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viernes, 21 de febrero de 2014

POR QUE LAS COSAS QUE COMPRAMOS NO DURAN ?


OBSOLESCENCIA PROGRAMADA
Se denomina obsolescencia programada u obsolescencia planificada a la determinación o programación del fin de la vida útil de un producto o servicio, de modo tal que tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño de dicho producto o servicio, éste se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible. Se considera que el origen se remonta a 1932, cuando Bernard London proponía terminar con la gran depresión lucrando a costa de la sociedad a través de la obsolescencia planificada y obligada por ley (aunque nunca se llevase a cabo). Sin embargo, el término fue popularizado por primera vez en 1954 por Brooks Stevens, diseñador industrial estadounidense. Stevens tenía previsto dar una charla en una conferencia de publicidad en Minneapolis en 1954. Sin pensarlo mucho, utilizó el término como título para su charla.
¨LAS COSAS DE ANTES ERAN MEJORES...ALGUNA VEZ LO OISTE DE TU ABUELO?
El potencial de la obsolescencia programada es considerable y cuantificable para beneficiar al fabricante, dado que en algún momento fallará el producto y obligará al consumidor a que adquiera otro satisfactor,1 ya sea del mismo productor (mediante adquisición de una parte para reemplazar y arreglar el viejo producto o por compra de un modelo más nuevo), o de un competidor, factor decisivo también previsto en el proceso de obsolescencia programada. Para la industria, esta actitud estimula positivamente la demanda al alentar a los consumidores a comprar de modo artificialmente acelerado nuevos productos si desean seguir utilizándolos. La obsolescencia programada se utiliza en gran diversidad de productos. Existe riesgo de reacción adversa de los consumidores al descubrir que el fabricante invirtió en diseño para que su producto se volviese obsoleto más rápidamente a fin de que los clientes recurran a la competencia y basen su elección en durabilidad y buena calidad del producto.
El procedimiento suele ser el siguiente: uno de los aparatos electrónicos de uso habitual falla. Cuando el dueño lo lleva a reparar, en el servicio técnico le dicen que resulta más rentable comprar uno nuevo que arreglarlo. Generalmente el precio de la mano de obra, las piezas estropeadas y el montaje suelen costar un poco más que adquirir uno nuevo. Por ello normalmente el usuario suele desechar el producto averiado y comprar uno nuevo. Esto ocurre en algunos componentes digitales de la computadora tales como la impresora, las unidades de disco óptico, los monitores LCD o LED, la tarjeta madre o el mismo microprocesador. Afortunadamente no ocurre así con los monitores CRT, parlantes, equipos de audio y vídeo como el reproductor de DVD, televisores, radios, deck de cassette, equipos de sonido, todos ellos -la gran mayoría analógicos- son reparables
El misterio de la bombilla que está encendida desde hace 110 años
elGuinnes de los Records, fue soplada a mano por la Shelby Electric Company, de Ohio, a finales de la década de 1890 y donada después por el dueño de esa compañía al departamento de bomberos en 1901. Es una bombilla de 60 watios (aunque hoy su potencia no supera los 4), soplada a mano, con filamento de carbono, y está instalada en el cuartel de bomberos número 6 de Livermore, California. Los científicos se preguntan cómo es posible que haya aguantado tanto tiempo sin apagarse. Se sabe que fue en junio, aunque no el día exacto. Su "cumpleaños" se celebra, por convención, los días 18 de ese mes. Es una reliquia de una época en las que las cosas se hacían para durar: una bombilla en Livermore (California) lleva 110 años encendida, un récord mundial, y hoy es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad