aunque no es el primero que se produce, son muy contados los que se registran en la historia médica. Las actuaciones practicadas serán archivadas hoy, por no haberse encontrado persona responsable de la falta. El misterioso suceso ha quedado totalmente aclarado.”
hornilla de carbón,de donde salían las voces



Sin duda fue el carpetazo definitivo para cerrar el caso por parte de las autoridades. El segundo expediente forense apuntaba a la sirvienta como sospechosa de ser responsable de la voz. Pero ¿cómo fue posible que el “duende de la hornilla” se manifestara en su ausencia y con el edificio desalojado?
Ni Pascuala Alcocer, que tras la sentencia fue desterrada a su ciudad natal, ni ninguna otra de las personas del inmueble podían ser los responsables. Todo se orquestó de una forma predeterminada para acabar con un asunto que molestaba a las autoridades.
En diciembre de 1934 se cerró el caso alegando que el duende desapareció. Pero se sabe que el día del 3 de diciembre la voz les dijo: ¡Voy a matar a todos los habitantes de esta maldita casa!, ¡Cobardes, cobardes, voy a matar a los habitantes de esta maldita casa!”
Nadie murió, pero algo se captó en la última investigación de campo que hizo que el caso se cerrara precipitadamente, nunca se supo el resultado de las psicofonías, pero se filtró cuarenta años después una fotografía.
El edificio original fue demolido, y el actual tiene por nombre “edificio duende”, en honor al caso que sobrecogió no solo a la España republicana, sino a gran parte de Europa.
FUENTE:
Christian López | Colaborador en Informe Insólito

martes, 26 de mayo de 2015

TATA DUENDE (BELICE)




Tal vez una historia herededa y con cierta similitud con las leyendas de los chaneques de la peninsula de Yucatán, ya que ambos paises tanto el sureste mexicano,como Belice comparten herencia maya de los pueblos originarios mesoamericanos.



El tata duende.

El mito del Tata Duendees uno de los relatos folclóricos más conocidos de esta región, tanto es así que este duende fue incluido en la estampilla nacional en conmemoración a los personajes folclóricos del país. Cuenta el mito de Tata Duente que en el corazón mismo de los bosques de Belice existe un espíritu en forma de un pequeño hombrecillo, el mismo no posee más de 1,20 m de altura, el mismo posee una larga barba, tiene toda la cara arrugada, posee un aspecto descuidado, dicen que carece de pulgares y lleva puesto siempre un traje compuesto de harapos o pieles viejas, este hombrecillo no es más que un duende y se lo conoce como Tata Duende, es un espíritu protector que siempre vela por el bienestar del bosque, de la naturaleza y de los animales, es realmente poderoso y posee un gran control sobre la magia, así como también sobre la hipnosis. Los habitantes de Belice aseguran que se puede sentir la presencia de Tata Duende ni bien se ingresa en la selva, además aseguran que una vez dentro se debe prestar especial atención a no dañar la naturaleza, de lo contrario se podría provocar la ira del duende, la cual aseguran que es completamente mortal debido a los grandes poderes que pose este espíritu, pero si uno es cuidadoso se puede transitar tranquilamente por aquellos parajes, pues el duende en realidad es tranquilo y solo ataca a las personas para defender la selva, así como todo lo que hay en ella.

leyenda popular de belice.

viernes, 13 de febrero de 2015

EL ABUELO Y LOS DUENDES (CHANEQUES)TABASCO-MEXICO

Ex Convento de Oxolotán Tapijulapa, Tabasco
por
Pablo Gómez Jiménez


Oxolotán, pueblo zoque bañado por las verdes y turbulentas aguas del río de la sierra, oculta entre los cerros la magia de acontecimientos legendarios de una raza cuyo origen conserva el deseo propio del hombre entre el saber y el enseñar, que le permite expresar en cada elemento de la naturaleza la variedad de significaciones que envuelve a los sentidos.


La magia de la selva invita a la búsqueda y al encuentro con lo desconocido. El espíritu de su pueblo aún conserva los vestigios de la tradición prehispánica en los testimonios silenciosos de los muros del convento Dominico y sus leyendas. En Oxolotán aún se conserva la tradición ancestral del respeto al consejo patriarcal del clan, que guarda y revela a las nuevas generaciones la sabiduría de los tiempos y los secretos de la vida.


