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viernes, 11 de septiembre de 2015

EL UFO-CRASH DE MATAQUESCUINTLA (GUATEMALA)



EL RELATO DE LOS HECHOS

La principal testigo la Sra. María Candelaria Hernández tenía en aquellos años aproximadamente unos 74 años, lo cual las cuentas nos llevan a pensar que los hechos habrían ocurrido alrededor de los años 1938-1939, lo que hace este episodio uno de los más antiguos Ufo-Crash que se tenga conocimiento.

La testigo relataba en su niñez a su hijo Pablo, la historia de unos extraños hechos ocurrido en unos terrenos vecinos a su casa, para ser preciso en la finca “La Concepción”, propiedad ahora de la Sra. Antonieta de Braun y que siempre ha pertenecido a su familia por generaciones.
Es este hijo de nombre Pablo Hernández quien en el año 1983 relató este episodio al investigador guatemalteco Oscar Padilla que realizó las comprobaciones necesarias para avalar el caso como real y con motivos muy sólidos de credibilidad.












Los hechos en sí se pueden resumir de la siguiente manera:

Doña Candelaria estaba lavando ropa en unas pozas llamadas “Las Charquitas” de pronto escuchó un ruido ensordecedor, al mirar el cielo vio pasar sorpresivamente y en raudo vuelo una bola incandescente. Esta bola incendiaria pasó sobre los ciprales que hay en el lugar y observó que estos árboles quedaron moviéndose por el aire emitido al pasar la bola.
Doña Candelaria se extraño, pero la premura en lavar la ropa que le encargaban los policías destinados en la región pudo más que su curiosidad y solo recuerda que vio a unos niños a eso de las 17,00 hrs. que salían del bosque y que con gran agitación le decían:

" Doña Cande vaya a ver los muñequitos que cayeron del cielo, allá atrás en la cuadra donde corren los caballos, están todos chamuscados y huelen a hule quemado"

A pesar de lo extraño expresado por los niños, el cansancio y la carga de la ropa limpia la hizo desistir y empezó a caminar por el largo sendero que la llevaría de regreso a casa.
Doña Candelaria al otro día se levantó temprano ya que preparaba todos los días sus tortillas de maíz para el desayuno. A pesar que en Colís (*) nunca pasa nada, aquella mañana Doña Candelaria escuchó rumores de muchas personas que se dirigían hacia el lugar de los ciprales donde ella había visto caer la bola incandescente. Notó que la mayoría de estas personas eran soldados, policías, guardias de Hacienda y algunos "gringos" desconocidos en la zona.
A las 8,30 de la mañana ya estaban bajando toda esta gente al lugar. El Jefe de la Policía que era amigo de la familia le acercó una caja de aluminio como los camarines en donde traían algo entre varios policías. Uno de los policías que también era amigo de la familia le dijo:

"Mire Doña Cande, los marcianitos que cayeron del cielo" Doña Candelaria recuerda que alguno de su familia expresó:"Pobrecitos los angelitos como se fueron a chamuscar" enseguida se persignaron y más de alguno dijo algo así como: "Dios los haya perdonado".

El Jefe de la Policía tomó la caja de metal y desapareció junto con los otros agentes de la autoridad y algunos americanos que lo acompañaban. Doña Candelaria aún recordaba la cara de espanto de su familia cuando miraron al interior de la caja de aluminio.

Este es el relato sintetizado y trascrito de las declaraciones de Pablo Hernández, hijo de Doña Candelaria, quien recuerda perfectamente este relato de su madre, hecho que quedo en la memoria al paso de los años. Lógicamente que hemos tenido que hacer ciertas adaptaciones de palabras y expresiones de los testigos para hacerlo más entendible y universal su entendimiento, pero la esencia del relato esta intacta.



Las primeras averiguaciones se realizan en el mes de Mayo de 1994. El investigador guatemalteco Oscar Padilla, logra localizar al Sr. Arnaldo Padilla Rojas, quien tiene una finca rústica por los bellos parajes donde se adentra el municipio de Mataquescuintla de Jalapa. El Señor Padilla Rojas confiesa al investigador Oscar Padilla que :

"Hace más de 40 años cuando yo estaba jovencito unas personas de Colís me contaron que algo había caído, un objeto extraño, otros comentaban que un globo, otros decían que era un aparato parecido a un globo".








Las averiguaciones conducen a unos nuevos testigos. Esta vez es Doña Tomasa Toledo de la Cruz, mujer de casi 90 años, la cual tiene una memoria muy lucida y en excelente estado. Esta dama casi centenaria negó en primera instancia que estos rumores hayan sido verdaderos, pero su hija Fluvia Cruz de González sí recordaba que por los años 1979 y 1980 habrían llegado a la zona cuatro personas que dijeron ser mineros con "extraños aparatos" buscando una "campana de oro" que según ellos estaba enterrada en la propiedad de la familia. Una leyenda popular de aquellos años recuerda una banda de facinerosos llamados "Los Lucios" asolaban la región, y la gente acostumbraba a enterrar los objetos de valor, pero así y todo, este episodio de búsqueda por parte de estos "mineros" no resultó muy convincente ya que sus excavaciones no eran muy organizadas y daban la impresión de buscar a ciegas.
El Sr. Pablo Hernández brindó nuevos nombres a la investigación. Esta persona era Maria Hernández quien habitaba una casa cercana al lugar de los acontecimientos en aquellos años. El lugar preciso es Colonia Bethania, 34 Ave, 12-08, zona 7 en Mataquescuintla.

