miércoles, 5 de noviembre de 2014

los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl



 La vista que engalana a la ciudad más grande del mundo: la Ciudad de México, está realzada por la majestuosidad de dos de los volcanes más altos del hemisferio, se trata del Popocatépetl y delIztaccíhuatl.
La presencia milenaria de estos enormes volcanes ha sido de gran importancia en las diferentes sociedades que los han admirado y venerado, siendo fuente de inspiración de múltiples leyendas sobre su origen y creación. Entre ellas las más conocidas son dos que a continuación relataremos.

Hace ya miles de años, cuando el Imperio Azteca estaba en su esplendor y dominaba el Valle de México, como práctica común sometían a los pueblos vecinos, requiriéndoles un tributo obligatorio. Fue entonces cuando el cacique de los Tlaxcaltecas, acérrimos enemigos de los Aztecas, cansado de esta terrible opresión, decidió luchar por la libertad de su pueblo.



El cacique tenía una hija, llamada Iztaccíhuatl, era la princesa más bella y depositó su amor en el joven Popocatépetl, uno de los más apuestos guerreros de su pueblo.
Ambos se profesaban un inmenso amor, por lo que antes de partir a la guerra, Popocatépetl pidió al cacique la mano de la princesa Iztaccíhuatl. El padre accedió gustoso y prometió recibirlo con una gran celebración para darle la mano de su hija si regresaba victorioso de la batalla.
El valiente guerrero aceptó, se preparó para partir y guardó en su corazón la promesa de que la princesa lo esperaría para consumar su amor.
Al poco tiempo, un rival de amores de Popocatépetl, celoso del amor de ambos se profesaban, le dijo a la princesa Iztaccíhuatl que su amado había muerto durante el combate.
Abatida por la tristeza y sin saber que todo era mentira, la princesa murió.

Tiempo después, Popocatépetl regresó victorioso a su pueblo, con la esperanza de ver a su amada. A su llegada, recibió la terrible noticia sobre el fallecimiento de la princesa Iztaccíhuatl.
Entristecido con la noticia, vagó por las calles durante varios días y noches, hasta que decidió hacer algo para honrar su amor y que el recuerdo de la princesa permaneciera en la memoria de los pueblos.
Mandó construir una gran tumba ante el Sol, amontonando 10 cerros para formar una enorme montaña.
Tomó entre sus brazos el cuerpo de su princesa, lo llevó a la cima y lo recostó inerte sobre la gran montaña.  El joven guerrero le dio un beso póstumo, tomó una antorcha humeante y se arrodilló frente a su amada, para velar así, su sueño eterno.

Desde aquel entonces permanecen juntos, uno frente a otro. Con el tiempo la nieve cubrió sus cuerpos, convirtiéndose en dos enormes volcanes que seguirán así hasta el final del mundo.
La leyenda añade, que cuando el guerrero Popocatépetl se acuerda de su amada, su corazón que guarda el fuego de la pasión eterna, tiembla y su antorcha echa humo.   Por ello hasta hoy en día, el volcán Popocatépetl continúa arrojando fumarolas.

En cuanto al cobarde tlaxcalteca que mintió a Iztaccíhuatl, presa del arrepentimiento por la tragedia que desencadenó, fue a morir muy cerca de su tierra. También se convirtió en montaña, el Pico de Orizaba, otro de los volcanes de la región, y desde muy lejos, vigila el sueño eterno de los amantes que ya nunca se podrán separar.



Esta leyenda ha pasado de generación en generación desde la época del Imperio Azteca, cuyo florecimiento data del siglo XIV, y la importancia que se les daba era evidente ya que desde ese tiempo que les otorgó los nombres que actualmente poseen.



Popocatépetl deriva su nombre del verbo náhuatl “popoa” que significa “humo” y del sustantivo “tepetl”, que quiere decir “cerro”, así que su nombre significa literalmente “Cerro que Humea”, debido a que desde esa época emanaba ya, su tan característica fumarola.



