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lunes, 22 de agosto de 2016

8 MITOS PSICOLÓGICOS EXPLICABLES CIENTÍFICAMENTE

1. Detectar mentiras

Existe la creencia popular según la cual hay una serie de personas con una habilidad superior a la hora de advertir cuándo están delante de alguien que les está mintiendo. Si bien el mito no es tal, cabe decir que una investigación realizada en los Estados Unidos en el año 1999 descubrió que esas personas más capaces de detectar la mentira ajena presentaban severos daños cerebrales en el lóbulo frontal, en el hemisferio izquierdo. 
Estas lesiones les causan una mengua en sus capacidades lingüísticas, hándicap que compensan con una habilidad superior en el escrutinio del lenguaje no verbal ajeno, y gracias a esa compensación son capaces de advertir mejor las mentiras.


2. Mensajes subliminales: ¿funcionan?

Se suele creer popularmente que los mensajes subliminales (que percibimos de forma inconsciente) pueden realmente generar cambios en nuestro comportamiento, sin siquiera ser conscientes de que tales cambios se han producido; sin control sobre ellos. 
En el año 1957, el publicista James Vicary aseguró haber demostrado que si se proyectaban en una pantalla ciertos mensajes subliminales del estilo de "Come dulces" o "Bebe Coca-Cola", se generaba una demanda mayor de dichos productos, y por tanto un aumento de las ventas. Sin embargo, nadie en lo sucesivo fue capaz de corroborar esos resultados, y lo cierto es que en 1962 James Vicary reconoció haber manipulado la investigación.


3. Contar ovejas contra el insomnio

La recomendación de contar ovejas como remedio al insomnio fue desacreditada en una investigación del año 2002 que tuvo lugar en la Universidad de Oxford, Reino Unido. Se llegó a la conclusión de que esa técnica no era en ningún caso efectiva. Para llegar a esa conclusión, se comparó el tiempo necesario para quedarse dormidos de dos grupos de sujetos que padecían de insomnio. Uno de los grupos tenía que contar ovejas, y el otro, no. 
No se reportaron diferencias entre grupos. Los miembros del grupo de contar ovejas sí se quejaron de haberse aburrido más, pero eso no logró que les entrara el sueño antes. Algo que sí ayuda a dormir, según ese estudio, es pensar en una escena que genere tranquilidad.

4. Cáncer causado por el mal humor

Ciertas enfermedades, como por ejemplo el cáncer, han sido vinculadas a determinadas actitudes personales negativas. Sin ir más lejos, se ha oído decir en numerosas ocasiones que aquellos que tienden a reprimir más sus emociones pueden ser más vulnerables a caer enfermos. 
No obstante, aunque sí es cierto que mostrar una actitud positiva ante una enfermedad puede ayudar a salir de ella, no se ha demostrado que mantener una actitud negativa pueda provocar la dolencia. De hecho, lo que sí ha sido bastante estudiado es que hay una cierta relación en sentido inverso: algunas investigaciones revelan que entre las mujeres trabajadores, que reportan un nivel de estrés ligero o moderado, la probabilidad de enfermar de cáncer de mama es más baja que entre las mujeres que no presentan estrés.

5. Música clásica e inteligencia

¿Han oído alguna vez que escuchar música clásica puede incrementar la inteligencia? O que hacer escuchar música clásica a los bebés aún no nacidos ayuda a que desarrollen su inteligencia. 
Esta popular idea nació de un estudio norteamericano en el año 1993, y que parecía confirmarse en otro estudio de la Universidad de California diez años más tarde. A pesar de esas investigaciones, recientemente la Universidad de Viena llevó a cabo un estudio más pormenorizado y sistemático del fenómeno, sin haber reportado ningún aumento en la inteligencia de aquellos que escuchan música clásica.


6. Solo usamos el 10% del cerebro

Quizá uno de los mitos más recurrentes es el que reza que tan solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro. Cómo nació el mito no es fácilmente explicable, pero es posible que ocurriera en el siglo XIX, momento en que un conocido psicólogo estadounidense manifestó ciertas dudas acerca de que las personas alcanzaran más de un 10% de su potencial intelectual. Es probable que surgiera como una interpretación equivocada de los conocimientos de la neurología de principios del siglo XX, cuando la ciencia aún creía que únicamente el 10% de las neuronas pueden estar activadas de manera simultánea. 
Otra posible explicación de la génesis del mito es la idea de que las neuronas solo constituyen el 10% del total de células cerebrales, dado que las demás son células gliales, que aunque son necesarias, su función elemental es ofrecer soporte energético a las neuronas. En cualquier caso, el mito es totalmente falso. La idea de que las grandes regiones cerebrales permanecen inactivas no se basa en ninguna premisa científica, lógica ni evolutiva. 
El tejido del cerebro tiene un costo elevado en cuanto a consumo energético, pues consume más del 20% del oxígeno que respiramos, a pesar de suponer no más de un 3% del peso corporal, y resulta descabellado pensar que el sistema energético y la evolución mantienen un órgano cuya eficiencia es de un 10%. Si el mito fuera cierto, una lesión cerebral en según qué área no repercutiría en la operatividad de los procesos mentales de la persona, cosa totalmente incierta.


7. ¿Memoria infalible?