La testigo Maria Hernández recuerda que cuando tenía 18 años (en los momentos de la entrevista tiene 74 años), aún sin estar casada, por lo tanto deduce que el suceso ocurrió hace unos 56 años atrás, y para ser más precisa agrega que podría haber sido en el año 1938 en la aldea de Morales; Hubo muchos testigos de la caída del "objeto" , lo denomina abiertamente "un platillo volante" demostrando que el suceso luego lo asocio a las noticias posteriores cuando emergió el fenómeno Ovni. Agrega que la gente comentaba que unos enanitos rubios comenzaron a caminar por el lugar, incluso en el pueblo se habló de la desaparición de una leñadora siendo testigo su hijo que se oculto entre los matorrales.
En la entrevista Doña Maria Hernández expresó su temor ante el parecido de estos enanitos a lo que últimamente esta dando la televisión y las noticias, agregando que por esta razón ella trata de no pensar en el tema.
La investigación misma pasó por el Departamento de Santa Rosa, Casillas, San Rafael de las Flores, y finalmente Morales, que es una aldea de Mataquescintla.

Las averiguaciones determinaron que existía muy poca gente viva de aquella época. El Señor Pedro Cano recordó que hace unos 50 años se habló mucho referente a la desaparición de una señora la cual había sido secuestrada por un extraño aparato volador en la zona. En cambio por cada testimonio concreto también se notaba que entre la gente mayor consultada muchos optaron por callar dando por razonable la sospecha que un acuerdo mutuo los mantenía en silencio.
La investigación condujo a la casa del Señor José I. Hernández y su esposa, quienes confirmaron todos los testimonios de sus antiguos vecinos. La eterna casualidad se hizo presente cuando el hijo de esta familia Víctor Manuel Hernández, más conocido como Tito en el lugar y también conocido por su triste afición a la bebida, en un momento de lucidez ofreció algunos datos que luego de analizarlos resultaban totalmente coherentes y demostraban que de haber existido este episodio el lugar de los hechos estaba muy cerca de la casa de la testigo Tomasa Toledo de la Cruz.

La actitud de Tito es concluyente para la localización del lugar. Quizás al ser incomprendido en un medio social campesino, y a modo de revancha ante su propia gente condujo al investigador Oscar Padilla por un angosto camino de terracería que desembocaba en un sitio llamado “La Minita”. Era una especie de vereda estrecha, llena de ortigas y oleaginosas que clavaban traspasando los calcetines produciendo fuertes picazones. El campo estaba lleno de agujeros en la tierra y seguramente había sido excavado durante mucho tiempo por otras personas. La localización al fondo de un río determinó que se estaba dentro de la finca “La Concepción” y se podían notar antiguas pozas de aguas. ¡No había duda¡ Estaban precisamente en el lugar donde hace más de 50 años atrás Doña María Candelaria Hernández vio como cayó un objeto incandescente en los bosques cercanos a unos pocos metros de un campo de fútbol.

Las investigaciones llevan a confirmar que un pacto de silencio entre los pobladores, hizo pasar desapercibida la historia de este posible Ufo-crash, y la noticia no trascendió a la prensa, más aún, al estar en tan remoto lugar donde el aislamiento es propicio para robos y todo tipo de fechorías, esto ayudó al ocultamiento de los hechos.
Las averiguaciones se tuvieron que llevar a cabo con mucha precaución, incluso con material de defensa y un vehículo todo-terreno apropiado a los malos caminos existentes. Lo que sí esta claro que algo sucedió, y existió un pacto de silencio entre los pobladores y las autoridades de aquellos años.

¿Se enterró el objeto que cayó del cielo? ¿Porqué razón esta todo el entorno excavado donde supuestamente cayó el objeto?

Varias leyendas de la zona hablan de una "campana de oro" enterrada. ¿Leyenda popular o asimilación de un hecho real a punto de pasar a la tradición popular?

Las conclusiones de Oscar Padilla, investigador guatemalteco es que el hecho fue real, y recientemente se reafirmaba en este pensamiento al ser consultado por quien escribe estas líneas.

(*) Colis: Nombre relacionado con la toponimia a geonomía del lugar que aseguran tiene relación con la forma de coliflor del cerro que está a un lado de la ciudad.

Nota: El año 2004 confirma en parte esta investigación, cuando en esta delegación del IIEE de Chile se recibe un mensaje de la propietaria actual de este lugar, quien nos menciona que conoce poco de dicho acontecimiento, pero sí nos expresa haber encontrado un libro en esta propiedad relacionado con este tema.

