Para himel Sarker, la experiencia más inexplicable que ha vivido tuvo lugar en casa de sus abuelos. “Mi primo y yo íbamos a menudo en bicicleta a cenar a un restaurante de comida china rico y muy barato. A mi abuela siempre le parecía bien que cenáramos allí, así que una tarde, como siempre, decidimos acercarnos. Mi abuela no tuvo problema.Sin embargo, una hora antes de salir, se acercó a nosotros y muy seria nos dijo que no fuéramos.
Dijo que tenía un mal presentimiento”, contaba.
A pesar de ello, a los chicos les apetecía ir, así que intentaron convencer a su abuela de que estuviese tranquila. Revisaron las noticias por si había pasado algo en la localidad… y nada. Ni accidentes, ni disturbios, ningún crimen en la zona… no había nada que indicase que pudiesen correr más peligro que otro día.
La abuela insistió tanto que decidieron no salir de casa, aunque no creían que nada fuera a pasarles
“A pesar de eso, ella se acaloró tanto e insistió tanto que decidimos quedarnos, a regañadientes, para evitar darle un disgusto”. Los muchachos cenaron en casa viendo la tele en lugar de salir y, para su sorpresa las noticias abrieron con una explosión de gas en el restaurante chino. El local quedó arrasado y las personas que estaban dentro murieron. “No sé qué sensación fue la que tuvo mi abuela, pero nos salvó la vida
En Topeka, Kansas (Estados Unidos), habitaba una mujer hacia 1960 cerca del cementerio de la ciudad. Era llamada albina por los pobladores, debido a que tenía una falta crónica de melanina que hacía que su piel, más que blanca, tomara un ligero color azulado. Solía salir en las noches, para evitar el sol (que lastimaba mucho su piel) y pasear a su perro en los prados aledaños al cementerio.
De acuerdo con la historia que se cuenta, los habitantes de la región no eran muy amables con ella. La despreciaban y rechazaban por su extraño aspecto, llegando incluso a maltratarla ocasionalmente. Sin embargo, un día una turba de jóvenes, por motivos desconocidos, decidió ensañarse con ella más de lo normal. Fueron hasta su casa, de donde la arrastraron al cementerio y allí, en una tumba improvisada, la enterraron viva.
Aunque esta es la versión oficial, nadie fue procesado por este crimen, por lo que a veces se afirma que la odiada mujer murió, en verdad, de causas naturales, y no fue hasta luego de su muerte que su tumba fue vandalizada y su cuerpo profanado. En cualquier caso, la mujer jamás abandonaría este lugar a partir de aquel horrible día: su espíritu, según dicen, ronda la ciudad y el cementerio y se asegura de que ningún visitante nocturno pueda, jamás, olvidar su visita. Los avistamientos, tanto de locales como de visitantes, se cuentan por los cientos.
Apariciones de la Mujer Azul de Kansas.
La más reciente de sus apariciones ocurrió en el año 2013, cuando un niño llamado James George se encontraba en una tienda con su mamá. El pequeño se dirigió hacia un grupo de maniquíes, sin pensar mucho en los hombres de plástico hasta que uno de ellos, particularmente horripilante, volteó su rostro hacia él. Corriendo y llorando fue a buscar a su madre y le señaló el lugar de donde había salido la persona… y allí estaba: brillando con una tenue luz azul, la mujer albina se encontraba mirándolos fijamente. De acuerdo con el relato de los dos, se dirigió hacia ellos, los atravesó y salió por la puerta (o mejor, a través de la puerta).
Otra de sus apariciones, en este mismo año, cuando una joven llamada Jessica Streeter fue al cementerio con su novio con la idea de poder descansar de las miradas de los vecinos y tener una velada romántica en paz. La joven, que no conocía la leyenda, no tenía idea del horror en el que se convertiría su velada.
Mientras se besaban junto a su picnic, sentados en el suelo, vieron surgir de la nada la cabeza de la mujer, que los atacó, los arañó y, según el relato de Jessica, incluso intentó asfixiarla. Los jóvenes abandonaron sus pertenencias y salieron a toda velocidad, aterrorizados, del campo sagrado.
Los relatos de las apariciones de la mujer comenzaron en 1964, cuando un joven que se estaba probando ropa la vio ingresar al vestidor. Fue solo la presencia amenazante de su abuela, quien se enfrentó al fantasma sin temor, lo que le permitió salir incólume de esta situación. Nuevas apariciones se darían en 1968, cuando la mujer comenzó a realizar una especie de circuito en las noches de la ciudad. Uno de los vecinos la veía pasar todas las noches hasta que ella se dio cuenta de que el hombre la observaba. En este momento comenzó a pausar sus caminatas y a acercarse más y más a la casa, hasta que al final se quedaba un rato mirando a su familia dormir. Sin embargo, afirma el vecino, la mujer jamás lastimó a sus hijos.
De acuerdo con varios miembros de la ciudad, el fantasma sigue asustando a quienes se encuentran cerca al cementerio, en las noches.
En 1964, el incidente del Golfo de Tonkin resultó en un renovado compromiso de guerra con Vietnam.
El 2 de agosto, el USS Maddox, que había estado realizando incursiones encubiertas contra instalaciones de radar en el Golfo de Tonkin, fue atacado por tres barcos norvietnamitas.
La nave logró repeler el ataque y logró retirarse, pero dos noches más tarde, durante una violenta tormenta, detectó una vez más lo que se creía que era otra ola de ataques de buques enemigos.
El USS Madox pasó horas llevando a cabo maniobras evasivas y disparando proyectiles en la oscuridad, pero a pesar de haber habido golpes de sonar claros de torpedos que dieron al blanco y avistamientos de luces enemigas, el buque finalmente no encontró evidencia de ningún barco enemigo y no hubo informes de daños.
El llamado "ataque no provocado" desempeñaría posteriormente un papel importante en el proceder delSecretario de Defensa de Estados Unidos.. la decisión de doblar los ataques aéreos contra Vietnam del Norte, pero....¿ fue el USS Madox genuinamente atacado por barcos enemigos esa noche o algo más sucedió?
La respuesta, según algunos investigadores, es que la tripulación puede haber encontrado realmente pyrosomes ,colonias de organismos en forma de tubo de hasta 60 pies de largo.
No sólo podían haber sido capturados por el sonar sino también ser confundidos con torpedos, también su bio-luminiscencia podría explicar las apariciones de luces durante el encuentro.
Este relato comienza con un luctuoso hecho que paralizó a los Estados Unidos y gran parte del mundo, quizá porque faltaban apenas dos días para una festividad cara a todos como es el año nuevo. Es que el 29 de diciembre de 1972, aquel fatídico vuelo 401 de Eastern Airlines, que se dirigía desde la ciudad de Nueva York a la ciudad de Miami, se precipitó a tierrra abrúptamente en la región de los pantanos de Evergladesen el estado de Florida, muy cerca de su destino final.
