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jueves, 13 de noviembre de 2014
21 gramos,el peso del alma
El peso del alma ( 21 gramos )
¿El alma pesa?…
Es una pregunta que aún a día de hoy no se ha obtenido una explicación o razonamiento muy claro.
Está comprobado científicamente que el cuerpo antes de morir pesa una cantidad y después de la muerte ha perdido 21 gr.
¿Pero se sabe a que corresponden esos 21 gramos que perdemos después de exhalar nuestro último aliento?
Según las investigaciones del Doctor Douglas MacDougall y su “teoría del peso del alma” que se remonta a 1927, toda persona pierde 21 gramos en el último minuto de su muerte, lo que según él, equivaldría al alma o espíritu que se ha desligado del cuerpo carnal de la persona. Su teoría fue basada en experimentos con personas moribundas que fueron pesadas minutos antes de morir y en todas habían perdido la misma cantidad, 21 grs.
El Doctor Douglas utilizaba para tal proceso una cama especial muy sensible a las variaciones de peso. Por cierto, dicho artefacto fue construido por él mismo. Este doctor colocó en ella a seis enfermos terminales, y sobre ella los iba observando y pesando durante los últimos momentos de su vida (antes, durante y después). Y el resultado obtenido fue el mismo en todos los casos, todos perdían 21 gramos justo antes de morir.
Incluso experimento con perros pero no obtuvo el mismo resultado de los 21 gramos. Según la teoría de varios filósofos griegos, solo los humanos poseemos alma, por la capacidad de soñar. Algo, por otra parte, también discutible.
Hay otros científicos que aseguran que esos 21 gramos se deben a que la persona, una vez que ha fallecido, ha exhalado todo el aire que tenia dentro (otros dicen que es a causa de la relajación de los esfínteres). Pero está totalmente descartada ésta teoría, ya que los gases no pesan tanto.
Y sí esto fuese cierto, ¿A dónde irá nuestra alma? ¿Existirá realmente la reencarnación?… Son tantas preguntas y tan pocas respuestas. Al final siempre nos quedaremos con esa gran duda… ¿Tenemos alma?
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EL IDOLO DE LA FERTILIDAD DE ALMARGEN (MÁLAGA-ESPAñA)
situado entre las sierras de Cañete y Zorrito, configurando de manera diferenciada la orografía de la malagueña comarca del Guadalteba, Almargen se presenta al curioso viajero como un paisaje fronterizo entre la Serranía de Ronda, la Málaga llana del norte y las campiñas sevillana y gaditana. Como otras villas de esta zona, Almargen es una más de esas poblaciones de la llanura que tienen su principal medio de vida en la agricultura, que cobra su forma en un paisaje de olivos, campos de cereal y girasol.
Una roca del III milenio
antes de Cristo
Almargen ha sido, desde
tiempos muy remotos, un
atractivo y rico lugar donde
la mayoría de las culturas
que han pasado por estas
tierras del Sur de Europa
ha dejado un importante y
valioso legado
histórico-cultural. Así lo
testimonian los numerosos
yacimientos arqueológicos ya
encontrados y los que con
frecuencia afloran a ras de
tierra, confirmando la
presencia de asentamientos
ancestrales correspondientes
a la Edad del Cobre y del
Bronce, y, más próximos a
nosotros, a las épocas iberorromana e islámica.
Aunque el mayor número de
vestigios de vida humana por
esta zona se remontan al
final del Neolítico, del que
dan fe los fondos
arqueológicos municipales,
con una magnífica colección
de pulimentos, hachas,
azuelas y otros utensilios
de piedra, los restos de
mayor valor prehistórico
corresponden a la Edad de
los Metales, entre los que
merecen citarse una estela
grabada de la Edad del
Bronce o un ejemplar de las
primeras espadas
correspondiente a este
periodo arcaico.
Pero, entre los restos
arqueológicos de Almargen,
lo que sin duda ha llamado,
y llama, más la atención de
expertos y profanos es una
pieza pétrea que ha sido
identificada ya en la
historia de la Arqueología
como un ídolo de la
fertilidad cuyos orígenes se
han fijado en el III milenio
antes de Cristo.
Almargen. Vista
aérea.
(Foto:
SUR)
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Hallazgo casual
La fecha exacta del hallazgo
del ídolo es desconocida
para todos. Sí se sabe que
lo encontró un vecino del
pueblo cuando estaba
llevando a cabo unas
reformas en los cimientos de
su casa en la avenida de El Saucejo, de
Almargen. En un
principio no le dio
importancia alguna; sin
embargo, la forma de aquella
gran piedra hubo de llamarle
en algo la atención y la
colocó como adorno en su
jardín, incluso llegó a
darle una mano de cal con
motivo de unas mejoras de la
casa.
Casualmente, un día de 1993,
el vecino en cuestión hizo
referencia de su hallazgo a
Francisco Hidalgo, concejal
de Cultura de la villa, quien, al
observar las singulares
características formales de
la piedra, se puso en
contacto con varios expertos
de la Universidad de Málaga,
los cuales se desplazaron al
pueblo a evaluar las
posibilidades históricas de
la roca. Como resultas de
sus pesquisas, quedó
fijada la
antigüedad milenaria de la
roca y confirmada su consideración de
ídolo o diosa de la
fertilidad por los moradores
prehistóricos de aquella
zona.
La opinión de los peritos
motivó que el vecino se
plantease un sitio más
conveniente para la
conservación de la pieza
pétrea paleohistórica y
concluyese haciendo donación
del hallazgo al Ayuntamiento
para su custodia y
exposición junto a otros
utensilios arcaicos
encontrados con
anterioridad. De esta forma,
el Ayuntamiento obtuvo una
de las donaciones
arqueológicas de más
importancia de todo el
municipio.
El
ídolo de la fertilidad
Sin lugar a dudas, se trata
de una pieza de un valor y
calidad excepcionales. El
ídolo está labrado en mármol
blanco perfectamente pulido
y adopta la forma de un
falo, como simbolización de
lo masculino, y de una mujer
embarazada, simbolización de
lo femenino y la fecundidad.
Tiene forma ovoidal,
sensiblemente alargada, y
sección circular, marcándose
en uno de sus extremo el
glande y en el otro extremo
se percibe una
representación facial,
enmarcada por un atenuado
ribete, con los arcos
orbitales y la silueta nasal
bien definidos; un
abultamiento a media altura
de la pieza muestra a la
figura en estado de
gestación. Sus orígenes se
han cifrado en la Edad del
Bronce, con una antigüedad
de 5.000 años; su tamaño es
de 50 cm de longitud y
alcanza un peso de 33 kg.
La posición del ídolo sería
obviamente vertical,
estabilidad que mantendría
al quedar embutida en la
tierra, a fin de mostrar la
participación de las
deidades en la germinación
de los campos, la fecundidad
del ganado y la fertilidad
de sus adoradores.
Desde su descubrimiento, la
pieza arqueológica está
expuesta en un recinto del
Ayuntamiento dentro de una
urna de cristal, que sólo se
levanta cuando una mujer
solicita acariciarla para
quedarse en estado.
La pieza pétrea
ha sido
identificada ya
en la historia
de la
Arqueología como
un ídolo de la
fertilidad cuyos
orígenes se han
fijado en el III milenio antes de Cristo. Llama la
atención el gran
parecido que
guarda con un
falo humano y la
figura
embarazada de
una mujer.
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||
Un
remedio para el embarazo
El valor primigenio de esta
forma pétrea parece haber
resurgido, tras tantos años
de letargo, entre las gentes
del lugar y de muchos otros,
como veremos.
En un principio, la
existencia de este ídolo de
la fertilidad pasó casi
inadvertida entre los
vecinos de la localidad.
Pocas fueron las personas
que habían imaginado que
aquella talla marmórea
pudiese estar dotada de
algún poder, pero hoy en día
se ha transformado en una
esperanza para las parejas
que quieren tener un hijo.