Trabajo basado en:
http://www.iiee.cl/
Correspondencia y contacto con el propio autor.
Viajes a la zona a confirmar geografía y relatos
en los años 1989, 1990, y 1997

lunes, 25 de agosto de 2014

LA CARRETERA DE L0S OVNIS (YUCATAN -MEXICO)

En la imagen atribuyen una presencia inexplicable en el Castillo de Kukulcán Foto: Tomada de video


En Yucatán han ocurrido varios avistamientos de ovnis, los cuales se han documentado desde hace varios años.
De acuerdo con un diario local en la carretera federal a Uxmal, en el tramo que comprende la comisaría umanense de Yaxcopoil hasta al municipio de Muna, se ha convertido en un corredor de avistamientos ovni.

En el famoso Caracol, otro de los polémicos videos que se han difundido

Reportan alrededor de 10 en distintos horarios y días, siendo el más reciente uno ocurrido en domingo.
El reporte que cita dicho medio local refiere que una familia vio en la mañana mientras se dirigían a Uxmal, tres esferas que iban en fila india.

Eran luces blancas que se movían muy despacio, lucían como en los documentales sobre ovnis.

Otro reporte indica que en la misma carretera, a la altura de la hacienda Yaxcopoil, vieron una nave espacial con características diferentes: una nave alargada a alta velocidad.

Un usuario de YouTube de nombre Salomón Mayorga, coordinador de Proyectos de Protección Civil estatal, grabó un presunto ovni en Ciudad Caucel, Mérida en Yucatán.
El video subió el 11 de febrero y explica que fue grabado a las 22:00 horas de ese día, "no aseguro que sea una nave, pero si es un objeto volador no identificado", comentó el usuario.
En el video de 1.30 minutos se ve una luz en el cielo, que por la trayectoria no podría ser un avión, pues va y viene.
La vista sucedió en el parque de Los Almedros II de Ciudad Caucel.
Le llamó la atención la luz brillante y decidió grabarlo con su tableta.
fuente http://www.unionyucatan.mx/
Llamada la foto más clara que se tomó de un ovni en Yucatán, esta de Muna
MÉRIDA, Yuc.- Una de las fotografías más claras de un ovni captada en Yucatán fue tomada no por un yucateco, sino por un visitante europeo, en cerros del municipio de Muna.
De acuerdo a nuestro archivo hemerográfico, la gráfica fue tomada por un turista alemán que vivió en el estado en 1999, cuando, junto con dos acompañantes, se encontraba en el cerro de Muna (retornaban de una visita que hicieron a la zona arqueológica de Uxmal, que se ubica por esos rumbos).
La foto se la llevó a Alemania y la mandó a analizar, varios investigadores del fenómeno ovni, no sólo de ese país sino también de España, Inglaterra, Italia y Francia tuvieron acceso, incluso al negativo de la misma, y pudieron comprobar que no se trató de un montaje.
De hecho, sorprende la claridad de la imagen, pues se observa de forma nítida la presunta nave espacial, y claro, ayuda mucho el hecho de que fue tomada de día y muy cerca de donde apareció, además de que en ese momento el objeto volador estaba 'estacionado' o estático.
De todo esto nos pudimos enterar porque una copia de la imagen se le mandó al yucateco Humberto Novelo Ascensio, exdirector del ballet floklórico del Ayuntamiento de Mérida, quien habló sobre este caso en el año 2004, según él, motivado por las constantes apariciones de ovnis que se dieron en el sur del estado (la oleada ovni de Ticul) en ese año.
Novelo Ascensio afirma que su amigo alemán fue quien le mandó la foto, pero que en su momento prefirió callar por temor a las burlas: “nunca hablé de esto antes porque temía que la gente se burlara de mí”, comentó en ese entonces a un reportero.

Sonaba como una turbina

El autor de la foto se llama Leopold Kaseldorf, y es originario de Oldemburg, en el noroeste de Alemania; en tanto, don Humberto, al momento de la entrevista, vivía en el suburbio de Santiago, en Mérida.
Se conocieron porque el turista alemán llegó a Yucatán para conocer el estado y se inscribió al curso de verano de la escuela de folklor del Ayuntamiento de Mérida, donde laboraba Novelo Ascensio.
Continuando con los detalles del momento en que tomó la foto, le dijo que regresaban a Mérida, a eso de las cinco y media de la tarde, procedentes de Uxmal, cuando de pronto en el tramo de Muna escucharon un ruido insoportable, similar a las turbinas de un avión, pero más fuerte.
Decidieron bajar del vehículo para ver qué ocurría y fue cuando vieron la nave espacial. Todo esto le fue comentado al exdirector del ballet un día después del avistamiento, en el aeropuerto de Mérida, cuando el turista alemán partió hacia su tierra, de hecho, ofreció mandarle una copia de la foto, lo cual hizo tres meses después.
Cabe destacar que la foto que aparece en este reportaje fue obtenida de Internet, ya que a raíz de que el turista envió copias de la misma a diversas agrupaciones internacionales, tras los análisis empezaron a subirla a la red.
Todos los estudios coinciden: la foto es real.
En mi caso particular debo decir que no tuve acceso a una foto original ni al negativo para poder hacer mi análisis, tampoco pude entrevistar al turista alemán, por lo que mi opinión se basa simplemente en la foto de internet; en cuanto al testimonio de don Humberto, le toca a cada lector sacar sus conclusiones al respecto.
fuente diario milenio.com

martes, 24 de junio de 2014

El caso del ovni estrellado en Puebla



Hacia las 5:55 y 6:05 de la mañana de aquel 29 de julio de 1977, decenas de personas pudieron observar sobre el cielo de la capital mexicana, tres luces que volaban a gran velocidad, las cuales llevaban una dirección de Sur a Norte. Las primeras personas que tuvieron oportunidad de observar tan singular espectáculo, eran los jóvenes que esperaban una ficha para realizar el examen de la E.N.E.F. (Escuela Nacional de Educación Física), que junto con sus padres, en algunos casos quedaron sorprendidos.