En cuanto a la memoria, popularmente se cree que los recuerdos son un fiel reflejo de lo que vivimos en su día. No somos muy capaces de tener en cuenta que nuestra memoria puede distorsionar los hechos, ni que sea de forma inconsciente. 
Pero la realidad es que la memoria no funciona como una máquina de grabación audiovisual (modo reproductor), sino que opera de un modo reconstructivo: esto es, el producto final (el recuerdo) es una mezcla de algunos detalles concretos y otros que en realidad hemos reconstruido en base a nuestras expectativas, necesidades, creencias y emociones. 


8. Las mujeres hablan más que los hombres

Ya para acabar, es preciso aclarar otro mito muy extendido que refiere a una diferencia entre hombres y mujeres. Concretamente, el mito versa sobre cuál de los dos sexos habla más. Si formulamos la pregunta a un hombre, es probable que responda que ellas hablan mucho más que ellos. Pero lo cierto es que varios estudios han revelado que, en promedio, ambos sexos usan un número similar de palabras al día: unas 16.000. 
Sí es cierto, con todo, que ellas tienden a expresar sus emociones y pensamientos de un modo más abierto, aparte de que son capaces de percibir la comunicación no verbal de un modo más preciso. Parece que también hay una explicación para el hecho de que el sexo masculino considere que las mujeres hablan más: al parecer, la voz femenina tiene una entonación más prolongada, un tono superior y unas inflexiones más complejas, factores que pueden llegar a causar irritación al hombre si está expuesto durante un buen rato al habla femenina.

fuente

sábado, 12 de diciembre de 2015

LA RUSALKA






una rusalka (plural:rusalki) era un fantasma, ninfa del agua, súcubo o demonio que vivía en un canal.


De acuerdo con muchas tradiciones, una rusalka era una sirena, quien vivía en el fondo de los ríos. A medianoche, acostumbraban salir y bailar en los prados. Si veían a un hombre hermoso, lo hechizaban con canciones y bailes, y entonces lo conducían al fondo del río a vivir con ellas. Las historias acerca de las rusalki tienen paralelismos con la Nix griega y labanshee irlandesa. Ver Mitología eslava. Ella poseía la sabiduría universal de todo los conocimientos y de todas las ciencias, era la que otorgaba inteligencia a todo ser, dependiendo de las órdenes de Flintz

En algunas ocasiones se dice que la rusalka es un ser muerto, asociado con la "fuerza oscura". De acuerdo con Zelenin, las personas que han muerto violentamente y antes de tiempo, así como aquellas mujeres que se han suicidado porque su novio rompió con ellas, o aquellas que se quedaron embarazadas fuera del matrimonio, deben pasar el tiempo asignado de vida como espíritus en la tierra.





Existe otra versión que sostiene que una rusalka es el alma de una mujer joven que ha muerto cerca de un río o un lago, y embruja dicho lugar. No es necesariamente mala, y le será permitido morir en paz si su muerte es vengada.

También se dice que son niños que no han sido bautizados, por lo general aquellos que nacieron fuera del matrimonio y que son abandonados por sus madres. Estos seres vagan por el bosque y piden ser bautizados para poder tener paz. No son necesariamente seres inocentes, e incluso podrían atacar a un ser humano.

                                     

Debido a que el lugar al que pertenece es el río en que murió, la rusalka puede salir de él y trepar a un árbol, donde se sienta y canta, puede ir a un muelle y cepillar su cabello, o unirse a otras y bailar en el campo.

En algunas ocasiones se dice que los ojos de una rusalka brillan como fuego verde, en otras se dice que ellas son extremadamente pálidas, sin pupilas visibles, como en el famoso dibujo de Iván Bilibin. Su cabello es descrito como de color verde, y siempre húmedo. Según algunas leyendas, si se secase su cabello, la rusalka moriría.


A las rusalki les gusta seducir a los hombres. Los seducen con su canto y después los ahogan. Los hombres que son seducidos pueden morir en sus brazos, y se dice que oír su risa, también puede provocar su muerte.

Gráciles hechiceras de ríos, arroyos y estanques, las rusalky rusas tenían fama de asesinas de hombres, atrayendo a sus víctimas hacia una muerte líquida. No obstante, algunas rusalky amaban a los mortales y una incluso abandonó su lago para casarse con un príncipe. La única condición para la unión era que la rusalky permanecería entre los humanos mientras él le fuera fiel. Ante una infidelidad, la rusalky volvía a su hogar y un simple abrazo significaría la muerte.

Se creía que las "rusalki" eran más peligrosas durante la Semana de las Rusalka a principios de junio. Durante esta época abandonaban la profundidad de las aguas para columpiarse en las ramas de los abedules y de los sauces por las noches. Nadar en esta semana estaba estrictamente prohibido por temor a que las sirenas arrastrasen al nadador hasta el fondo del río.

Se cree que en el fin de lo tiempos rusalka estaría con un ser humano único quien seria su procedente de las nuevas generaciones a seguir y él los guiaría a una nueva era de poder y magnitud como ser único y todopoderoso. En su mano derecha tendría a Flintz conocedor de todos los secretos de todo ser vivo en este universo, y a su izquierda a Rusalka misma conocedora de todas las ciencias, sabiduría e inteligencia.


