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lunes, 19 de mayo de 2014

lluvias extrañas

Charles Fort, durante años se dedicó obstinadamente a reunir miles de datos donde cuenta de extrañas lluvias caídas en distintos sitios del planeta. Consiguió reunir más de 60 mil notas - todas extraídas de revistas y diarios muy renombrados - que daban cuenta de esas raras lluvias. En el archivo de Fort hay comprobadas lluvias de peces sobre Londres y otras ciudades, lluvias rojas, negras y amarillas, lluvia de ranas caída de enormes bloques de hielo (¡algunos del tamaño de un elefante!), lluvias de carne, de trozos de algodón, de lodo, de arena, y también de... sangre.
" En el año 1800, en Seringapatam, en la India, se registraron (según la revista Nature del 1° de noviembre, anota Fort) una sucesión de lluvias de granizo. Durante una de ellas se encontraron dos piezas de hielo que tenían el tamaño de un elefante pequeño. Ese mismo año, informes del instituto Smithsoniano revelan que en los EE.UU cayeron piedras de hielo de 2 y 3 kg. de peso.
" El 27 de febrero de 1877 en Penchloch, Alemania, cayó una espesa lluvia amarilla, color oro, cuya materia tenía 3 formas distintas: semejaban una flecha, un grano de café y un disco. No se encontraron trazas de polen y la sustancia despedía un fuerte olor animal. El análisis químico reveló la presencia de nitrógeno y amoníaco. Charles Fort - en su obra "El libro de los condenados" al hablar de esta lluvia - dice: "Tal vez fueran símbolos jeroglíficos de alguien que ntentaba decirnos algo"
. " El 14 de febrero de 1870, cayó en Génova, Italia según el profesor Beccardo, director del instituto Genovés de Física, citado por Fort, una sustancia amarilla que cubrió las calles, al punto de que era difícil caminar. Según se estimó, la cantidad de esta materia amarilla que cubrió Génova era de aproximadamente 100 mil toneladas.
" El 30 de abril de 1887 se produjo una lluvia densa, ardiente, negra y pestilente. El mismo fenómeno se repitió el 9 de octubre de 1907 y el 2 de marzo de 1908. La "explicación" fue que se trataba de polvo de carbón que habría flotado en el aire desde las minas de Gales. Pero una lluvia similar se registró el 20 de enero de 1911 en Suiza y otra en el cabo de Buena Esperanza, el 5 de febrero de 1912. Según el reverendo James Rust una lluvia negra cayó en Slains, Escocia, el 14 de enero. Otra en Carluke, a 250 km. de Slains, el 1 de mayo. Y otros dos en este sitio el 20 de mayo de 1862 y el 21 de octubre de 1863. El informe químico identificó esta sustancia no como un producto volcánico o ceniza, sino como escoria de fundición. "Resulta imposible - dice Fort - imaginar que un producto artificial como es la escoria de hierro haya podido caer en tan grandes cantidades y en sitios tan distintos". Y agrega un dato sorprendente: El 9 de noviembre de 1819 cayó una lluvia negra de escoria de metal sobre una vasta zona de Canadá. Esta lluvia fue acompañada de una sacudida sísmica y de una intensa oscuridad aunque era pleno día. No sólo caen - según Fort - diversos colores desde el cielo. En ciertos momentos de la historia, y en los más variados lugares, se produjo la precipitación de sustancias realmente increíbles.
" El 13 de agosto de 1819 en la ciudad de Amherst, en Massachusetts, un objeto misterioso, recubierto de una pelusilla como la que se encuentra en la fábrica de paños, se abatió contra el suelo. Separada la pelusa apareció una sustancia pulposa de color amarillento que despidiendo un olor muy nauseabundo, se volvió de color rojo vivo por el simple contacto con el aire.
" En Londres, la tarde del 5 de mayo de 1848, cayó una lluvia extrañísima. Traducida textualmente la nota de Charles Fort dice la siguiente: "A las 5 de la tarde el cielo estaba apacible sobre la ciudad de Londres. De pronto sin previo aviso, comenzó a soplar un fuerte vendaval que hizo volar a toldos y sombreros. El sol se apagó y una oscuridad densa se desplomó sobre la ciudad. Apenas se podía ver a dos pasos. A partir de ese momento comenzó a caer desde la alto un copioso chubasco de agua y peces. Durante casi 1 hora cayeron miles y miles de pequeños peces de una 15 cm de largo, de color plateado y grandes aletas. Examinados por los expertos no pudieron ser reconocidos. Se enviaron muestras a todas las Universidades de Inglaterra y ninguna pudo decir de que especie eran esos peces. Finalmente, una comunicación llegada desde el Cairo y firmada por el decano de la facultad de ciencias naturales de esa ciudad informó que esos peces correspondían a una especie de agua dulce que prolifera en el mar de Galilea. No se pudo explicar cómo habían caído sobre Londres esos peces que los palestinos llaman Pez de San Pedro".
" En agosto de 1894 , miles de medusas , grandes como un chelín , fueron señaladas sobre la ciudad de Bath, en Inglaterra. En el mismo momento no lejos de ahí, en Wigan, cayó una lluvia de pequeñas ranitas. " En una nota tomada de Comptes Rendus, Fort anota que la "sustancia negra caída en Entre Ríos, Argentina, el 30 de junio de 1880 recuerda a ciertas formas de lignito". Es de color negro verdusco , similar a otras que se precipitaron en Francia (1868), Australia (1861), India (1867) y Portugal (1902). Fort, que murió en 1932 dejando muchos seguidores, no conoció la proliferación de los Ovnis. Como dijo Louis Pauwels - unos de sus discípulos más brillantes - tal vez hubiese anotado en su archivo que cuando cesaron las lluvias extrañas, apareció en el tranquilo horizonte del planeta una rara constelación de objetos voladores no identificados...
charles fort
