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lunes, 30 de junio de 2014

La Batalla de Los Ángeles Ataque extraterrestre

La Batalla de Los Ángeles Ataque extraterrestre

Los medios impresos suelen emplear nombres exagerados para referirse a ciertas personas o eventos en un intento de atraer la imaginación popular y garantizar la máxima difusión de la publicación.

En el caso de la "Batalla de Los Ángeles" el evento fue tan espectacular que el nombre era el detalle menos importante.
En la noche del 24 de febrero de 1942, varios residentes de Los Ángeles vieron objetos brillantes volando sobre sus cabezas.
La histeria fue general y muchos enlaces para servicios de emergencia de la ciudad de Los Ángeles estaba bajo el mando de los militares.
Las fuerzas armadas ordenaron un apagón general en la ciudad en un intento de identificar mejor la luz de los objetos voladores.
batalla de los angeles
La foto de arriba, cubría las portadas de todos los periódicos nacionales de la época.
Según la Fuerza Aérea, los objetos se movían a poco más de 300 km / h. A continuación, la Brigada de Artillería de Marina posiciono sus armas (cañones antiaéreos cuya munición eran cargas explosivas de 6kg) y comenzó a lanzar un ataque a los objetos. Más de 1.400 disparos fueron hechos, y sin embargo, los objetos voladores nunca cayeron.
Cinco personas murieron de ataques al corazón durante el drama y varios coches y edificios fueron dañados por fuego antiaéreo que finalmente cayó en la ciudad.
Al día siguiente, las pretensiones de las autoridades fueron conflictivas. Algunos afirmaban que esto era solo una "falsa alarma causada por el nerviosismo de la guerra" sin dar más detalles sobre la identidad de los objetos.
Otros dijeron que eran globos japoneses, sin explicar cómo los globos se moverían a 300 kilómetros por hora.
Después de algunos comentarios más extravagantes, los militares decidieron la excusa oficial de que los objetos fueron aviones japoneses designados a volar sobre los cielos de Los Ángeles, con el objetivo de causar temor en suelo americano y bajar la moral del país.
Bueno, eso no tiene sentido ¿Cómo esos aviones sobrevivieron varias horas de intenso bombardeo sin hacer maniobras evasivas de cualquier tipo?
También el gobierno japonés negó su participación en el misterio de la época, y lo sigue haciendo hoy en día.

martes, 24 de junio de 2014

El caso del ovni estrellado en Puebla



Hacia las 5:55 y 6:05 de la mañana de aquel 29 de julio de 1977, decenas de personas pudieron observar sobre el cielo de la capital mexicana, tres luces que volaban a gran velocidad, las cuales llevaban una dirección de Sur a Norte. Las primeras personas que tuvieron oportunidad de observar tan singular espectáculo, eran los jóvenes que esperaban una ficha para realizar el examen de la E.N.E.F. (Escuela Nacional de Educación Física), que junto con sus padres, en algunos casos quedaron sorprendidos.


Aquel fue el primer reporte de avistamiento, también los trabajadores de Mexicana de Aviación que realizaban trabajos en la parte alta del edificio, notificaron el paso de los OVNIs.


Cabe mencionar que las publicaciones que dieron seguimiento al caso, desde su inicio hasta su supuesta terminación, fueron las revistas “Contactos Extraterrestres” y “Duda”. Los reportes sobre el avistamiento seguían llegando, tanto a las oficinas de redacción como a varios periódicos, que posteriormente veremos aportaron mucha información que no fue dada a conocer en las citadas revistas.


Los reportes se sumaron de zonas de la ciudad como: Villa Coapa, Estadio Azteca, Palacio de los Deportes (lugar donde estaban reunidos los aspirantes a la Escuela de Educación Física), zona de Xola e Insurgentes. En la esquina de estas calles, la Srita. Patricia Robles afirmó que pudo observar el paso en el cielo de tres luces, las cuales parecían que llevaban una competencia entre ellas. Como se sabe, casi el 90% de los mexicanos a esas horas ya están en camino a sus trabajos, y tomando en cuenta el tamaño de la Ciudad de México, el número de testigos del paso de los OVNIs, del 29 de julio, debió sumar cientos de personas.


Desde el aeropuerto, que por años ha sido punto neurálgico de observación y vigilancia del área del Valle de México, aquella mañana no iba a ser la excepción; según un reporte, la Comandancia del Aeropuerto fue puesta en aviso de los hechos ocurridos sobre la Ciudad de México.


Pero ¿qué era lo que exactamente habían visto?


El 99% de los testigos afirmaron haber observado tres esferas plateadas que irradiaban gran luminosidad, las mismas se desplazaban muy rápido en el cielo y dejaban tras de sí una especie de estela.



Dos fotografías correspondientes a la película tomada por Abel Salazar
Revista “Duda” del 3 de mayo de 1978


Para los testigos de este fenómeno era claro que aquello que observaron no era ni un avión ni un helicóptero, ni un meteoro, ni mucho menos como la afirma un escéptico, parte de un cohete impulsor ruso que escogió la República Mexicana; pasearse por varios estados de la misma, realizar competencias con otros restos de cohete y estrellarse antes de dejarse ver por tripulantes de un jet argentino de pasajeros. Increíble ¿no?


Pero la actividad OVNI no sólo se llevó a cabo dentro de la ciudad y sus alrededores; los OVNIs estuvieron activos en esa semana y en la subsecuente.


En el periódico “Excélsior” de fecha 31 de julio de 1977 fue publicada la siguiente noticia, que posteriormente coincidió con los OVNIs observados en la Ciudad de México:


Testimonios de que vieron OVNIs en Córdoba, Ver.
Córdoba, Ver. 30 de julio


Objetos voladores no identificados (OVNIS) fueron vistos en el cielo de esta población según reporte hecho por varios testigos ante las autoridades de la población. De acuerdo con lo señalado eran siete los aparatos que sobrevolaron dejando una estela luminosa. Vecinos de la zona “Dos Caminos” indicaron que los OVNIs primero eran tres, pero posteriormente se sumaron cuatro más.


En el Club Campestre Cordobés, se informó que el fenómeno no es nuevo, pero que durante este día no se había visto nada.- León Ruiz Ponce (Corresponsal).