El fatal accidente, que hasta aquella fecha representaba la peor tragedia aérea civil en la historia dela aviación civil estadounidense, se habría producido debido a que la tripulación a cargo de la aeronave no se llegó a percatar de que se había desactivado el piloto automático. Fue por eso que el avión comenzó a perder gradualmente altitud, hasta estrellarse. De las 176 personas que viajaban, entre pasajeros y tripulantes, un elevado número, 75 pudieron sobrevivir al impacto del aparato contra la zona pantanosa (aunque dos de ellos, gravemente heridos, morirían poco tiempo después) mientras que 101 murieron en el acto a consecuencia del choque.
Entre los fallecidos se encontraban el comandante del vuelo Robert Loft, el primer oficial Bert Stockstill, y el ingeniero de vuelo Donald Repo, segundo oficial. Según el relarto de sus colegas y compañeros de la compañía, los hombres eran muy profesionales y responsables, considerándolos muchos como una garantía de seguridad en sus vuelos. Por eso mismo, todos los consultados consideraron en su momento que debió ser extremadamente doloroso para ellos haber advertido en ese último momento antes del impacto, cuando se debieron percatarde la gravedad del error que habían cometido, si es que llegaron a darse cuenta. Es que, luego de las pericias realizadas, y de lo que venían informando a la torre de control, como defensa del mando de la aeronave hay que explicar que les había surgido un serio e imprevisto inconveniente en el tren de aterrizaje. Con este atenuante, los especialistas en catástrofes aéreas consideraron que ese problema habría comprometido el vuelo dado que tenía a la tripulación completamente ocupada, ya que su solución era urgente, e hizo que no notaran el problema del piloto automático, aunque un indicador con luz destellante y una alarma les debería haber sonado. ¿O tampoco eso funcionó?
Como el avión fue perdiendo altura paulatinamente, si bien el impacto fue violento, una gran parte del pasaje pudo sobrevivir a semejante golpe. Así, inmediatamente funcionaron los sistemas de seguridad, bomberos y rescatistas que lograron apagar algunas llamas, mientras se producía el rescate de todos aquellos que habían sobrevivido a la caída, y luego se abocaron a recuperar los cuerpos de los desafortunados fallecidos.
Así, mientras se realizaban las pericias, la aerolínea comenzó a recoger los restos de la aeronave que habrían salido intactos del accidente, con la intención de utilizarlos en otros vuelos de la empresa. Algo que no sucedería hoy, dado que los estándares para efectuar ese tipo investigaciones son mucho más rígidos que en aquel 1972 que se estaba yendo. Por eso, el tema de las piezas intactas para ser reutilizadas tenían que ver con una cuestión meramente de protocolo. Nadie, por entonces, se les ocurrió pensar qué podría suceder y que otra atención tendría, a no ser por eventos extraños que comenzarían a suceder poco después… justamente en otros vuelos de la misma aerolínea.
Apariciones fantasmales.
Lo cierto es que, el hecho con el correr de los días comenzó a perder fuerza en los noticieros y en las portadas de los diarios, y la compañía continuó como casi siempre sucede con estas empresas de aerolíneas, volando por todas partes.
Todo, hasta que comenzaron a suceder extrañas apariciones en algunos vuelos de la Eastern. No eran del todo evidentes, y ocurrían de manera tan cotidiana que pasó algún tiempo antes de que los miembros que diariamente trabajaban como tripulación de la aerolínea comenzaran a notar que algo “raro” sucediendo.
Sucedía que en varios vuelos, generalmente en conexiones que no iban con la capacidad total ocupada, en algunos asisntos vacíos aparecían “pasajeros” como cualquier otro, que sencillamente aparecían sentados, aunque ese sitio no estaba vendido. O bien surgían caminando el angosto pasillo en los momentos adecuados.
Así, las tripulaciones comenzaron a expresar lo que venían. Siss Patterson, una de las azafatas, afirmó que en una oportunidad se encontró frente a un hombre que no estaba identificado y le solicitó su ticket de abordo (en el que aparecía el número de asiento que le había sido asignado). El hombre, tras un breve periodo de confusión, se levantó y desapareció, causando gran impresión en la azafata. Lo peor de todo es que Siss pudo luego llegar a identificarlo como Robert Loft, el fallecido comendante del vuelo 401.
Otros tripulantes aseguraron haber visto desconocidas azafatas caminando rumbo al final del pasillo, cuando ninguna de las que estaban activas en ese vuelo se encontraban en ese lugar. Cuando fueron a comprobar quién era, no había nadie en ese sector.
Más misterio.
En la compañía, además de la pesada carga de una aeronave caída, con todo lo que ello conlleva, los desorientaba que no solamente se trataban de casos de extrañas apariciones en vuelo. Semanas después del accidente un hombre se acercó a algunos miembros de la tripulación para advertirles de un posible problema con el vuelo. Lo más increíble fue que, al ir a comprobar si esa falla era posible, efectivamente detectaron un desperfecto que pudo ser subsanado antes de la partida.
En otra oportunidad, un asistente de vuelo fue testigo de cómo un hombre no identificado se acercaba a una aeronave con un equipo de reparación y comenzaba algunos trabajos en uno de los motores. No sería hasta el final del vuelo que se encontrarían algunas groseras reparaciones que impidieron que un error no previsto causara otra catástrofe.
Faye Merryweather, otro asistente de vuelo, fue testigo de cómo un rostro se materializó en un sector de la aeronave Tri-Star 318. Tras llamar a un par de superiores, sus acompañantes reconocieron el rostro de Donald Repo, que en una voz tenue les advirtió “cuidado con el fuego en esta aeronave”. El asunto llevó a una revisión mecánica profunda que reveló serios inconvenientes con el motor, debido a lo que el vuelo decidió cancelarse para ser debidamente reparado. Se ataron cabos... Fue luego de esa increíble y a la vez impactante aparición cuando se comenzó a hacer la asociación: los sitios en los que apareció Repo eran los mismos que habían sido “rescatados” del accidente. Algunos miembros de la empresa comenzaron a hacer las cuentas… y todo parecía encajar a la perfeccción: Los fantasmas de los dos hombres aparecían allí donde habían sido reciclados objetos de su vieja aeronave. Las apariciones no era algo que le conviniera a los directivos de la empresa, pero como continuaron por algún tiempo más, por cierto llegaron a amenazar con el despido a los empleados que insistieran demasiado en el tema. Pese a que los reportes eran fiables y los presentaban empleados muy buenos, el asunto terminó por esconderse y, de alguna manera, demonizarse. Aún así, esto hizo pensar que las directivas de los ejecutivos de la empresa no tenían por qué estar tan prevenidas. El propósito de los dos fantasmas (en particular de Repo, que era ingeniero de vuelo) parecen haber sido ante todo garantizar la seguridad de los vuelos y evitar que una tragedia como la que ellos habían padecido, se repitiera. Quizá por eso mismo, luego de evitar algunas otros potenciales y riesgosos incidentes, de buenas a primera desaparecieron, al mismo tiempo que aquellos elementos reciclados fueron dados de baja. Probablemente, para muchos, tanto los fantasmales comandantes como la azafata habían logrado cumplir parte de su propósito, después de sus fatales pérdidas, con aquello que no pudieron lograr mientras estuvieron con vida.