Tras la muerte de Charles Fort las lluvias acontecidas fueron más insólitas que las que describió: Chaparrones de tela de araña mojando pueblos y ciudades, están desconcertando a meteorólogos del mundo entero, que no obtienen explicación a tan inusual y original fenómeno. La caída más frecuente es la de trozos de hielo, que en algunas ocasiones pesan 45 kg. A estos le siguen las de ranas, peces y cangrejos, que parecen preferir ambientes fríos como los del norte de Gran Bretaña para caer. Cabe señalar un suceso muy raro ocurrido un atardecer de verano de 1969: los ventanales de una hostería de los Alpes alemanes próxima a Oberstdorf fueron literalmente destrozados por una lluvia de monedas antiguas, en especial rupias, maravedíes y piastras. El violento chaparrón paleomonetario se repitió a la mañana siguiente, y atrajo a numerosos curiosos a la zona. La policía destacó en el lugar a 4 patrulleros y una unidad de perros especializados que rastrearon la zona sin encontrar pista alguna sobre el extraño ataque. Los dueños del establecimiento declararon que durante las 2 precipitaciones de monedas se oyeron voces en lenguas extrañas, que algunos huéspedes interpretaron como griego antiguo y otros como sánscrito. Quiero hacer mención de un caso ocurrido en Argentina (Buenos Aires), hace más de 45 años - con exactitud no poseo la fecha - según testimonios de personas que presenciaron el fenómeno: "Una lluvia de ranas en estado de congelación - como dentro de cubitos de hielo - cayó sobre la Capital Federal. No sólo cayeron ranas sino también rosa y flores en el mismo estado de congelación que las ranas..." Siguiendo un poco con más sucesos en el mundo: Durante 4 años, en la década de 1980, la población de Evans, Colorado (EE.UU), vio caer del cielo millones de granos de maíz , semilla que nadie cultivaba en 10 km. a la redonda. El fenómeno, aunque suene increíble, tuvo antecedentes documentados en Winchester, Inglaterra, y en otras partes del mundo. Pero si consideramos a esta lluvia insólita... ¿qué podemos decir cuando son sapos, ranas y peces los involucrados? Como el caso ocurrido el 31 de marzo de 1977: Se desató una fuerte tormenta en Ohio, en los EE.UU. Luego de la misma, todos los jardines y espacios abiertos de la ciudad aparecieron cubiertos por sapos pequeños del tamaño de una uña. En los primeros días de julio de 1979, la agencia soviética de noticias Tass - poco amiga de dar informes sensacionalistas - comunicó que una tormenta dejó caer millones de ranas sobre un poblado llamado Dargan-ata cerca del mar Aral. En este caso, la ciencia soviética intentó explicar el fenómeno argumentando que un remolino había succionado toda clase de objetos y animales de pequeño tamaño, llevándolos hasta las nubes. Una explicación a todas luces poco convincente. Este tipo de relatos no es nuevo. Si nos remitimos a la Biblia, la descripción del Gran Exodo explica que el río "crió ranas", que entraron a todas las casas y subieron a las camas y a las mesas, cubrieron toda la tierra de Egipto, hasta el palacio del Faraón. Tampoco hubo explicación para la lluvia conjunta de sapos y ranas el 30 de junio de 1892. La explicación de trombas que succionan los animales y los depositan a la distancia dejan sin responder cientos de preguntas, siendo la más evidente la relativa a la "selectividad" de los tornados, que parecen elegir sapos y no ranas, o al revés y, casi nunca ningún otro tipo de animal. Además, ¿de qué manera los anfibios transportados por el viento son depositados en las nubes, y desde allí, redistribuidos por la lluvia
En esta casa encantada situada cerca de Manchester, Inglaterra, llueven piedras
En Dilhome, Inglaterra, cayeron conchas, que son de una especie perteneciente a Filipinas. Tenemos que tener en cuenta que las coches son pesadas y personalmente, creo que es difícil que el viento las eleve cientos de metros y las transporte miles de kilómetros.
En 1978, en Nueva York, después de una fuerte nevada y cayó una lluvia con lombrices. Al caer en la nieve, muchas sobrevivieron y se escondieron bajo tierra. En este caso, se sabe que en ocasiones después de la lluvia aparecen lombrices, algo así como los caracoles. No es tan frecuente porque se siente mejor bajo tierra. No obstante, es difícil que estas pequeñas criaturas suban a la superficie de la nieve y luego se sumerjan de nuevo en el suelo.
En 1877 en Memphis, Tennessee sucedió un acontecimiento muy curioso. No fue una lluvia como las de antes, se trataba de una lluvia de serpientes. Imaginate ir por ahí y que empiecen a caer serpientes... yo pensaría que ha llegado el día del juicio final y que tendría que hacerme creyente lo antes posible. En fin, este acontecimiento fue tan extraño que fue portada de de la revista Scientific American del mes siguiente. No obstante, hay que deir que estas serpientes que medían entre 30 y 45 cm, no eran venenosas.
Y podríamos decir muchos más casos que se han dado y que no tienen una explicación sencilla o... quizá no la tienen. Existen casos de miles de pájaros que caen con la lluvia, como sucedió en Baton Rouge, capital del estado de Luisiana. En un documental lo explicaban diciendo que se vieron encerrados por una tormenta eléctrica fuerte y esta los mató. No obstante, los habitantes de la zona no recuerdan que esa tormenta fuera especialmente fuerte.... en fin.
Otras cosas extrañas que han caído del cielo son: lluvia de granos de maíz, escoria de un volcán, lluvias de arañas y otros insectos, ratones y cangrejos. Hoy en día este increíble fenómeno no ha sido explicado. Si Fort viviera en esta época, gracias a los avances de la tecnología, lo que siempre muchos, no todos, tomaron como una leyenda o producto de la imaginación colectiva, ahora empezaría a ofrecer testimonios concretos, como fotografías y mayormente filmaciones. Esta prueba ante fenómenos de insólita naturaleza es más que contundente por lo general. Tal vez, luego de leer esto amigo lector, cuándo en una tormentosa lluvia observe el cielo, el recuerdo de lo que el cielo nos puede ofrecer y mostrar llenará cada rincón de su curiosa mente. Y como la frase bien dice: "Hay más cosas en el cielo y en la tierra de lo que podemos imaginar y comprender".
FUENTE
http://misteriossinresover.blogspot.mx/
http://www.formarse.com.ar/