Como puede leerse, también en Veracruz se observaron OVNIs, y lo que más llama la atención, es que la descripción de los observadores en Veracruz es muy similar a los vistos en la Ciudad de México, léase la parte: “ERAN SIETE APARATOS QUE SOBREVOLARON DEJANDO UNA ESTELA”.


Los OVNIs que sobrevolaron el D.F. esa mañana, eran exactamente iguales a los descritos en la nota periodística. Los reportes, como lo indicamos, se empezaron a agrupar en las redacciones de varios periódicos, entre ellos:


La Prensa, El Sol de Mediodía, Ovaciones 2ª. Edición, El Nacional y Excélsior, en los mismos se comunicaba el avistamiento masivo y en días posteriores se conocieron pormenores del choque del OVNI.


Dentro de la historia del fenómeno OVNI, que se recuerde, nunca antes tantos medios escritos como electrónicos, dieron tanto tiempo y espacio sobre el tema. Inclusive la noticia se difundió también a través del noticiero de Televisa “Hoy Mismo” con Guillermo Ochoa.






La filmación de los OVNIs


Aquella mañana del 29 de julio de 1977 muchos elementos se conjugaron para que este caso mexicano fuera el caso perfecto, el equipo técnico de Estudios América se encontraba por el sur de la ciudad, en la zona de Villacoapa y el equipo en sí tenía que filmar algunas escenas del amanecer, de lo que sería el final de la película “Picardía Mexicana”, la cual era dirigida por el desaparecido Abel Salazar. Los participantes de las últimas escenas eran el cantante Vicente Fernández y la actriz Jacqueline Andere, los acompañaba el escritor del libro Armando Jiménez.


El equipo técnico, camarógrafos, microfonistas, iluminadores y demás personal se les envió a la parte alta de la casa, a la azotea, para que realizaran la filmación del amanecer, que sería incluido en la película.


Los profesionales esperaban captar las primeras luces del nuevo día, cuando de pronto uno de los técnicos detectó visualmente una especie de explosión al sur de la ciudad.


Todos los presentes, asombrados, trataron de buscar la fuente de aquella explosión en el cielo; inmediatamente observaron tres objetos a gran velocidad que se dirigían de Sur a Norte, los mismos eran, según los testigos, de forma esférica, irradiaban gran luminosidad. Los tres objetos, al parecer, realizaban una carrera, los OVNIs se alcanzaban y se rebasaban ante el asombro de todos y acertadamente el Sr. Abel Salazar ordenó inmediatamente al camarógrafo que filmara aquellos objetos; Javier Cruz, quien era el camarógrafo, obedeció la orden y logró uno de los testimonios más importantes en la historia del fenómeno OVNI, lograr filmarlos en pleno vuelo con película de 35 milímetros.





Posteriormente, según investigación de Fernando J. Téllez, unas 14 personas, aparte del director, los actores y técnicos pudieron ver perfectamente el paso de los OVNIs.


Los OVNIs son vistos por pilotos


No sólo los OVNIs pudieron ser observados desde tierra o captados por los radares, también durante la mañana del 29 de julio de 1977 fueron vistos por las tripulaciones de aviones mexicanos y en especial por uno de Argentina. En el periódico “Diario de la Tarde” se informaba en su edición de esa tarde, en una nota firmada por el reportero Rubén Serratos Escamilla, que la tripulación de un avión Boeing 707 de Aerolíneas Argentinas, el cual volaba al sureste del país en la radial 60 a 500 kilómetros hacia el noroeste, exactamente sobre el estado de Oaxaca, pudieron observar un OVNI, el cual se desplazaba a gran velocidad sobre la radial 60 y que el mismo se empezaba a desintegrar.


La tripulación del Boeing 707 de Aerolíneas Argentinas, vuelo 371, estaba integrada por:


Comandante Sartori, Primer Oficial Hellou y el Segundo Oficial Betelu, el avión argentino había despegado del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez”, y el encuentro con el OVNI lo tuvo sobre Oaxaca a las 8:55 de la mañana aproximadamente, ya que el comandante del 707 reportó a las 9 de la mañana el OVNI al Centro de México, en especial a RAMSA (Radio Aeronáutica Nacional S.A).


Los operadores de la Torre de Control del Aeropuerto afirmaron que los comandantes y tripulaciones de aviones de pasajeros de las líneas aéreas mexicanas, Aeroméxico y Mexicana, realizaron detallados informes y reportes sobre OVNIs observados en las zonas de las costas de Veracruz y Campeche.


A la vez, Radio Aeronáutica S.A., dio todo su apoyo para investigar las observaciones de OVNIs; en efecto, en una actitud que no se había presentado antes por un organismo gubernamental. Tuvo su excepción, tal vez, por tantos reportes dados por pilotos, que la autoridad aeronáutica tomó cartas en el asunto.


¿Chatarra espacial?


El 12 de julio de 1979 una noticia daba la vuelta al mundo, el laboratorio espacial norteamericano Skylab retornaba a la Tierra envuelto en llamas. En días previos la expectación era muy grande a nivel mundial, ya que no se sabía dónde iba a caer la gigantesca mole de trozos de metal. Ahora sabemos que casi el 99% del laboratorio cayó como un cometa brillante en la parte central y sureste de Australia.


En el año 1991 se presentó un estudio realizado por el especialista Don Bracions, sobre el total de materia (basura) que se encuentra en órbita alrededor de nuestro planeta y que va desde tornillos, guantes, pernos, hasta satélites que han terminado su vida útil y actualmente vagan por el espacio (son miles de toneladas).


La principal amenaza es para los transbordadores espaciales ya que se han encontrado y chocado, en algunas ocasiones, con estos restos y en ciertas misiones de han visto obligados a cambiar su ruta en el espacio.


Estos desechos son un universo de partes, tanto pequeñas como grandes, algunos impulsores de cohetes ya consumidos colisionan entre sí. En algunos casos estos artefactos tienen tendencia a estallar unos meses después de su uso, cuando la corrosión permite que los tanques de los mismos se deterioren al grado de que se mezclen los restos de diferentes combustibles, originándose una llama que los destruye.
Referencia: http://www.artrev.8k.com/0000000664.htm


(Recordar que el Kosmos 929 fue lanzado desde Baikonur el 17 de julio de 1977 y reingresó a la Tierra en 1978)


Ruta del Kosmos 929 la mañana del 6 de agosto de 1977 (Europa)http://www.svengrahn.pp.se/trackind/Radiospec/Radiospec.htm


Por ejemplo, en el año de 1986 explotó el impulsor de un cohete Ariane, de la Agencia Espacial Europea, y puso en órbita una nube de residuos que siguieron girando alrededor del planeta a una altura de 400 y 1300 kilómetros.