Aquel fue el primer reporte de avistamiento, también los trabajadores de Mexicana de Aviación que realizaban trabajos en la parte alta del edificio, notificaron el paso de los OVNIs.


Cabe mencionar que las publicaciones que dieron seguimiento al caso, desde su inicio hasta su supuesta terminación, fueron las revistas “Contactos Extraterrestres” y “Duda”. Los reportes sobre el avistamiento seguían llegando, tanto a las oficinas de redacción como a varios periódicos, que posteriormente veremos aportaron mucha información que no fue dada a conocer en las citadas revistas.


Los reportes se sumaron de zonas de la ciudad como: Villa Coapa, Estadio Azteca, Palacio de los Deportes (lugar donde estaban reunidos los aspirantes a la Escuela de Educación Física), zona de Xola e Insurgentes. En la esquina de estas calles, la Srita. Patricia Robles afirmó que pudo observar el paso en el cielo de tres luces, las cuales parecían que llevaban una competencia entre ellas. Como se sabe, casi el 90% de los mexicanos a esas horas ya están en camino a sus trabajos, y tomando en cuenta el tamaño de la Ciudad de México, el número de testigos del paso de los OVNIs, del 29 de julio, debió sumar cientos de personas.


Desde el aeropuerto, que por años ha sido punto neurálgico de observación y vigilancia del área del Valle de México, aquella mañana no iba a ser la excepción; según un reporte, la Comandancia del Aeropuerto fue puesta en aviso de los hechos ocurridos sobre la Ciudad de México.


Pero ¿qué era lo que exactamente habían visto?


El 99% de los testigos afirmaron haber observado tres esferas plateadas que irradiaban gran luminosidad, las mismas se desplazaban muy rápido en el cielo y dejaban tras de sí una especie de estela.



Dos fotografías correspondientes a la película tomada por Abel Salazar
Revista “Duda” del 3 de mayo de 1978


Para los testigos de este fenómeno era claro que aquello que observaron no era ni un avión ni un helicóptero, ni un meteoro, ni mucho menos como la afirma un escéptico, parte de un cohete impulsor ruso que escogió la República Mexicana; pasearse por varios estados de la misma, realizar competencias con otros restos de cohete y estrellarse antes de dejarse ver por tripulantes de un jet argentino de pasajeros. Increíble ¿no?


Pero la actividad OVNI no sólo se llevó a cabo dentro de la ciudad y sus alrededores; los OVNIs estuvieron activos en esa semana y en la subsecuente.


En el periódico “Excélsior” de fecha 31 de julio de 1977 fue publicada la siguiente noticia, que posteriormente coincidió con los OVNIs observados en la Ciudad de México:


Testimonios de que vieron OVNIs en Córdoba, Ver.
Córdoba, Ver. 30 de julio


Objetos voladores no identificados (OVNIS) fueron vistos en el cielo de esta población según reporte hecho por varios testigos ante las autoridades de la población. De acuerdo con lo señalado eran siete los aparatos que sobrevolaron dejando una estela luminosa. Vecinos de la zona “Dos Caminos” indicaron que los OVNIs primero eran tres, pero posteriormente se sumaron cuatro más.


En el Club Campestre Cordobés, se informó que el fenómeno no es nuevo, pero que durante este día no se había visto nada.- León Ruiz Ponce (Corresponsal).


Como puede leerse, también en Veracruz se observaron OVNIs, y lo que más llama la atención, es que la descripción de los observadores en Veracruz es muy similar a los vistos en la Ciudad de México, léase la parte: “ERAN SIETE APARATOS QUE SOBREVOLARON DEJANDO UNA ESTELA”.


Los OVNIs que sobrevolaron el D.F. esa mañana, eran exactamente iguales a los descritos en la nota periodística. Los reportes, como lo indicamos, se empezaron a agrupar en las redacciones de varios periódicos, entre ellos:


La Prensa, El Sol de Mediodía, Ovaciones 2ª. Edición, El Nacional y Excélsior, en los mismos se comunicaba el avistamiento masivo y en días posteriores se conocieron pormenores del choque del OVNI.


Dentro de la historia del fenómeno OVNI, que se recuerde, nunca antes tantos medios escritos como electrónicos, dieron tanto tiempo y espacio sobre el tema. Inclusive la noticia se difundió también a través del noticiero de Televisa “Hoy Mismo” con Guillermo Ochoa.