sábado, 17 de mayo de 2014

el misterio de la primera civilizacion de america

Cultura olmeca
Olmeca es el nombre que recibe una cultura que se desarrolló en Mesoamérica durante el Preclásico Medio. Aunque se han encontrado indicios de su presencia en amplias zonas de esta área cultural, se considera que el área nuclear olmeca —o zona metropolitana— abarca la parte sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco. Se desconoce a ciencia cierta la filiación étnica —esto es, quiénes son los descendientes de este pueblo—, aunque hay numerosas hipótesis que han intentado resolver la incógnita de la identidad de los olmecas. En ese sentido, es necesario hacer la aclaración de que el etnónimo olmeca les fue impuesto por los arqueólogos del siglo XX, y no deben ser confundidos con los olmeca-xicalancas, que fueron un grupo que floreció en el Epiclásico en sitios del centro de México como Cacaxtla.
Durante mucho tiempo se consideró que la olmeca era la cultura madre de la civilización mesoamericana. Sin embargo, no está claro el proceso que dio origen al estilo artístico identificado con esta sociedad, ni hasta que punto los rasgos culturales que se revelan en la evidencia arqueológica son creación de los olmecas del área nuclear. Se sabe, por ejemplo, que algunos de los rasgos propiamente olmecas pudieron haber aparecido primero en Chiapas o en los Valles Centrales de Oaxaca. Entre otras incógnitas que están pendientes de respuesta definitiva está la cuestión de los numerosos sitios asociados a esta cultura en la Depresión del Balsas (centro de Guerrero). Sea cual haya sido el origen de la cultura olmeca, la red de intercambios comerciales entre distintas zonas de Mesoamérica contribuyó a la difusión de muchos elementos culturales que son identificados con la cultura olmeca, incluidos el culto a las montañas y las cuevas, el culto a la Serpiente Emplumada como deidad asociada a la agricultura, la simbología religiosa del jade e incluso el propio estilo artístico, que fue reelaborado intensamente en los siglos posteriores a la declinación de los principales centros de esta sociedad.
Yacimientos arqueológicos en el área nuclear olmecaArtículo principal: Área nuclear olmeca Con todo y que la cultura olmeca tuvo una difusión que alcanzó la mayor parte de Mesoamérica —excepto en la región de Occidente, que siguió un desarrollo cultural más o menos autónomo hasta finales del Preclásico—, una de las regiones donde se han encontrado las evidencias más claras de la presencia de esta cultura es la parte sur de la Llanura Costera del Golfo, comprendida entre los ríos Papaloapan y Grijalva, que corresponde a la mitad norte del istmo de Tehuantepec. Actualmente, esta zona corresponde al sureste del estado de Veracruz y el poniente de Tabasco. Se trata de una zona de un clima cálido y muy húmedo, condiciones climatológicas que seguramente poseyó también en la antigüedad precolombina.
El área nuclear olmeca es irrigada por caudalosos ríos que bajan de las estribaciones de la Sierra Madre de Oaxaca y la Sierra Madre Oriental, como el Coatzacoalcos, San Juan y Tonalá. Debido a la humedad de la zona y de las fuentes de estos ríos, en temporada de lluvias los desbordamientos de las corrientes son una constante. Aunque en la actualidad la vegetación de esta región de la República Mexicana ha sido ampliamente modificada por la acción del hombre, antiguamente estuvo recubierta por una espesa selva tropical, que era el hábitat de numerosas especies que en la actualidad se encuentran a punto de desaparecer en el territorio mexicano, entre ellas el jaguar, las aves de plumajes preciosos como guacamayas y quetzales; reptiles de diversas especies, y mamíferos como el jabalí y el tapir.
La región posee suelos ricos en humus y de espesores considerables. El petróleo crudo brota a flor de suelo entre la vegetación. Sin embargo, carece de muchos de los materiales que son característicos de los objetos de estilo olmeca encontrados en esta zona y en otras partes de Mesoamérica. Entre ellos se incluye la obsidiana, el jade, la serpentina y el cinabrio. Para obtener piedra sólida para sus materiales, los habitantes de esta región recurrieron a las canteras de la Sierra de los Tuxtlas —conocida también como sierra de Santa Martha o de San Andrés—, que les proveyeron de basalto y otras rocas volcánicas que emplearon en la construcción y en la escultura. Sin embargo, estas fuentes de materiales pétreos se encuentran a más de cien kilómetros de distancia respecto a sitios como San Lorenzo y La Venta, lo que puede dar una idea del nivel de organización que se requirió para trasladar —sin animales de carga y sobre un suelo cenagoso— esos monolitos que se miden en decenas de toneladas hasta los centros políticos de la cultura olmeca.