En todos los años de la carrera espacial se han puesto en órbita, entre satélites y basura espacial, más de 17,500 objetos construidos por manos humanas, los cuales van desde pocos centímetros hasta decenas de metros, como la estación espacial MIR. ¿Cómo es posible que el Comando Estadounidense de Vigilancia del Espacio tenga un registro minucioso, si los choques entre restos de satélites y cohetes suceden con frecuencia, aumentándose el número de restos en el espacio?


Según los datos dados a conocer por el científico, el Comando Estadounidense de Vigilancia del Espacio recurre a un programa computarizado que permite “predecir probables colisiones entre transbordadores y basura espacial”, estos encuentros previstos son comunicados a la NASA para su evaluación y se tratan de elaborar trayectorias que los eviten. ¿Cómo pueden tener clasificados más de 17,500 restos de objetos que vuelan en el espacio? ¿Cómo afirmar que el objeto que se vio acompañado de otros dos similares el 29 de julio de 1977 era chatarra espacial, si los dos días posteriores se observaron también en varias partes de la República Mexicana?


Como parte final de este tema daré cabida a la información dada a conocer por el científico español Eduardo Bonus, quien habla sobre la chatarra espacial:


Una nave que llevara un satélite de unos 100 kilos se podría romper, en un principio en 104}5 pedazos de un centímetro, en órbitas circulares muy bajas. El regreso de esos restos a la atmósfera puede producirse en pocos meses. A los 400 kilómetros de altura los objetos permanecerán en órbita un año. A los 800 kilómetros, unos 30 años y a los 900 kilómetros de altura seguirán dando vueltas durante 50 años, no sabiéndose con exactitud en qué lugar caerán. (Recuérdese que no se sabía el lugar donde caerían los restos del laboratorio espacial Skylab, en el año 1979).


¿Realmente se estrelló un OVNI en la Sierra de Puebla?


Este es el título de un artículo escrito por el investigador Fernando J. Téllez, publicado en la revista argentina “Cuarta Dimensión” núm. 51, que dirige mi buen amigo Fabio Zerpa.


En este artículo, Fernando J. Téllez (quien escribía en Contactos Extraterrestres) informaba de un avistamiento efectuado el 29 de julio de 1977 en el estado de Puebla y de la posterior explosión y caída del aparato en la sierra del mismo nombre.


En el número 66 de la citada revista y bajo el título “¿Qué pasó realmente en la Sierra de Puebla?, el grupo de coordinación documental de ONIFE daba un resumen del caso y comunicaba un hecho sensacional, pese a que los primeros investigadores in situ no encontraron nada, posteriormente habían aparecido muestras del supuesto OVNI estrellado.


En su segunda parte el informe ONIFE dice lo siguiente:


Tres personas (dos de las cuales son maestros de escuela) procedentes del pueblo Filomeno Mata (estado de Veracruz), redactaron una carta que decía: “Se trata de la explosión del OVNI, o artefacto, como podría llamársele, que se registró en el mes de julio de este año 1977, en la Sierra de Puebla, y del cual investigadores de Contactos Extraterrestres, después de organizar varias expediciones, nos informan no haber encontrado vestigio alguno, por lo que nos servimos gustosamente hacer de su conocimiento que lo que se dice de la “desintegración en chispas del aparato” es cierto.


Una de esas “chispas” fue rescatada después de hacer contacto con el suelo: se trataba de un pedazo de lámina cuyo material francamente desconocemos, las autoridades del MUnicipio de Jopala, Puebla, la guardan y conservan, y nos aseguran que al momento de recogerla permanecía en estado de elevada temperatura…”


Por supuesto, con la llegada de esta carta comenzó nuevamente la investigación, esta vez en el pueblo de Jopala, Puebla, que se encontraba dentro del posible trayecto del objeto.


El presidente del pueblo Sr. Antonio Hernández García, poseía un trozo de metal que había caído del cielo, el día de la explosión, el cual en un principio se negó a dar, pero tras varias peticiones y reiterada insistencia cedió un pedazo de la mencionada lámina. (A los investigadores Pablo Latapí –hoy periodista de TV Azteca- y al Sr. Héctor Chavarría –investigador escéptico).


Según declaraciones del Sr. Miguel Cruz (propietario del lugar donde cayó la pieza metálica), oyó una explosión un día del mes de julio (no recuerda exactamente el día), y cuando miró al cielo vio que caían cosas que iban echando humo; tuvo que apartarse, pues uno de los trozos casi le cayó encima. Cuando quiso recogerlo ya no pudo, ya que estaba sumamente caliente.


Según el informe proporcionado por el ONIFE, al analizar el tramo de metal caído del cielo, se encontró que estaba compuesto por:
0.28% de Carbono
0.84% de Magnesio
1.13% de Silicio
0.77% de Cromo


Materiales utilizados solamente en hornos que soportan grandes temperaturas, de acuerdo a los datos proporcionados por los investigadores que cubrieron el caso del OVNI en Puebla… un caso que estuvo ligado a una oleada en varias partes del mundo, un caso donde todavía existen cabos sueltos.


Lo que es real, es que el 29 de julio de 1977, varios Objetos Voladores No Identificados sobrevolaron el espacio aéreo mexicano, fueron detectados por las pantallas del radar, observados por tripulaciones de aviones nacionales y extranjeros, y lo que nos llama la atención es que uno de ellos se estrelló en la Sierra de Puebla.





FUENTE

El caso Puebla… a 30 años

Por Alfonso Salazar Mendoza

extracto del el libro “Ovni Estrellado en Puebla”
Autor: Alfonso Salazar Mendoza

 Mina Editores


SI QUIERES LEERLO COMPLETO ACA.





El caso Puebla… a 30 años
Por Alfonso Salazar Mendoza

EL PROYECTO LIBRO AZUL

El Proyecto Libro Azul fue una serie de estudios sobre ovnis por parte de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF). Fue el segundo renacimiento de este tipo de estudio, comenzado en 1952, y estuvo activo hasta diciembre de 1969.