La filmación de los OVNIs


Aquella mañana del 29 de julio de 1977 muchos elementos se conjugaron para que este caso mexicano fuera el caso perfecto, el equipo técnico de Estudios América se encontraba por el sur de la ciudad, en la zona de Villacoapa y el equipo en sí tenía que filmar algunas escenas del amanecer, de lo que sería el final de la película “Picardía Mexicana”, la cual era dirigida por el desaparecido Abel Salazar. Los participantes de las últimas escenas eran el cantante Vicente Fernández y la actriz Jacqueline Andere, los acompañaba el escritor del libro Armando Jiménez.


El equipo técnico, camarógrafos, microfonistas, iluminadores y demás personal se les envió a la parte alta de la casa, a la azotea, para que realizaran la filmación del amanecer, que sería incluido en la película.


Los profesionales esperaban captar las primeras luces del nuevo día, cuando de pronto uno de los técnicos detectó visualmente una especie de explosión al sur de la ciudad.


Todos los presentes, asombrados, trataron de buscar la fuente de aquella explosión en el cielo; inmediatamente observaron tres objetos a gran velocidad que se dirigían de Sur a Norte, los mismos eran, según los testigos, de forma esférica, irradiaban gran luminosidad. Los tres objetos, al parecer, realizaban una carrera, los OVNIs se alcanzaban y se rebasaban ante el asombro de todos y acertadamente el Sr. Abel Salazar ordenó inmediatamente al camarógrafo que filmara aquellos objetos; Javier Cruz, quien era el camarógrafo, obedeció la orden y logró uno de los testimonios más importantes en la historia del fenómeno OVNI, lograr filmarlos en pleno vuelo con película de 35 milímetros.





Posteriormente, según investigación de Fernando J. Téllez, unas 14 personas, aparte del director, los actores y técnicos pudieron ver perfectamente el paso de los OVNIs.


Los OVNIs son vistos por pilotos


No sólo los OVNIs pudieron ser observados desde tierra o captados por los radares, también durante la mañana del 29 de julio de 1977 fueron vistos por las tripulaciones de aviones mexicanos y en especial por uno de Argentina. En el periódico “Diario de la Tarde” se informaba en su edición de esa tarde, en una nota firmada por el reportero Rubén Serratos Escamilla, que la tripulación de un avión Boeing 707 de Aerolíneas Argentinas, el cual volaba al sureste del país en la radial 60 a 500 kilómetros hacia el noroeste, exactamente sobre el estado de Oaxaca, pudieron observar un OVNI, el cual se desplazaba a gran velocidad sobre la radial 60 y que el mismo se empezaba a desintegrar.


La tripulación del Boeing 707 de Aerolíneas Argentinas, vuelo 371, estaba integrada por:


Comandante Sartori, Primer Oficial Hellou y el Segundo Oficial Betelu, el avión argentino había despegado del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez”, y el encuentro con el OVNI lo tuvo sobre Oaxaca a las 8:55 de la mañana aproximadamente, ya que el comandante del 707 reportó a las 9 de la mañana el OVNI al Centro de México, en especial a RAMSA (Radio Aeronáutica Nacional S.A).


Los operadores de la Torre de Control del Aeropuerto afirmaron que los comandantes y tripulaciones de aviones de pasajeros de las líneas aéreas mexicanas, Aeroméxico y Mexicana, realizaron detallados informes y reportes sobre OVNIs observados en las zonas de las costas de Veracruz y Campeche.


A la vez, Radio Aeronáutica S.A., dio todo su apoyo para investigar las observaciones de OVNIs; en efecto, en una actitud que no se había presentado antes por un organismo gubernamental. Tuvo su excepción, tal vez, por tantos reportes dados por pilotos, que la autoridad aeronáutica tomó cartas en el asunto.


¿Chatarra espacial?


El 12 de julio de 1979 una noticia daba la vuelta al mundo, el laboratorio espacial norteamericano Skylab retornaba a la Tierra envuelto en llamas. En días previos la expectación era muy grande a nivel mundial, ya que no se sabía dónde iba a caer la gigantesca mole de trozos de metal. Ahora sabemos que casi el 99% del laboratorio cayó como un cometa brillante en la parte central y sureste de Australia.


En el año 1991 se presentó un estudio realizado por el especialista Don Bracions, sobre el total de materia (basura) que se encuentra en órbita alrededor de nuestro planeta y que va desde tornillos, guantes, pernos, hasta satélites que han terminado su vida útil y actualmente vagan por el espacio (son miles de toneladas).


La principal amenaza es para los transbordadores espaciales ya que se han encontrado y chocado, en algunas ocasiones, con estos restos y en ciertas misiones de han visto obligados a cambiar su ruta en el espacio.


Estos desechos son un universo de partes, tanto pequeñas como grandes, algunos impulsores de cohetes ya consumidos colisionan entre sí. En algunos casos estos artefactos tienen tendencia a estallar unos meses después de su uso, cuando la corrosión permite que los tanques de los mismos se deterioren al grado de que se mezclen los restos de diferentes combustibles, originándose una llama que los destruye.
Referencia: http://www.artrev.8k.com/0000000664.htm


(Recordar que el Kosmos 929 fue lanzado desde Baikonur el 17 de julio de 1977 y reingresó a la Tierra en 1978)


Ruta del Kosmos 929 la mañana del 6 de agosto de 1977 (Europa)http://www.svengrahn.pp.se/trackind/Radiospec/Radiospec.htm


Por ejemplo, en el año de 1986 explotó el impulsor de un cohete Ariane, de la Agencia Espacial Europea, y puso en órbita una nube de residuos que siguieron girando alrededor del planeta a una altura de 400 y 1300 kilómetros.