Según contaba
el diario SUR al hacerse eco de la
evaluación prehistórica de
la roca y de su exótico
simbolismo, la creencia de la
eficacia de la pieza en
conseguir que una mujer se
quede embarazada tiene un
origen puramente fortuito.
En ese año de 1993, Dori
Serrano, una vecina del
municipio, se enteró por su
cuñado, auxiliar de la
Policía Local de Almargen,
de que un vecino había
donado al Consistorio una
suerte de figura
prehistórica que había sido
relacionada por expertos
universitarios con los
deseos de fertilidad del
hombre prehistórico y que
una estudiosa de la pieza
que había venido al pueblo
se había quedado embarazada.
Dori, de 39 años, que
llevaba 16 intentando
infructuosamente quedarse en
estado y se había planteado
ya la adopción de un niño,
aprovechando la ocasión de
tener que solventar unos
trámites burocráticos en el
Ayuntamiento, solicitó de su
cuñado que le mostrara la
piedra y decidió probar
suerte tocándola.
Sorprendentemente, un test
de embarazo confirmó, al mes
siguiente, que había
conseguido su sueño.
Después de aquel aparente
milagro, la fama de la
piedra con forma de falo y
cuerpo de mujer en estado de
gestación pasó de boca
en boca por todo el pueblo,
se propagó por toda la
provincia e incluso llegó a
traspasar las fronteras del
país. Se inició entonces un
continuo peregrinar de
mujeres a Almargen, desde
cualquier rincón de España e
incluso del extranjero, para
tocar la piedra.
La piedra fálica
tal como se
expone en la
villa en que fue
encontrado.
|
||
Anhelos y testimonios
Tanta es la fama del ídolo
que, al lado de éste, se ha
colocado un libro en el que
las parejas llegadas para
agraciarse del beneficio de
la piedra pueden expresar
sus anhelos maternales, e
incluso su agradecimiento.
Entre las expresiones de
esperanza que pueden
contrastarse en el libro,
figuran algunas redactadas en estos
términos: «Somos de Alcalá
del Valle y vengo desde
Suiza. Somos un matrimonio
joven y deseo que esta
preciosa piedra haga nuestro
sueño realidad». Esta
expresión de deseo aparece
firmada en
septiembre del año 2000.
Como se ha dicho, los hay
también de agradecimiento, y
así podemos leer: «Somos
José y Eva. Hemos vuelto de
Mollet (Barcelona) a cumplir
la promesa que el 8 de
agosto de 2000 hicimos
juntos. Ahora estoy de 20
semanas y sé que es un
varón».
Sea un placebo el embarazo
de muchas mujeres o que el
número de anhelos frustrados
sea tal que jamás llegue a
conocerse, sea o no real el
poder de este
“ídolo de la
fertilidad”
encontrado
casualmente en los cimientos
de una casa en construcción,
lo cierto es que, desde que
la figura se ha expuesto al
público, se cuentan por
centenares las parejas que
han conseguido realizar un
sueño a veces inalcanzable,
tener un hijo.
FUENTE
José Antonio Molero Benavides
sábado, 8 de noviembre de 2014
LA COCHA ENFRENADA(RELATO DEL SURESTE MEXICANO)
LA COCHA ENFRENADA
.
En esta región, si hablamos de "un puerco", "un cerdo", "un marrano" o "un cochino" es lo mismo que hablar de "un coche", por lo que una cocha no es más que una cerda; pero si hablamos de La Cocha Enfrenada estamos refiriéndonos a un ser de aspecto similar al de un jabalí grande, que se paseaba a altas horas de la noche por los patios y calles del pueblo, arrastrando unas pesadas cadenas y llevando en el hocico un freno, similar a los usados por los caballos, el cual mordía constantemente.
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Se cuenta que tenía su guarida por el "Puente de Coco" por el rumbo del panteón, de donde salía por las noches, cuando todos los habitantes se encontraban dormidos.
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Se dice que como es un enorme animal en eso basa su fuerza y fortaleza, en realidad pocos le hacen frente, de repente se les aparece gruñendo en forma escandalosa y atacando como hipnotizada fiereza a sus victimas,en ocasiones va acompañada de sus crías y quien la ve y pierde el valor, y este ser "lo gana", es decir le roba el alma. .
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Se relaciona directamente con asuntos de alta brujería, donde las femeninas adoradoras de la partes oscura de estas ciencias ocultas, logran el poder de convertirse en una enorme marrana.
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Si te quiere atacar tienes que quitarte rápidamente el cinturón y orinarlo, con el cinturón orinado le tienes que pegar y ese es el único remedio contra la cocha. Pues con ese castigo ella vuelve de su forma original, a su forma humana.
la cocha de terán
en el puente de la colonia terán en el puente que daba a la rivera san jose se dice que también salía
por las madrugadas en esa época no era como hoy,que las personas llegan atrabajar a las nueve de la mañana;en esos tiempos los empleados de la construcción se levantaban en la madrugada y se preparaban para salir todavía de madrugada y estar en el trabajo a las 7 de la mañana .
contaban los abuelos que no había transporte en ese tiempo y caminaban para llegar a trabajo,dicen que al pasar por el puente, la cocha no los dejaba pasar y los intentaba atacar todos los días.
hasta que ,hartos ya las agresiones se decidieron a atacarla cuando les cerraba el paso.
se juntaron y pactaron el día que eso pasaría.como era de esperarse el día llegó.
caminaron en grupo hasta el paso del puente,sacaron sus machetes y los orinaron (dicen que asi matabas a los espíritus), la cocha apareció y comenzó a atacarlos ellos respondieron a machetazos hiriéndola y siguieron hasta cortarla en pedacitos y los restos los tiraron al río sabinal.
por la mañana cuando aclaro se veían tirados a los margenes del río sabinal,los restos de una anciana que según decían era bruja,hecho pedazos.
leyenda tuxtleca.chiapas,mexico. trasmitida de forma oral por nuestros abuelos.
y la sección de la cocha enfrenada es colaboración de
Mitos y Leyendas mexicanas
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LA DONCELLA Y EL ARBOL DE LA CALAVERA (MITO MAYA)
Escena del "Popol Vuh", el poema mitológico maya, en que la doncella virgen Ixquic es fertilizada por los frutos de un árbol.
Ixquic parirá a su tiempo a los dos guerreros gemelos Hunahpú e Ixbalanqué, quienes una vez adultos se enfrentarán al poder de la enfermedad y la muerte en el tétrico reino subterráneo de Xibalbá.
LA DONCELLA Y EL ÁRBOL
DE LA CALAVERA
Cuando los señores de Xibalbá vencieron a los dos héroes Hun-Flunahpú y Vucub-Ilunahpú tomaron la cabeza del primero y la pusieron sobre el árbol jícaro que arraigaba a un lado del camino. Era un árbol seco que jamás había fructificado y nada más entrar en contacto con el cráneo se llenaron sus ramas de frutos sazonados y maduros. Al contemplar la riqueza de aquel árbol los señores de Xibalbá sentenciaron:
—¡Que nadie venga a coger esta fruta! ¡Que nadie venga a ponerse debajo de este árbol!
Y por su magia “la cabeza de Hun-Hunahpú no volvió a aparecer porque se había vuelto la misma cosa que el fruto del árbol que se llama jícaro. Sin embargo, una muchacha oyó la historia maravillosa” de los dos semidioses, hermanos gemelos, que murieron bajo el poder de los de Xibalbá, y tan prendada quedó al escuchar sus portentosas hazañas que decidió, en contra de lo ordenado por los señores del averno y de su propio padre, visitar tan peculiar árbol.
La doncella se llamaba Ixquic y fue precisamente a su padre, Cuchnmaquic, a quien “oyó la historia de los frutos del árbol”, a consecuencia de lo cual quedó tan intensamente impresionada que su admiración hacia los dos héroes creció notablemente, e inmediatamente se preguntó:
—¿Por qué no he de ir a ver ese árbol que cuentan? Ciertamente deben ser sabrosos los frutos de que oigo hablar.