Como en todas las historias fantásticas, hay un relato oficial y una leyenda en la que ha ido trocando, y en ocasiones no está del todo claro en qué punto la realidad comienza a ser ficción.
De acuerdo con la Leyenda Urbana, Ray (Raymond) Robinson era un desafortunado trabajador de la Empresa de Energía del área de Pittsburgh que fue alcanzado por un relámpago o, en su defecto, por una inmensa descarga producto de una mala conexión eléctrica. El hombre murió, pero dejó su alma en la tierra, que adoptaría la forma de su cuerpo desfigurado tras el accidente.
Su espectro comenzó entonces a recorrer los caminos aledaños en las noches.
Carecía de brazos, ojos y nariz y su boca era apenas un agujero a medio abrirse; en cambio tenía protuberancias en la cara, un agujero en la mejilla y un extraño resplandor verdoso… lo que llevó a que se le llamara “El Hombre Verde”.
Esta leyenda se volvió increíblemente popular en la región hacia los años 80’s y 90’s. Sin embargo, pocos de los jóvenes que se deleitaban con el terror que el relato incitaba consideraban que la historia tuviese algo de cierto. Sin embargo, así era: todo había comenzado con el dramático accidente de un niño en 1918 o 19. El accidente de Ray
Parte de la historia – la que involucraba el accidente – era verídica.
El error estaba en el personaje y en su supuesta muerte: Raymond Robinson no era un trabajador de la planta de energía, era apenas un niño cuando ocurrió el accidente.
En 1918 o 19, cuando el pequeño tenía apenas 8 años de edad, se aventuró en un árbol con la intención de ver de cerca el nido de un pájaro. El niño no se dio cuenta del peligro de la cercanía de las líneas eléctricas y sufrió una tremenda descarga que lo dejó inconsciente e hizo que cayera del árbol.
El resultado fue algo completamente descorazonador. El accidente lo llevó a perder un brazo, una oreja, ambos ojos y la nariz y dejó su cuerpo (y sobre todo su rostro) tremendamente desfigurado. Los médicos pensaban que no sobreviviría, pero Ray, desafiando los dictámenes, logró salir adelante: apenas un año antes otro niño había muerto a causa de un accidente prácticamente idéntico.
Lo que siguió es uno de los relatos más inspiradores que se conocen. Pese a su horrible malformación y a haber quedado ciego, Ray llevó una vida relativamente normal dedicándose a la fabricación de artesanías y principalmente al trabajo del cuero. Sus billeteras y correas le ganaron relativa fama, pero serían sus reconocidas caminatas nocturnas las que lo convirtieran verdaderamente en una leyenda.
El origen de la leyenda
Una de las actividades favoritas de Ray era, precisamente, salir en caminatas nocturnas. Normalmente no aparecía de día, para evitar el horror público,pero acostumbraba a aventurarse en las noches, únicamente con una vara para esquivar los obstáculos. Es fácil imaginar el efecto que su presencia tenía en los desventurados curiosos que casualmente daban con él en una noche llena de neblina.
Pronto comenzó a ganar fama. Aunque algunos lo buscaban para lastimarlo,otros lo hacían con la sincera intención de conocerlo, y normalmente intercambiaba una foto o una conversación por cigarrillos y cerveza. Ni los molestos maleantes ni varios accidentes (incluyendo un par de choques con autos) hicieron que Ray desistiera de sus caminatas nocturnas. Con el tiempo, sin embargo, la vejez lo obligó a recluirse: moriría en 1985 a la edad de 74 años.
Resulta curioso cómo muchos niños que crecieron horrorizados ante la leyenda del Hombre Verde, al preguntar a sus padres escucharían esta respuesta: “yo lo conocí. Era una persona buena”. Lamentablemente, la leyenda trocó hacia un lado macabro que jamás existió en realidad.
Ah, y el hombre no era verde. No se sabe dónde se originó esa parte.
VISTO EN:
https://misterios.co Fuente de imágenes: 1: res.cloudinary.com, 2: weekinweird.com
Espectros de otro mundo Uno de los temas más interesantes de la parapsicología se refiere a los “ecos” que perviven en nuestro mundo de quienes alguna vez estuvieran vivos: aquello que algunos llaman fantasmas, otros espectros, y otros espíritus.
Tradicionalmente se relata que este, nuestro mundo, no es hogar para los muertos, y que quienes perviven aquí después de su deceso tienen algún asunto pendiente, sufrieron una muerte particularmente horrible o, en general, se encuentran atados por alguna razón a esta realidad. Es por esto que áreas vinculadas a accidentes trágicos o eventos inhumanos suelen estar plagadas de leyendas de este tipo.
Pero también lo están los cementerios, en los que todas las historias – buenas o malas, cerradas o inconclusas – se unen. Hoy hablaremos del Parque de los Niños Muertos, en Alabama (Estados Unidos), del que se dice es visitado todas las noches por los espíritus de los niños que se encuentran en el cementerio de las cercanías.
El parque de los niños muertos
El parque se encuentra en la ciudad de Huntsville del estado norteamericano de Alabama junto al cementerio de Maple Hill (el cual se fundó en 1822 y ocupa un área de poco más de 40 hectáreas). En el día es un lugar bastante pacífico, visitado regularmente por niños que, con sus padres, se encuentran en el cementerio saludando a sus antepasados. En la noche, sin embargo, toma un aire un tanto más… siniestro.
Son muchos los visitantes nocturnos (en particular aquellos que se quedan hasta poco después del alba visitando sus familiares) los que relatan historias… peculiares, por así decirlo, de este lugar.
Desde columpios que comienzan a moverse (y chirriar) de manera aparentemente espontánea hasta ecos de risas en los resbaladeros, el parque parece convertirse en el hogar de presencias cuya naturaleza no está del todo clara.
Los relatos son abundantes y afirman que la mayor parte de la actividad ocurre entre las 10 de la noche y las 3 de la mañana, y que suelen incluir (además de lo antes mencionado) súbitas columnas de polvo levantándose, como si alguien cayera al suelo, ecos distantes en los metales, cantos infantiles y en ocasiones voces de adultos. La aparición de orbes es común en las fotografías que se toman en esta área.