fuente:
Д.К. Зеленин. Очерки русской мифологии: Умершие неестественною смертью и русалки. Москва: Индрик. 1995

martes, 27 de octubre de 2015

Hoichi, el hombre sin orejas del japón

Nacionalidad: Japón.
Origen: Leyenda popular recogida en un cuento de Lafcadio Hearn (un escritor británico nacionalizado japonés) y en la película Kwaidan.
Cada noche, Hoichi, un joven monje de un monasterio sintoísta, relata con su arpa la historia de una mítica batalla que siglos atrás libraron dos poderosos clanes. Su fama como trovador es tal que una noche recibe una visita de ultratumba: uno de los samuráis muertos en aquel combate se presenta ante él y le pide que le acompañe al Reino de los Muertos para cantar la balada de la batalla ante el espectro de su señor.
Así, noche tras noche el joven monje viaja al más allá con el fantasma del samurái. Cuando el maestro del monasterio se entera, se alarma. “Los fantasmas quieren apoderarse de tu alma, Hoichi”, le dice, “y si vuelves una vez más con ellos, no regresarás al mundo de los vivos”. Para protegerle, los monjes le pintan en todo el cuerpo un mantra que le hará invisible a los ojos de los fantasmas. 
Al caer la noche, el samurái espectral aparece una vez más en el monasterio. El mantra hace su efecto, y el cuerpo de Hoichi es invisible a los ojos del aparecido. Pero... A la mañana siguiente, los monjes encuentran al joven casi desangrado. Comprueban entonces que le han rebanado las orejas. Era la única parte de su cuerpo que no habían cubierto con el mantra; por tanto, el samurái las había visto y las cortó con su catana para llevárselas a su señor.

jueves, 23 de julio de 2015

LA CONSPIRACION DEL WIFI ES CIERTA?






LA INFLUENCIA DE LAS ONDAS DE TELEFONÍA SOBRE LA SALUD ES TAN INSIGNIFICANTE COMO LA DE UNA BOMBILLA SITUADA A UN KILÓMETRO, SEGÚN ESTUDIO.

Un estudio realizado durante cuatro años por investigadores españoles concluye que la influencia de las ondas de telefonía sobre la salud es tan insignificante, como la de una bombilla situada a 1km de distancia.


¿Recuerda cuando se decía que los microondas podían perjudicar la salud? Hubo un tiempo en el que temíamos calentar la comida en ese nuevo electrodoméstico por el temor de sacar de ahí un plato «atómico» además de recalentado. Superadas las primeras inquietudes, hemos aceptado el calentamiento por rozamiento como parte de nuestra vida cotidiana sin prestarle más atención que la de no pasarnos con los minutos.


Ahora, son otro tipo de ondas las que nos traen de cabeza. La idea de que la telefonía móvil o el wifi pueden perjudicar la salud está muy extendida, hasta el punto de que existen peticiones para eliminar las redes inalámbricas de los colegios y evitar la exposición en los más pequeños, y otros acusan a las antenas de estar enfermos o padecer cáncer. En algunos casos incluso han conseguido retirarlas.

¿Hay realmente un fundamento serio para temer al wifi o nos encontramos con un nuevo «caso microondas»? Para un equipo de doctores en Física de la Facultad de Medicina y la Escuela Superior de Ingeniería Informática de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), la «antenafobia» no tiene ningún sentido. Ellos están convencidos: Estas nuevas tecnologías son inocuas para la salud.


Durante cuatro años, los investigadores midieron en Albacete la exposición de 75 personas a estas ondas en 14 bandas de frecuencia, FM, TETRA, TV y las seis bandas de telefonía móvil, wifi, el inalámbrico (DECT), etc... Los voluntarios portaban sus medidores exposímetros con una sensibilidad de 0,000000066W/m², el más preciso del mercado, durante todo el día y hacían vida normal, anotando por dónde iban. También llevaban encima un GPS con el que después eran situados en un mapa. En total, se realizaron 8.640 registros por voluntario y se obtuvieron 13 millones de datos.

Según los resultados, en promedio por banda de frecuencia, la radiación media recibida «es la equivalente a la que recibiríamos de una bombilla de 100W a 1km de distancia», es decir, algo insignificante. Por ejemplo, la radiación media más alta es la de una vieja conocida, la FM, con la que llevamos conviviendo cien años: 0,0001W/m², mil veces por debajo del límite legal. Las de las diferentes bandas de telefonía pueden ir de 0,00004W/m² a 0,00001304W/m², aún más bajas. Los valores máximos tampoco superaron los límites legales en ningún momento, en ninguna banda. El 90% de los registros se encontraba entre 500 y 10.000 veces por debajo del límite legal.




No apago el wifi

«La radiación por radiofrecuencia puede compararse a un caracol en una autovía: nunca hará saltar ningún radar porque su velocidad es la diezmilésima parte de la máxima permitida», afirma el físico Enrique Arribas Garde, director del grupo de investigación de ondas de RF de la UCLM. Según explica, el estudio puede extrapolarse perfectamente a una gran ciudad como Madrid con los mismos resultados (ya que la densidad de antenas está relaciona con la densidad de población). E insiste: «No hay ningún estudio que correlacione la radiofrecuencia con el cáncer. Yo en mi casa no apago el wifi, ni con niños ni ahora con mi nieta. Con eso lo digo todo».




A su juicio, «hay un interés en decir que el wifi es dañino para vender falsas curaciones. A eso se suma que la ignorancia es muy atrevida. En su día, el tren también era una máquina diabólica». Y recuerda: «El mando a distancia de la tele es 10.000 veces más potente que las ondas de radiofrecuencia y a nadie parece preocuparle».