Popularmente es conocido como “El Popo”, aunque las poblaciones asentadas en sus faldas lo conocen con el cariñoso mote de “Don Goyo”.
Iztaccíhuatl, el otro volcán, deriva su nombre de los vocablos nahuátl “iztac”, que significa “blanco” y “cíahuatl” que se interpreta como“mujer”, por lo que su nombre se traduce como “Mujer Blanca”. Actualmente es mejor conocida como la “Mujer Dormida” debido a su característico perfil que asemeja a una mujer recostada con la cara hacia el cielo.

El Popocatépetl es un volcán activo con una edad aproximada de 730,000 años. Tiene forma cónica simétrica y una altura máxima de 5,450 metros sobre el nivel del mar, lo que lo coloca como el segundo más alto de México.
Está unido en su parte norte con el Iztaccíhuatl, mediante un paso montañoso conocido como Paso de Cortés, nombre que hace referencia a la ruta que siguió Hernán Cortés por ese lugar, antes de llegar a la Gran Tenochtitlán.

El Iztaccíhuatl es un volcán extinto ubicado en el centro de México. Es la tercera montaña más alta del país con una altitud de 5,220 metros sobre el nivel del mar y ambas se localizan en los límites territoriales de los estados de México y Puebla.
Actualmente ambos volcanes aun son gran inspiración de expresiones artísticas y literarias, que seguramente pasarán a la posteridad como esta gran leyenda.

fuente
http://www.inside-mexico.com/

sábado, 1 de noviembre de 2014

el señor del inframundo(Mexico)

                                 mictlantecuhtli el señor del inframundo

Cuentan los abuelos que los mexicas llamaban Mictlan al Inframundo, al lugar donde iban las almas de los muertos. En el Mictlan reinaban el dios Mictlantecuhtli y su esposa Mictlancíhuatl. Ambas deidades llevaban máscaras hechas de cráneos humanos. El dios tenía el pelo encrespado, los ojos en forma de estrella, adornos cónicos de papel en la frente y la nuca, en las manos enarbolaba una bandera y una estola de papel amate blanco, y orejeras hechas con huesos humanos. El alimento de Mictlantecuhtli y su esposa, consistía en pies y manos crudos, pinacates (escarabajo de la peste), atole, y pus que bebían en una calota. También gustaban de comer tamales pedorros, cuyos flatos provenían de los pinacates.

                                        
Mictlantecuhtli contaba con varios fieles servidores llamados mictecah. Ellos se encargaban de recibir al Sol de manos de las mocihuaquetque -mujeres muertas en su primer parto- para conducirlo en su camino por el Inframundo cuando caía la noche en la Tierra. Los mictecah eran almas que habían adoptado la forma de alacranes y arañas, animales temidos por los mexicas ya que anunciaban fatales enfermedades.

Al Mictlan llegaban las almas de aquellos que habían tenido una muerte común y corriente como la causada por alguna enfermedad, sin distinción de rango ni fortuna, y las almas de los esclavos aunque hubiesen muerto sacrificados en la fiesta dedicada a Huitzilopochtli, Dios de la Guerra y patrono de la Ciudad de México-Tenochtitlan. Solamente los guerreros muertos en batalla, las mujeres que perdían la vida durante el trabajo de parto, y aquellos muertos a causa de una enfermedad relacionada con el agua, estaban exentos de terminar en el Mictlan.

A los difuntos se les dedicaba un largo discurso en su lecho de muerte. Una vez finalizado, se procedía a arreglar al cadáver. Estas tareas correspondías a los ancianos sacerdotes, quienes prestos a ejecutar sus deberes, le envolvían con papeles, le ataban con sogas, y derramaban agua sobre su cabeza. Al terminar el embalsamamiento, los familiares montaban un altar doméstico para colocar la ofrenda mortuoria.