Hechos recientes
En el año 2007 la alcaldía de Huntsville (quizás precisamente debido a los contantes relatos) tomó la polémica decisión de demoler el parque. La labor se hizo con gran eficiencia, de una noche para otra, pero las personas no estuvieron nada contentas y las protestas hicieron que hubiese que reconstruir el parque (que, por lo demás, muchas familias visitan los fines de semana). Aunque corrieron algunos rumores sobre supuestos vínculos entre los hechos paranormales y el cierre, estos jamás fueron confirmados por la administración. En cualquier caso, el asunto no impidió que el lugar siguiera siendo hogar de eventos extraños, y en el 2008 la Asociación Paranormal de Alabama le prestó una visita esperando encontrar pruebas de lo que allí sucedía. De acuerdo con sus registros, en el lugar se encontraron con voces, sonidos y movimientos extraños en una noche sin viento: muchas fuentes aseguran que tomaron una fotografía del lugar donde uno de ellos escuchó una voz y se toparon con una figura difusa, sin embargo, no pude encontrar la fotografía en la página oficial de la asociación. En cualquier caso, el lugar es bastante conocido en Estados Unidos y presenta constante actividad paranormal. Quizás todo se deba a una supuesta masacre infantil ocurrida allí en los 1960’s… o quizás sea que los niños del cementerio, por alguna razón, quieren salir a jugar más de lo ordinario.
El monstruo de Flatwoods, también conocido como monstruo del condado de Braxton o Fantasma de Flatwoods, es un supuesto extraterrestre o criatura no identificada, cuyos informes lo ubican en la ciudad de Flatwoods, Virginia del Oeste, Estados Unidos el 12 de septiembre de 1952.
Existen varias descripciones de la apariencia de este ser, y la mayoría converge en que posee al menos 10 metros de altura y que tiene un rostro rojo que parece brillar desde el interior. Los testigos describieron la cabeza de la criatura con un par de antenas, ojos no humanos, y con forma de corazón, o con una capa grande en forma de corazón a sus espaldas. El cuerpo de la criatura fue identificado como un tipo humanoide, vestido con una falda larga y oscura, y algunos lo describieron con un color verde. Unos informes dieron cuenta de que la criatura no tenía brazos visibles, mientras que otros lo describieron con brazos cortos y gruesos, terminando en dedos semejantes a garras, que se proyectaban frente a su cuerpo.
El día 12 de septiembre de 1952, un par de hermanos, Edward y Freddy May, acompañados de su amigo Tommy Hyer (13, 12 y 10 años respectivamente) se percataron de un objeto brillante que cruzaba el cielo. El objeto parecía descender en dirección a unas tierras pertenecientes al agricultor de la localidad G. Bailey Fisher.
Tras ver la caída del objeto, los niños se dirigieron a la casa de los hermanos May, donde dijeron haber visto la caída de un OVNI en las colinas. La Sra. May acompañada por tres adolescentes de la localidad: ‘Gene’ Lemon (17 años), Neil Nunley (14 años) y Ronnie Shaver (10 años) fueron a la granja Fisher, en un intento por localizar el objeto que los niños habían visto.
El perro de Lemon corrió hacia el frente y de pronto comenzó a ladrar, tiempo después corrió de vuelta al grupo con la cola entre las patas. Tras andar aproximadamente 500 metros, el grupo llegó a la cima de una colina, donde afirman haber visto una enorme “bola de fuego” pulsante de unos 15 metros, situada a su derecha. También detectaron una niebla que hacía que sus ojos ardieran y que sus narices quemaran. Fue entonces que Lemon notó dos pequeñas luces a la izquierda del objeto, bajo un roble que estaba cerca de ellos y apuntó su linterna en esa dirección, revelando a la criatura, que según reportaron los testigos, emitió un silbido estridente antes de deslizarse hacia ellos, cambiando de dirección rápidamente para después dirigirse la luz roja inicial. En este momento, el grupo huyó aterrado.
Una vez que regresaron a la casa de los May contactaron al sheriff de la localidad, Robert Carr, y al Sr. A. Lee Stewert, propietario del demócrata de Braxton, un periódico local. Stewert llevó a cabo una serie de entrevistas y regresó al sitio con Lemon más tarde aquella noche, donde relató que “había un olor muy fuerte a metal quemado”. El sheriff Carr y su adjunto Burnell analizaron el área por separado, pero ninguno informó haber encontrado vestigios de algún aterrizaje.
Muy temprano la mañana del día siguiente, el 13 de septiembre, el Sr. Lee Stewert visitó el lugar del avistamiento por segunda ocasión y descubrió dos rastros alargados en el lodo, con vestigios de un líquido negro y espeso. Inmediatamente lo reportó como las señales de un aterrizaje, basado en el hecho de que el área no había sido sometida a tráfico de vehículos durante al menos un año. Más tarde se supo que las marcas pudieron haber sido de una camioneta Chevrolet 1942 conducida por Max Lockard, que había ido al sitio para buscar a la criatura algunas horas antes del descubrimiento del reportero.
Tras el acontecimiento, el Sr. William y Donna Smith, un par de investigadores de cierto prestigio, obtuvieron un gran número de relatos de testigos que afirmaron haber presenciado un fenómeno semejante o relacionado. Estos relatos incluían la historia de una madre y su hija de 21 años de edad, que afirmaron haber encontrado a una criatura con la misma apariencia y hedor una semana antes del incidente del 12 de septiembre, el encuentro afectó de tal manera a la hija, que tuvo que ser hospitalizada durante tres semanas en un hospital de Clarksburg.
También obtuvieron una declaración de la madre de Eugene Lemon, en la que ella dijo que, en los momentos previos al accidente, su casa se sacudió de forma violenta y la radio quedó muerta durante 45 minutos, y en un informe del director del Consejo de Educación de la localidad, el hombre afirmó haber divisado un disco volador aterrizando a las 6h 30 de la mañana del 13 de septiembre (la mañana después del avistamiento de la criatura por parte de los May).
Tras su encuentro con la criatura, varios integrantes del grupo que fue a la colina el 12 de septiembre dijeron sentirse enfermos durante algún tiempo con síntomas que concordaban, un fenómeno que atribuyeron a la exposición al sonido de la criatura. Entre los síntomas se incluía lairritación en la nariz y la hinchazón en la garganta. Lemon tuvo vómitos y convulsiones durante toda una noche, y tuvo algunas dificultades con su garganta varias semanas después del encuentro.
El médico que trató a varios de los testigos, dijo que los síntomas se parecían a los de alguien que había sido expuesto al gas mostaza, aunque estos síntomas también podrían encontrarse comúnmente en personas que sufren de histeria, que puede desencadenarse por una exposición traumática o chocante.
Tras examinar el caso 48 años después del evento, Joe Nickell del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), entonces conocido como (CSICOP), concluyó en el año 2000 que la luz brillante en el cielo que relataron los testigos del 12 de septiembre probablemente había sido un meteorito, que la luz pulsante de color rojo probablemente era la luz de navegación de una aeronave, y que la criatura descrita por los testigos se asemejaba con un búho. Nickell aseguró que las dos últimas características fueron tergiversadas por el elevado estado de ansiedad de los testigos después de observar a la supuesta criatura. Nickell compartió sus conclusiones con otra serie de investigadores, incluidos los de la Fuerza Aérea.
La noche del 12 de septiembre, se observó un meteorito en tres estados: Maryland, Pensilvania y Virginia Occidental, un hecho que fue erróneamente informado como un avión en llamas estrellándose en una colina en Elk River, a unos 18 km de distancia del avistamiento en Flatwoods. Tres luces rojas de una aeronave también fueron vistas en los alrededores del área, posiblemente confundidas con la luz roja vista por los testigos, y la tonalidad roja en el rostro de la criatura.