Precisamente, el estudio nació después de que un movimiento antiantenas de Albacete lograra retirar una acusándola de ser la responsable de algunos casos de cáncer. Pero los números de sus mediciones, como dice Alberto Nájera, principal investigador, hablan por sí solos. A ese respecto, apuesta por transmitir «total tranquilidad». «La pseudociencia se apodera del dolor de la gente para engañarla y estafarla», advierte. Y apunta que se buscan falsos grandes enemigos cuando, por ejemplo, «sí está claro que la contaminación atmosférica y el tabaco causan esas enfermedades».

fuente
ABC

martes, 26 de mayo de 2015

LA SUCIA (HONDURAS)

En el pueblo de Trujillo desde los años de 1800 era y aún es hoy, muy común oír relatos de apariciones de La Sucia; para algunos Siguanaba. Gran cantidad de trujillanos aseguran haberla visto, generalmente en los ríos de las afueras de la ciudad, por supuesto. La señora esa tiene varias formas y aspectos. Unos la han visto como una anciana desgreñada y andrajosa, con solo dos o tres dientes que sobresalen de sus arrugados labios; con enmarañado pelo y floja vestimenta que contribuyen en gran manera a su tétrico aspecto fantasmal.

Otros la han visto como una mujer elegante vestida con ropas de antaño, con un rostro desfigurado por lo que parece ser una enfermedad o cortadas de arma pun- zante. Esta es la versión de La Sucia que mi abuelo juraba haber visto o que, por lo menos, creyó haber visto. Nunca estuvo seguro.



En las afueras de Trujillo y entre los escombros de un convento destruido por las llamas de un incendio, vivio por muchos años La Sucia. Nada más que en este caso, todos sabiamos quien era La Sucia. Esta era Challita la loca que había hecho de aquellas viejas ruinas su hogar. Enajenada por a saber que extraños sortilegios, Challita vivia en su propio mundo apartada de todos. Mantenida por unos vecinos piadosos vivio en aquella desolación los últimos años de su vida. Por las noches se le veia en las lunas llenas deambular por los alrededores de aquellas ruinas; su figura andrajosa y desgreñada proyectada contra la brillante luna, se parecia no solo a La Sucia sino que a una alma en pena. Los rumores se habían propagado de que Challita era bruja. Nunca me atrevi a pasar solo por aquellas ruinas; le tenia terror a Challita la que en realidad tenia el aspecto de una bruja.

En una fresca madrugada de luna llena, mientras mi abuelo se dirigía a la hacienda de su padre situada en Silín, en las afueras de Trujillo, a supervisar el ordeño de ese día, en el lomo de su avispado macho y acompañado de su perro pastor alemán, al no más cruzar el río, el mulo al igual que el perro, comenzaron a mostrar señas de estar atemorizados, por algo o alguien que solo ellos podían ver u olfatear adelante del camino en la noche oscura. 
                                            
Ante los rebuznos inquietantes de su bestia mular rehusando a avanzar, y el aullar de su obviamente aterrorizado can, el que contribuía con su aparente cobardía a empeorar la situación, al tratar insistentemente de refugiarse debajo del mulo en que su amo cabalgaba, mi abuelo comenzó a preocuparse, creyendo que se trataba de algún hambriento jaguar, que andaba merodeando en busca de presa por aquellas latitudes en aquellas deshoras de la mañana. No pudiendo resistir el perro más el terror que se había apoderado de el, de repente, decía mi abuelo, dio marcha atrás y en un momento desapareció de su vista.

Azuzando al azorado mulo con sus espuelas, pudo mi abuelo a duras penas avanzar por el camino oscuro semialumbrado por los tenues rayos de una luna llena. Al llegar a una vuelta del carril que conducía al trecho final de la hacienda, decia mi abuelo, que en frente estaba parada una mujer vestida elegantemente de blanco, de la que a espaldas de la luna solo pudo adivinar la forma de un rostro sombrío rodeado de una larga cabellera. Enfurecido mi abuelo por lo que consideraba una indiscreción de la mujer aquella, que andaba a esas raras horas de la madrugada por aquellos lugares, le habló...

- ¿Quien diablos sos vos? - ¿No estás viendo que este macho me va a matar? -.

Sin responderle la mujer permaneció quieta por unos segundos y después, dice mi abuelo, que le respondio...

- ¿Que hora es, Jacobo?

Aunque mi abuelo sabia la hora aproximada porque solo momentos antes, al cruzar el río había oído las campanadas de las cuatro de la mañana de la iglesia de Trujillo, no le respondió y al contrario la conminó a apartarse para darle pasada al macho que a duras penas había logrado contener hasta ese momento.

- Yo sé que hora es. Son las cuatro - Respondió la mujer.

- Y si sabes que hora es... ¿por qué estás jodiendo preguntando babosadas? - Le contesto mi abuelo. - ¿"Como sabes mi nombre"? - "Si queres hablar conmigo", le dijo mi abuelo, "esperame aquí mañana que voy a venir en una bestia mansa".

- Bueno, - le contestó la misteriosa dama, - Aquí te espero mañana -.

Al mismo tiempo que pronunciaba estas palabras, decía mi abuelo, la mujer cruzó al otro lado de la valla de alambre que separaba el carril del potrero, sin darle la espalda y sin agacharse ni hacer ningún movimiento que delatara su aprehensión por la presencia de la cerca de peligroso alambre de púa. Cuando se encontraba del otro lado de la cerca, irrumpió en una estrepitosa y diabólica carcajada que le heló la sangre en las venas a mi abuelo. Fue hasta en ese momento en que enteramente se percató, decía mi abuelo, de la extraña apariencia de aquella mujer, que se le erizaron los pelos de la cabeza y un escalofrío le recorrió todo el cuerpo.