La identidad de los olmecas [editar]El nombre "olmeca" significa en náhuatl "gente del país del hule". Este vocablo era utilizado por los mexicas para nombrar a varios pueblos, étnica y lingüísticamente diversos, que ocuparon la región de Veracruz y Tabasco a través de los siglos. En el lenguaje náhuatl, derivado de las palabras olli -refiriendo al caucho usado para la concepción de las pelotas del juego de pelota- y -mecatl, sufijo gentilicio. El término fue acuñado por Valliant y Saville —quienes lo emplean por primera vez al final de la década de 1920—[1] para designar a los portadores de la cultura que produjo las monumentales cabezas de piedra que se han descubierto en distintos yacimientos arqueológicos en la que actualmente es llamada área nuclear olmeca. Desde luego, el etnónimo es muy posterior a los propios aludidos: la memoria de la identidad étnica de los llamados olmecas fue desconocida incluso para los mesoamericanos precolombinos. Los primeros exploradores modernos aplicaron el nombre olmeca a las ruinas y el arte redescubiertos en la época de los aztecas, mucho antes de que fuera entendido que tales ruinas fueron abandonadas más de mil años antes de la época en que los aztecas les conocían como olmecas. No se sabe qué nombre los antiguos olmecas utilizaron para denominarse a sí mismos; algunas cuentas más recientes de Mesoamérica parecen referirse a los olmecas antiguos como los habitantes de "Tamoanchan", el país de la abundancia.
Se estima que los indicios más antiguos de la cultura olmeca son de alrededor de 1200 adC, y los más recientes son aproximadamente del año 500 adC. La civilización Olmeca se constituyó principalmente alrededor de 3 centros ceremoniales: San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes, además de manifestarse en otros sitios como Laguna de los Cerros. El centro olmeca más antiguo registrado es el de San Lorenzo (1150 adC aprox.), situado en la cuenca del río Coatzacoalcos, en el estado mexicano de Veracruz. El inicio del florecimiento de la cultura olmeca en este sitio comenzó alrededor del año 1150 adC, época de la que datan la mayor parte de las esculturas y elementos arquitectónicos que caracterizan a la cultura olmeca, muchos de los cuales se conservan en el sitio. San Lorenzo fue saqueado en el año 900 adC, y las esculturas monumentales sufrieron un intento de destrucción; algunas se enterraron, y otras fueron trasladadas al centro ceremonial La Venta.
LA VENTA,TABASCO
La Venta es el centro ceremonial más grande, está trazado sobre un eje Norte-Sur. Se han encontrado un gran número de tumbas con ajuares muy ricos, con cerámica y figurillas de piedra. También se han encontrado cabezas colosales y tronos. Se cree que pudo llegar a albergar hasta a 18.000 habitantes. Sufrió una gran decadencia y fue abandonado y destruido, aunque se desconocen los motivos.
TRES ZAPOTES,TABASCO
El centro ceremonial de Tres Zapotes fue el último en desarrollarse. Es el más conocido porque fue el que sobrevivió hasta una época más cercana, pero la civilización olmeca que se desarrolló aquí fue una cultura ya en decadencia, no el esplendor que vivió en los centros ceremoniales anteriores. Estos centros ceremoniales tenían función de ciudades, y en ellos se construyeron edificaciones de tierra y adobe, con lo cual han perdurado pocos restos. Se construyeron montículos con templos en la parte superior, lo que se podía considerar como un precursor de las pirámides mesoamericanas. También construyeron edificaciones en torno a patios centrales, característicos de las civilizaciones posteriores en la zona. Desde el 900 adC existen pruebas de bruscos cambios políticos como muestra el intento de destrucción de algunas de las cabezas olmecas. Teoría sobre su origen más allá del sol naciente Los Olmecas son una de las civilizaciones nativas americanas más antiguas, aparecieron repentinamente en Centro América más o menos en el 1200 al 1100 antes de Cristo. En esa misma época se había producido la caída de la Dinastía Shang en la lejana China (1766-1122 antes de Cristo). Algunos investigadores han relacionado los hechos, atribuyendo la cultura Olmeca a un desembarco de chinos en América. Se basan en diversas pistas.
CERAMICA DINASTIA SHANG
Nuevos estudios sobre la Dinastía Shang muestran que el último rey fue depuesto y asesinado por sus rivales en el año 1122 antes de Cristo. Sus seguidores se vieron obligados a hacerse a la mar, huyendo por el "Océano del Este", que es, obviamente, el Pacífico. Los que partieron eran aproximadamente 25.000, según se describe en el libro "Origen de la civilización Olmeca", de Mike Xu, editado en la Universidad de Central Oklahoma. Otras cuestiones muy significativas que se describen en este libro son las referidas a los símbolos que adornan estatuas, potes y objetos de alfarería Olmeca: Mike Xu encontró centenares de inscripciones que no son más que símbolos Shang tales como "Sol", "Lluvia", "Agua", "Artesano", "Sacrificio", "Salud", "Riqueza", "Tierra",
SABIAS QUE?
FIGURILLA CON ESPEJO DE ORIGEN OLMECA
...Aproximadamente después del año 800 a.C, los misteriosos Olmecas, antecesores de los mayas, y la primera civilización importante del Nuevo Mundo, que habitaba en las selvas costeras del Golfo de México, desarrollaron un método para encender el fuego con ayuda de espejos cóncavos de magnetita. Sin embargo, estos espejos solares sólo fueron empleados para el culto, ya que para la vida cotidiana, usaban el método de frotar maderas para obtener fuego.
Curiosamente, hacia el año 640 a.C, en Nínive, Asiria, se emplearon lentes talladas a partir de cristal de roca para hacer fuego. En el palacio de Asurnasirpal, un ejemplar de estas lentes, mide 3,5 X4 cm, tiene un grosor de 0,5 cm y una distancia focal de 11,25 cm. Un curioso paralelismo con los Olmecas, es el uso de espejos para los ritos ceremoniales,en Asia Oriental por los sacerdotes chinos de la dinastía Shang.
FUENTE/http://www.cielosur.com/ "Origen de la civilización Olmeca", de Mike Xu, editado en la Universidad de Central Oklahoma.

