El volcán Paricutín ostenta el título del volcán más joven de la Tierra, lo que permite a los científicos observar directamente las morfologías derivadas de la actividad volcánica apenas 60 años después de que se produjera.
El volcán Paricutín es un cono que se encuentra en el estado mexicano de Michoacán. Territorio enclavado en el Cinturón Volcánico Transmexicano (CVT), lo que da lugar a una alta concentración de estos edificios volcánicos (19/100 km2). El CVT es una gran provincia fisiográfica con un elevadísimo vulcanismo que se viene sucediendo desde el Cenozoico hasta la actualidad. Su génesis está relacionada con la subducción de las placas tectónicas de Cocos y de Riviera por debajo de la plana Norteamericana.
El 20 de febrero de 1943, como declara el acta de nacimiento del volcán Paricutín, ” [Dionisio Pulido] como a las 17 horas, sintió un fuerte temblor y estruendos en la tierra a lo que no hizo mucho caso ya que con frecuencia se estaban efectuando sismos desde hacía más de ocho días, pero siguió escuchando fuertes ruidos subterráneos acompañados de temblores y que entonces todo aterrado volvió la vista al Poniente o sea a su pueblo, observando con sorpresa que allá abajo en la Joyita se levantaban largas lenguas de fuego, con fuertes humaredas y estruendos nunca oídos”.
9 años después del suceso antes nombrado cesó la actividad y tras ella quedaron en el lugar un precioso y regular cono de escoria (Paricutín), un cráter parásito (Zapichu) y un inmenso campo de lavas que cubrió los municipios de Paricutín y San Juan Viejo Parangaricutiro.
El cono del Paricutín tiene las características típicas de estos edificios volcánicos monogenéticos (se generan a partir de un sólo periodo eruptivo), formado por materiales piroclásticos sueltos de tamaño ceniza gruesa (2 mm) y lapilli (2-64 mm) de composición química homogénea y pendientes regulares de inclinaciones entre 30 y 35º. Alcanza, actualmente, una altitud aproximada de 2820 m.s.n.m. y unos 300 metros sobre el nivel de base.
El cráter está divido en dos chimeneas por un pequeño cordón detrítico y tiene una profundidad de 42 metros aproximadamente, dato que ha ido disminuyendo debido a la colmatación por parte de los materiales sueltos que se desprenden de las vertientes del mismo. Las laderas tienen pendientes entre 32 y 40 º, lo que genera una disimetría en la estabilidad de las laderas, fenómeno observable gracias a la presencia de vegetación o no.
Las coladas de lava se extienden sobre uno 25 km2 y alcanzan una distancia máxima de 10 kms en el flujo que sepultó el pueblo de San Juan, por lo que recibe su nombre. Estas provienen en su mayoría de erupciones fisurales que se dieron en la base del cono, en unas estructuras denominadas “bocas” y también del volcán parásito Zapichu, que fue el último en expulsar coladas de lava.
Aunque atendiendo a los criterios clásicos para clasificar un volcán como activo o inactivo y a la presencia de cierta actividad que demuestra que aún queda calor remanente, como las fumarolas de vapor de agua (relacionadas con la infiltración y evaporación del agua meteórica y no con actividad magmática) deberíamos considerar al Paricutín como activo, sin embargo, la probabilidad de que vuelva a entrar en erupción es menor a que suceda un evento de las mismas características en algún otro punto cercano.
Fuentes:
http://geonopia.com/
- BULLARD, F.M. “Studies on Paricutín volcano, Michoacán, México”. Bulletin of the Geological Society of America. Mayo 1947.
- INBAR, M. LUGO, J. VILLERS, L. “The geomorphological evolution of the Paricutin cone and lava flows, Mexico, 1943-1990″. Geomorphology, 1994.
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