El objetivo del Proyecto Libro Azul era determinar si los ovnis eran una amenaza potencial para la seguridad nacional. Se recogieron, analizaron y archivaron miles de informes ovni. Este ha sido el último proyecto de la USAF relacionado con ovnis que se haya hecho público hasta ahora.
Según Ruppelt, hacia finales de 1951, varios generales de alto rango muy influyentes de la USAF estaban tan descontentos con el estado de las investigaciones ovni de las Fuerzas Aéreas que desmantelaron el Proyecto Grudge y lo sustituyeron por el Proyecto Libro Azul a principios de 1952. Durante el tiempo que duró Libro Azul, finalizado en 1969, se recogieron 12.618 informes ovni, y al final se concluyó que la mayoría eran malinterpretaciones de fenómenos naturales (nubes, estrellas, etc) o aviones convencionales. Unos cuantos fueron considerados fraudes. 701 casos —aproximadamente un 6%— fueron clasificados como inexplicables. Los informes fueron archivados y están disponibles bajo la Ley de Libertad de Información, pero los nombres de los testigos y otras informaciones personales han sido eliminados.
El primer jefe del proyecto fue el capitán Edward J. Ruppelt. Siguiendo sus órdenes, se creó un estándar para relatar los fenómenos. Ruppelt acuñó oficialmente el término "ovni" para sustituir a "platillo volante", más sugestivo y poco exacto, que había sido usado hasta entonces. Dejó las Fuerzas
 Aéreas algunos años más tarde, y escribió el libro The Report on Unidentified Flying Objects, que describía el estudio de los ovnis por parte de la USAF entre 1947 y 1955.
El astrónomo J. Allen Hynek era el consultor científico del proyecto. Trabajó para el proyecto hasta su conclusión y creó el concepto que hoy se conoce como "encuentros cercanos". Era un gran escéptico cuando comenzó, pero dijo que su escepticismo se suavizó durante la investigación, después del análisis de unos informes ovni que parecían inexplicables.



El Comité Robertson

En julio de 1952, después de haber recabado durante los meses anteriores información sobre cientos de avistamientos, se produjeron una serie de observaciones visuales coincidiendo con detecciones por radar cerca del Aeropuerto Nacional deWashington D.C. Estas observaciones condujeron a la CIA a establecer un comité de científicos que incluía a varios físicos, meteorólogos, ingenieros, y un astrónomo (Hynek), encabezados por el doctor H. P. Robertson, un físico del Instituto Tecnológico de California. El comité Robertson se reunió por primera vez el 14 de enero de 1953.
Ruppelt, Hynek y otros presentaron las mejores pruebas que habían sido recogidas por Libro Azul, incluyendo una filmación. Después de estar sólo 12 horas repasando 6 años de informaciones, el comité Robertson concluyó que la mayor parte de los casos ovni tenían explicación racional, y que todos podrían ser explicados con una investigación más profunda, que consideraron que no valía la pena.[cita requerida]
En su informe definitivo, resaltaron que había numerosos informes de poco valor sobrecargando los canales de inteligencia, lo cual acentuaba el riesgo de omitir una supuesta amenaza real a EEUU.
Por lo tanto, recomendaron a las Fuerzas Aéreas restar importancia al tema de los ovnis y emprender una campaña de desacreditación para disminuir el interés público, aconsejaron usar los medios de comunicación, incluyendo a la compañía Walt Disney, y a psicólogosastrónomos y famosos para ridiculizar el fenómeno y proponer explicaciones convencionales. Además, los grupos de aficionados al tema ovni "deberían ser vigilados debido a su potencial influencia sobre el pensamiento de masas. La evidente irresponsabilidad y el posible empleo de estos grupos para objetivos subversivos deberían tenerse en cuenta".
En definitiva, el comité Robertson recomendaba que la opinión pública fuese controlada mediante un programa de espionaje y propaganda oficial.. Muchos ufólogos creen que estas recomendaciones son la base de la política de las Fuerzas Aéreas en cuanto al fenómeno ovni, no sólo inmediatamente después del informe del comité Robertson, sino también en la actualidad.


Conclusiones oficiales del Proyecto Libro Azul

El Proyecto Libro Azul declaró que las observaciones de ovnis fueron generadas debido a:
  • Histeria de masas.
  • Individuos que inventan casos fraudulentos para buscar publicidad.
  • Personas con psicopatologías.
  • Malinterpretación de varios objetos convencionales.
Desde abril de 2003, la USAF ha indicado públicamente que no hay ningún proyecto inmediato para restablecer algún programa de estudio ufológico oficial del gobierno.
Nótese que estas conclusiones oficiales de las Fuerzas Aéreas contradicen las que obtuvo su propio comisionado en el Informe Especial nº 14 de Libro Azul. Los factores psicológicos y los fraudes en realidad constituyeron menos del 10% de todos los casos y el 22% de todas las observaciones. Los mejores casos, permanecieron no resueltos

Postura oficial de la USAF acerca de los ovnis[editar]