Sin pensarlo más detenidamente, impulsiva como lo es la juventud de todos los tiempos, la doncella Ixquic se puso en camino, aventurándose en el evento en solitario, sin consentir que nadie la acompañara. Al fin llegó al pie del árbol
“que estaba sembrado en Pucbal-Chah’. Ante él, la doncella exclamó con entusiasmo:
—¡Ah! ¿Qué frutos son los que produce este árbol? ¿No es admirable ver cómo se ha cubierto de frutos? ¿Me he de morir, me perderé si corto uno de ellos?
Nadie le podía contestar porque se hallaba sola en el paraje. Sin embargo, la calavera de Hun-Hunahpú, que hasta entonces se había escondido entre las frutos como uno más de ellos, se hizo visible y de entre las ramas del jícaro le contestó:
—¿Que es lo que quieres? Estos objetos redondos que cubren las ramas del árbol no son más que calaveras.
Así dijo la cabeza de Hun-Hunahpú dirigiéndose a la joven e inmediatamente, casi con ansiedad, le preguntó:
—¿Por ventura los deseas?
La doncella contestó gravemente:
—Sí los deseo.
La calavera le habló otra vez:
—Muy bien. Extiende hacia acá tu mano derecha.
La muchacha, a la vez que aceptaba el reto, levantó la mano derecha y La mostró en dirección hacia donde estaba la calavera.
—Bien —dijo.
En ese mismo momento el cráneo desde lo más alto lanzó un chisguete de saliva hacia la doncella que le cayó sobre la palma de la mano que permanecía extendida.
Ixquic se miró rápidamente con atención su mano y al ver que la saliva ya no estaba en ella quedó profundamente sorprendida y admirada porque aquello que le estaba sucediendo no le era demasiado grato.
La voz de Hun-Hunahpú, a través de la calavera, le dijo desde lo alto del jícaro:
—En mi saliva y mi baba te he dado mi descendencia. Ahora mi cabeza ya no tiene nada encima, no es más que una calavera despojada de carne. Así es la cabeza de los grandes príncipes, la carne es lo único que les da una hermosa apariencia. Y cuando mueren espántanse los hombres a causa de los huesos. Así es también la naturaleza de los hijos, que son como la saliva y la baba, ya sean hijos de un señor, del hombre sabio o del orador. Su condición no se pierde cuando se van, sino que se hereda; no se extingue ni desaparece la imagen del señor, del hombre sabio o del orador, sino que la dejan a sus hijas y a los hijos que engendran. Esto mismo he hecho yo contigo. Sube, pues, a la superficie de la Tierra, que no morirás. Confía en mi palabra, que así será.
Todo este acaso maravilloso sucedió tan acertadamente porque así fue el mandato de Caculhá Huracán, Chipi-Caculhá y Raxa-Caculhá. “Y estos tres son el Corazón del Cielo”, que se llama Huracán.
Después de escuchar la voz de la calavera haciéndole todas las advertencias, Ixquic fue de regreso a su casa, habiendo concebido inmediatamente a dos hijos gemelos en su vientre solamente por la virtud de la saliva que recibió en su mano con el chisguete que aquélla le envió.
Ya en su hogar, la muchacha realizó su vida cotidiana con toda normalidad sin detectar su padre ninguna clase de transformación en ella. Sus labores caseras eran las mismas, su comportamiento idéntico, aunque mantenía dentro de sí una dulce melancolía que seguramente sería un favor que le hacían los dioses, ya que había sido escogida por ellos para llevar a cabo la misión de traer al mundo a los herederos de tan preclaros héroes que tan infame muerte tuvieron bajó el poder de los señores de Xibalbá y destinados para vencerlos sin remisión.
Cuando hubieron pasado seis meses de la insólita y sin gular concepción, su padre, Cuchumaquic, reparó en el estado de gravidez en que se hallaba su hija. Su secreto fue descubierto y el hombre se indignó profundamente, intenso fue el dolor que le invadió por el descubrimiento, y en su soledad maldijo a Ixquic y el desprecio más penetrante irrumpió dentro de su ser. Después de mucho meditar el hombre la situación en que se hallaba, sobre todo frente a la sociedad arcaica de aquellos tiempos y lugares, y sobre todo cumpliendo escrupulosamente la promesa de no hablarle a la muchacha, decidió reunirse con Hun-Carné y Vucub-Carné, los jueces supremos, precisamente los señores de Xibalbá que habían sido la perdición de los dos hermanos heroicos, que nacieron en la noche. “Esto es, antes que hubiera Sol, ni Luna, ni hubiese sido creado el hombre.”
Se congregaron en el consejo “todos los señores Hun Carné y Vucb-Camé con Cuchumaquic” y éste, muy contristado, lleno de dolor y también de rencor, les dijo con voz llena de aversión cuando compareció ante ellos:
—Mi hija está preñada, señores; ha sido deshonrada.
Los señores de Xibalbá, tras consultar entre ellos, se dirigieron al padre y dictaron sentencia:
—Está bien. Oblígala a declarar la verdad y si se niega a hablar castígala; que la lleven a sacrificar lejos de aquí.
Cuchumaquic, levantándose de su asiento y quedando cabizbajo, aceptó el juicio del consejo diciendo con voz trémula por el odio:
—Muy bien, respetables señores.
Luego marchó a su casa y, sacando fuerzas de su flaqueza porque su ira le ahogaba, rompió el silencio que mantuviera ante Ixquic y le preguntó severamente:
—¿De quién es el hijo que tienes en el vientre, hija mía?
La muchacha tercamente le contestó:
—No tengo hijo, señor padre, aún no he conocido varón.
Cuchumaquic, indignado aún más si cabe, rojo por la ira y por las palabras de la muchacha que él tomó como una
burla a su dignidad y a sus años, le dijo muy tranquilamente:
—Está bien. Definitivamente eres una ramera.
Con esta lacónica contestación le estaba indicando a su hija que se atuviera a las consecuencias, que lo que le ocurriera a partir de aquel momento ella misma se lo había bus cado. Entonces se dirigió a la mansión de los dioses del averno y ordenó a los búhos, que son los servidores de los señores de Xibalbá:
—Llevadla a sacrificar, señores Ahpop Achih, traedme el corazón dentro de una jícara y volved hoy mismo ante los señores.
Ahpop Achih era el título que tenían algunos señores y jefes quichés.
Los búhos eran cuatro —los Ah-Tucur, los malos— y se llamaban Chabi-Tucur, Huracán-Tucur, Caquix-Tucur y Ho-lom-Tucur.
Los cuatro mensajeros alados —uno rápido como una flecha (chabi), otro gigante y de una sola pierna (huracán),
otro como un guacamayo (caquix) y el último de cabeza grande (holom)— cogieron la jícara y el cuchillo de pedernal y se marcharon por los aires llevando a la muchacha en brazos para sacrificarla.
Llegaron hasta los pies de un árbol enorme, que se llamaba “árbol rojo de grana”, para allí ejecutar la sentencia de los de Xibalbá. Los búhos hablaron entre sí y convinieron que aquél era el lugar idóneo para realizar su amarga misión y se dispusieron a ejecutarla. lxquic, al ver que se iba a cumplir a manos de los Ah-Tucur la sangrienta y cruel orden que diera su padre, les suplicó:
—No es posible que me matéis, ¡oh mensajeros! , porque no es una deshonra lo que llevo en el vientre, sino que se engendró sólo cuando fui a admirar la cabeza de Hun-Hunahpú que estaba en Pucbal-Cha, Así pues no debéis sacrificarme, ¡oh mensajeros!