viernes, 16 de mayo de 2014

Hallan en México el esqueleto humano más antiguo de América, de 12.000 años

Científicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) han anunciado el hallazgo de un cráneo femenino de más de 12.000 años de antigüedad que se considera el esqueleto más antiguo de las Américas.
De acuerdo con el estudio sobre el tema publicado en la revista 'Science', los restos hallados hace tres años en el cenote de Hoyo Negro, en la ciudad de Tulum, del estado mexicano de Quintana Roo, fueron bautizados como Naia o Joven de Hoyo Negro y pertenecían a una joven de origen asiático de unos 15 o 16 años. Los investigadores suponen que los huesos de la mujer que murió en la cueva podían estar relacionados con la migración de los pueblos desde Siberia hacia América, que tuvo lugar hace aproximadamente 13.000 años. Para lograr identificar la edad del esqueleto los científicos del INAH han realizado un análisis de ADN mitocondrial de los huesos, además de otras pruebas de semillas, carbón, guano de murciélago frutero, racimos de calcita y espeleotemas recogidos en el lugar del descubrimiento. En conclusión los investigadores han comparado los resultados de todos los exámenes tomando en cuenta los aspectos de la formación del sitio y medición de los cambios en el nivel del mar. En el proceso de la investigación que formó parte del Proyecto Arqueológico Subacuático Hoyo Negro del INAH, codirigido por la arqueóloga Pilar Luna Erreguerena, se utilizaron videos, fotografías y muestras tomadas del cenote Hoyo Negro por los espeleobuzos a petición de los especialistas.

jueves, 5 de diciembre de 2013

LA MENTIRA DE LAS MAQUINAS DE ABYDO-EGIPTO


                                     

¿Quién fue Omm Seti? Para descubrir la verdad sobre las presuntas máquinas “imposibles” de Abydos, en Egipto, hay que hacer referencia aOmm Seti Dorothy L. Eady. Esta mujer fue una eminente arqueóloga que, según la leyenda, mostró una fascinación especial por el antiguo Egipto después de caerse, siendo niña, por la escalera de casa, en Londres, y recibir un fuerte golpe en la cabeza. Al final consiguió establecerse en la ciudad de Abydos, a orillas del Nilo, y cambió su nombre por el de Omm
Seti.

                                                      

Esta mujer (Londres 1904 – Abydos 1981) forjó su amor por Egipto en su niñez, cuando la sociedad británica se hallaba altamente influenciada por el naciente espiritismo. De hecho, Omm Seti cambió su nombre por creerse la reencarnación de la esposa de Seti I. Llegado el momento del boom extraterrestre, a partir de 1947, fue una gran defensora de esta posición, llegando a manifestar que su querido Seti I le había contado en sueños que civilizaciones extraterrestres ayudaron a construir el templo.Cartuchos de Abydos ¿Y qué podemos ver en un friso del templo de Abydos? Un tanque, un helicóptero, un submarino y un avión. Eso es lo que dicen ver los que no saben. Pero la famosa egiptóloga Omm Seti (pro-extraterrestre) jamás vio tal cosa. Ella, a pesar de sus ansias por lo maravilloso, sabía. Conocía la historia. Era consciente de que los faraones egipcios, en muchos casos, tendían a intentar borrar del mapa cualquier vestigio de su antecesor para resaltar en
mayor medida su propio reinado.



                                       




 De manera que (cualquiera que haya visitado Egipto lo habrá comprobado) encontramos multitud de jeroglíficos con los cartuchos de muchos faraones sobrescritos por otros posteriores. Incluso, Ramsés II, hijo de Seti I, adoptó la moda de profundizar entre 10 y 15 centímetros los grabados en la piedra para dificultar su eliminación, tal como él hizo con el cartucho de su padre.Friso de Abydos ¡Cuando se graba el cartucho de Ramsés II en Abydos sobre el cartucho de Seti I, se pueden “intuir” unas figuras “parecidas” a lo que hoy conocemos como un tanque, un helicóptero, un submarino y un avión! Hay que echarle imaginación, pero ciertamente se parecen. Ahora bien, ¿por qué a Omm Seti, tan alienada con los extraterrestres, nunca se le ocurrió relacionar esas figuras con la prueba de “máquinas imposibles”? Pues porque ella era arqueóloga, egiptóloga, -algo ida tal vez- pero lista. ¡Y conocía la historia de los cartuchos! Hoy todavía quedan algunos vendemisterios que siguen sin querer saber, porque la “verdad” de estos grabados les fastidia sus ganas de mantener sus sueños, o lo que es lo mismo, no quieren aprender, y eso es peor que la propia ignorancia.. FUENTE. http://misteriosaldescubierto.wordpress.com/