Nickell concluyó que la forma, movimiento y sonido que relataron los testigos también eran consistentes con la silueta, el patrón de vuelo y la llamada de un búho asustado posado en la rama de un árbol; llevando a los investigadores a concluir que el follaje bajo el ave podría haber creado la ilusión de las partes inferiores de la criatura (la falda larga y el color verde). Los investigadores también concluyeron que la incapacidad de los testigos de llegar a un acuerdo sobre si la criatura tenía brazos, combinada con el relato de Kathleen May de que tenía “pequeñas garras como manos”, que “extendió frente a ella”, también concordaba con la descripción de un búho común con sus garras asegurando el tronco de un árbol. Sin embargo, algunos cuestionaron que fuera un búho, pues los testigos no lo vieron como tal, incluso con una linterna apuntando hacia él. Los investigadores respondieron que esta supuesta criatura puede atribuirse a la histeria y al elevado estado de tensión entre los testigos, situaciones que los condujeron a un estado de pánico.
Todos los años se lleva cabo un festival en Flatwoods, West Virginia para conmemorar al “Monstruo Verde”, un festival de tres días que empieza la tarde del viernes hasta el domingo por la noche, un fin de semana de música viva y una visita obligada la museo del monstruo.
Una casa sospechosa de ser habitada por una entidad demoníaca ha sido demolida después de años de actividad.
La casa fue anteriormente el hogar de Latoya Ammons y sus tres hijos que todos reportaron haber experimentado una amplia gama de agresiones y fenómenos paranormales mientras vivían allí.
Hace dos años una serie de informes oficiales de policía parecían corroborar las afirmaciones de la madre de 32 años de edad, ocurrían trastornos inexplicables e incluso la supuesta posesión de su hijo más pequeño. En los documentos se describe la forma en que la familia había sido acosada por sonidos extraños y una fuerza invisible que según el informe lanzó los niños contra una pared en más de una ocasión. las perturbaciones sólo se detuvieron cuando la familia finalmente se mudó.
La casa más tarde llegaría a ser comprado por la suma de $ 35.000 USD por el investigador paranormal Zak Bagans, el anfitrión y productor del programa de televisión Ghost Adventures. Ahora, después de la filmación de un documental en el edificio, Bagans ha revelado que él tiene tomada la decisión de demoler la casa debido a la actividad perturbadora que había experimentado allí.
"Algo estaba dentro de la casa que tenía la capacidad de hacer cosas que nunca he visto antes, cosas tan increíbles que no se pueden explicar bien ", dijo. " Siempre había algo que era muy oscuro, pero muy inteligente y poderoso ".
El documental que detalla sus experiencias en la casa se dará a conocer a finales de este año.
A house suspected of being haunted by a demonic entity has been demolished following years of activity.
The house was previously the home of Latoya Ammons and her three children who all reported experiencing a wide range of disturbing paranormal phenomena while living there. Two years ago a series of official police reports seemed to corroborate the 32-year-old's claims of unexplained disturbances and even the alleged possession of her youngest child.
The documents described how the family had been besieged by strange sounds and an unseen force which was reported to have thrown the children against a wall on more than one occasion.
The disturbances only stopped when the family eventually moved out.
The house would later go on to be purchased for the sum of $35,000 by paranormal investigator Zak Bagans, the host and producer of the Ghost Adventures television show.
Now after filming a documentary in the building, Bagans has revealed that he has taken the decision to have the entire thing knocked down due to the disturbing activity he had experienced there.
"Something was inside that house that had the ability to do things that I have never seen before, things that others carrying the highest forms of credibility couldn’t explain either," he said.
"There was something there that was very dark yet highly intelligent and powerful."
Durante la primavera de 1953, la Comisión de Energía Atómica y el Departamento de Defensa efectuaron una serie de pruebas de armas nucleares en el campo de pruebas de Nevada (EE.UU.). Esta serie de pruebas se llamó Operación Upshot-Knothole, en las zonas áridas del desierto conocido como Yucca Flats y Frenchman Flats. El objetivo era probar un cañón atómico que disparaba obuses de artillería nucleares sobre una zona en el desierto construida con gente y casas falsas.
Arthur G. Stansel, un ingeniero mecánico, fue empleado por el "Air Force Materiel Command" (Mando de material de la Fuerza Aérea)en la base aérea de Wright-Patterson en Dayton, Ohio para probar motores de avión para la Fuerza Aérea de los EE.UU. Él fue enviado en calidad de préstamo a la Comisión de Energía Atómica y lo designaron como ingeniero de proyectos para participar en Operación Upshot-Knothole en el campo de pruebas de Nevada. Sus funciones allí eran examinar los efectos de la explosión atómica disparada por el cañón atómico, tales como la fuerza de impacto a diferentes velocidades sobre varios objetos, materiales, estructuras y edificios. Él había desarrollado sus propias técnicas para tales análisis.
Stansel nunca llegó a efectuar la décima prueba, pautada para el 21 de mayo, porque el destino le reservó un evento inesperado en su vida ese día. Arthur Stansel entró ese día a una nueva realidad de proporciones cósmicas... y su vida jamás fue la misma desde entonces.
Abajo se encuentra el relato de Arthur Stansel sobre su avistamiento del ovni estrellado en Kingman cuando Raymond E. Fowler, un respetado ufólogo, lo entrevistó el 16 de mayo de 1973. El siguiente relato fue traducido por Nelson C. Rivera (PRUFON).
"Yo era ingeniero de proyectos en un contrato de la Fuerza Aérea con la Comisión de Energía Atómica en 'Operación Upshot-Knothole.' Mi trabajo consistía en la medición de los efectos de la detonación sobre varios tipos de edificios especialmente construidos para las pruebas.
"El 20 de mayo de 1953, trabajé la mayor parte del día en Frenchman Flat. Por la tarde, recibí una llamada telefónica del director de las pruebas, el Dr. Ed Doll, informándome que tenía que ir a un trabajo especial al día siguiente. En el día siguiente, alrededor de las 4:30 pm (16.30 horas), me presenté para el servicio especial y me condujeron a la base aérea de 'Indian Spring'cerca del campo de pruebas donde me uní a unos otros quince especialistas.
"Nos dijeron que dejáramos todas nuestras pertenencias de valor en custodia de la policía militar. Dejé mi billetera, reloj, pluma y otras cosas que no recuerdo. Nos pusieron entonces en un avión militar y volamos rumbo a Phoenix. No estábamos permitidos a fraternizar.
