El usuario de Reddit kmendo4 cuenta cómo cuando tenía 10 años, se encontrara una noche durmiendo, cuando le despertó el sonido de la puerta de su habitación abriéndose. Pensando que era su madre, ni siquiera se inquietó. Notó como se sentaban en la cama y, cuando abrió los ojos se sorprendió al no ver a su madre. A los pies de la cama había un chico, sentado con las piernas cruzadas dirigiendo su mirada hacia él, “aunque en realidad tenía las cuencas de los ojos negras, como vacías, como si no tuviera ojos”.
“Extendió su mano hacia mí y me asusté, pero reparé en que me mostraba una caja negra. Me acerqué para cogerla y, en ese instante retrocedió. Me incorporé en la cama, extendí mi mando y le dije ‘dámela’. Justo en ese momento parpadeé y el chico ya no estaba. Solo estaba la huella en las sábanas de que alguien había estado sentado ahí”, relata. A la mañana siguiente se lo explicó a su madre, pero ella le dijo que todo había sido un sueño y no le dio más vueltas.
Pasaron cinco años, y él estaba con su novia del instituto en casa. “Esperando a que vinieran a recogerla se quedó dormida. Cuando llegaron sus padres la desperté. Ella dió un respingo y se quedó mirando a una esquina, donde la pared se une con el techo”. Cuando le preguntó qué le había pasado ella dijo: “Creo que estaba soñando con esta habitación; había en la pared un niño sin ojos mirándome”
Él le contó lo que le había pasado hace cinco años, pero finalmente quedó como un hecho aislado. Sin embargo no acabó aquí.
Cinco años más tarde, nuestro protagonista seguía con la misma chica y en la misma casa, pero ahora con una niña de dos años. “Mi hija se despertaba todas las noches y hablaba. Durante un tiempo pensamos que era algo normal, cosas de niños, hasta que comencé a reparar en que era la misma conversación cada noche. Un día le pregunté con quien hablaba, y me dijo que era un niño pequeño, que era simpático”. “Se ha perdido y busca a su mamá”, le dijo su hija. Ella siguió manteniendo conversaciones con el niño hasta que ese mismo año decidieron mudarse, y la niña no volvió a hablar con nadie por las noches.