Entre 1947 y 1969, las Fuerzas Aéreas investigaron los ovnis bajo el Proyecto Libro Azul. El proyecto, con la sede en la base aérea Wright-Patterson, Ohio, finalizó el 17 de diciembre de 1969. De las 12.618 observaciones catalogadas por el Proyecto Libro Azul, 701 permanecieron como "inexplicables".
La decisión de interrumpir las investigaciones ovni se basó en varios factores, como la evaluación de un informe redactado por la Universidad de Colorado titulado "El estudio científico de los ovnis", la revisión de este informe por parte de la Academia Nacional de Ciencias, los casos ovni previamente estudiados y la experiencia de las Fuerzas Aéreas, que investigó informes ovni entre 1940 y 1969.
Como consecuencia de estas investigaciones, estudios y experiencias, las conclusiones del Proyecto Libro Azul eran:
  • 1) Ningún ovni sobre el cual hayan investigado las Fuerzas Aéreas ha supuesto ningún tipo de amenaza a la seguridad nacional.
  • 2) Las Fuerzas Aéreas no han encontrado ninguna prueba de que las observaciones clasificadas como "no identificadas" representen objetos o principios tecnológicos que vayan más allá de los conocimientos científicos de la época.
  • 3) No ha habido ninguna prueba que indique que las observaciones clasificadas como "no identificadas" fueran vehículos extraterrestres.
Con la conclusión del Proyecto Libro Azul, el establecimiento de la regulación de Fuerzas Aéreas y el control del programa para investigar y analizar ovnis fueron rescindidos. La documentación en cuanto a la antigua investigación de Libro Azul fue transferida a la Rama Moderna Militar, a los Archivos Nacionales y al Servicio de Registros, y está disponible para la revisión y el análisis públicos.
Desde la finalización del Proyecto Libro Azul, no ha ocurrido nada que pudiera apoyar una reanudación de las investigaciones ufológicas por parte de las Fuerzas Aéreas. Considerando el escenario actual, en el que los presupuestos de defensa disminuyen regularmente, es improbable que las Fuerzas Aéreas se metan de lleno en un proyecto tan costoso a corto plazo.
Hay un número significativo de universidades y organizaciones científicas que han analizado fenómenos ovni durante reuniones periódicas y seminarios. El interés y la revisión oportuna de informes ufológicos por parte de grupos privados asegura que las pruebas auténticas no sean pasadas por alto por la comunidad científica.

fuente/ wikipedia

lunes, 2 de junio de 2014

LA ESFERA NEGRA DE UCRANIA





Misterios de la humanidad existen muchos los cuales en algunos casos terminan por descubrirse el misterio y resolverse, pero tambien muchos de estos enigmas y misterios nunca han sido resueltos y algunos de los que se resuelven no gustan a una gran parte de la comunidad cientifica ,dado que  tiran por tierra todas las bases en las cuales se asentaban con anterioridad, pero eso es otro tema.
Uno de los grandes misterios de la humanidades la conocida como esfera negra de Ucrania. Todo comenzo cuando en 1975 un trabajador en el interior de una cantera al Oeste de Ucrania, encontró a unos 8 metros de profundidad unaesfera negra entre un material de arcilla de unos10 millones de años. El trabajador que la encontró en un principio le sorprendió encontrar el objeto con tal textura en un terreno tan poco habitual para un objeto con tales rasgos, lo golpeo pero no logro romperlo aunque si que se desprendió una pequeña grieta en la que podia verse el interior de la esfera negra. El objeto tenia un interior con algún tipo de cristal, tambien como pudo comprovar era muy duro, pero el trabajador no le dio mucha importancia y creyó que seria un entretenido juguete para su hijo pequeño.
El hijo que desconocia el valor de la pieza un día se dejo la esfera negra olvidada en el colegio dando con esta esfera un profesor, el cual observando el misterioso objeto creyó que podía tratarse de algo mas. La pieza quedo durante años en un museo local, hasta el momento en el que el profesor Boris Nikolayevich Naumenko un miembro del instituto de física de la Tierra de una academia de ciencias rusa, se encontró con el y lo investigo durante algún tiempo hasta que le paso la investigación al doctor Menkov y Valentín Fomenko científicos experimentados de Moscú.
Después de examinar con detenimiento la esfera negra de Ucrania empezó a revelar datos muy sorprendentes pasando a ser uno de los misterios de la humanidad el cual no se ha revelado todavía.

Tras un examen a fondo el objeto tiene forma ovoide, el eje de simetría mide unos 8,75 centímetros, el diámetro perpendicular de mayor longitud es de 8,47 centímetros y su peso es de 617,22 gramos, su densidad de 1,934 gramos/centímetros cúbicos es inferior a la del cristal, el cuarzo o la obsidiana.
Uno de los puntos mas significativos y de mayor importancia fue identificar la edad de la esfera negra de Ucrania. Después de realizar los procesos correspondientes para datar el extraño objeto se determino sin genero de dudas, a que la esfera negra tenia una antigüedad similar a los 10 millones de años al igual que todo el material que la rodeaba en el lugar en el que fue hallada.
También el Doctor Fomenko le realizo una serie de pruebas con rayos X que llegaron a determinar que elmisterioso objeto tenia un núcleo cuya densidad era menor a cero, lo que quiere decir que el núcleo tiene una composición de masa negativa.
Los expertos han determinado que debió de haber pertenecido alguna civilización avanzada que pobló la tierra hace unos 10 millones de años usando esta esfera negra como deposito de energía de algún tipo, siempre hipoteticamente pero que de no existir ningún error en los cálculos de la datacion del objeto, esta es la hipótesis mas evidente a la vista de las investigaciones.
Tanto la esfera negra de Ucrania como algunos otros objetos o herramientas, incluso construcciones que en apariencia no serian posibles construir en la época en la que se han datado.