"Ahí nos pusieron en un autobús con otros miembros del personal que ya estaban allí. Las ventanas del autobús estaban ennegrecidas de tal modo que no podíamos ver adonde íbamos. Viajamos por unas cuatro horas. Creo que estábamos en la zona de Kingman, Arizona, que está al noroeste de Phoenix y no muy lejos del campo de pruebas atómicas de Nevada. Durante el viaje en autobús, un coronel de la Fuerza Aérea nos dijo que un vehículo súper-secreto de la Fuerza Aérea se había estrellado y como éramos especialistas en diferentes campos específicos, querían que investiguemos el choque desde el punto de vista de nuestra especialidad y nada más.
"Finalmente, el autobús se detuvo y desembarcamos uno por uno a la vez que nuestros nombres fueron llamados, y la policía militar nos escoltó a la zona que íbamos a inspeccionar. Dos focos se dirigían hacia el objeto que se estrelló, que estaba rodeado de guardias. Las luces eran tan brillantes que era imposible ver el área circundante. El objeto era oval y parecía dos platillos profundos, uno invertido sobre el otro. Tenía unos treinta pies (9 metros) de diámetro con superficies convexas, arriba y abajo. Estas superficies tenían unos veinte pies (6 metros) de diámetro. Parte del objeto se había hundido en el suelo. Estaba hecho de un metal plateado opaco como el aluminio pulido. El metal era más oscuro que los 'labios' del platillo que formaban un borde, alrededor de lo que parecían ranuras. Una escotilla abierta curvada se encontraba en el extremo delantero y bajada verticalmente. Había una luz que venía de adentro, pero podría haber sido instalada ahí por la Fuerza Aérea.
"Mi trabajo en particular era determinar del ángulo y la profundidad del impacto en la arena, cuáles eran las velocidades delanteras y verticales del vehículo en el momento del impacto. El impacto había forzado el vehículo aproximadamente veinte pulgadas (50 centímetros) en la arena. No había tren de aterrizaje. También no habían marcas o abolladuras en la superficie, que yo recuerde - ni siquiera rasguños. Preguntas que no tenían nada que ver con nuestras especialidades específicas, no fueron contestadas.
"Un policía militar armado vigilaba una tienda de campaña instalada cerca. Logré echar un vistazo dentroen cierta ocasión y vi una criatura de cuatro pies de altura, vestido con un traje de aspecto metálico plateado. La piel de su rostro era marrón oscuro. Esto puede haber sido causado por la exposición a nuestra atmósfera. Tenía un dispositivo de casquete metálico en su cabeza.
"Tan pronto como cada persona terminó su tarea, nos entrevistaron con un magnetófono (grabadora de cinta) y nos escoltaron hasta al autobús. En el camino, logré hablar brevemente con otra persona que me dijo que echó una miradita rápida dentro del objeto y vio a dos asientos de aspectos giratorios, así como instrumentos y pantallas. Un aviador, dándose cuenta que estábamos hablando juntos, nos separó y nos advirtió que no hablara con los demás.
"Después de haber regresado al autobús, el coronel de laFuerza Aérea que mandaba nos hizo levantar la mano derecha y jurar que no revelemos lo que habíamos experimentado. Me mandaron a escribir mi informe a mano y no mecanografiarlo o reproducirlo. Me dieron un número de teléfono para que llame cuando el informe esté listo. Llamé al número y un aviador recogió el informe. Nunca había encontrado ni hablado con ningún otro investigador. Yo no los conocía, aunque creo que reconocí las caras de dos oficiales. Uno era de la base aérea Griffiss en Rome, Nueva York, y el otro estaba involucrado con el 'Air Force Special Weapons Group' (Grupo de Armas Especiales de la Fuerza Aérea) con sede en Albuquerque. Después vi y reconocí el coronel que mandaba en una película sobre el Proyecto Libro Azul".
¿Quién era Arthur Stansel?:
Ahora bien; ¿quién era Arthur G. Stansel, y más aún, por qué se le comisionó para efectuar tal análisis? Al respecto a esto, debemos decir que el Sr. Stansel no era cualquier testigo ordinario de un evento extraordinario. Él era un profesional muy respetado como se indica a continuación:
Arthur G. Stansel nació el 6 de noviembre de 1924 en Dayton, Ohio (EE.UU.). Durante la Segunda Guerra Mundial, él sirvió en el ejército de los Estados Unidos en el teatro europeo donde fue herido varias veces, incluso en la invasión de Normandía (Francia) y en la Batalla de las Ardenas. Él fue un recipiente del Corazón Púrpura tres veces. Luego entró a la Universidad de Miami del estado de Ohio donde se graduó en 1948 con una licenciatura en matemáticas y física. También obtuvo una maestría en ingeniería diésel en la Universidad Estatal de Carolina del Norte.
Entre junio de 1949 y enero 1960, Stansel ocupó varios puestos de ingeniería y de administración en la base aérea Wright-Patterson en Dayton, Ohio. Durante el período que ocurrió el incidente, trabajaba en lo que era conocido como el "Air Force Materiel Command" (Mando de material de la Fuerza Aérea), dentro de la Oficina de Estudios Especiales. Allí también estaba involucrado en muchos programas históricos, incluyendo algunos aspectos del famoso Proyecto Manhattan. Sus funciones especiales en ese momento incluían el diseño de ingeniería de células de ensayos para motores de la Fuerza Aérea, el desarrollo de técnicas para determinar los efectos de la detonación sobre los edificios y estructuras. Stansel también contribuyó al estudio y diseño de los trenes de aterrizaje de aviones. Esta tarea lo llevó a Groenlandia y el Polo Sur. Desde estos puestos subió hasta convertirse en jefe de "alighting devises" (dispositivos para apearse) dentro del laboratorio de aviación llamado"Wright Air Development Center". Esta posición lo llevó al puesto de gerente en la base aérea Wright-Patterson.
La base aérea Wright-Patterson lo envió en calidad de préstamo a la Comisión de Energía Atómica, para una misión especial en el campo de pruebas atómicas en Nevada. Entre sus tareas allí, era el estudio de los efectos de la detonación atómica en estructuras especialmente durante la Operación Upshot-Knothole en el campo de pruebas atómicas de Nevada. En esta tarea, él fue testigo de varias explosiones atómicas experimentales de corta distancia cuando un cañón atómico disparaba obuses nucleares de artillería donde habían edificios construidos para tales pruebas.
En el momento de su experiencia ovni, él y otros especialistas de diferentes campos les encomendaron a investigar el supuesto "vehículo súper-secreto de la Fuerza Aérea", que se había estrellado y se les ordenó investigar el choque desde el punto de vista de su especialidad y nada más. Su trabajo en particular era determinar, del ángulo y la profundidad del impacto en la arena, cuáles eran las velocidades delanteras y verticales del vehículo en el momento del impacto.
En años posteriores, trabajó en diferentes empresas de ingeniería civiles con contratos de defensa en la ciudad de Nueva York y Nueva Jersey. Llegó a Nueva Inglaterra en la década de 1960 como un empleado de la compañía Raytheon en Bedford, Massachusetts. Su carrera interesante y variada en la ciencia y de la ingeniería continuó, y los próximos doce años los pasó como ingeniero principal del programa espacial Apolo de Raytheon y 15 años como director de programa "GTE Sylvania's Apollo software support" (soporte de software apolo de GTE Sylvania). Se jubiló de la compañía GTE Sylvania en Needham en 1987 y se mudó a New Ipswich, Nueva Hampshire, donde falleció el 3 de diciembre de 2006 a la edad de 82 años.