miércoles, 4 de diciembre de 2013

EL GRAN PAITITI


Corazón del corazón tierra india del Paitit a cuyas gentes se llaman indios. Todos los reinos limitan con él pero él no limita con ninguno. Texto escrito en el supuesto mapa del Paititi que encabeza el artículo. Existen muchas leyendas que hablan de ciudades perdidas en Sudamérica, de las cuales la más conocida es El Dorado, pero hay muchas más, como la Ciudad de los Césares y Paititi, a la que dedicaremos esta entrada. La etimología de Paititi es discutida Hans Ertl afirma que significa “dos colinas” o también “dos metales”, “dos jaguares” o incluso “dos imperios”, Belaunde dice que significa “aquel plomo”, Manuel Dominguez lo traduce como “monarca del Titicaca”, mientras que aún otra etimología asegura que el nombre significa “semejanza” y se refiere a que la ciudad está construida a imitación del Cuzco incaico, o quizás a la inversa. Otras fuentes incluso dan nombres distintos a este ciudad, como la Ambaya que es mencionada por Pedro de Candia, aventurero de época colonial nacido en Creta pero naturalizado castellano. Cuentan los libros de historia que a la llegada de Francisco Pizarro y un puñado de soldados estos aprovecharon la situación de guerra civil entre dos medios hermanos, Atahualpa y Huáscar, para acabar con el Imperio Inca, una de las naciones más extensas y poderosas de la época. Con habilidad, tesón y valor, pero también crueldad y artera astucia, este puñado de españoles se hicieron con el control de un imperio gigantesco e increíblemente rico en un tiempo sorprendentemente breve. Pero la leyenda cuenta que antes de que los españoles se hicieran con todo el poder y llegaran a la capital, Cuzco o Cusco, un príncipe inca, otro hermano de Atahualpa y Húascar, tomó los más grandes tesoros de oro de la capital,así como también las momias de sus antepasados, reunió los más encumbrados y santos sacerdotes y sacerdotisas y partió con ellos hacia “Paititi”, una ciudad o fortaleza escondida situada a siete, o diez o cuarenta (depende de la fuente), días de la capital, para no volver a ser visto jamás en el mundo exterior. Se cuenta que para ello habrían utilizado la abundancia de túneles subterráneos que según la tradición no sólo perforan el suelo de Cuzco si no toda la provincia. Otros sitúan estos mismos acontecimientos una décadas después, en 1572, cuando desapareció el estado inca independiente de Vilcabamba, y en dicha ciudad y no en la capital del Tihuantinsuyo. Pero pese a convertirse en las leyendas en el último refugio de los incas derrotados lo cierto es que se dice que la ciudad de Paititi ya era significativamente antigua para entonces, elevada incluso mucho tiempo antes de que Manco Capac fundará, míticamente, el imperio. Todo parece indicar que se trataría de la obra de un misterioso pueblo preincaico, según ciertas referencias se trataría de un enclave que habría sido conquistado o anexionado sólo unos cien años antes del fin del imperio por Tupac Yupanqui (c.1440-c. 1493). Algunos investigadores europeos hablan incluso de un pueblo de raza blanca, incluso rubios y de ojos azules, pero esto responde más a los extendido prejuicios racistas que a ningún indicio firme, pero es ampliamente seguido en círculos ariosofistas alemanes y británicos. Von Junzt, en su Unaussprechlichen Kulten insinúa que el origen de este, y otros restos misteriosos en América del Sur, se encuentra en supervivientes de la destrucción de Mu o alguna de sus colonias. Buscando Paititi En 1538 Pedro de Candia, soldado de Pizarro al que hemos mencionado anteriormente, dirigió la primera expedición en busca de Paititi/Ambaya a la región de Madre de Dios, sin ningún resultado, como tampoco la tuvo la de Juan Álvarez de Maldonado, treinta años después. Pero la promesa de estos tesoros y el rastro de la esquiva ciudad de Paititi, como el de El Dorado, se encuentra en gran parte de las crónicas de los siglos siguientes, de tal forma que en 1679 el gobierno español se vio en la necesidad de prohibir estas expediciones como un gasto insostenible de hombres y dinero. Los primeros buscadores señalaban a una zona muy amplia y escasamente poblada, donde el mundo andino se cruza con el amazónico. En 1780, durante la fracasada rebelión de José Gabriel Condorcanci, o Tupac Amaru II, los rumores volvieron a cobrar forma ya que él mismo se proclamaba no sólo nuevo inca si no también señor de la Amazonía con dominio sobre “el Gran Paititi. Historias populares afirman que su cabeza, cortada por los verdugos, fue robada por sus partidarios para ser enviada también a la mítica tierra de Paititi para descansar con las momias de sus antepasados. Aunque pueda parecer poco probable la posibilidad de la existencia de ciudades incas aún por descubrir es algo que nadie discute, todavía resulta relativamente reciente el “descubrimiento” de la fantástica ciudad de Machu Picchu por el norteamericano Hiram Bingham III en 1911. Las regiones selváticas también son el lugar perfecto para encontrar poblaciones aisladadas desde hace siglos. Por ello la búsqueda, aunque en menor número nunca se ha detenido del todo. Aún a principios de siglo, por ejemplo, se cuenta la historia de un dudoso aventurero llamado Berg, que creyó haber encontrado la pista definitiva, pero su cuerpo fue encontrado cosido a balazos cerca de la frontera peruana. Algunos teósofos y místicos europeos los han vinculado la leyenda de Paititi con la Gran Logia Blanca y han afirmado que Paititi es un enclave sagrado, una ciudadela de la misma clase que Shambhala en el lejano Tibet. Muchos afirman que las leyendas de Paititi formaban parte del acervo que llevó a P.H. Fawcett a su expedición fatídica a las selvas de Brasil, muy