Los fieles servidores de los señores de Xibalbá se compadecieron de la doncella y, tras conferenciar entre ellos cuatro, se volvieron a ella y le expresaron justificándose, pidiéndole casi excusas:
— ¿Y qué pondremos en lugar de tu corazón? Se nos ha dicho por tu padre: Traedme el corazón, volved ante los seño res cumplid vuestro deber y atended juntos a la obra, traedlo pronto en la jícara, poned el corazón en el fondo de la jícara. ¿Acaso no se nos habló así? ¿Qué le daremos en la jícara? Nosotros bien quisiéramos que no murieras.
lxquic respondió a sus quejas de la siguiente manera:
—Muy bien, pero este corazón no les pertenece a ellos. Tampoco debe ser aquí vuestra morada, ni debéis tolerar que os obliguen a matar a los hombres. Después serán cierta mente vuestros los verdaderos criminales y míos serán enseguida Hun-Camé y Vucub-Camé. Así, pues, la sangre y sólo la sangre será de ellos y estará en su presencia.
Y como la doncella sabía que los señores deseaban su corazón para quemarlo, porque ésta era una antigua costumbre de purificación que se tenía en aquella época y en aquel territorio, siguió hablándoles a los cuatro mensajeros de esta forma:
—Tampoco puede ser que este corazón sea quemado ante ellos —luego les mostró el árbol a cuya sombra se guarecían
y les recomendó—: Recoged el producto de este árbol.
“El jugo rojo brotó del árbol, cayó en la jícara yen seguida se hizo una bola resplandeciente que tomó la forma de un corazón hecho con la savia que corría de aquel árbol encamado. Semejante a la sangre brotaba la savia del árbol, imitando la verdadera sangre. Luego se coaguló allí dentro la sangre, o sea la savia del árbol rojo, y se cubrió de una capa muy encendida como de sangre al coagularse dentro de la jícara. mientras que el árbol resplandecía por la obra de la doncella.”
Desde entonces aquel árbol tomó el nombre de “Árbol de sangre” y “Sangre de dragón”, porque su savia tiene idénticos color y densidad que la sangre.
Los Ah-Tucura así lo hicieron y cumplieron de esa falsa manera el mandato recibido por sus señores. Por ello la muchacha les dijo agradecida:
—Allá en la tierra seréis amados y tendréis lo que os pertenece.
Los mensajeros, prendados de la doncella y de la dulzura de sus palabras, se pusieron en connivencia con ella y antes de abandonarla con vida se despidieron de Ixquic con estas palabras:
—Está bien, niña. Nosotros nos iremos allá, subiremos a servirte; tú sigue tu camino mientras nosotros vamos a presentar la savia en lugar de tu corazón ante los señores.
En el reino de Xibalbá estaban reunidos todos los señores esperando la llegada de los mensajeros que debían de entre garles el corazón sangrante de Ixquic. Cuando llegaron ante su presencia Hum-Camé preguntó:
— ¿Se ha terminado eso?
Uno de los servidores, lleno de hipocresía y mintiendo con descaro, contestó con decisión, a la vez que les entregaba el tibor:
—Todo está concluido, señores. Aquí está el corazón en el fondo de la jícara.
Hum-Camé exclamó tomando la taza:
—Muy bien. Veamos.
Cogió el corazón entre sus manos del fondo de la jícara y lo levantó. Con este movimiento se rompió la corteza y empezó a verterse la sangre, que era de un color rojo muy vivo.
Hun-Camé, convencido de que tenía ante sí el corazón de Ixquic, ordenó a sus servidores:
—Atizad bien el fuego y ponedlo sobre las brasas.
Reavivaron la fogata e inmediatamente después tomaron el corazón y lo pusieron sobre las llamas. Pronto comenzaron los de Xibalbá a sentir el olor del mismo que producía al quemarse. Todos se levantaron y se acercaron al fuego para verlo arder. Los señores expresaban con satisfacción:
—Se nota muy dulce la fragancia de la sangre al quemarse.
Aprovechando que aquellos estaban absortos. y pensativos contemplando cómo el falso corazón de la doncella se convertía en humo, los búhos, los mensajeros de los dioses del averno, remontaron el vuelo desde el abismo —la morada de los de Xibalbá— hacia la Tierra y se convirtieron, como les había prometido al pie del “árbol de sangre”, en sus fieles servidores.
Así fue como los señores de Xibalbá fueron vencidos y engañados por la doncella; la doncella que llevaba en su entraña la vida de los hijos de aquellos héroes que murieron en el abismo y que estaban predestinados por la tríada de Corazón del Cielo para vencerlos, salvando idénticos obstáculos que no supieron superar sus mitológicos padres.
(CUALQUIER PARECIDO CON LA VIRGEN MARIA ES PURA COINCIDENCIA./JAJA)
Ixquic parirá a su tiempo a los dos guerreros gemelos Hunahpú e Ixbalanqué, quienes una vez adultos se enfrentarán al poder de la enfermedad y la muerte en el tétrico reino subterráneo de Xibalbá.
LA DONCELLA Y EL ÁRBOL
DE LA CALAVERA
Cuando los señores de Xibalbá vencieron a los dos héroes Hun-Flunahpú y Vucub-Ilunahpú tomaron la cabeza del primero y la pusieron sobre el árbol jícaro que arraigaba a un lado del camino. Era un árbol seco que jamás había fructificado y nada más entrar en contacto con el cráneo se llenaron sus ramas de frutos sazonados y maduros. Al contemplar la riqueza de aquel árbol los señores de Xibalbá sentenciaron:
—¡Que nadie venga a coger esta fruta! ¡Que nadie venga a ponerse debajo de este árbol!
Y por su magia “la cabeza de Hun-Hunahpú no volvió a aparecer porque se había vuelto la misma cosa que el fruto del árbol que se llama jícaro. Sin embargo, una muchacha oyó la historia maravillosa” de los dos semidioses, hermanos gemelos, que murieron bajo el poder de los de Xibalbá, y tan prendada quedó al escuchar sus portentosas hazañas que decidió, en contra de lo ordenado por los señores del averno y de su propio padre, visitar tan peculiar árbol.
La doncella se llamaba Ixquic y fue precisamente a su padre, Cuchnmaquic, a quien “oyó la historia de los frutos del árbol”, a consecuencia de lo cual quedó tan intensamente impresionada que su admiración hacia los dos héroes creció notablemente, e inmediatamente se preguntó:
—¿Por qué no he de ir a ver ese árbol que cuentan? Ciertamente deben ser sabrosos los frutos de que oigo hablar.
Sin pensarlo más detenidamente, impulsiva como lo es la juventud de todos los tiempos, la doncella Ixquic se puso en camino, aventurándose en el evento en solitario, sin consentir que nadie la acompañara. Al fin llegó al pie del árbol
“que estaba sembrado en Pucbal-Chah’. Ante él, la doncella exclamó con entusiasmo:
—¡Ah! ¿Qué frutos son los que produce este árbol? ¿No es admirable ver cómo se ha cubierto de frutos? ¿Me he de morir, me perderé si corto uno de ellos?
Nadie le podía contestar porque se hallaba sola en el paraje. Sin embargo, la calavera de Hun-Hunahpú, que hasta entonces se había escondido entre las frutos como uno más de ellos, se hizo visible y de entre las ramas del jícaro le contestó:
—¿Que es lo que quieres? Estos objetos redondos que cubren las ramas del árbol no son más que calaveras.
Así dijo la cabeza de Hun-Hunahpú dirigiéndose a la joven e inmediatamente, casi con ansiedad, le preguntó:
—¿Por ventura los deseas?
La doncella contestó gravemente:
—Sí los deseo.
La calavera le habló otra vez:
—Muy bien. Extiende hacia acá tu mano derecha.
La muchacha, a la vez que aceptaba el reto, levantó la mano derecha y La mostró en dirección hacia donde estaba la calavera.
—Bien —dijo.
En ese mismo momento el cráneo desde lo más alto lanzó un chisguete de saliva hacia la doncella que le cayó sobre la palma de la mano que permanecía extendida.
Ixquic se miró rápidamente con atención su mano y al ver que la saliva ya no estaba en ella quedó profundamente sorprendida y admirada porque aquello que le estaba sucediendo no le era demasiado grato.
