Por la carretera que conecta a Dolores Hidalgo con San Luis de la Paz, ambas ciudades en Guanajuato, se ubica la ex-hacienda 7 Reales, hoy en día un caserío que aún conserva parte de la casa grande y la iglesia. Dentro de los predios de la ex-hacienda, entre las tierras de cultivo, hay un monumento singular que se puede ver desde el camino en épocas de siembra. Dicho monumento, hecho de cantera, es el dedicado a la Llorona.
Según se puede leer en una inscripción labrada en la cantera, este monumento se levantó un día de septiembre de 1913. De acuerdo con una leyenda, debido a que la Llorona había estado rondando esos parajes y la gente andaba muy asustada, el dueño de la hacienda mandó traer a un sacerdote, quien hizo un exorcismo y sugirió levantar el monumento, y desde entonces la ánima chocarrera dejó de merodear los alrededores.
Según se puede leer en una inscripción labrada en la cantera, este monumento se levantó un día de septiembre de 1913. De acuerdo con una leyenda, debido a que la Llorona había estado rondando esos parajes y la gente andaba muy asustada, el dueño de la hacienda mandó traer a un sacerdote, quien hizo un exorcismo y sugirió levantar el monumento, y desde entonces la ánima chocarrera dejó de merodear los alrededores.
En la misma inscripción también se lee que aquella persona que rece un Ave María frente al monumento tendrá 300 días de indulgencia.
Los lugareños explican que la capilla de la hacienda está dedicada a San Miguel Arcángel y su fiesta se realiza el 29 de septiembre de cada año. Sin embargo, en décadas pasadas la conmemoración, las danzas y la misa se celebraban en el citado monumento, pero desde que una tarde de tormenta un rayo tumbó la cruz que antes existía, se decidió que a partir de entonces las festividades se llevasen a cabo en la capilla.
Fuente: síguela en Twitter