Stansel firma una declaración jurada:
Años después, Stansel le firmó una declaración jurada a Fowler con sus afirmaciones, pero esta vez añadió otros detalles importantes que había omitido antes. En la declaración jurada reveló también lo siguiente traducido:
"Yo, Arthur G. Stansel, juro solemnemente que durante una asignación especial con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos el 21 de mayo de 1953, asistí en la investigación de un objeto desconocido que se estrelló cerca de Kingman, Arizona.
"El objeto fue construido de un metal desconocido que parecía de aluminio cepillado. Había impactado 20 pulgadas (51 centímetros) en la arena sin ningún signo de daño estructural. Era ovalado y unos 30 pies (9 metros) de diámetro. Una escotilla a un pasillo había bajado verticalmente y se abrió. Era de unos 3½ pies (un metro) de alto y 1½ pies (45,72 centímetros) de ancho. Tuve la oportunidad de hablar brevemente con alguien del equipo de especialistas que realmente miró adentro sólo brevemente. Él vio dos asientos giratorios, una cabina ovalada, y un montón de instrumentos y pantallas.
"Una tienda de campaña instalada cerca del objeto, albergaba los restos del único ocupante de la nave. Tenía unos 4 pies (1,21 metros) de altura, tez morena oscura y tenía 2 ojos, 2 narinas, 2 orejas, y una boca pequeña y redonda. Estaba vestido con un traje metálico plateado y llevaba un casquete del mismo tipo material. No tenía la cara cubierta o casco.
"Certifico que la declaración anterior es verdadera afijando mi firma en este documento el día 7 de junio de 1973".
Véase el documento actual abajo:
Arriba: declaración jurada de Arthur Stansel
Junto a la declaración con las nuevas informaciones, Stansel entregó a Fowler el boceto del ovni tal y como lo había visto y otro dibujo con la escena del choque como la recordaba. Además le entregó fotocopias de dos páginas de su diario personal, en las que anotó las ocurrencias de los días 20 y 21 de mayo de 1953, las cuales aún guardaba como recuerdos.
Originalmente Fowler identificó a Stansel en su informe a la organización conocida como NICAP (Comité Nacional de Investigación de Fenómenos Aéreos) y en su libro "Casebook of a UFO Investigator" con el pseudónimo de "Fritz Werner", aunque en el informe de NICAP aparecía el nombre verdadero del científico. Fowler dijo: "En 1973, me acerqué aún más a documentar la realidad de los ovnis estrellados, con una declaración jurada firmada por un presunto miembro de un equipo de investigación de la Fuerza Aérea de los EE.UU. Él debe permanecer anónimo; Le cambié el nombre a Fritz Werner" (su verdadero nombre es Arthur Stansel).
Con esta información un investigador de nombre Harry Lebelson y un productor de la "ABC Network News", John Fielding, se comunicaron con Raymond E. Fowler y eventualmente con el propio Arthur Stansel, quien amablemente permitió que filmaran una extensa entrevista donde reveló todo lo que sabía sobre los hechos del ovni estrellado en Kingman, Arizona.
Todo lo que reveló Stansel era de una enorme importancia para la investigación ovni, pero ¿podría probarse, habría corroboraciones o testigos alternos del evento?
Aparentes corroboraciones:
En una entrevista hecha por el investigador Harry Lebelson en noviembre de 1990, el Sr. Bill Beers, un piloto de 20 años, un periodista y un ex escéptico, que previamente se había burlado de las historias de ovnis, declaró lo siguiente:
"En 1953, yo era un escritor para el periódico 'Arizona Prescott Evening Courier'. El incidente que informé describía mi avistamiento de platillos volantes a eso de las 11 de la mañana, del 21 de mayo de 1953.
"En ese entonces yo era presidente de un club deportivo y celebraba un concurso de pesca para niños el día antes del avistamiento.
"La comisión de Juegos y Pescas había preparado para la competencia en un riachuelo a unos 32 kilómetros de Prescott. El club tenía una estipulación acordada con los dueños de las propiedades de que nosotros limpiaríamos todo al final del evento. Fui a la zona con dos amigos, Ray Temple (un empleado de la oficina de correos), y con O. Ed Olson para ver si la comisión que debía limpiar había completado su trabajo. Luego que revisamos, Temple decidió armar una vara para pescar. Levantó la vara para alinear las guías y al mirar sobre ellas me dijo, 'Tú eres un piloto, ¿qué es eso?' Miré al cielo y dije, 'Son sólo gaviotas.' El comentó, '¿Gaviotas? ¡No, hombre! ¡Mira otra vez!' Entonces miré y vi que no eran gaviotas. Eran ocho discos blancos. Saltaban como si alguien los manipulara. Los observé durante mucho tiempo y, uno tras otro, velozmente, pasaron como un rayo y se perdieron de vista. Sin conocer el tamaño de los objetos, es difícil decir a qué altitud se encontraban. Supongo que estaban a una altitud de unos 10.000 pies (3048 metros) en el aire."
"Cuando regresé, informé el incidente a las autoridades. Poco después, como una semana o dos, alguien del club de montaña reportó haber visto un enorme objeto con forma de cigarro en la zona."
Los tres hombres dijeron que dos de los discos se mantuvieron estacionarios y parecían estar sirviendo como guardias mientras que los otros seis discos maniobraban juntos de un modo que no podría ser duplicado por un avión. Después de actuar por una hora completa, los ocho discos se dispararon uno tras otro hacia Prescott.
Como Beers era un escritor para el periódico'Prescott Evening Courier', escribió sobre el avistamiento, que apareció en la primera página del periódico escrito, "Flying Saucers Return to Prescott" (Platillos volantes vuelven a Prescott). (Véase la imagen del papel a la izquierda)
El periódico 'Prescott Evening Courier' había citado a Beers diciendo:
"Las seis naves caían dando vueltas en formación, rompieron su formación y se aceleraron para subir y bajar verticalmente de un modo que no podría ser duplicado por un avión. Cuando se movían, su velocidad variaba de muy lenta a más rápida que un avión de reacción.
"Estoy más que convencido de que lo que vimos fue una especie de naves espaciales desconocidas para el público, porque ningún avión podía actuar como los discos que vimos."
Beers dijo que era conocimiento bastante común en aquellas partes, que un ovni se había estrellado mayo 1953 en Kingman, Arizona. Un coronel de la base aérea Wright-Patterson había llegado a Prescott después de ese avistamiento y trató de convencer a Beers que él no vio los ovnis.
Frank Herrmann, en julio de 1990, declaró por su parte que:
"Este tipo, Lloyd Hoffman, me dijo que había visto un objeto grande de forma redonda como un platillo, chocar en el desierto cerca de Kingman, Arizona. Esto fue en el 1953. Él estaba mirando el paisaje en ese momento en un lugar llamado Dutch Flats.