En preparación para el supuesto encuentro del día siguiente, mi abuelo todavía dudoso de que aquella mujer estuviera relacionada con un espanto, y que más bien era alguna de sus "amigas" tratando de azorarlo, se puso de acuerdo con el mayordomo de la hacienda, para que este, al siguiente día, se fuera por el otro lado del potrero, y tratara de sorprender a la mujer por detrás.

Al otro día y esta vez cabalgando en un macho viejo y manso, al llegar al mismo sitio del día anterior, esperó en vano a la mujer que nunca se apareció. Mi abuelo, hasta el día de su muerte nunca estuvo totalmente convencido de que aquel incidente había tenido algo que ver con lo sobrenatural y mucho menos con la tal Sucia. El siempre creyó que se trataba de alguna amante desdeñada que quería vengarse de él, haciendole pasar un mal rato.

Sin embargo, yo y todos los que escucharon el relato, sabíamos de quien se trataba. Se trataba nada más ni menos, que de la merita Sucia.


AUTOR
Hector A. Castillo

jueves, 19 de febrero de 2015

LA PATA-SOLA (TOLIMA/COLOMBIA)


La Patasola



La Patasola o Pata sola se trataba de una joven mal humorada y de malos sentimientos. Un día, llevaba a su pequeña hermana de la mano, tirándola y haciéndola tropezar con cuanto encontraba a su paso. Al cruzar un río, pisó una piedra lisa, cayó sobre su hacha y se cortó totalmente el pie. Con furia se levantó y acabó con la vida de su hermanita, a la que acusó de culpable.



Su espíritu habita entre la maraña espesa de la selva virgen, en las cumbres de la llanura. Con la única pata que tiene avanza con rapidez asombrosa. Es el endriago más temido por colonos, mineros, cazadores, caminantes, agricultores y leñadores.


 Algunos aventureros dicen que se presenta como una mujer bellísima que los llama y los atrae para enamorarlos, pero avanza hacía la oscuridad del bosque a donde los va conduciendo con sus miradas lascivas, hasta transformarse en una mujer horrible con ojos de fuego, boca desproporcionada de donde asoman unos dientes de felino y una cabellera corta y despeinada que cae sobre el rostro para ocultar su fealdad.

fuente:
variacion de leyenda popular colombiana

jueves, 12 de febrero de 2015

LAS BRUJAS DE NAICA (MEXICO)





Naica es una pueblo del estado norteño de Chihuahua situada en el Municipio de Saucillo y dedicada a la minería desde el siglo XVIII. Aparte de su destacada producción de plomo y de su famosa Cueva de los Cristales de Selenita, es conocida porque es una ciudad maldita plagada de brujas que se la pasan haciendo daño a los sufridos mortales. Si las personas no toman las debidas precauciones y se recogen en sus casas antes de la diez y media de la noche, es muy posible que se arrepientan de por vida, si es que la conservan. Las brujas, esas malas pécoras, salen de las minas abandonadas en forma de bolas de fuego voladoras, para llevarse a las niñas.






Monserrat era una muchacha rubia, espiritual, frágil, delgada y etérea como un nebuloso ectoplasma que vivía en Naica. Obediente y dulce, todo el pueblo la apreciaba y la quería, sus padres la adoraban. Tenía la niña la costumbre de llevar siempre una camelia en el pelo. Pesar de su corta edad, pues solo contaba con diez y seis años, trabajaba en la panadería de don Isidoro, un español panzón y apestoso que había llegado a la ciudad de Naica deseoso de “hacer la América” y lo había logrado. Monserrat era la encargada de hacer el pan de bizcocho en la panadería, pues habilidad no le faltaba ni tampoco conocimientos que adquirió de su abuela doña Catarina, buena repostera ya fallecida. Monse, como la llamaban de cariño, salía de su trabajo a las nueve de la noche y se dirigía tranquilamente a su casa.




 Una noche de Luna llena, Monse se desvió un poco de su camino acostumbrado, para ir al lago a ver cómo la Luna se reflejaba en su superficie. Tan extasiada se encontraba gozando del espectáculo que se olvidó de la hora. Cuando tomó conciencia de su impertinencia, la campana de la iglesia sonaba las doce de la noche. Montserrat observó que de las montañas mineras se desprendían bolas de fuego que se acercaban rápidamente a la ciudad, trato de corre pero no pudo, una de las bolas se acercó a ella, se transformó en una horripilante y repugnante bruja que la tomó por la cintura, le mordisqueo el cuerpo y se la llevó.




 Nunca nadie supo más de Monse, pero todos sabían que las brujas se llevaban a las mujeres jóvenes para convertirlas en futuras brujas. Ese fue el horrendo destino de la panaderita, confirmado cuando cerca de lago encontraron una camelia marchita… Monse se había convertido en una espeluznante bruja de Naica.




Por Sonia Iglesias y Cabrera

http://www.mitos-mexicanos.com/

sábado, 8 de noviembre de 2014

LA DONCELLA Y EL ARBOL DE LA CALAVERA (MITO MAYA)

Escena del "Popol Vuh", el poema mitológico maya, en que la doncella virgen Ixquic es fertilizada por los frutos de un árbol.

Ixquic parirá a su tiempo a los dos guerreros gemelos Hunahpú e Ixbalanqué, quienes una vez adultos se enfrentarán al poder de la enfermedad y la muerte en el tétrico reino subterráneo de Xibalbá.


