lunes, 6 de julio de 2015

EL HUMANOIDE GIGANTE DE SANGONERA (murcia-España)





El 13 de Julio de 1979 el diario LA VERDAD de Murcia publicaba en su portada solo dosnoticias. Una de ellas cubría casi el 70 % de su superficie: la tragedia del Hotel Coronade Aragón, ocurrida en la mañana del día anterior, cuando un terrible incendio acabó conla vida de mas 70 personas y produjo mas de un centenar de heridos, entre ellos la viuda del General Franco y su yerno, el Marqués de Villaverde. La otra noticia era sobre algo muy distinto. En un recuadro en el ángulo inferior derecho podía leerse: “En Sangonerala Verde posible encuentro OVNI en la tercera fase”.



En la página 7 del diario de máxima difusión en
la Región de Murcia, una noticia sorprendente
ocupaba toda la extensión de la misma, su
título: “La Verdad en la zona de un posible
encuentro OVNI en la tercera fase”, “Vimos un
ser de dos metros y medio con escafandra”.

Un artículo del periodista Antonio López, con
cinco fotografías del reportero gráfico Tomás,
contaba la aventura vivida por cuatro
muchachos de edades comprendidas entre 14
y 18 años en un paraje próximo a la pedania
murciana de Sangonera la Verde en las
cercanías de la Sierra de Carrascoy.


El relato de Antonio López contaba que los
cuatro jóvenes habían subido al monte por la
noche a cazar tórtolas. Se desplazaban en
dos ciclomotores (Antonio y Jesús iban en uno
y Ginés y José en otro). Seria poco mas de
las doce, cuando se encontraban en el paraje
conocido como “Fuente del Perro”, entonces se
percataron de la presencia de una potente luz
encima de un montículo denominado “Cabezo Colorao”.
Estaban debajo de un pino cuando vieron la
luz, uno de los muchachos (Ginés) dirigió el
faro de su moto hacia lo que ellos
denominaban “el planeta” y dando puño a moto
parada lanzó destellos de luz, tras lo cual el
objeto pareció “responder” emitiendo un rayo
de luz que cambiaba de intensidad. Entre esa
especie de juego y la observación expectante
de aquel objeto, transcurrieron unos cuarenta y
cinco minutos.

Antonio Guirao ha afirmado recientemente
que el tiempo en que estuvieron 


viendo el objeto no fue superior a veinte 
minutos, muy inferior en cualquier caso a los
tres cuartos de hora de los que informaba en
su día en el reportaje de “La Verdad”.
El objeto no era demasiado grande, los
testigos lo describen como de un tamaño
semejante a un coche, con un gran foco de
luz amarillenta y absolutamente silencioso.
Aunque Antonio Guirao también nos dijo
recientemente que el objeto emitía luces de
distintas tonalidades, amarilla, roja, verde.
Según el articulo de “La Verdad”, así como
el testimonio de Antonio Guirao , los
muchachos no sintieron temor cuando vieron
el objeto luminoso, sino cuando mas tarde
escucharoncrujir ramas, como si alguien se aproximara
caminando.




Fue en ese momento cuando se
percataron de que, a unos pocos metros,
avanzaba hacia ellos un individuo de

aspecto humanoide de gran estatura (unos 2
metros y medio se recoge en el artículo) y
provisto de “una especie de gabardina, algo
plastificado, con cremallera y bolsillos con
rayas en el pecho. De color negro u oscuro.
Y una especie de careta o casco en la
cabeza”, lo que les produjo un inmenso
temor y huyeron rápidamente con los
ciclomotores en dirección al pueblo.

Recientemente Ginés Jiménez aseguró

que vio como el ser se bajo del objeto y se
dirigió hacia ellos y que cuando estaba cerca
les habló en un idioma que no podía
comprender. Sin embargo Antonio Guirao
reafirma lo publicado en “La Verdad”,
declarando que no vieron a aquel ser hasta
que escucharon el crujir de ramas, no
habiéndolo visto descender del objeto.
En cuanto a la descripción del ser Ginés y
Antonio coinciden salvo en que Antonio dice
que en el pecho llevaba una especie de
marcas reflectantes solo en el lado derecho,
mientras que Ginés dice que las tenia en
ambos lados.
Los muchachos no pararon hasta llegar a las
primeras casas del pueblo. Por el camino
la moto que conducia Ginés Jiménez se pinchó, pero tal era su temor
que no quisieron detenerse y continuaron la
marcha, llegando con el neumático
destrozado.
Sobre la una de la madrugada varios
vecinos que estaban jugando una partida en
el bar “La Morena” , que se encontraba al
principio de la población según se bajaba del
monte, vieron llegar a los muchachos con el
gesto desencajado y presas del pánico.
Aunque en principio no creyeron la historia
que contaban acabaron dudando ante el
estado de excitación y nerviosismo que
presentaban los cuatro jóvenes.