lejos sin embargo de donde la tradición sitúa la ciudad de Paititi. Localización Como ya hemos dicho Paititi ha sido buscada en una amplia región de Perú, entre el Amazonas y los Andes, que se designaba en tiempo de los incas con el nombre de Antisuyu. Muchos de los indicios parecen señalar como lugar más probable en la región de Madre de Dios, al sudeste del Perú. Recientemente el hallazgo de unos misteriosos petroglifos en las riberas del río Palotoa, los llamados petroglifos de Pusharo, ha sido saludado como una señal inequívoca de la localización de Paititi. El Profesor Henry Walton Jones, en varios artículos del Archeological review de la universidad de Marshall, ha defendido, de forma minoritaria, la conexión entre el Paititi y la cultura preincaica de los Chachapoyas, en la parte norte del país, su colega británico Harold Oxley ha ido más allá conectándolo con un complejo cultural más amplio pero difuso con su centro en algún lugar del amazonas. Según las descripciones conservadas la ciudad se situaría en el nacimiento de un río que cae impetuosamente en un abismo, dando lugar a una majestuosa cascada. La montaña se halla perforada por cientos de cavernas ramificadas de forma laberíntica a la sombra de una montaña con cinco cimas. En las paredes del valle una serie de terrazas escalonadas ofrecen generosas cosechas y en el centro del valle se alza el templo más sagrado, una recreación o modelo (depende del punto de vista de cada cual) del Coricancha de Cuzco, repleto, incluso recubierto, de oro. Al igual que la antigua capital de los incas todo el valle, y puede que la región circundante, está horadada por una maraña de túneles oscuros. En todo caso las fuentes hablan de un valle, oculto por nieblas y brumas, en plena jungla virgen, sólo accesible por una calzada elevada que discurre al lado de un río de rápido y violento caudal que en algunas narraciones puede crecer y elevarse para cerrar el paso a los visitantes no deseados. Los peligros son abundantes en la jungla circundante, plagada de serpientes e insectos venenosos de todo cariz que parecen multiplicarse en las cercanías de la ciudad. Así las hormigas de fuego parecen utilizar como residencia los troncos de los árboles que rodean la región, formando un invisible ejército que ni los más valientes afronterían sin miedo.
SUPUESTA UBICACION DE EL PAITITI
También se afirma que Paititi está protegida por los paco-pacori, támbién kuga-pacori o simplemente pacori, una tribu formada en las leyendas por los descendientes de los más poderosos guerreros del imperio inca y nativos indeterminados de la jungla, dotados de la fortaleza de unos y el sigilo mortal de los otros. Caracterizados por su gran estatura, más de dos metros, y terrible fama como guerreros, se dice que visten túnicas blancas y portan largas lanzas. A veces se les cree ver haciendo guardia en lugares de la selva para desaparecer cuando intentan ser seguidos o alcanzados. Se dice que los pacori mismos no entran en la ciudad de Paititi, que está sólo abierta al "pueblo sagrado del inca", los descendientes de sacerdotes, sacerdotisas y alta nobleza (y posiblemente algo de sangre de remotos supervivientes muvianos de ser ciertas las leyendas) que tiene su hogar en ella.
Los Tesoros de Paititi Según Garcilaso de la Vega el inca, y otros cronistas, los tesoros llevados por los refugiados incas al Paititi necesitaron para ser cargados nada más y nada menos que 200 llamas. En ellas se cargarían grandes fardos de joyas de oro y plata, pero también las sagradas momias de los gobernantes incas y los adornos y galas de los templos de Cuzco. Entre estos se contaba una cadena de más de 20 metros de largo (algunos dicen que era lo bastante larga como para rodear las murallas de Cuzco) con eslabones de oro gruesos como la muñeca de un hombre, cuyo valor hoy día sería prácticamente incalculable. Pero entre todos estos tesoros muchas veces se afirma, y son muchos los exploradores que han partido por ello en su busca, que se encuentra el ídolo del Punchao o Punchaw (aunque también hay fuentes que lo sitúan en una hipotética sala oculta en algún lugar de Machu Picchu). Este Punchao sería una representación del dios sol de los incas, Inti, en todo su esplendor, descrito a menudo como un disco del tamaño de una rodela o bien como una figura antropomorfa que, en palabras de un cronista, era: “de oro finísimo, con gran riqueza de pedrería y puesto al oriente con tal artificio que, en saliendo el sol, daba en él, (y) como era el metal finísimo, volvían los rayos con tanta claridad que parecía otro sol” También se afirma que esta figura, que era guardado en el principal templo de Cuzco, el ya mentado Coricancha, era el símbolo más alto del poder inca y que si alguna vez fuera descubierto significará el renacer de dicho imperio. No existe testimonio claro de cómo ni cuándo se perdió la pieza, ni por que medios habría llegado a Paititi, se dice que en un primer momento se hizo con ella un tal Mancio Sierra de Leguízamo que luego la perdió en una partida de dados, perdiendose el rastro a partir de ese momento. Pero los buscadores de tesoros deben tener cuidado. Ya que si no nos equivocamos en realidad el altar principal de la ciudad de Paititi lo ocupa una figura mucho más siniestra que el Punchao descrito en las crónicas, oculto bajo un rico paño se encuentra un ídolo de oro que representa a la deidad Ghatanothoa. Este ídolo es sin duda muy valioso, si es cierta la teoría de que habría sido realizada en la tierra perdida de Mu especialmente, pero es también muy peligrosa ya que al tratarse de una imagen perfecta del dios comparte con este la capacidad de petrificar a aquellos que se encuentren ante su presencia.