LA DONCELLA Y EL ÁRBOL

DE LA CALAVERA



Cuando los señores de Xibalbá vencieron a los dos héroes Hun-Flunahpú y Vucub-Ilunahpú tomaron la cabeza del primero y la pusieron sobre el árbol jícaro que arraigaba a un lado del camino. Era un árbol seco que jamás había fructificado y nada más entrar en contacto con el cráneo se llenaron sus ramas de frutos sazonados y maduros. Al contemplar la riqueza de aquel árbol los señores de Xibalbá sentenciaron:

—¡Que nadie venga a coger esta fruta! ¡Que nadie venga a ponerse debajo de este árbol!

Y por su magia “la cabeza de Hun-Hunahpú no volvió a aparecer porque se había vuelto la misma cosa que el fruto del árbol que se llama jícaro. Sin embargo, una muchacha oyó la historia maravillosa” de los dos semidioses, hermanos gemelos, que murieron bajo el poder de los de Xibalbá, y tan prendada quedó al escuchar sus portentosas hazañas que decidió, en contra de lo ordenado por los señores del averno y de su propio padre, visitar tan peculiar árbol.


La doncella se llamaba Ixquic y fue precisamente a su padre, Cuchnmaquic, a quien “oyó la historia de los frutos del árbol”, a consecuencia de lo cual quedó tan intensamente impresionada que su admiración hacia los dos héroes creció notablemente, e inmediatamente se preguntó:

—¿Por qué no he de ir a ver ese árbol que cuentan? Ciertamente deben ser sabrosos los frutos de que oigo hablar.

Sin pensarlo más detenidamente, impulsiva como lo es la juventud de todos los tiempos, la doncella Ixquic se puso en camino, aventurándose en el evento en solitario, sin consentir que nadie la acompañara. Al fin llegó al pie del árbol

“que estaba sembrado en Pucbal-Chah’. Ante él, la doncella exclamó con entusiasmo:

—¡Ah! ¿Qué frutos son los que produce este árbol? ¿No es admirable ver cómo se ha cubierto de frutos? ¿Me he de morir, me perderé si corto uno de ellos?

Nadie le podía contestar porque se hallaba sola en el paraje. Sin embargo, la calavera de Hun-Hunahpú, que hasta entonces se había escondido entre las frutos como uno más de ellos, se hizo visible y de entre las ramas del jícaro le contestó:

—¿Que es lo que quieres? Estos objetos redondos que cubren las ramas del árbol no son más que calaveras.

Así dijo la cabeza de Hun-Hunahpú dirigiéndose a la joven e inmediatamente, casi con ansiedad, le preguntó:

—¿Por ventura los deseas?

La doncella contestó gravemente:

—Sí los deseo.

La calavera le habló otra vez:

—Muy bien. Extiende hacia acá tu mano derecha.

La muchacha, a la vez que aceptaba el reto, levantó la mano derecha y La mostró en dirección hacia donde estaba la calavera.

—Bien —dijo.

En ese mismo momento el cráneo desde lo más alto lanzó un chisguete de saliva hacia la doncella que le cayó sobre la palma de la mano que permanecía extendida.

Ixquic se miró rápidamente con atención su mano y al ver que la saliva ya no estaba en ella quedó profundamente sorprendida y admirada porque aquello que le estaba sucediendo no le era demasiado grato.

La voz de Hun-Hunahpú, a través de la calavera, le dijo desde lo alto del jícaro:

—En mi saliva y mi baba te he dado mi descendencia. Ahora mi cabeza ya no tiene nada encima, no es más que una calavera despojada de carne. Así es la cabeza de los grandes príncipes, la carne es lo único que les da una hermosa apariencia. Y cuando mueren espántanse los hombres a causa de los huesos. Así es también la naturaleza de los hijos, que son como la saliva y la baba, ya sean hijos de un señor, del hombre sabio o del orador. Su condición no se pierde cuando se van, sino que se hereda; no se extingue ni desaparece la imagen del señor, del hombre sabio o del orador, sino que la dejan a sus hijas y a los hijos que engendran. Esto mismo he hecho yo contigo. Sube, pues, a la superficie de la Tierra, que no morirás. Confía en mi palabra, que así será.

Todo este acaso maravilloso sucedió tan acertadamente porque así fue el mandato de Caculhá Huracán, Chipi-Caculhá y Raxa-Caculhá. “Y estos tres son el Corazón del Cielo”, que se llama Huracán.

Después de escuchar la voz de la calavera haciéndole todas las advertencias, Ixquic fue de regreso a su casa, habiendo concebido inmediatamente a dos hijos gemelos en su vientre solamente por la virtud de la saliva que recibió en su mano con el chisguete que aquélla le envió.

Ya en su hogar, la muchacha realizó su vida cotidiana con toda normalidad sin detectar su padre ninguna clase de transformación en ella. Sus labores caseras eran las mismas, su comportamiento idéntico, aunque mantenía dentro de sí una dulce melancolía que seguramente sería un favor que le hacían los dioses, ya que había sido escogida por ellos para llevar a cabo la misión de traer al mundo a los herederos de tan preclaros héroes que tan infame muerte tuvieron bajó el poder de los señores de Xibalbá y destinados para vencerlos sin remisión.