La voz de Hun-Hunahpú, a través de la calavera, le dijo desde lo alto del jícaro:
—En mi saliva y mi baba te he dado mi descendencia. Ahora mi cabeza ya no tiene nada encima, no es más que una calavera despojada de carne. Así es la cabeza de los grandes príncipes, la carne es lo único que les da una hermosa apariencia. Y cuando mueren espántanse los hombres a causa de los huesos. Así es también la naturaleza de los hijos, que son como la saliva y la baba, ya sean hijos de un señor, del hombre sabio o del orador. Su condición no se pierde cuando se van, sino que se hereda; no se extingue ni desaparece la imagen del señor, del hombre sabio o del orador, sino que la dejan a sus hijas y a los hijos que engendran. Esto mismo he hecho yo contigo. Sube, pues, a la superficie de la Tierra, que no morirás. Confía en mi palabra, que así será.
Todo este acaso maravilloso sucedió tan acertadamente porque así fue el mandato de Caculhá Huracán, Chipi-Caculhá y Raxa-Caculhá. “Y estos tres son el Corazón del Cielo”, que se llama Huracán.
Después de escuchar la voz de la calavera haciéndole todas las advertencias, Ixquic fue de regreso a su casa, habiendo concebido inmediatamente a dos hijos gemelos en su vientre solamente por la virtud de la saliva que recibió en su mano con el chisguete que aquélla le envió.
Ya en su hogar, la muchacha realizó su vida cotidiana con toda normalidad sin detectar su padre ninguna clase de transformación en ella. Sus labores caseras eran las mismas, su comportamiento idéntico, aunque mantenía dentro de sí una dulce melancolía que seguramente sería un favor que le hacían los dioses, ya que había sido escogida por ellos para llevar a cabo la misión de traer al mundo a los herederos de tan preclaros héroes que tan infame muerte tuvieron bajó el poder de los señores de Xibalbá y destinados para vencerlos sin remisión.
Cuando hubieron pasado seis meses de la insólita y sin gular concepción, su padre, Cuchumaquic, reparó en el estado de gravidez en que se hallaba su hija. Su secreto fue descubierto y el hombre se indignó profundamente, intenso fue el dolor que le invadió por el descubrimiento, y en su soledad maldijo a Ixquic y el desprecio más penetrante irrumpió dentro de su ser. Después de mucho meditar el hombre la situación en que se hallaba, sobre todo frente a la sociedad arcaica de aquellos tiempos y lugares, y sobre todo cumpliendo escrupulosamente la promesa de no hablarle a la muchacha, decidió reunirse con Hun-Carné y Vucub-Carné, los jueces supremos, precisamente los señores de Xibalbá que habían sido la perdición de los dos hermanos heroicos, que nacieron en la noche. “Esto es, antes que hubiera Sol, ni Luna, ni hubiese sido creado el hombre.”
Se congregaron en el consejo “todos los señores Hun Carné y Vucb-Camé con Cuchumaquic” y éste, muy contristado, lleno de dolor y también de rencor, les dijo con voz llena de aversión cuando compareció ante ellos:
—Mi hija está preñada, señores; ha sido deshonrada.
Los señores de Xibalbá, tras consultar entre ellos, se dirigieron al padre y dictaron sentencia:
—Está bien. Oblígala a declarar la verdad y si se niega a hablar castígala; que la lleven a sacrificar lejos de aquí.
Cuchumaquic, levantándose de su asiento y quedando cabizbajo, aceptó el juicio del consejo diciendo con voz trémula por el odio:
—Muy bien, respetables señores.
Luego marchó a su casa y, sacando fuerzas de su flaqueza porque su ira le ahogaba, rompió el silencio que mantuviera ante Ixquic y le preguntó severamente:
—¿De quién es el hijo que tienes en el vientre, hija mía?
La muchacha tercamente le contestó:
—No tengo hijo, señor padre, aún no he conocido varón.
Cuchumaquic, indignado aún más si cabe, rojo por la ira y por las palabras de la muchacha que él tomó como una
burla a su dignidad y a sus años, le dijo muy tranquilamente:
—Está bien. Definitivamente eres una ramera.
Con esta lacónica contestación le estaba indicando a su hija que se atuviera a las consecuencias, que lo que le ocurriera a partir de aquel momento ella misma se lo había bus cado. Entonces se dirigió a la mansión de los dioses del averno y ordenó a los búhos, que son los servidores de los señores de Xibalbá:
—Llevadla a sacrificar, señores Ahpop Achih, traedme el corazón dentro de una jícara y volved hoy mismo ante los señores.
Ahpop Achih era el título que tenían algunos señores y jefes quichés.
Los búhos eran cuatro —los Ah-Tucur, los malos— y se llamaban Chabi-Tucur, Huracán-Tucur, Caquix-Tucur y Ho-lom-Tucur.
Los cuatro mensajeros alados —uno rápido como una flecha (chabi), otro gigante y de una sola pierna (huracán),
otro como un guacamayo (caquix) y el último de cabeza grande (holom)— cogieron la jícara y el cuchillo de pedernal y se marcharon por los aires llevando a la muchacha en brazos para sacrificarla.
Llegaron hasta los pies de un árbol enorme, que se llamaba “árbol rojo de grana”, para allí ejecutar la sentencia de los de Xibalbá. Los búhos hablaron entre sí y convinieron que aquél era el lugar idóneo para realizar su amarga misión y se dispusieron a ejecutarla. lxquic, al ver que se iba a cumplir a manos de los Ah-Tucur la sangrienta y cruel orden que diera su padre, les suplicó:
—No es posible que me matéis, ¡oh mensajeros! , porque no es una deshonra lo que llevo en el vientre, sino que se engendró sólo cuando fui a admirar la cabeza de Hun-Hunahpú que estaba en Pucbal-Cha, Así pues no debéis sacrificarme, ¡oh mensajeros!
Los fieles servidores de los señores de Xibalbá se compadecieron de la doncella y, tras conferenciar entre ellos cuatro, se volvieron a ella y le expresaron justificándose, pidiéndole casi excusas:
— ¿Y qué pondremos en lugar de tu corazón? Se nos ha dicho por tu padre: Traedme el corazón, volved ante los seño res cumplid vuestro deber y atended juntos a la obra, traedlo pronto en la jícara, poned el corazón en el fondo de la jícara. ¿Acaso no se nos habló así? ¿Qué le daremos en la jícara? Nosotros bien quisiéramos que no murieras.
lxquic respondió a sus quejas de la siguiente manera:
—Muy bien, pero este corazón no les pertenece a ellos. Tampoco debe ser aquí vuestra morada, ni debéis tolerar que os obliguen a matar a los hombres. Después serán cierta mente vuestros los verdaderos criminales y míos serán enseguida Hun-Camé y Vucub-Camé. Así, pues, la sangre y sólo la sangre será de ellos y estará en su presencia.
Y como la doncella sabía que los señores deseaban su corazón para quemarlo, porque ésta era una antigua costumbre de purificación que se tenía en aquella época y en aquel territorio, siguió hablándoles a los cuatro mensajeros de esta forma:
—Tampoco puede ser que este corazón sea quemado ante ellos —luego les mostró el árbol a cuya sombra se guarecían
y les recomendó—: Recoged el producto de este árbol.
“El jugo rojo brotó del árbol, cayó en la jícara yen seguida se hizo una bola resplandeciente que tomó la forma de un corazón hecho con la savia que corría de aquel árbol encamado. Semejante a la sangre brotaba la savia del árbol, imitando la verdadera sangre. Luego se coaguló allí dentro la sangre, o sea la savia del árbol rojo, y se cubrió de una capa muy encendida como de sangre al coagularse dentro de la jícara. mientras que el árbol resplandecía por la obra de la doncella.”
Desde entonces aquel árbol tomó el nombre de “Árbol de sangre” y “Sangre de dragón”, porque su savia tiene idénticos color y densidad que la sangre.
Los Ah-Tucura así lo hicieron y cumplieron de esa falsa manera el mandato recibido por sus señores. Por ello la muchacha les dijo agradecida:
—Allá en la tierra seréis amados y tendréis lo que os pertenece.