En todos los años de la carrera espacial se han puesto en órbita, entre satélites y basura espacial, más de 17,500 objetos construidos por manos humanas, los cuales van desde pocos centímetros hasta decenas de metros, como la estación espacial MIR. ¿Cómo es posible que el Comando Estadounidense de Vigilancia del Espacio tenga un registro minucioso, si los choques entre restos de satélites y cohetes suceden con frecuencia, aumentándose el número de restos en el espacio?


Según los datos dados a conocer por el científico, el Comando Estadounidense de Vigilancia del Espacio recurre a un programa computarizado que permite “predecir probables colisiones entre transbordadores y basura espacial”, estos encuentros previstos son comunicados a la NASA para su evaluación y se tratan de elaborar trayectorias que los eviten. ¿Cómo pueden tener clasificados más de 17,500 restos de objetos que vuelan en el espacio? ¿Cómo afirmar que el objeto que se vio acompañado de otros dos similares el 29 de julio de 1977 era chatarra espacial, si los dos días posteriores se observaron también en varias partes de la República Mexicana?


Como parte final de este tema daré cabida a la información dada a conocer por el científico español Eduardo Bonus, quien habla sobre la chatarra espacial:


Una nave que llevara un satélite de unos 100 kilos se podría romper, en un principio en 104}5 pedazos de un centímetro, en órbitas circulares muy bajas. El regreso de esos restos a la atmósfera puede producirse en pocos meses. A los 400 kilómetros de altura los objetos permanecerán en órbita un año. A los 800 kilómetros, unos 30 años y a los 900 kilómetros de altura seguirán dando vueltas durante 50 años, no sabiéndose con exactitud en qué lugar caerán. (Recuérdese que no se sabía el lugar donde caerían los restos del laboratorio espacial Skylab, en el año 1979).


¿Realmente se estrelló un OVNI en la Sierra de Puebla?


Este es el título de un artículo escrito por el investigador Fernando J. Téllez, publicado en la revista argentina “Cuarta Dimensión” núm. 51, que dirige mi buen amigo Fabio Zerpa.


En este artículo, Fernando J. Téllez (quien escribía en Contactos Extraterrestres) informaba de un avistamiento efectuado el 29 de julio de 1977 en el estado de Puebla y de la posterior explosión y caída del aparato en la sierra del mismo nombre.


En el número 66 de la citada revista y bajo el título “¿Qué pasó realmente en la Sierra de Puebla?, el grupo de coordinación documental de ONIFE daba un resumen del caso y comunicaba un hecho sensacional, pese a que los primeros investigadores in situ no encontraron nada, posteriormente habían aparecido muestras del supuesto OVNI estrellado.


En su segunda parte el informe ONIFE dice lo siguiente:


Tres personas (dos de las cuales son maestros de escuela) procedentes del pueblo Filomeno Mata (estado de Veracruz), redactaron una carta que decía: “Se trata de la explosión del OVNI, o artefacto, como podría llamársele, que se registró en el mes de julio de este año 1977, en la Sierra de Puebla, y del cual investigadores de Contactos Extraterrestres, después de organizar varias expediciones, nos informan no haber encontrado vestigio alguno, por lo que nos servimos gustosamente hacer de su conocimiento que lo que se dice de la “desintegración en chispas del aparato” es cierto.


Una de esas “chispas” fue rescatada después de hacer contacto con el suelo: se trataba de un pedazo de lámina cuyo material francamente desconocemos, las autoridades del MUnicipio de Jopala, Puebla, la guardan y conservan, y nos aseguran que al momento de recogerla permanecía en estado de elevada temperatura…”


Por supuesto, con la llegada de esta carta comenzó nuevamente la investigación, esta vez en el pueblo de Jopala, Puebla, que se encontraba dentro del posible trayecto del objeto.


El presidente del pueblo Sr. Antonio Hernández García, poseía un trozo de metal que había caído del cielo, el día de la explosión, el cual en un principio se negó a dar, pero tras varias peticiones y reiterada insistencia cedió un pedazo de la mencionada lámina. (A los investigadores Pablo Latapí –hoy periodista de TV Azteca- y al Sr. Héctor Chavarría –investigador escéptico).


Según declaraciones del Sr. Miguel Cruz (propietario del lugar donde cayó la pieza metálica), oyó una explosión un día del mes de julio (no recuerda exactamente el día), y cuando miró al cielo vio que caían cosas que iban echando humo; tuvo que apartarse, pues uno de los trozos casi le cayó encima. Cuando quiso recogerlo ya no pudo, ya que estaba sumamente caliente.