Cuando hubieron pasado seis meses de la insólita y sin gular concepción, su padre, Cuchumaquic, reparó en el estado de gravidez en que se hallaba su hija. Su secreto fue descubierto y el hombre se indignó profundamente, intenso fue el dolor que le invadió por el descubrimiento, y en su soledad maldijo a Ixquic y el desprecio más penetrante irrumpió dentro de su ser. Después de mucho meditar el hombre la situación en que se hallaba, sobre todo frente a la sociedad arcaica de aquellos tiempos y lugares, y sobre todo cumpliendo escrupulosamente la promesa de no hablarle a la muchacha, decidió reunirse con Hun-Carné y Vucub-Carné, los jueces supremos, precisamente los señores de Xibalbá que habían sido la perdición de los dos hermanos heroicos, que nacieron en la noche. “Esto es, antes que hubiera Sol, ni Luna, ni hubiese sido creado el hombre.”

Se congregaron en el consejo “todos los señores Hun Carné y Vucb-Camé con Cuchumaquic” y éste, muy contristado, lleno de dolor y también de rencor, les dijo con voz llena de aversión cuando compareció ante ellos:

—Mi hija está preñada, señores; ha sido deshonrada.

Los señores de Xibalbá, tras consultar entre ellos, se dirigieron al padre y dictaron sentencia:

—Está bien. Oblígala a declarar la verdad y si se niega a hablar castígala; que la lleven a sacrificar lejos de aquí.

Cuchumaquic, levantándose de su asiento y quedando cabizbajo, aceptó el juicio del consejo diciendo con voz trémula por el odio:

—Muy bien, respetables señores.

Luego marchó a su casa y, sacando fuerzas de su flaqueza porque su ira le ahogaba, rompió el silencio que mantuviera ante Ixquic y le preguntó severamente:

—¿De quién es el hijo que tienes en el vientre, hija mía?

La muchacha tercamente le contestó:

—No tengo hijo, señor padre, aún no he conocido varón.

Cuchumaquic, indignado aún más si cabe, rojo por la ira y por las palabras de la muchacha que él tomó como una

burla a su dignidad y a sus años, le dijo muy tranquilamente:

—Está bien. Definitivamente eres una ramera.

Con esta lacónica contestación le estaba indicando a su hija que se atuviera a las consecuencias, que lo que le ocurriera a partir de aquel momento ella misma se lo había bus cado. Entonces se dirigió a la mansión de los dioses del averno y ordenó a los búhos, que son los servidores de los señores de Xibalbá:

—Llevadla a sacrificar, señores Ahpop Achih, traedme el corazón dentro de una jícara y volved hoy mismo ante los señores.

Ahpop Achih era el título que tenían algunos señores y jefes quichés.

Los búhos eran cuatro —los Ah-Tucur, los malos— y se llamaban Chabi-Tucur, Huracán-Tucur, Caquix-Tucur y Ho-lom-Tucur.

Los cuatro mensajeros alados —uno rápido como una flecha (chabi), otro gigante y de una sola pierna (huracán),

otro como un guacamayo (caquix) y el último de cabeza grande (holom)— cogieron la jícara y el cuchillo de pedernal y se marcharon por los aires llevando a la muchacha en brazos para sacrificarla.

Llegaron hasta los pies de un árbol enorme, que se llamaba “árbol rojo de grana”, para allí ejecutar la sentencia de los de Xibalbá. Los búhos hablaron entre sí y convinieron que aquél era el lugar idóneo para realizar su amarga misión y se dispusieron a ejecutarla. lxquic, al ver que se iba a cumplir a manos de los Ah-Tucur la sangrienta y cruel orden que diera su padre, les suplicó:

—No es posible que me matéis, ¡oh mensajeros! , porque no es una deshonra lo que llevo en el vientre, sino que se engendró sólo cuando fui a admirar la cabeza de Hun-Hunahpú que estaba en Pucbal-Cha, Así pues no debéis sacrificarme, ¡oh mensajeros!

Los fieles servidores de los señores de Xibalbá se compadecieron de la doncella y, tras conferenciar entre ellos cuatro, se volvieron a ella y le expresaron justificándose, pidiéndole casi excusas:

— ¿Y qué pondremos en lugar de tu corazón? Se nos ha dicho por tu padre: Traedme el corazón, volved ante los seño res cumplid vuestro deber y atended juntos a la obra, traedlo pronto en la jícara, poned el corazón en el fondo de la jícara. ¿Acaso no se nos habló así? ¿Qué le daremos en la jícara? Nosotros bien quisiéramos que no murieras.

lxquic respondió a sus quejas de la siguiente manera:

—Muy bien, pero este corazón no les pertenece a ellos. Tampoco debe ser aquí vuestra morada, ni debéis tolerar que os obliguen a matar a los hombres. Después serán cierta mente vuestros los verdaderos criminales y míos serán enseguida Hun-Camé y Vucub-Camé. Así, pues, la sangre y sólo la sangre será de ellos y estará en su presencia.

Y como la doncella sabía que los señores deseaban su corazón para quemarlo, porque ésta era una antigua costumbre de purificación que se tenía en aquella época y en aquel territorio, siguió hablándoles a los cuatro mensajeros de esta forma:

—Tampoco puede ser que este corazón sea quemado ante ellos —luego les mostró el árbol a cuya sombra se guarecían

y les recomendó—: Recoged el producto de este árbol.

“El jugo rojo brotó del árbol, cayó en la jícara yen seguida se hizo una bola resplandeciente que tomó la forma de un corazón hecho con la savia que corría de aquel árbol encamado. Semejante a la sangre brotaba la savia del árbol, imitando la verdadera sangre. Luego se coaguló allí dentro la sangre, o sea la savia del árbol rojo, y se cubrió de una capa muy encendida como de sangre al coagularse dentro de la jícara. mientras que el árbol resplandecía por la obra de la doncella.”