RIO OXOLOTÁN

Las palabras del abuelo en los oídos de su nieto Eustaquio habrían de marcar la existencia del niño con los significados de las leyendas que en su infancia guardaría.


Las sombras de la tarde en languidez se alargaban de la choza de don Celestino hasta el río y hasta las faldas de los cerros que la rodeaban, por eso, el pequeño Eustaquio cerraba la puerta, acercaba el butaque al fogón, mientras el abuelo enrollaba el tabaco, y Lluvia, la madre del niño, preparaba la cena, calentaba la tortilla de frijol y al ritmo del molinillo hacia la bebida para su padre. Después vendría el relato sin tiempo que el abuelo guardaba para su nieto, en donde transmitiría la magia del monte con sus duendes como legado ancestral de su pueblo.



RIO OXOLOTÁN







Sentado en el suelo, Eustaquio se acomodó con la cabeza sobre las piernas de don Celestino. Una a una las palabras fueron cayendo, abriendo el consejo para dar paso a la leyenda.


—"Hijo, ya estás crecidito y atiende lo que te digo: cuando tu mamá te dice que no juegues dentro del monte, hazle caso porque ése es un lugar donde existen los chaneques. Pronto tendrás que acompañar a tu papá por el monte a la siembra y a la caza y tienes que aprender los secretos de la selva para que siempre regreses y no te pierdan."




—"¿Y por qué me han de perder los chaneques abuelito?", preguntó aquella vez el niño con la inocencia de sus escasos cinco años de edad.


—"¡Ah! -Porque los chaneques son dueños del monte y les gusta perder a la gente cuando les macheteamos su acahual, o cuando pasamos por la ceiba donde juegan."


—"Abuelo, ¿cómo son los chaneques? ¿Los has visto?— El niño alejó su jícara y se pendió al relato del abuelo con el mismo encanto de los duendes.


Sus ojos dilatados y sus oídos alerta se avivaron ante el deseo de saber todo sobre aquellos personajes místicos.


El abuelo mordió el tabaco, lanzó un escupitajo y prosiguió. —"Así es hijito, yo los he visto, una vez fui con mi padre a buscar a un curandero porque a mi hermano Encarnación -se llamaba igualito a tu papá0—, a ése lo perdieron los duendes y lo encontramos a los tres días arañado y roto de la ropa de tanto caballito que le dieron, sólo recordaba que lo hacían brincar los acahuales y los zarzales, estaba como loco, pero el curandero lo rameó con un gajo de jícaro y lo bañaron en el río, le dieron de beber albahaca por nueve días y lo cuartearon hasta que regresó su espíritu, pero los chaneques lo venían a buscar.

Son como de tu tamaño, andan desnudos, se ríen con unos dientes como palillos, tienen los pies al revés como las pezuñas del burro, las chanequitas tienen la trenza larga hasta el suelo y te hacen cosquillas; parecen niños traviesos y te dicen que los sigas y te van llevando y llevando hasta que te pierden y ya no puedes regresar, estás vuelta y vuelta en el mismo lugar. Son enamorados y se llevan a las muchachas, las atontan y luego hay que curarlas en la misma forma.

Ellos hacen sus maldades de acuerdo con el lugar donde estén, si en el campo encuentran un caballo lo toman para jugar, le trenzan y enredan la crin y la cola y lo carrerean a reventar.

"—¡Ah! Pero también los puedes desencantar y alejarlos de los caminos. Escucha: si te los encuentras, quítate la ropa, póntela al revés y camina en sentido contrario a sus huellas, sólo así reencuentras el camino. Luego vuelves y les pones bajo la ceiba juguetes, tabaco, perfumes, un carrete de hilo, peines, espejo, trago y les cuelgas una hamaca de bejucos y hoja de tanai y cuando el chaneque se canse de jugar, se emborrache y se duerma, lo amarras con jolosin, lo cuereas con otro mecate hasta que te canses y después lo sueltas. Así, el encanto estará roto y tu camino estará libre. Ese es el secreto, ni el cura con rezos y agua bendita lo puede correr porque se le desaparece y luego regresa."