Según el informe proporcionado por el ONIFE, al analizar el tramo de metal caído del cielo, se encontró que estaba compuesto por:
0.28% de Carbono
0.84% de Magnesio
1.13% de Silicio
0.77% de Cromo


Materiales utilizados solamente en hornos que soportan grandes temperaturas, de acuerdo a los datos proporcionados por los investigadores que cubrieron el caso del OVNI en Puebla… un caso que estuvo ligado a una oleada en varias partes del mundo, un caso donde todavía existen cabos sueltos.


Lo que es real, es que el 29 de julio de 1977, varios Objetos Voladores No Identificados sobrevolaron el espacio aéreo mexicano, fueron detectados por las pantallas del radar, observados por tripulaciones de aviones nacionales y extranjeros, y lo que nos llama la atención es que uno de ellos se estrelló en la Sierra de Puebla.





FUENTE

El caso Puebla… a 30 años

Por Alfonso Salazar Mendoza

extracto del el libro “Ovni Estrellado en Puebla”
Autor: Alfonso Salazar Mendoza

 Mina Editores


SI QUIERES LEERLO COMPLETO ACA.





El caso Puebla… a 30 años
Por Alfonso Salazar Mendoza

martes, 26 de noviembre de 2013

CASO COYAME..EL ROSWELL MEXICANO



El incidente OVNI de Coyame primero fue conocido en 1992, cuando una cuenta del caso fue enviada de forma anónima a un número de investigadores de OVNIs en los Estados Unidos y Europa. La historia alega que un OVNI fue adquirido por el ejército de los Estados Unidos en territorio mexicano en una operación secreta. Un equipo de respuesta rápida fue montado por los militares de EE.UU. y las agencias de inteligencias y se movieron cerca del pueblo de Coyame, Chihuahua, cerca de la frontera México-Estados Unidos, para adquirir un OVNI que se estrelló con un avión civil pequeño.




Después cuando el informe surgió en 1992, la historia del incidente OVNI de Coyame permaneció latente hasta 2005, cuando los productores de la serie de televisión por cable “UFOFiles” (Archivos OVNI), mostrado en el “History Channel” (Canal de Historias), crearon un espectáculo basado al informe. El espectáculo, denominado "Roswell de México”, fue uno de los varios episodios acerca de los OVNIs que se estrellaron semejantes al incidente de Roswell del 1947.




El relato según enviado anónimamente a los investigadores:


En la noche del 25 de agosto de 1974, los radares de defensa aérea estadounidense detectaron un objeto volador no identificado a punto de cruzar el espacio aéreo estadounidense viniendo del Golfo de México. El objeto fue rastreado a velocidades de hasta 2.500 mph (millas por hora), a una altura de 75.000 pies. Continuando en esta trayectoria, el objeto entraría el espacio aéreo de los Estados Unidos sobre Corpus Christi, Texas llegando del Golfo de México.




Al principio se pensó que el objeto podía haber sido un meteoro. Sin embargo, el objeto fue rastreado girando y nivelándose a 45.000 pies, luego a aproximadamente 20.000 pies quedándose en cada nivel por unos cinco minutos antes de virar de nuevo. Entonces lentificó su velocidad a unos 1.900 mph (millas por hora). Se eliminó un meteoro porque un meteoro normalmente no haría un treinta y cinco grado de cambio de dirección y un cambio de velocidad de esa manera. El objeto no identificado luego comenzó a descender y girar al mismo tiempo. La bajada fue dada “a cada paso" y no fue curvada como un meteoro lo haría.
Dos estaciones de radares militares estadounidense rastrearon el objeto mientras hacía su descenso. Cuando el OVNI desapareció de los radares se suponía que se había salido fuera del alcance de la detección de los radares. Nadie esperaba que esto fuera un estrellado aterrizaje de un OVNI. Poco después de la detección se llamó alerta la defensa aérea. Sin embargo, antes de que cualquier forma de interceptación pudiera ser lanzada, el objeto se dirigió a un curso de inmediato que no lo llevaría sobre territorio de los EE.UU.

El objeto después fue rastreado, aún más, entrando el espacio aéreo mexicano 40 millas al sur de Brownsville, Texas. Los radares de defensa aérea estadounidense continuaron a rastrear el objeto hasta que se desapareció del radar de nuevo cerca del pueblo de Coyame en el estado de Chihuahua, México, no lejos de la frontera con los Estados Unidos. Allí, el objeto se desapareció repentinamente de las pantallas de los radares.

El punto de desaparición de las pantallas de los radares estaba sobre un área árida y escasamente poblada del norte de México. Al principio se asumió que el objeto se había descendido por el horizonte fuera del alcance de los radares y una vigilancia se mantuvo para cualquier reaparición del objeto. Pero nada ocurrió.

Cincuenta y dos minutos después de la desaparición, el tráfico de radio civil indicó que un avión civil se había estrellado en esa zona. Pero estaba claro que ese avión desaparecido había salido de “El Paso International Airport” en Texas con destino a la ciudad de México, y no podía, por lo tanto, haber sido el objeto que fue rastreado sobre el Golfo de México. Las interceptaciones de radio fueron informadas a través de canales a la CIA. Es posible que hasta dos agencias del gobierno estadounidense también recibieran informes adicionales, pero éstos no se han confirmado hasta la fecha.