Así que una media docena de hombres
cogieron dos coches y acompañaron a
Ginés Jiménez al lugar desde el que
habían estado observando el objeto y al
extraño ser, quedando el resto de los chicos
en compañía de otros clientes del bar en la
puerta del mismo.


Francisco Martínez, un trabajador
metalúrgico de 39 años, que se encontraba
entre los que se quedaron en la puerta del
bar “La Morena”, declaró al diario “La
Verdad” que al instante de haber partido los
dos vehículos “vimos como esa cosa, lo que
fuera, despegaba de encima del monte,
daba una vuelta y tomaba rumbo a
Cartagena. Fue lo único que vimos, porque
los que se fueron en los coches no 

encontraron nada”.

En las entrevistas realizadas recientemente
a Antonio Guirao y a Ginés Jiménez 
nos dicen que el objeto al marcharse lo hizo
en dirección a la Sierra de Carrascoy, es
decir hacia Andalucía, no en dirección a
Cartagena como afirma Francisco Martinez
en el reportaje de La Verdad.

Continua este reportaje diciendo que alguien
informó que un hombre que vive en pleno
monte, muy cerca del lugar del supuesto
aterrizaje, había sido testigo de un
fenómeno parecido ocurrido con
anterioridad, así que localizaron a 

el pastor que observó un objeto semejante tres meses antes.
informó que un hombre que vive en pleno
monte, muy cerca del lugar del supuesto
aterrizaje, había sido testigo de un
fenómeno parecido ocurrido con
anterioridad, así que localizaron a Prudencio
Jiménez Hernández, un pastor de 65 años
que confesó no haber creído nunca “en
estas cosas”, pero que desde su propio
domicilio, un casa solitaria construida en
mitad del monte donde tiene su ganado, fue
testigo tres meses antes de una extraña
visión, algo que hasta entonces no había
contado por temor a que nadie le creyera.
Sobre la medianoche, también encima del
“Cabezo Colorao”, divisó un objeto que
emitía una fuertes luces y hacia ruido. No
podía ser un avión porque Prudencio estaba
muy acostumbrado a ver aviones pasar y


aproximarse a la pista de la Base Aérea
militar de Alcantarilla, que está muy cerca.

El sabía que los aviones tienen luces de
posición rojas y verdes “pero esto tenía una
luz fuerte, aunque yo no veo bien, y hacia
ruido, lo escuché aunque soy un poco duro de oído”.
Al observar este objeto, Prudencio entró a la
casa para llamar a su nieta que estaba


durmiendo para que viese algo que para él
era extraordinario, pero cuando ambos
salieron fuera solo pudieron observar como


aquello levantaba vuelo y se marchaba.
El reportero Antonio López y el fotógrafo
Tomás subieron a la cima del “Cabezo
Colorao”, encontrando unas curiosas huellas
semejantes a pisadas, pero no de un zapato
normal, estaban formando ángulo y eran
demasiado profundas, “solo las puede haber
dejado un par de botas muy pesadas de alguien muy alto”.
Por aquellas fechas, el equipo de investigación
del ufólogo murciano Jesús Sancho se
desplazó al lugar del caso y encontró huellas
de un posible trípode de aterrizaje del objeto
sobre el “Cabezo Colorao”, así como una 
sorprendente huella de calzado plano de 38 cm 
de longitud. 
Ginés Jiménez afirma que por donde 
anduvo el extraño ser encontraron vegetación 
aplastada y Antonio Guirao dice que en lo 
alto del “Cabezo Colorao” podían verse las 
huellas de un trípode, una especie de triangulo 
isósceles, así como dos huellas de zapatos de 
grandes dimensiones, una completa y la otra 
media.
FUENTE:


ARTICULO ESCRITO POR JOAQUIN ABENZA, CONDUCTOR DEL PROGRAMA DE RADIO ¨EL ULTIMO PELDAñO¨
PARA LA REVISTA:
LA LUCERNA DE CARONTE- Nº 2 – AÑO II – ENERO-MARZO 2011










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