El viejo así cumplía con su misión, sentía alcanzar la plenitud al otorgar en cada tarde los secretos de la vida a aquel niño para enfrentarse a la naturaleza, pues a su vez éste representaba la continuidad de su estirpe y él era el portavoz de los deseos más profundos de la familia.


Por su parte, Eustaquio supo que los personajes que dramatizan en la vida, que son dueños de atributos sobrenaturales, que distribuyen la vida y la luz en razón a la naturaleza, son a la medida del hombre y poseen sentimientos y pasiones que los hacen vulnerables. Vencerlos significa imponerse a la naturaleza en su omnipotencia y perfección, lo cual permite abrir los caminos a la conquista del saber.


En su inconsciente, el eco de aquellos momentos producto de lo real y lo simbólico representaría el hilo imaginario para adentrarse en los laberintos de la vida.


De esa manera, seguiría cumpliendo con aquella vocación inculcada por su familia y después de mil batallas libradas con escasez de recursos, pero con entereza de espíritu, culminaría una formación universitaria dentro del área educativa de las ciencias biológicas, lo cual lo ubicaba en el terreno de búsqueda de lo natural, hasta donde rompería con el compromiso contraído con Celestino, el abuelo, Lluvia, su noble madre, y Encarnación, su padre, aunque seguiría asumiendo el papel protagónico de ejemplo de sus siete hermanos menores.


Esta ruptura le permitiría a Eustaquio encontrar otro significado de la vida y hoy, sin perder la vocación de guía, se aboca a la interpretación de las ciencias humanas como una forma de acercamiento a su propia interpretación. Seguiría así, esa búsqueda incesante del hombre libre, del reencuentro constante entre los vericuetos que en cada instante nos plantea la vida.

Las simbolizaciones de su niñez configurarían en él una idea clara sobre el sentido humano más profundo de la educación, pues la había entendido como condición de libertad y prisión, había conocido también su sentido condicionante de unión y separación y ahora la comprendía como sinónimo de búsqueda y ocultación. Para nuestro personaje, su punto de partida para la búsqueda de su completud es el aula de clases; y ese deseo incesante lo comparte con sus discípulos.

BREVE GLOSARIO OXOLOTECO

Jolosin. Corteza fibrosa de la planta de jolosin que se usa para elaborar mecates para sujetar las carpas de leña.

Tanai. Planta silvestre que produce hoja parecida a la del plátano y flor amarilla vistosa.

Chaneque. Originaria de Chaneabal, dialecto de Chiapas, ramas del tronco lingüístico maya que quedan todavía, el menos conocido es el chane-abal o chanabal, compuesto del Zotzil Catsdal, Maya y Trokect.

Referencias bibliográficas

Becerra, Marcos. Obras Sueltas, Histórica Lingüística y Antropología. Editorial del Gobierno de Tabasco, México, 1980 p. 213.

Becerra, Marcos. Rectificaciones y adiciones al diccionario de la Real Academia Española. Consejo Editorial del Gob. de Tabasco, México, 1980. p. 232.

viernes, 4 de julio de 2014

LOS CHANEQUES

Dicen que son misteriosos y un poco traviesos.
¿Qué sabe usted acerca de los chaneques?

Vestigios de las culturas más antiguas del mundo han dejado plasmadas en pirámides y mausoleos su creencia sobre la existencia de pequeños seres humanos que comparten el planeta con nosotros.

 Ellos son parte de los mitos y leyendas más contados en Europa y África pero, en el sureste del país los ancianos cuentan historias sobre la existencia de algunas criaturas denominados chaneques nombre nahuatl que quiere decir los que habitan en lugares peligrosos.
En Veracruz en un poblado donde se asegura es el punto de origen de estos místicos seres.

 la investigación de campo nos llevo hasta santiago Tuxtla en Veracruz, le parecerá curioso saber que aquí existe una zona que lleva ese mismo nombre “Los chaneques”. Para llegar a ese sitio es necesario pasar por un puente colgante.