La inteligencia estadounidense siguió monitoreando las transmisiones de radio mexicanas y encontró que las autoridades mexicanas habían comenzado la búsqueda del avión desaparecido. Alrededor de las 10:30 de la mañana, llegó un informe sobre la radio que los restos del avión y la de una segunda aeronave se encontraron en el suelo un par de kilómetros de distancia de uno al otro. Esta segunda aeronave era de forma circular, en una sola pieza y sólo estaba poco dañada. Pocos minutos después un silencio de radio en todas las actividades de búsqueda fue ordenado por el ejército mexicano



Mientras tanto, comunicaciones fueron iniciadas en el nivel más alto de ambos gobiernos donde una petición de los Estados Unidos para mandar un equipo de recuperación militar para entrar en territorio mexicano para ayudar en los esfuerzos de recuperación fue ignorada y negada plenamente por el gobierno mexicano.

A las 9:00 pm, el 26 de agosto de 1974, la CIA comenzó inmediatamente a formar un equipo de recuperación en Fort Bliss, Texas. La velocidad que este equipo y su equipamiento fueron montados sugiere que esto era un ejercicio bien ensayado o uno que fue realizado antes de este evento.



Al mismo tiempo, helicópteros fueron amontonados en una zona restringida cerca de la frontera México-Estados Unidos. Según los testigos presenciales, se trataba de tres helicópteros más pequeños, probablemente Huey UH-1, pintado en un color neutral de arena y sin marcas. También había un helicóptero más grande, posiblemente un “Sea Stallion”. El personal de este equipo se quedó con sus helicópteros y no tenían contacto con el personal de Fort Bliss.




Satélites y sobrevuelos de aviones militares ese mismo día fotografiaron los escombros movidos del sitio del avión y del sitio de la aeronave. El OVNI había sido cargado en un camión de plataforma y el convoy fue visto yendo en dirección hacia al sur. La inteligencia de los Estados Unidos se dio cuenta que el convoy se detuvo en una zona desierta a distancia de grandes centros de población o de las principales carreteras y el contacto de radio entre el convoy y su jefatura había cesado. Otro sobrevuelo de baja altura, con alta velocidad fue ordenado.

Fotos tomadas revelaron que el convoy se detuvo con las puertas abiertas de los camiones y dos cuerpos acostados en el suelo cerca de los camiones. En ese momento la CIA tuvo que tomar una decisión rápida, permitir que esa aeronave desconocida permanezca en las manos del gobierno mexicano, u ordenar el equipo de recuperación a territorio mexicano, complementado con cualquier tipo de apoyo militar necesario, para obtener la aeronave.

Con el convoy frenado en una zona desierta lejos de las áreas principales de población, la CIA dio la orden de enviar el equipo de recuperación. Tomaron los cuatro helicópteros más de dos horas para llegar al convoy, lo que encontraron haría una impresión duradera. Cuando el equipo estadounidense llegó al lugar ellos encontraron que todos los mexicanos estaban muertos. La mayoría de los cuerpos aún estaban en los vehículos.


Los estadounidenses vestidos con trajes de protección bioquímicos ataron el OVNI en un cable y lo levantaron lejos con el helicóptero “Sea Stallion”. Después cuando alzaron el platillo, el equipo inmediatamente desvió su atención hacia la evidencia restante. Reunieron los restos del avión, los vehículos del convoy, y los cuerpos del equipo mexicano y los estallaron con explosivos de alta potencia. En menos de una hora el equipo de recuperación había obtenido el OVNI y "limpió" la escena.


El OVNI es dicho haber sido un poco más de 16 pies de diámetro y 5 pies de alto. Pareciéndose a dos platillos al revés juntos. El disco era color plateado sin ventanas o puertas visibles. Ningún medio de propulsión podía ser identificado. La nave había sufrido algún daño en el accidente, un boquete de unos treinta centímetros de ancho, y una abolladura de unos 2 pies de ancho. No está claro si algo podría ser visto "dentro del boquete."

Cuando los helicópteros volvieron a entrar en el espacio aéreo de EE.UU., se procedieron a un punto en las Montañas Davis donde desembarcaron. A las 2:25 am, la mañana siguiente, volvieron a tomar el vuelo y se reunieron con un pequeño convoy en una carretera entre Van Horn y Kent. El disco adquirido fue trasladado a un camión suficientemente grande para manejarlo y poder ser tapado por completo. El destino del convoy se informó que fue Atlanta, Georgia. Otros informes sugieren que el OVNI fue trasladado a Wright-Patterson AF Base, o posiblemente una base sin nombre. Un posible destino podría haber sido el Área 51.

Qué causó la muerte de los mexicanos no se sabe. El equipo de EE.UU. parecía estar listo para este tipo de incidente. Lo único que no hicieron es transportar los cuerpos de la selección mexicana a los EE.UU. Esto podría haber sido porque no querían la transferencia de cualquier cosa que mató a ellos propagado a los EE.UU. o la orden del día era 'destruir todas las evidencias'.

Lo anterior fue recopilado de varias fuentes estadounidenses y traducido al español por Nelson C. Rivera (PRUFON)



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