Desde entonces aquel árbol tomó el nombre de “Árbol de sangre” y “Sangre de dragón”, porque su savia tiene idénticos color y densidad que la sangre.

Los Ah-Tucura así lo hicieron y cumplieron de esa falsa manera el mandato recibido por sus señores. Por ello la muchacha les dijo agradecida:

—Allá en la tierra seréis amados y tendréis lo que os pertenece.

Los mensajeros, prendados de la doncella y de la dulzura de sus palabras, se pusieron en connivencia con ella y antes de abandonarla con vida se despidieron de Ixquic con estas palabras:

—Está bien, niña. Nosotros nos iremos allá, subiremos a servirte; tú sigue tu camino mientras nosotros vamos a presentar la savia en lugar de tu corazón ante los señores.

En el reino de Xibalbá estaban reunidos todos los señores esperando la llegada de los mensajeros que debían de entre garles el corazón sangrante de Ixquic. Cuando llegaron ante su presencia Hum-Camé preguntó:

— ¿Se ha terminado eso?

Uno de los servidores, lleno de hipocresía y mintiendo con descaro, contestó con decisión, a la vez que les entregaba el tibor:

—Todo está concluido, señores. Aquí está el corazón en el fondo de la jícara.

Hum-Camé exclamó tomando la taza:

—Muy bien. Veamos.

Cogió el corazón entre sus manos del fondo de la jícara y lo levantó. Con este movimiento se rompió la corteza y empezó a verterse la sangre, que era de un color rojo muy vivo.

Hun-Camé, convencido de que tenía ante sí el corazón de Ixquic, ordenó a sus servidores:

—Atizad bien el fuego y ponedlo sobre las brasas.

Reavivaron la fogata e inmediatamente después tomaron el corazón y lo pusieron sobre las llamas. Pronto comenzaron los de Xibalbá a sentir el olor del mismo que producía al quemarse. Todos se levantaron y se acercaron al fuego para verlo arder. Los señores expresaban con satisfacción:

—Se nota muy dulce la fragancia de la sangre al quemarse.

Aprovechando que aquellos estaban absortos. y pensativos contemplando cómo el falso corazón de la doncella se convertía en humo, los búhos, los mensajeros de los dioses del averno, remontaron el vuelo desde el abismo —la morada de los de Xibalbá— hacia la Tierra y se convirtieron, como les había prometido al pie del “árbol de sangre”, en sus fieles servidores.

Así fue como los señores de Xibalbá fueron vencidos y engañados por la doncella; la doncella que llevaba en su entraña la vida de los hijos de aquellos héroes que murieron en el abismo y que estaban predestinados por la tríada de Corazón del Cielo para vencerlos, salvando idénticos obstáculos que no supieron superar sus mitológicos padres.

(CUALQUIER PARECIDO CON LA VIRGEN MARIA ES PURA COINCIDENCIA./JAJA)
FIN

adaptacion de fragmento del popolvuh

jueves, 29 de mayo de 2014

el arbol maldito del diablo (usa)

De pie en Oak Hammock Park en Bernards Township, Nueva Jersey, hay un roble inusual y siniestro, comúnmente conocida como Árbol del Diablo. Según las leyendas locales, cosas inexplicables ocurren cerca de el, y muchas muertes y suicidios se dice que han ocurrido bajo sus ramas.
Algunas personas han reportado sentir una opresión, la presencia del mal, cerca del árbol, escuchar gritos y ver figuras encapuchadas oscuras merodeando alrededor. Otros afirman haber sido perseguido por un auto fantasma negro que desaparece sin dejar rastro cuando se aproxima a una carretera principal. No se debe dañar o faltarle el respeto al árbol de ninguna manera. se dice que tiene graves consecuencias. Los que lo han hecho se dice que han sufrido algun daño, posiblemente por un accidente automovilístico o al experimentar una avería importante. Por extraño que parezca, cuando el gobierno de la ciudad ordenó cortar el árbol para dar paso a un parque público, las motosierras de los trabajadores se negaron a funcionar cerca de él - pero estaban perfectamente bien después. No iban darse por vencido tan fácilmente, trajeron una antigua sierra de liston de acero templado. El intento fracasó otra vez; los dientes de la sierra se rompieron , y no tuvieron más remedio que dejar el árbol donde estaba. ¿Por qué es este roble inocuo como un concentrador de sucesos extraños? Algunas personas creen que el árbol es propiedad del mismo diablo, y sirve como puerta de entrada al infierno. Se supone que se mantiene caliente al tacto, no importa el frío que hace fuera, y no hay nieve caerá cerca de él, incluso en pleno invierno. Otros aún dicen que la malevolencia alrededor del árbol es causada por el dolor persistente y la desesperación de todos los que han perdido la vida a lo largo del tiempo en sus proximidades. Durante la época colonial, los esclavos rebeldes eran ahorcados de sus ramas, y se dice que la secta Ku Klux Klan ejecutaba a personas en ese roble, la organización supuestamente celebraba reuniones y linchamientos en ese arbol. Otra leyenda dice que un hombre mató a toda su familia, y luego caminó hacia el árbol y se ahorcó. A pesar de las advertencias, Árbol del Diablo está marcado por los intentos aparentemente infructuosos de derribarlo con sierras y hachas, y en algún momento ha sido manchado por el graffiti. ¿Qué fue de los que dañaron este árbol maldito aun no se conoce su paradero.
- fuente: http://mythical-and-paranormal-blog.blogspot