FUENTE/http://2.bp.blogspot.com/

sábado, 24 de mayo de 2014

METEORITOS SEMBRADORES DE VIDA / panspermia

¿Pudo generarse la vida en el espacio exterior? La teoría de la panspermia plantea el origen cósmico de la vida. Es posible que la vida se originara en algún lugar del universo y llegase a la Tierra en restos de cometas y meteoritos. Recupera una vieja idea de Anaxágoras, enunciada en la antigua Grecia del s. VI a.C. El máximo defensor de la panspermia, el sueco Svante Arrhenius, cree que una especie de esporas o bacterias viajan por el espacio y pueden "sembrar" vida si encuentran las condiciones adecuadas. Viajan en fragmentos rocosos y en el polvo estelar, impulsadas por la radiación de las estrellas. Hace 4.500 millones de años, la Tierra primitiva era bombardeada por restos planetarios del joven Sistema Solar, meteoritos, cometas y asteroides. La lluvia cósmica duró millones de años. Los cometas, meteoritos y el polvo estelar contienen materia orgánica. Las moléculas orgánicas son comunes en las zonas del Sistema Solar exterior, que es de donde provienen los cometas. También en las zonas interestelares. Se formaron al mismo tiempo que el Sistema Solar, y aún hoy viajan por el espacio. Pero, ¿resistirían unas bacterias las condiciones extremas de un viaje interplanetario? Condiciones extremas de temperatura, radiación cósmica, aceleración, y sobrevivir el tiempo suficiente para llegar a otro planeta. Por no hablar de la entrada en la atmósfera. Los expertos creen que si. La vida bacteriana es la más resistente que se conoce. Se han reanimado bacterias que estuvieron bajo el hielo ártico durante decenas de miles de años. Bacterias llevadas a la Luna en 1967 por la Surveyor 3 se reanimaron al traerlas de vuelta tres años más tarde. Y si un meteorito fuera lo suficientemente grande, la elevada temperatura que alcanza al entrar en la atmósfera no afectaría a su núcleo. La teoría de la panspermia cobró fuerza hace unos años cuando, al analizar el meteorito marciano ALH 84001, aparecieron bacterias fosilizadas de hace millones de años. Aunque no podemos saber con certeza si ya estaban allí cuando impactó contra la Tierra. También en el meteorito Murchison se hallaron muestras de las moléculas precursoras del ADN.
La panspermia tiene dos versiones. Para la panspermia dirigida, la vida se propaga por el universo mediante bacterias muy resistentes que viajan a bordo de cometas. La panspermia molecular cree que lo que viaja por el espacio no son bacterias sino moléculas orgánicas complejas. Al aterrizar en la Tierra se combinaron con el caldo primordial de aminoácidos e iniciaron las reacciones químicas que dieron lugar a la vida. La hipótesis de la panspermia es posible, aunque no necesaria para explicar el origen de la vida sobre la Tierra. Si la panspermia es correcta, en estos momentos las semillas de la vida continuarían viajando por el espacio y la vida podría estar sembrándose en algún otro lugar del Cosmos.
fuente/http://www.astromia.com/