Los pobladores de este lugar aseguran que han visto ha estas pequeñas criaturas llamadas chaneques tratando de ocultarse dentro de la vegetación de este lugar aquí donde las aguas brotan de la tierra y no se distingue la separación entre el cielo y el suelo.
Los chaneques
Se habla de unas cuevas ó cavernas aquí les llamamos canteras, estas canteras se encuentran debajo del agua y salen hacer sus travesuras, dicen que cuando comen se escuchan los cubiertos, las risas etc.
Se dice que estos seres conocieron las antiguas civilizaciones de este lugar, antiguos relatos cuentan que los ancianos más sabios de la cultura Olmeca creían que los chaneques tenían el poder de arrebatar el alma de los vivos asustar y confundir a los viajeros que pasaban por los terrenos vírgenes de aquellas épocas para extraviarlos y hacerlos después presa fácil en medio de la selva, a pesar de esas historias en la actualidad los pobladores de “los chaneques” en Veracruz aseguran que no son criaturas de maldad.
A la gente les esconde la ropa cuando vienen a bañarse, se dice que cuando tu quieres agarrarlos se desaparecen se hacen invisibles.
Según la creencia los chaneques son guardianes de la naturaleza su descripción es muy diferente a la de cualquier otro misterioso ser que pudiera tener un lejano parentesco como los duendes, trol o nomos.

Son hombrecitos de 1 metro ó 1.20, se dice que tiene los pies al revés, tienen unas orejas muy grandes y no son de maldad, solo hacen travesuras.
Probablemente los chaneques siguen habitando en esta región cuidando celosamente los vestigios arqueológicos que depararon nuestros antepasados y al mismo tiempo se divierten con las personas que al mismo tiempo andan por sus terrenos haciéndoles trastadas para dejarles en claro que ellos al igual que nuestros ancestros han perdurado y transcendido a través del tiempo.
EN OAXACA,MEXICO

Cuentan Las leyendas que los poblados cerca de los montos eran víctimas de los chaneques, estos eran las almas de niños no bautizados que murieron y buscaban otras almas inocentes para hacerles compañías.
Los chaneques se robaban a los niños y los perdían en el bosque, los padres para evitar esto colocaban una tijeras bajo la almohada de los niños, según la creencia esto los ahuyentaba. También cuentan las leyendas que si una persona se pierde en el bosque debe de colocarse la ropa al reves, ya que al hacer esto evitara que los chaneques los pierdan aún más.
Cuentan las leyendas que en algunos poblados los niños son llevados a dormir desde muy temprano ya que por las noches se puede escuchar como los chaneques juegan en las calles, y si alguien está despierto comienzan arrojar piedras al tejado y a la ventana.

martes, 26 de noviembre de 2013

MI AMIGO EL DUENDE.

cuando yo tenia como 7 años de edad vivia en una casa que tenia un patio grande 
en la cual habia un monton de arena a donde yo jugaba todos los dias
y estaba rodeada por una barda perimetral construida de tabiques .




siempre jugaba solo
ya que fui el unico niño de la familia entre 5 niñas mas,y ellas se la pasaban jugando
entre ellas.un dia de la nada me aparecio un amigo era un niño de tez muy morena,desnudo
con el cual jugue durante semanas,



 no era imaginario era real de carne y hueso.Cuando

me decia que tenia que irse se desaparecia en las paredes del muro. ,no la saltaba...
algunas veces me ofrecia dulces o refrescos y de la nada, tenia refrescos y dulces.
yo como era niño lo veia como otro niño nunca me dio miedo...cierto dia comenzamos a
discutir por algo que no recuerdo eran como las 12 del dia.En eso me enojo y le lanzo 
arena a la cara el me respondio con 2 patadas y un tiron de cabello.


comenze allorar y a pedir auxilio a mi hermana seis años mayor que yo ella salio 
corriendo al patio, vio al niño agarro una escoba que estaba en la puerta...
el duende salio corriendo y se desvanecio en las paredes...mi hermana casi se orina
del miedo...
nunca mas lo volvi a ver de niño hasta que un dia lo via acompañado de otro igual a el
esto fue cuando era novio de mi esposa y tambien ella los vio...pero es ya es otra historia 
que luego les contare...
ESTA HISTORIA ES REAL Y ME SUCEDIO A MI.
CUALQUIER PARECIDO CON ALGUN OTRO RELATO ES  PURA COINCIDENCIA.