jueves, 28 de noviembre de 2013

EL ENIGMATICO MANUSCRITO VOYNICH QUE NI LA CIA HA PODIDO DESCIFRAR

El manuscrito de Voynich es un documento medieval elaborado en una escritura y lengua desconocida. Por más de cien años la gente ha intentado romper el código sin éxito alguno. La impresión total dada por las hojas del manuscrito sugiere que fue redactado para servir como farmacopea o para tratar asuntos en medicina moderna medieval o temprana. Sin embargo, los detalles desconcertantes de las ilustraciones han alimentado muchas teorías sobre los orígenes del libro, el contenido de su texto, y el propósito para el cual fue pensado. El documento contiene las ilustraciones que sugieren que el libro contiene seis capítulos: herbario, astronómico, biológico, cosmológico, farmacéutico, y recetas. Hace siglos que los eruditos tratan de descifrar los secretos de un antiguo libro, conocido como «manuscrito Voynich». Según creyeron algunos de los que lo han estudiado, anticipa muchos de los descubrimientos de la ciencia moderna. Desde 1912, año en que fue adquirido por el especialista en libros antiguos Wilfred M. Voynich , los expertos han utilizado, sin éxito, los métodos de la criptología moderna para tratar de revelar sus secretos. A finales de 1912 un vendedor de libros antiguos de Nueva York llamado Wilfred M. Voynich volvió a su ciudad natal de una visita a Europa con un pequeño manuscrito, cuidadosamente empaquetado. Tenía gruesas tapas de pergamino, separadas, debido al uso, de las 204 hojas de pergamino delgado de que constaba el manuscrito; Voynich calculaba que, originalmente, tenía 28 páginas más, que se habían perdido. Su formato era de cuarto grande, ya que medía unos 15 por 22 cm y el texto, escrito en caracteres apretados y con tinta negra, iba ilustrado con más de 400 pequeños dibujos en rojo sangre, azul, amarillo, marrón y verde brillante. Las ilustraciones mostraban curiosos arabescos y tubos que parecían intestinos, figuras femeninas desnudas, estrellas y constelaciones y cientos de plantas de extraño aspecto. El pergamino, la caligrafía y la historia conocida del manuscrito indicaban a Voynich que era de origen medieval, y la abundancia de especímenes vegetales sugería que podía tratarse de un herbario, un libro de texto mitad científico, mitad mágico, que describía las cualidades místicas y médicas de las plantas y su preparación. Pero esto era una simple conjetura, ya que estaba escrito en un lenguaje que Voynich no pudo identificar; aunque el texto podía ser descompuesto en «palabras», cuyas letras eran familiares a medias, no tenían sentido. Voynich sólo pudo suponer que estaban escritas en un idioma poco conocido, en un dialecto o en un código. ¿Magia negra? Una de las intrincadas y extraordinariamente confusas páginas del manuscrito Voynich. La abundancia de dibujos vegetales sugiere que podría tratarse de un herbario, pero muchos de los especímenes de plantas y arbustos resultaron ser inventados. Aunque Voynich no era criptólogo, tenía, indirectamente, algunas nociones de simbología. Su suegro había sido el profesor George Boole, el matemático inglés que fue uno de los primeros en usar símbolos matemáticos para expresar procesos lógicos: fue elegido miembro de la Royal Society por sus trabajos sobre la moderna lógica simbólica. Voynich también sabía que existían convincentes pruebas circunstanciales que sugerían que el autor de la extraña obra por él adquirida era Roger Bacon, monje franciscano del siglo XIII que había combinado sus estudios de filosofía, matemáticas y física experimental con la alquimia. Quizá Bacon había logrado inventar, 600 años antes que Boole, un sistema de lógica simbólica, o quizá simplemente había elaborado un código para camuflar sus investigaciones en torno a la piedra filosofal y el elixir de la vida, eludiendo así la acusación de practicar la magia negra, acusación que en la Edad Media solía tener fatales consecuencias. Mientras daba vueltas a todas esas posibilidades, Voynich se dirigió al mundo académico buscando una solución; hizo hacer docenas de copias del documento y se las envió a todos los especialistas que pudieran colaborar con él. Con cada copia, envió un resumen de lo que él sabía del manuscrito. Lo había comprado, pagando una cantidad no revelada, a principios de 1912, tras haberlo hallado en la biblioteca del Colegio Mondragone de los jesuitas, en Frascati (Italia). Antes de llegar allí, el manuscrito había permanecido custodiado durante 250 años en el Collegium Romanum de los jesuitas; había sido depositado allí por un célebre erudito y criptólogo jesuita del siglo XVII, llamado Athanasius Kircher, quien había intentado, sin éxito, descifrarlo. Según una carta fechada el 19 de agosto de 1666, Kircher había recibido el libro de manos de su antiguo alumno Joannes Marcus Marci, rector de la Universidad de Praga; el libro había formado parte de la biblioteca del Sacro Emperador Romano Rodolfo II, hasta su muerte en 1612. A todos los efectos, Rodolfo había cedido el gobierno de sus reinos de Hungría, Austria, Bohemia y Moravia a los jesuitas, prefiriendo dedicar su tiempo a patrocinar las ciencias y pseudociencias. Las que más le interesaban eran la botánica y la astronomía; creó un complejo jardín botánico y construyó un observatorio en Benatky, cerca de Praga, para el astrónomo danés exiliado Tycho Brahe. (El que era por entonces su ayudante, Johannes Kepler, bautizaría después sus Tablas rudolfinas en honor a su antiguo protector.)
Esta ilustración, que parece representar a un grupo de mujeres bañándose en tinta verde, es típica de los misteriosos dibujos del manuscrito. También podemos observar un ejemplo de la caligrafía del manuscrito. Pero los intereses más personales de Rodolfo se orientaban hacia la alquimia, y empleó mucho tiempo y mucho dinero en la instalación de un laboratorio alquímico al que invitó a alquimistas de toda Europa. Uno de ellos, Johannes de Tepenecz, firmó su nombre en un margen del manuscrito Voynich, según se descubrió posteriormente. Otro alquimista más famoso era el inglés John Dee, quien entre 1584 y 1588 vivió en la corte de Rodolfo como agente secreto de la reina Isabel I. Es posible que fuera Dee quien trasladara el manuscrito a Praga.
Dee, que había sobrevivido al encarcelamiento en tiempos de la reina María Tudor, en 1555, acusado de brujería, se transformó en favorito de su media hermana Isabel. Los experimentos necrománticos que realizó con su ayudante Edward Kelley suenan a superchería, pero poseía un profundo conocimiento de la teoría y de la práctica alquímicas, así como de astrología, astronomía, matemáticas, geografía y navegación celeste (una de sus obsesiones era hallar el pasaje noroeste hacia la India); pero sobre todo era un espía de capa y espada. Intentó la creación de claves secretas y estudió las que ya existían, en beneficio de su jefe, lord Burghley. Dee también admiraba mucho los trabajos de Roger Bacon, y coleccionó muchos de sus manuscritos. Tenía numerosos puntos en común con el monje franciscano; ambos se interesaban, por ejemplo, por las escrituras secretas. En cualquier caso, parece que fue el doctor Dee quien regaló a Rodolfo II el manuscrito de Voynich, diciéndole que era obra de Bacon. Sir Thomas Browne afirmaba que Arthur Dee, hijo del doctor Dee, le había hablado de un «libro que sólo contenía jeroglíficos, en cuyo libro su padre había ocupado mucho tiempo, pero no me dijo que lo hubiera descifrado».
Éstos son, entonces, los antecedentes del problema que Voynich planteó al mundo académico en 1912, problema que provocaría angustia en muchos círculos intelectuales de Europa y América, ya que, aunque los grupos de letras y «palabras» que allí aparecían daban la impresión de ser tan sencillos «como el nombre de un viejo amigo cuando lo tienes en la punta de la lengua» –como dijo un escritor– en realidad no lo eran.
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The Voynich Manuscript by Pixelate