Los mensajeros, prendados de la doncella y de la dulzura de sus palabras, se pusieron en connivencia con ella y antes de abandonarla con vida se despidieron de Ixquic con estas palabras:
—Está bien, niña. Nosotros nos iremos allá, subiremos a servirte; tú sigue tu camino mientras nosotros vamos a presentar la savia en lugar de tu corazón ante los señores.
En el reino de Xibalbá estaban reunidos todos los señores esperando la llegada de los mensajeros que debían de entre garles el corazón sangrante de Ixquic. Cuando llegaron ante su presencia Hum-Camé preguntó:
— ¿Se ha terminado eso?
Uno de los servidores, lleno de hipocresía y mintiendo con descaro, contestó con decisión, a la vez que les entregaba el tibor:
—Todo está concluido, señores. Aquí está el corazón en el fondo de la jícara.
Hum-Camé exclamó tomando la taza:
—Muy bien. Veamos.
Cogió el corazón entre sus manos del fondo de la jícara y lo levantó. Con este movimiento se rompió la corteza y empezó a verterse la sangre, que era de un color rojo muy vivo.
Hun-Camé, convencido de que tenía ante sí el corazón de Ixquic, ordenó a sus servidores:
—Atizad bien el fuego y ponedlo sobre las brasas.
Reavivaron la fogata e inmediatamente después tomaron el corazón y lo pusieron sobre las llamas. Pronto comenzaron los de Xibalbá a sentir el olor del mismo que producía al quemarse. Todos se levantaron y se acercaron al fuego para verlo arder. Los señores expresaban con satisfacción:
—Se nota muy dulce la fragancia de la sangre al quemarse.
Aprovechando que aquellos estaban absortos. y pensativos contemplando cómo el falso corazón de la doncella se convertía en humo, los búhos, los mensajeros de los dioses del averno, remontaron el vuelo desde el abismo —la morada de los de Xibalbá— hacia la Tierra y se convirtieron, como les había prometido al pie del “árbol de sangre”, en sus fieles servidores.
Así fue como los señores de Xibalbá fueron vencidos y engañados por la doncella; la doncella que llevaba en su entraña la vida de los hijos de aquellos héroes que murieron en el abismo y que estaban predestinados por la tríada de Corazón del Cielo para vencerlos, salvando idénticos obstáculos que no supieron superar sus mitológicos padres.
(CUALQUIER PARECIDO CON LA VIRGEN MARIA ES PURA COINCIDENCIA./JAJA)
FIN
adaptacion de fragmento del popolvuh
viernes, 7 de noviembre de 2014
EL MAGICO MUNDO DE LOS ESPEJOS
¿Quién no se ha sentido intrigado por el mágico mundo de los espejos. Un claro ejemplo es el clásico libro de Lewis Carroll, Alicia a través del espejo, secuela de su éxito Alicia en el país de las maravillas, en el que la pequeña Alicia descubre que detrás de la superficie del espejo existe un fascinante mundo alternativo, que los investigadores ahora vinculan a una desconocida dimensión. Te proponemos repasar diversas teorías sobre la naturaleza material o sobrenatural de los espejos.
1) Los espejos reflejan la realidad visible:
Es la versión materialista, que considera a los espejos como simples superficies reflectantes. No hay nada misterioso ni secreto que averiguar de ellos.
2) Los espejos son portales a otra dimensión:
Esta visión, largamente considerada, indica que existen universos paralelos que pueden visitarse utilizando a los espejos como vía de comunicación. El procedimiento para lograrlo nio es nada sencillo, se debe estar muy versado en invocaciones y formulaciones mágicas, y además poseer un valor a toda prueba, ya que poco o nada sabemos de las dimensiones con las que los analistas de lo oculto y hasta los científicos especulan: en qué consisten, por qué clase de criaturas están pobladas, si son una continuidad-espacio temporal o una anomalía, etc. Si has hallado la llave del camino entre las dimensiones a través de los espejos (naturalmente, nos gustaría saber de ella), úsala con cuidado.
3) Los espejos son escondite de espíritus y fantasmas:
Algunas teorías hablan de los espejos como lugares de refugio para seres sobrenaturales. Si bien pueden ser considerados portales a otra dimensión, también son escondite de fantasmas, demonios y demás seres del inframundo. En ocasiones, es posible obligarlos a salir de ese estado, pero quien lo haga, utilizando hechicería, debe estar preparado para poder controlar a la entidad, de modo que no debes tomarte la ejecución de este tipo de operaciones a la ligera.
4) Los espejos son herramientas de adivinación:
Las superficies reflectantes son elementos ideales para practicar alguna forma demancia o adivinación. El médium debe concentrarse y poner su mente totalmente en blanco para poder observar en la superficie del espejo imágenes que tengan que ver con la consulta. Muchas veces lso espejos devuelven imágenes muy nítidas e impresionantes, por lo que debes estar preparado para cualquier tipo de revelación.
5) Los espejos son cárceles del alma:
Esta creencia se narra en el volumen Pseudodoxia Epidemica de Thomas Browne, quien cuenta que en algunas regiones de Europa, al fallacer una persona en el interior de una casa, los espejos eran cubiertos con telas oscuras, para evitar que el alma de los recién fallecidos, tentada a permanecer en este plano de la realidad, fuera a tomar refugio en ellos, dado que allí se reflejan las últimas imágenes de las cosas queridas que atan a lo terrenal a los difuntos.
fuente
jueves, 6 de noviembre de 2014
las 5 amenazas para la humanidad.
El investigador científico de la Universidad de Oxford (Reino Unido), Anders Sandberg, ha presentado la lista de cinco amenazas para la existencia de la humanidad.
En su artículo publicado en el portal 'The Raw Story' Sandberg señala que la gente ha estado hablando sobre el apocalipsis durante milenios, pero pocos han tratado de buscar la manera de evitarlo, al contrario, durante el último siglo solo hemos descubierto o creado nuevos riesgos existenciales.
Guerra nuclear
La amenaza más peligrosa para todos los seres humanos, según el científico, es la guerra nuclear.
Sandberg afirma que mientras que sólo dos armas nucleares se han utilizado en combate hasta ahora, en Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial, los arsenales nucleares están a punto de llegar a una guerra fría global y es un error pensar que la guerra nuclear es imposible.
De acuerdo con el científico, si suponemos que el calentamiento de la situación en esta área podría tener lugar cada 69 años, teniendo en cuenta la crisis de los misiles de Cuba, con una de cada tres posibilidades de que podría haber una guerra nuclear, la posibilidad de una catástrofe aumenta a una de cada 200 por año.
Sin embargo, pese a que una guerra nuclear a gran escala entre las grandes potencias mataría a cientos de millones de personas en forma o a través de sus efectos secundarios, no será suficiente para que sea un riesgo existencial.
La verdadera amenaza, según el investigador, es el invierno nuclear, en otras palabras, una increíble cantidad de hollín lanzada a la estratosfera que causaría un enfriamiento y sequía del mundo entero en unos años. Las simulaciones climáticas modernas indican que esto podría impedir la agricultura en gran parte del mundo. Si ocurre esta situación miles de millones de personas morirían de hambre, dejando solo supervivientes dispersos por todo el planeta que, por su parte, serían interceptados por otras amenazas, como diferentes enfermedades.
Bioingeniería pandémica o armas químicas
Las pandemias naturales han matado a más personas que las guerras, pero es poco probable que pudieran convertirse en una amenaza existencial, ya que siempre hay algunas personas resistentes al patógeno.
Sin embargo, ahora el propio ser humano puede hacer las enfermedades más irresistibles y peligrosas. Uno de los ejemplos es el famoso gen mousepox, introducido en un ratón con viruela, que hizo la enfermedad mucho más letal y capaz de infectar a los individuos vacunados. Los últimos trabajos sobre la gripe aviar también han demostrado que es posible fomentar deliberadamente el contagio de la enfermedad.
De acuerdo con Sandberg, está capacidad y el hecho de que la biotecnología sea cada día más barata permitió a los gobiernos en busca de nuevas herramientas de control desarrollar un nuevo tipo de armas de destrucción masiva: armas químicas o biológicas.