viernes, 23 de mayo de 2014

LA NOOSFERA Y LA CONCIENCIA GLOBAL

La única verdadera y natural unión humana es el espíritu de la Tierra Pierre Teilhard de Chardin
La noósfera es la más grande utopía en la historia de nuestro planeta. Y aunque esta dimensión prometida por la evolución material, mental y espiritual no pueda existir en el espacio físico como lo conocemos, el éter (o el hiperespacio) con sus jardines dorados de información, sus ríos de luz y su total e instantánea interconexión es suficiente para mantener vivo este sueño de lucidez colectiva. La palabra «noósfera» proviene del greigo nous (mente) y sphaira (esfera). El divino Platón utiliza la palabra nous en el Diálogo de Filebo, Sócrates dice: “Todos los filósofos concuerdan —y así se exaltan a sí mismos— en que la mente (nous) reina sobre el cielo y la tierra”. En la filosofía gnóstica, el nous, será visto en ocasiones como el padre del Logos, como el primer Eon, cuyo linaje da a luz a Cristo y a Sofía; en otras ocasiones el nous se identificará con Cristo mismo, algo que será retomado por Pierre Teilhard de Chardin, el sacerdote jesuita que crea el concepto, junto con el geoquímico Vladimir Vernadsky, de «noósfera». «Debemos engrandecer nuestro acercamiento para englobar la formación que está ocurriendo ante nuestros ojos [...] de una entidad biológica particular que nunca ha existido en la Tierra —el crecimiento, afuera y arriba de la biósfera, de una nueva capa planetaria, una envoltura de la sustancia pensante, a la cual, por conveniencia y simetría, he dado el nombre del a Noósfera», Pierre Teilhard de Chardin, The Future of Man. La evolución de una idea mística —la mente como algo que existe más allá del cerebro, que permea el universo y que lo fertiliza con la imaginación, atributo central de la divinidad— se desdobla a través de la biología y se refuerza al incluir los procesos de la materia. La mayor influencia en el pensamiento noosférico de Teilhard fue Henri Bergson y su concepto de la evolución creativa, el cual se opone al dualismo de Descartes y concibe a la evolución como una fuerza vital (elan vital) constante que anima a la materia y conecta fundamentalmente al cuerpo y a la mente (el papel esencial del universo es “ser una máquina de crear dioses”, decía Bergson). El otro padre de la noósfera, quien también fuera padre de la geoquímica, Vladimir Vernadsky, concibe a la noósfera como la tercera etapa en el desarrollo de la Tierra, después de la geósfera (la materia inanimada) y la biósfera. Vernadsky ve el surgimiento de la conciencia como algo que debió estar implícito desde el principio en la evolución de la Tierra. Una corriente que va más allá de nuestra voluntad individual: «En la gran tragedia histórica en la que vivimos, hemos escogido elementalmente el camino correcto hacia la noósfera. Digo elementalmente, ya que toda la historia de la humanidad procede en esta dirección [...], la humanidad como un todo se está convirtiendo en una poderosa fuerza geológica. La mente de la humanidad y su trabajo se enfrentan al problema de reconstruir la biósfera bajo el interés de pensar la humanidad libremente como un solo ente».
La clave aquí es la concepción de la humanidad como una fuerza geológica, una fuerza de la tierra, incrustada en el río evolutivo del planeta. Esto es, la posibilidad de estar siendo usados por la Tierra para lograr conciencia de sí misma. Un proyecto de la mente planetaria, de lo que James Lovelock llamara Gaia, el supraorganismo que compone a la biósfera y trasciende la suma de sus partes, para sublimarse y quizás convertirse, como un alquimista superno, en una gigantesca piedra filosofal en donde la materia y el espíritu no se distingan y no exista la dualidad. Tal vez un proyecto que podría abortar en el caso de que no lo llevemos al punto crítico cósmico de despertar masivamente. «El planeta es un tipo de inteligencia organizada. Es muy diferente a nosotros. Ha tenido unos 5 mil millones de años para crear una mente que se mueve lentamente y que está hecha de oceános, ríos, bosques y glaciares. Se está volviendo consciente de nosotros y nosotros nos estamos volviendo consciente de ella, extrañamente. Dos miembros más improbables de una relación difícilmente pueden ser imaginados: el simio tecnológico y el planeta que ensueña», Terence Mckenna. la noósfera es una utopia, porque es la idea-semilla de una colectividad idílica que busca fundamentalmente materializar un sueño, en realidad, eterrealizar todas la mentes en una mente, una gran capa radiante de consciencia interpenetrante y como tal va más alla de nuestra concepción del espacio material: se conecta con la concepción de un espacio espiritual o un espacio de información similar a lo que en sánscrito se conoce como Akasha, palabra que significa éter, pero que también ha sido entendida por la teosofía como una biblioteca inmaterial o un banco de memoria universal, los registros akashicos. En esta cosmovisión, todo el espacio —el éter— en sí mismo es una plétora holográfica de información. En cada partícula de éter tenemos toda la información del universo, como si en cada bit estuviera todo el Internet (la teoría cuántica ha llamado esto el q-bit y la teoría de sistemas el holón). La noósfera es un avatar de Akasha, en el que amanece la posibilidad de conectarnos telepáticamente a toda la información del planeta y de cada uno de los organismos que lo componen, recibiendo en el plano místico la galvanización “de la verdad que os hará libres”. Es una utopía porque las personas que han encarnado la movilización de la noósfera son grandes optimistas que ven en la evolución un vehículo de la inteligencia que no puede cejar, una arrolladora máquina orgánica que se magnetiza con el fin de la historia. Tanto Teilhard como Vernadsky y los continuadores de esta idea (Mckenna, José Arguelles, Ken Wilber) son, en el fondo, utopistas que acaso por su luminosa capacidad de penetrar en la noósfera misma y obtener la epifanía de su conciencia tienen una enorme confianza en su ineluctable sendero.
Pero tenemos el caso de James Lovelock, quien popularizara la noción de que la Tierra es un ser vivo que se autorregula con su teoría de Gaia y que en su trabajo más reciente considera que debido a la fatalidad de nuestras acciones, y su efecto en el cambio climático, para el fin de este siglo solo existirán 150 millones de seres humanos sobre la faz del planeta ¿Será la noósfera solamente de ellos, los elegidos, concretizando el paraíso de la mente pero destruyendo el espíritu democrático de su origen? ¿O tendrán que reiniciar el sistema y atravesar un nuevo proceso evolutivo para congraciarse con la inteligencia nativa del planeta? Pero sigamos por el sendero óptimo de la utopia, encausando la cristalización, tal vez participando en el tejido inalámbrico de este gran mandala planetario, esta collar de perlas de Indra en el que cada perla refleja no solo a todas las otras perlas sino todos los reflejos que se dan entre sí (donde las perlas son los pensamientos). Erik Davis, en su libro Techgnosis, postula la tesis de que la tecnología esconde dentro de su hardware, en su inconsciente, el deseo de materializar el espíritu. Davis dice sobre la noósfera de Teilhard: «Teilhard no tenía dudas de que esta transferencia (el mecanismo de evolución transferido hacia el nivel social y consciente) era por el bien, porque a la larga la actividad humana habría de despertar al planeta mismo. Desde sus inicios, el jesuita creía que la mente humana se tejió a sí misma en una matriz colectiva de comunicación e interacción, una red etérea de consciencia que no solo vinculaba a la individuos humanos sino que estaba destinada a cubrir a toda la biósfera como la piel de una cebolla. Teilhard llamaba a esta corona cerebral de la creación la “noósfera”, una entidad psíquica colectiva que surgió del mismo impulso orgánico y simbiótico hacia la unidad y a la complejidad que inicialmente llevó a los elementos químicos libres a unirse en moléculas y células”.
