¿Qué hubo antes del big bang?
La idea de que el Universo tuvo su origen en una gran explosión (el “gran pum”, o big bang) que dio origen a todo —tiempo, espacio, materia, energía— provoca muchos interrogantes. Quizá el más común es preguntar de dónde surgió tal explosión.
Es una buena pregunta. Y como tal, puede anticiparse que la respuesta no será tan buena. De hecho, hay dos respuestas posibles.
La primera es la respuesta científica. Es bastante sencilla: antes del big bang no había nada. Es más, no tiene sentido preguntar qué hubo antes del big bang, pues hablamos del origen del tiempo: no puede haber “antes” del principio. Así como no puede preguntarse dónde estaba uno antes de existir, o qué temperaturas hay por debajo del cero absoluto. (La temperatura es el movimiento de las moléculas. Cuando las moléculas están absolutamente quietas, la temperatura es cero kelvins. No puede haber una temperatura inferior.)
Hay otra pregunta relacionada: ¿dónde se expandió el espacio en el big bang? Pero nuevamente, no tiene sentido; es el espacio lo que se comenzó a expandir en la gran explosión, como lo sigue haciendo desde entonces.
¿Eso es todo? ¿No hay respuesta a la buena pregunta? Es más, ¿se descalifica la pregunta? Así es, pero por fortuna, hay más. La segunda posible respuesta, aunque tiene sus raíces firmemente asentadas en la ciencia, no es una respuesta científica, pues no es posible someterla a prueba. científica, pues no es posible someterla a prueba.
La mecánica cuántica predice que aun el espacio vacío (que no es lo mismo que la nada) tiene cierta energía, la cual sufre constantemente pequeñas fluctuaciones. Se ha comprobado que a partir de estas fluctuaciones pueden surgir pares de partículas (una positiva y una negativa, por ejemplo) cuya suma es cero, y que existen durante unas cuantas fracciones de segundo antes de combinarse nuevamente y desaparecer. El resultado es que todo vuelve a quedar igual.
Pues bien: algunos audaces cosmólogos (estudiosos del origen del Universo) han aventurado que el big bang pudo surgir de fluctuaciones parecidas, sólo que no del vacío, sino de la nada. De alguna manera, una de las fluctuaciones persistió y se “infló” hasta dar origen a todo el Universo.
Una asombrosa consecuencia de esta idea es que continuamente podrían estar surgiendo universos, cada uno en su propio big bang y cada uno con sus propias características (leyes físicas, duración, geometría…).
La idea de que somos sólo una de infinitas “burbujas” que se forman en el océano de la nada, parte de un “multiverso”, parece ciencia ficción. Y estrictamente eso es, pues no hay forma de comprobarla. Sin embargo, de hipótesis audaces como ésta —y de preguntas curiosas como la del título— surgen los grandes avances en ciencia.
http://www.comoves.unam.mx/
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