El científico destaca que aunque acabar con la humanidad no es militarmente útil, siempre aparece alguien que quiere hacer las cosas porque puede. Y hasta existen grupos de personas que creen que la Tierra sería mejor sin el ser humano.
Superinteligencia
De acuerdo con el investigador, la forma de inteligencia más poderosa de las existentes hasta la fecha es el 'software' y cuando se vuelva lo suficientemente potente como para hacer una forma mejor de sí misma provocará una "explosión de inteligencia" que llevaría a una gran diferencia en el poder potencial entre el sistema inteligente (o las personas que le indican lo que debe hacer) y el resto del mundo. Esto, según Sandberg, tiene un enorme potencial para el desastre si las metas se fijan mal.
Sin embargo, el científico admite que es muy difícil razonar acerca de la tecnología del futuro que todavía no tenemos, o inteligencias más grandes que nosotros, por los que esta teoría podría ser el desastre más masivo o simplemente un espejismo.
Nanotecnología
La nanotecnología es el control sobre la materia con precisión atómica o molecular y en sí misma no es peligrosa, al contrario, podría convertirse en una solución para muchos problemas que hoy en día no dejan dormir a los científicos. Sin embargo, según afirma Sandberg, su problema, al igual que el de la biotecnología, es que su aumento de potencia también aumenta la posibilidad de sus abusos, que son difíciles de diferenciar.
El riesgo más evidente de la fabricación de precisión atómica parece ideal para la fabricación rápida y barata de cosas como las armas. Así en el mundo donde cualquier gobierno podría "imprimir" grandes cantidades de armas autónomas las carreras de armamentos podrían llegar a ser muy rápidas y por lo tanto inestables. En esta situación atacar primero antes de que tu enemigo alcance la cantidad más grande de armas pudiera ser la mayor tentación.
De acuerdo con Sandberg, el desarrollo de la nanotecnología "podría actuar como un gas nervioso, que busca a las víctimas con el fin de mantener las poblaciones obedientes" y además conseguir la proliferación nuclear y la ingeniería climática en manos de cualquiera que lo desee.
La incertidumbre
Mencionando a la amenaza para la humanidad más inquietante de todas, Sandberg indica la existencia de algo desconocido y muy mortal de lo que todavía no tenemos ni idea.
El científico señala que "el silencio en el cielo podría ser evidencia de esto" y se cuestiona ¿si la ausencia de los extraterrestres se debe al hecho de que la vida y la inteligencia son excepcionales o a que tienden a ser aniquiladas? Sandberg supone que si de verdad existe un gran filtro, debe haber funcionado con otras civilizaciones también.
El investigador también señala que los riegos mencionados en la lista tienen mucha más probabilidad de llevar a la humanidad a la extinción que, por ejemplo, el cambio climático o el impacto de un asteroide, los cuales, por su parte, aparecen mucho más a menudo en los medios de comunicación, quienes sobrevaloran su potencia.
fuente
rtnoticias
miércoles, 5 de noviembre de 2014
EL ESCORPION VOLADOR
El "escorpión volador", insecto llamado así porque posee una especie de aguijón, no representa mayor peligro para los humanos.
Desde el pasado me de abril, la Cruz Roja atendió en Sonora seis casos de picadura de "escorpión volador", originario de Texas en Estados Unidos.
De acuerdo con Andrés Alvarado Castro, entomólogo de la Universidad Estatal de Sonora (UES) considera que es un insecto inofensivo.
"La especie "Panorpa nuptialis se trata de un insecto inofensivo, no venenoso y morder a las personas no es el hábito general de dicha especie. La probabilidad de que cause alguna infección ligera, sensación molesta o alergia, la sensación de picadura de la especie sería de la misma proporción de daño que pueda ocasionar una astilla de madera o cualquier escarabajo e insecto", destacó el especialista.
El especialista con grado de Maestría en Entomología Médica afirmó que el "escorpión volador", insecto llamado así porque posee una especie de aguijón, no representa mayor peligro para los humanos, es comparable con el que se correría con cualquier otro insecto, por lo que los ataques reportados en la capital sonorense pueden tratarse solamente de una cuestión accidental.
El "escorpión volador" en realidad es un insecto, pues esta especie pertenece a la clase taxonómica de los arácnido; este pequeño bicho ha llamado la atención en los lugares donde los vecinos han realizado avistamientos, como el caso de la colonia Villa Guadalupe, al norte de la ciudad, zona donde se han dado la mayoría de las mordeduras registradas.
"Lo vi volar muy rápido, más rápido de lo que vuelan las libélulas. Vi clarito que era el "escorpión volador" por la colita y las alas, muy grandes, pero me sorprendió mucho y mejor me metí a la casa, dijo Laura Castro, residente del sector.
Al respecto, las autoridades de la Secretaría de Salud Pública (SSP) estatal no han emitido algún aviso.
Con información de Notimex.
EL MOUNSTRO DEL BREALITO (Argentina)
Brealito y su extraña bestia que horroriza.
Hay cientos de testimonios sobre su presencia, que se remonta a muchísimos años atrás.
"Algo gigante nadaba en el lago. Era grande y pesado. El ya había escuchado de nuestros antepasados y contemporáneos sobre la existencia de un monstruo en la laguna. Y por ello, un temblor le recorrió el cuerpo y un escalofrío le bajó por la espina dorsal", contaba a El Tribuno en su edición de febrero de 2001, un poblador quien conoció al protagonista de esa historia, un policía seclanteño apodado el gringo Guzman, fallecido en 1994.
En su testimonio, el amigo del Gringo, lo definía como un escéptico, aunque, sin embargo, repitió la historia de su visión hasta el último de sus días de manera detallada y precisa.
Un sitio especial
En la zona que se extiende desde El Cajoncillo hasta la laguna de Brealito en los departamentos de Cachi y Molinos ocurren sucesos muy particulares como avistamientos de objetos voladores no identificados (ovni), apariciones y presencias inexplicables.
La laguna de Brealito, a 12 kilómetros de Seclantás y a 157 de la capital provincial merece una atención particular, no solo por el paisaje fabuloso de sus montañas y su vegetación donde destacan pitas de aspecto Jurásico, sino por la de los recurrentes relatos de visitantes y pobladores. Todas tienen un mínimo común denominador: se refieren a un extraño animal, un pez gigantesco o un virtual plesiosaurio, que aparece y desaparece, agitando las aguas salobres de la laguna.
En la zona que se extiende desde El Cajoncillo hasta la laguna de Brealito en los departamentos de Cachi y Molinos ocurren sucesos muy particulares como avistamientos de objetos voladores no identificados (ovni), apariciones y presencias inexplicables.
La laguna de Brealito, a 12 kilómetros de Seclantás y a 157 de la capital provincial merece una atención particular, no solo por el paisaje fabuloso de sus montañas y su vegetación donde destacan pitas de aspecto Jurásico, sino por la de los recurrentes relatos de visitantes y pobladores. Todas tienen un mínimo común denominador: se refieren a un extraño animal, un pez gigantesco o un virtual plesiosaurio, que aparece y desaparece, agitando las aguas salobres de la laguna.
Si bien la historia del Gringo Guzmán es la más conocida y con más detalles, no es la única. Son varios los testimonios que confirman haber visto "algo" de dimensiones enormes en el mítico espejo de caprichosas formas y con roqueríos similares a los que se observan en los océanos.
Una noche de pesca y terror
"Como tantas veces en su vida, el Gringo, se dispuso un día cualquiera pasar la noche a la orilla del lago que tiene una forma muy particular, de color verde intenso y rodeado de montañas y cardones que se estrecha en el sector sur en medio de un paisaje de rocas azules.