"Él me dijo: 'Yo estaba de pie y esa cosa, este enorme objeto redondo, en forma de un platillo, se vino de punta y chocó en una región en el lado oeste de las montañas Hualapai.' Dijo que había reportado el hecho y poco después, personal militar cerró la zona y bloqueó su acceso. Ahí habían antes aeropuertos auxiliares en el lado noreste del camino. Ocurrió sobre uno de ellos en una región que está a corta distancia de Yucca Road (carretera Yucca), que va hacia Alamo Road (carretera Álamo). El sitio está al este. En 1976, vi el lugar donde se estrelló cuando Hoffman me lo mostró. Los dos llevamos detectores de metal, pero no encontramos fragmentos de nada. Supongo que había pasado mucho tiempo."
Otras informaciones surgieron de investigaciones posteriores. Pero en 1991 un informante confidencial, un ex militar, ofreció una pieza de evidencia muy importante sobre los acontecimientos de Kingman en 1953, un documento que había recibido, años antes, de un general de dos estrellas residente en Anaheim, California.
El general, conocido suyo, aseguraba que él estaba a cargo de operaciones de recuperaciones de ovnis estrellados, y le entregó un boceto que hizo de una supuesta criatura extraterrestre sacada de un platillo volador estrellado en Kingman. El boceto era una copia de 8.5" (21,59 cm) x 11" (27,94 cm) de un dibujo hecho por un militar en la escena, y al parecer mostró el ser recogido de la nave.
Otros informes de testigos:
Otra historia apoyando el accidente cerca de Kingman, llegó al ufólogo Len Stringfield en 1977. Un hombre que estaba en la Guardia Nacional de Wright-Patterson, afirmó que él fue testigo de una entrega en la "escena de un accidente en Arizona" en 1953. Dijo que tres cadáveres habían sido recuperados, se envasaron en hielo seco y que eran de cuatro pies (1,2 metros) de altura, cabezas grandes y piel pardusca.
Desde entonces, varios otros testigos se han presentado, pero aún no hay información detallada hecha al público:
Un hombre que dijo que su padre le había contado la historia como una confesión en el lecho de muerte, relató una historia casi idéntica al investigador Charles Wilhelm en 1966.
En 1995, un hombre que respondía por el nombre en clave de Jarod-2, contactó la publicación de Internet "The Rat Groom Lake Desert" (http://www.ufo-mind.com/area51/) y les dijo que él había trabajado para Fuerza Aérea de los EE.UU. en un proyecto secreto que era un intento de construir un simulador de platillo volador. El proyecto había comenzado a finales de la década de 1940 y se había recogido materiales de los dos accidentes de Roswell y Kingman.
Detalles descritos en el boceto:
Arthur G. Stansel hizo bocetos del extraterrestre y de la nave que él atestiguó, incluyendo una serie de anotaciones que él escribió en ambos lados (ver el dibujo a la izquierda). A continuación traducimos estas anotaciones del inglés para ustedes:
La cabeza (del ser) era relativamente grande para la anatomía del cuerpo. Aparentemente herida en el tope de la cabeza. Rigor mortis en la estructura de los párpados. La herida de la cabeza hacia difícil examinar los ojos. La piel en el tope de la cabeza y la mejilla izquierda estaban descoloridas. Un líquido viscoso salía por uno de los pequeños orificios nasales.
Ojos extremadamente grandes. Pupila elíptica casi no visible. Los ojos se estiraban hacia los lados de la cabeza.
La estructura del cuello muy floja, posiblemente rota.
Sin lóbulos en los oídos o estructuras exteriores excepto por un pliegue. Área descolorida y oscura alrededor del oído izquierdo. Decoloración y herida aparente en área del hombro izquierdo.
Un posible digito muy golpeado. Membrana entre los dedos de la mano. Móvil, menos densa que la membrana entre dedos de los pies.
Órganos sexuales muy bulbosos, extremadamente pequeños.
La vestimenta había sido removida - extremadamente olorosa.
Temperatura exterior: 94.50° Fahrenheit (34.722 grados Celsius)
Largura del cuerpo: 3' 10.75" (casi un metro)
Peso aproximado: 33.50 libras (15.195 kilogramos)
Temperatura superficial de cuerpo: 87.40° Fahrenheit (30.778 grados Celsius)
Descoloración cutánea extrema en área de las rodillas.
Dientes no visibles.
Estructura superficial de la piel más durable y seca. Áreas húmedas en la región de la ingle y las nalgas. Esta humedad es más olorosa y oscura que el líquido exudado por la nariz.
La estructura ósea parece ser más dura que el cartílago, pero no tan fuerte como el hueso.
Uñas tipo garras, extremadamente afiladas.
No hay musculatura superficial.
Vello superficial cutáneo extremadamente fino, como la pelusilla del melocotón, sobre el área de las muñecas y área púbica. Las áreas con heridas muestran edema y grados variados de rasguños. No puedo discernir el tono normal de la piel. El tono de piel variaba de uno grisáceo-blancuzco al marrón claro. Las rodillas y codo se veían levemente más pálidos.
Conclusión:
Raymond E. Fowler hizo varias comprobaciones de la integridad de Arthur G. Stansel y todos los que lo conocieron, dijeron que él era un hombre de gran integridad y de capacidad científica. Él era un hombre honorable que no tenía nada que ganar para inventarse historias de platillos voladores y seres extraterrestres. Como científico e ingeniero, él ha trabajado para unos de los proyectos militares más significativos durante la Guerra Fría y tenía múltiples testigos que más tarde se dieron a conocer para corroborar su extraordinaria experiencia en Kingman. Me parece una coincidencia que ese accidente ocurrió cerca de un campo de pruebas de bombas nucleares como en el caso de Roswell, que no estaba lejos de la primera detonación nuclear en Nuevo México. La descripción del ser que murió en el ovni estrellado en Kingman es similar a otros supuestos accidentes de ovnis en los Estados Unidos, tales como los del caso de Roswell, en Nuevo México o el de Nuevo Laredo, en Texas. En todos ellos se hacen referencias a seres de unos tres a cuatro pies de alto, con cabezas grandes y grandes ojos almendrados, y claro está, de piel sumamente pálida.
Aunque la tecnología de los ovnis es muy adelantada, estas naves sufren desperfectos y daños y que sus ocupantes no son invencibles, que son tan mortales y falibles como nosotros.
De acuerdo a los numerosos accidentes de ovnis, hay que atenerse al hecho de que estos seres espaciales no son dioses y son inmortales. Sus naves espaciales son tan falibles y tan destructibles como nuestros propios aviones. Si algún día, intentan invadir la Tierra ahora estamos conscientes de que sus naves pueden ser destruidas y que pueden ser matados y tal vez derrotados. Por supuesto, no sabemos qué tipo de armas pueden poseer ya que son más avanzados que nosotros.