En la noósfera estas unidades que se alían son bits culturales, memes, lenguaje, imaginación, pensamientos y posiblemente vidas humanas en un crisol holográfico de sueños y emociones cuánticamente entrelazadas. La influencia de la noósfera de Teilhard fue fundamental en los inicios de Internet. Los fundadores y editores de la revista Wired, Kevin Kelley, Louis Rosseto y John Perry Barlow, tomaron las ideas de Teilhard y las reprocesaron dentro de las tecnologías de la información, haciendo de la visión prístina de Internet un espacio neo- neurobiológico, donde la Red es la materialización —más allá de la metáfora— de las conexiones neuronales (y la información es el espíritu que se transmite electrofantasmagóricamente, anunciando, como el arcángel, la llegada de una nueva era). Perry Barlow escribió en Wired: «El punto de toda la evolución hasta este momento es la creación de una organización colectiva de la Mente». Rosetto dijo en una entrevista (citado por Erik Davis): «Lo que parece estar evolucionando es una conciencia global formada de las discusiones y negociaciones y sentimientos que están siendo compartidos por individuos conectados a las redes a través de aplicaciones cerebrales como las computadoras. Entre más mentes se conectan, más poderosa la conciencia será. Para mí esta es la verdadera revolución digital —no computadoras, no redes, sino cerebros conectándose a cerebros». Ver reflejadas en la tecnología las ideas de Teilhard de Chardin y el optimismo generalizado de que la inteligencia (como en el caso de Tim Leary) conquista el espacio y nos hace emerger del polvo como creadores y controladores de nuestra realidad, da pie al transhumanismo y extropianismo, que postulan la posibilidad de escapar de la prisión del cuerpo y la muerte hacia una especie de noósfera puramente digital en la que nuestras conciencias inmortales, aumentadas por la interacción con las máquinas, estén totalmente conectadas y puedan acceder a paraísos artificiales de diseño. Este es el sendero donde la tecnología reemplaza a la magia y las máquinas a los cuerpos como vehículos del espíritu (que se vuelve información y luz eléctrica). Pero por otra parte tenemos a Ken Wilber quien concibe la nueva etapa en nuestra historia como el “noóceno”, una época en que la inteligencia toma control de la sociedad, cuyo éxito estará determinado por “cómo logremos manejar y adaptarnos a la inmensa capacidad de conocimientos que hemos creado”. Gobal Consciousness Project (GCP), el refinado proyecto de la Universidad de Princeton, mide los momentos en los que la consciencia humana se sincroniza y se vuelve coherente afectando el comportamiento de sistemas aleatorios. Es decir, momentos en los que la consciencia global afecta la materia. Midiendo eventos como el ataque de las Torres Gemelas, la elección de Obama o meditaciones colectivas, los científicos de Princeton (liderados por el maverick Roger Nelson) han notado que la sincronización de millones de personas afecta estos sistemas generadores de números aleatorios de forma que habría 1 en mil millones de posibilidades que esto se debiera al azar. Estos “electrogaiagramas” o EGGs (electroencefalogramas de la mente de Gaia) sugieren que existe “una noósfera emergente o el campo unificado de la conciencia descrito por los sabios de todas las culturas.”
Tanto Terence Mckenna como José Argüelles veían en la ominosa fecha del 2012 la cita planetaria con la noósfera. Mckenna concibió la historia como un fractal que se aceleraba hacia su concreción en diciembre del 2012; un punto en el que todos los ciclos de la historia se comprimieran en un sólo instante, en el que todo sucedería a la vez, una especie de Big Bang en reversa. Un punto similar a lo que Ray Kurzweill llama la Singularidad, en el que la cantidad de información apilada y su hiperfluida circulación por una especie de reacción en cadena —o efecto “100 monos”— iluminaría al mundo (la pregunta es si a las máquinas o a los hombres). Argüelles, quien falleció hace unas semanas, poco más de un año antes del 21 de diciembre del 2012, la fecha cúlmen a la cual le dedicó todo su trabajo, dejó un libro póstumo: The Manifesto for the Noosphere: Next Stage in the Evolution of Human Consciousnes. Reality Sandwich ha publicado un extracto de este libro que viene a colación como un ouroboros en el dedo. En el libro Argüelles traza su entrañable relación con la idea de la noósfera y nos remite a la evolución de este concepto dentro del marco de la esperanza onírica del 2012. Es interesante notar que fue el genio mulifacético R. Buckminister Fuller quien introdujo a Argüelles a la vision noósferica, fue él quien «primero me sugirió la presencia de un sistema de almacenamiento y recolección existiendo como un campo psíquico o cinturón de pensamientos alrededor del planeta. Fue a través de este medio, me escribió Bucky, que podía conversar con los filósofos pre-socráticos mientras caminaba por la playa». En su libro In Earth Ascending (1984), Argüelles postula la existencia de un banco psíquico, « el sistema de recolección y almacenamiento de información codificada de la noósfera y programa de cronometraje de ADN, localizado entre y en resonancia con los dos cinturones de radiación del campo electromagnético de la Tierra». Argüelles retoma la noción evolutiva de Teilhard y su punto Omega y, en buena medida, la transforma dando a luz al movimiento new age con el 2012 como punto focal. Entre la destrucción y la iluminación Argüelles, como Teilhard, gusta de voltear sus huevos al sol: «Porque así como nosotros, en tanto especie, el agregado de las células que llevan la conciencia de la Tierra en evolución, no estamos todavía despiertos a nuestro papel como un organismo planetario, así también la noósfera no está aún del todo consciente [...], encontraremos la resolución y la voluntad para reconstruir la noósfera [...] hacia un nuevo orden armónico de realidad superorgánica basado en un estado de conciencia distinto al que ha existido antes en la Tierra». Argüelles considera que estamos al borde de la posibilidad de convertir nuestra existencia en un obra de arte, sublimándonos en la “nave Tierra”. «Una plétora de estructuras arquetípicas, reprimidas hasta ahora, se liberarán a través de los canales hasta ahora inimaginados de posibilidad artística, dando forma a una simbiosis entre la imaginación humana y el orden natural».
Teilhard de Chardin veía el desenlace del proceso noósferico en la convergencia de materia y mente, momento en el que, nos dice, seremos magnéticamente autodevorados por el Punto Omega, la conciencia crística al final del tiempo. Cristo «destellará como un relámpago» y la materia «colapsará en espíritu absoluto». Parfraseando el poema de T.S. Eliot, el universo no terminará ni con un gemido (whimper) ni con una explosion (bang), terminará con el flash eterno del Espíritu. Mckenna, en éxtasis psicodélico, veía así este paso al Punto Omega: «Debemos de lograr exteriorizar el alma humana al fin del tiempo, invocarla a su existencia como un OVNI y abrir el umbral violeta hacia el hiperespacio, atravesarlo, afuera de la historia profana y hacia un mundo más allá de la tumba, más allá del chamanismo, más allá del fin de la historia, hacia el milenio galáctico que nos ha llamado por millones de años a través del tiempo y el espacio». Argüelles continúa con esta euforia: «La humanidad está atravesando la última etapa preparatoria para entrar, como un colectivo armonizado, a este tiempo de sueño consciente [...]. Una vez que nos alineemos con la noósfera percibiremos y sabremos radialmente. Experimentaremos todo como múltiples correspondencias que vinculan todo con todo lo demás en un universo multidimensional armónicamente sincronizado [...], nos convertiremos en una nueva especie: Homo noosphericus”.
En su libro El Futuro del Hombre, Teilhard de Chardin argumentó que las experiencias místicas descritas por santos o yoguis eran en realidad emanaciones del Punto Omega. Algo similar ha dicho el físico David Bohm: las experiencias de interconexión total, el misticismo, la telepatía, provienen del mar de energía subcuántica que llama la Totalidad Implicada; el Mundo de la Voluntad en palabras de Schopenhauer. Es posible que este tipo de epifanías provengan de una conexión con el código fuente de nuestra realidad que podemos llamar Akasha. Argüelles, a lo largo de su desarrollo de una nueva versión del calendario maya, la frecuencia 13:20, dijo haberse conectado con el espírirtu de Pakal Votan; Teilhard de Chardin tuvo un momento místico en el desierto de Gobi en China que fue fundamental para su fusión del cristianismo con la teoría de la evolución, creando un cristianismo cósmico; Mckenna vislumbró su Onda del Tiempo Cero, de la cual dedujo que el 2012 sería el fin del fractal de la historia, en un viaje de hongos. ¿Es posible que estos hombres se hayan conectado con la misma noósfera que describen, por un momento deslumbrante descargando datos de la matriz arquetípica que resguarda en su biblioteca etérea la gnosis de la mente divina? Es difícil decir si la noósfera solo es uno de nuestros mejores sueños, cultivado en mentes brillantes pero con un dejo de delirio religioso y mesiánico, o es inmanente a la evolución misma, una inevitabilidad de vivir en un universo creado por la Mente misma, un enorme espejo del plan de la creación, el final es el principio, un mismo instante que la evolución hace río, que proyecta la eternidad en tiempo. Lo cierto es que construimos la realidad a través de modelos y el modelo de la noósfera es el mejor que tenemos para incluir la interconexión, la telepatía, la sincronicidad, la capacidad de crear con la palabra, de fundir el mundo de la ideas con nuestra realidad experiencial: el modelo que postula la posibilidad de despertar colectivamente a un sueño lúcido.
fuente http://pijamasurf.com/