Cuando llegó al lugar que le pareció más adecuado para acampar, bajo un enorme algarrobo, encendió su vieja lámpara, acomodó su bicicleta y su equipo de pesca. Acto seguido, lanzó el sedal hacia las profundidades, desconocidas hasta ahora, por lo cual muchos creen que la laguna de Brealito no es sino un ojo de mar. En ese momento, en el silencio majestuoso de la noche, escuchó una especie de chapoteo. Parecía que algo pesado había emergido. Agudizó la vista puesto que el movimiento que el Gringo percibía se daba justo donde se extinguía la luz del farol. Guzmán retrocedió unos pasos, levantó la lámpara a la altura de la cabeza extendiendo el brazo hacia adelante. El extraño ruido continuaba. En ese momento se le pasaron por la cabeza todas esas historias de hechos fantásticos y terroríficos que ocurrían en esas aparentes mansas aguas. Allí se dio cuenta que algo nadaba en el lago, muy cerca suyo. Por el oleaje producido por aquello no tuvo dudas de que se trataba de un ser vivo de dimensiones portentosas. Pero solo podía escucharlo, aunque tenía la sensación de ser observado por lo que fuera aquello que se movía a pocos metros de su presencia. Sacó coraje y decidió quedarse allí hasta ver de qué se trataba... en un momento creyó ver una figura de grandes dimensiones, pero la imagen fue fugaz. En ese momento los ruidos cesaron, pero por unos instantes se mantuvo el oleaje que confirmaba que un ente había producido el fenómeno.
El policía se quedó más de una hora parado en el lugar hasta que la luz de la lámpara comenzó a extinguirse. Después de meditar qué era lo que había ocurrido volvió a su improvisado campamento y comenzó a prepararse un rico pan amasado con picadillo. Mientras comía tranquilo con la mirada perdida en la oscuridad, trataba de deshilvanar lo que acababa de suceder. Después de tomarse un trago de vino, volvió hacia la vera del lago en búsqueda de unos buenos pejerreyes, especies que le han dado fama a la laguna misteriosa. Ni bien había enganchado la unca en el anzuelo para lanzarla a la profundidad, las aguas comenzaron, nuevamente, a agitarse con gran violencia.
El Gringo decidió esta vez, no quedarse para ver el desarrollo de los acontecimientos. Dio media vuelta y enfiló para el lado del algarrobo, pero en ese instante un gigantesco monstruo emergió muy cerca de la orilla. De acuerdo a su descripción, tenía aspecto de un reptil o un gigantesco pejerrey con ojos brillantes y lomo escamado y resplandeciente. Sin pensarlo partió corriendo a refugiarse en la arboleda y en su escape, cayó varias veces debido a los accidentes del terreno. Una vez alejado de la costa, se detuvo para escuchar lo que ocurría. Después de un largo rato y cuando el susto ya había dado paso a la tranquilidad, volvió a su campamento a recoger lo que allí había dejado, su bagayera, su bicicleta, sus cañas y su lámpara. Pero, cuando llegó allí encontró todo empapado, como si una gran ola hubiese caído sobre el lugar, que se encontraba a unos cuatro metros de la orilla.
El policía regresó a Seclantás y contó la historia a sus allegados. Algunos le creyeron e incluso también fueron testigos de hechos extraños, otros no. Lo que es real es que nunca
más regresó a la laguna de Brealito y definitivamente dejó la pesca.
fuente: Carmen Petrini diario http://www.eltribuno.info/
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los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl
La vista que engalana a la ciudad más grande del mundo: la Ciudad de México, está realzada por la majestuosidad de dos de los volcanes más altos del hemisferio, se trata del Popocatépetl y delIztaccíhuatl.
La presencia milenaria de estos enormes volcanes ha sido de gran importancia en las diferentes sociedades que los han admirado y venerado, siendo fuente de inspiración de múltiples leyendas sobre su origen y creación. Entre ellas las más conocidas son dos que a continuación relataremos.
El cacique tenía una hija, llamada Iztaccíhuatl, era la princesa más bella y depositó su amor en el joven Popocatépetl, uno de los más apuestos guerreros de su pueblo. Ambos se profesaban un inmenso amor, por lo que antes de partir a la guerra, Popocatépetl pidió al cacique la mano de la princesa Iztaccíhuatl. El padre accedió gustoso y prometió recibirlo con una gran celebración para darle la mano de su hija si regresaba victorioso de la batalla. El valiente guerrero aceptó, se preparó para partir y guardó en su corazón la promesa de que la princesa lo esperaría para consumar su amor. Al poco tiempo, un rival de amores de Popocatépetl, celoso del amor de ambos se profesaban, le dijo a la princesa Iztaccíhuatl que su amado había muerto durante el combate. Abatida por la tristeza y sin saber que todo era mentira, la princesa murió. Tiempo después, Popocatépetl regresó victorioso a su pueblo, con la esperanza de ver a su amada. A su llegada, recibió la terrible noticia sobre el fallecimiento de la princesa Iztaccíhuatl. Entristecido con la noticia, vagó por las calles durante varios días y noches, hasta que decidió hacer algo para honrar su amor y que el recuerdo de la princesa permaneciera en la memoria de los pueblos. Mandó construir una gran tumba ante el Sol, amontonando 10 cerros para formar una enorme montaña. Tomó entre sus brazos el cuerpo de su princesa, lo llevó a la cima y lo recostó inerte sobre la gran montaña. El joven guerrero le dio un beso póstumo, tomó una antorcha humeante y se arrodilló frente a su amada, para velar así, su sueño eterno. Desde aquel entonces permanecen juntos, uno frente a otro. Con el tiempo la nieve cubrió sus cuerpos, convirtiéndose en dos enormes volcanes que seguirán así hasta el final del mundo. La leyenda añade, que cuando el guerrero Popocatépetl se acuerda de su amada, su corazón que guarda el fuego de la pasión eterna, tiembla y su antorcha echa humo. Por ello hasta hoy en día, el volcán Popocatépetl continúa arrojando fumarolas. En cuanto al cobarde tlaxcalteca que mintió a Iztaccíhuatl, presa del arrepentimiento por la tragedia que desencadenó, fue a morir muy cerca de su tierra. También se convirtió en montaña, el Pico de Orizaba, otro de los volcanes de la región, y desde muy lejos, vigila el sueño eterno de los amantes que ya nunca se podrán separar. Esta leyenda ha pasado de generación en generación desde la época del Imperio Azteca, cuyo florecimiento data del siglo XIV, y la importancia que se les daba era evidente ya que desde ese tiempo que les otorgó los nombres que actualmente poseen. Popocatépetl deriva su nombre del verbo náhuatl “popoa” que significa “humo” y del sustantivo “tepetl”, que quiere decir “cerro”, así que su nombre significa literalmente “Cerro que Humea”, debido a que desde esa época emanaba ya, su tan característica fumarola. Popularmente es conocido como “El Popo”, aunque las poblaciones asentadas en sus faldas lo conocen con el cariñoso mote de “Don Goyo”. Iztaccíhuatl, el otro volcán, deriva su nombre de los vocablos nahuátl “iztac”, que significa “blanco” y “cíahuatl” que se interpreta como“mujer”, por lo que su nombre se traduce como “Mujer Blanca”. Actualmente es mejor conocida como la “Mujer Dormida” debido a su característico perfil que asemeja a una mujer recostada con la cara hacia el cielo. El Popocatépetl es un volcán activo con una edad aproximada de 730,000 años. Tiene forma cónica simétrica y una altura máxima de 5,450 metros sobre el nivel del mar, lo que lo coloca como el segundo más alto de México. Está unido en su parte norte con el Iztaccíhuatl, mediante un paso montañoso conocido como Paso de Cortés, nombre que hace referencia a la ruta que siguió Hernán Cortés por ese lugar, antes de llegar a la Gran Tenochtitlán. El Iztaccíhuatl es un volcán extinto ubicado en el centro de México. Es la tercera montaña más alta del país con una altitud de 5,220 metros sobre el nivel del mar y ambas se localizan en los límites territoriales de los estados de México y Puebla. Actualmente ambos volcanes aun son gran inspiración de expresiones artísticas y literarias, que seguramente pasarán a la posteridad como esta gran leyenda. fuente http://www.inside-mexico.com/ |
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