El fuego de la ofrenda al alma del difunto el camino que debía seguir para llegar al Mictlan. El aroma de las ofrendas y las oraciones de los deudos y sacerdotes, le ayudaban a fortalecerse para arribar con bien a su destino; ya que el viaje hacia el Mictlan duraba cuatro largos años. El viaje era agotador y agobiante, por eso el alma debía prepararse desde el momento mismo en que el futuro muerto entraba en agonía. Para darle fuerzas se le daba al agonizante una tonificante bebida llamada cuauhnexatolli, una especie de atole hecho con tequixquitl –la piedra mineral sazonadora- que proporcionaba fuerzas al alma. Cuando el agonizante moría y se le amortajaba y se le preparaba la ofrenda que había de llevar en su mortuorio viaje.

Consistía la ofrenda en vasos, ollas, cazuelas, contendedores de alimentos, vertederas, urnas funerarias, collares de cuentas de cristal, jadeíta, serpentina, piedras preciosas o semipreciosas, figurillas de dioses y hombres, títeres de barro articulados, sellos, maquetas de recintos sagrados y escenas de la vida cotidiana, papeles, manojos de teas, cañas de perfume, hilo flojo de algodón, hilo colorado, ropas de hombre y mujer, y muchos objetos más destinados a soportar el largo viaje de cuatro años al Mictlan. Pero sobre todo, era importantísimo llevar los obsequios para el dios Mictlantecuhtli, una vez que se hubiese llegado al más allá.


Un ser pequeñito e imprescindible debía ser agregado a la ofrenda mortuoria. Sin él los muertos nunca podrían llegar a su destino. Se trataba de un perro de pelaje rojizo que llevaba atado al cuello un collar de hilo de algodón, y que respondía al nombre de Xólotl, dios de los espíritus y señor de la Estrella de la Tarde, Venus. Sólo montado encima del can el muerto podía cruzar el río Chiconahuapan.


Antes de llegar al Mictlan, los muertos debían pasar por nueve lugares de muy difícil tránsito, los cuales se encontraban en niveles subterráneos situados hacia el lado norte de la Tierra, en los que siempre había un viento frío que arrastraba piedras y plantas espinosas. El primer nivel al que llegaba el difunto se llamaba Itzcuintlan, El Lugar de los Perros, ahí el muerto debía cruzar el río Apanohuayan, El Pasadero del Agua, con la ayuda del perro Xólotl. El alma continuaba su camino hasta llegar a Tépetl Monamicyan, El Lugar Donde Los Cerros Se Juntan, donde dos cerros se movían separándose uno del otro, y se cerraban continuamente para triturar al caminante en caso de no tener el suficiente cuidado. A continuación llegaba al Itztépetl, El Cerro De Obsidiana, cubierto de pedernales filosos a los que había que sortear. Luego el difunto accedía al Itzehecáyan, El Lugar del Viento de Obsidiana, lleno de nieve con aristas muy cortantes y peligrosas. El siguiente sitio a salvar era el Pancuecuetlacáyan, El Lugar Donde Tremolan Las Banderas, en el cual ocho páramos helados cortaban al viandante con terribles y filosos pedernales. Pasado satisfactoriamente tal sitio, llegaba al Temiminalóyan, El Lugar Donde La Gente Es Flechada, pues manos invisibles lanzaban flechas al infeliz difunto. Más adelante, el difunto encontraba el Teyollocualóyan, El Lugar Donde Se Come El Corazón De La Gente, pleno de animales salvajes que abrían el pecho del muerto para comerse su corazón, sin el cual caería en un río de profundas aguas negras. Cansado ya de tan terrible viaje, el caminante llegaba al Itzmictlan Apochcalocan, El Lugar De La Muerte Por Obsidiana y Del Templo Que Humea Con Agua, donde podía cegarse con una gris neblina y perder el camino correcto. Por fin, después de hablar pasado por tantos peligros, llegaba al último lugar, al Mictlan, donde el muerto se liberaba de su alma y lograba el descanso deseado y merecido, siempre y cuando hubiera llevado las ofrendas correspondientes para agradar y honrar a Mictlantecuhtli y Mictlancíhuatl.
Mictlan era un sitio espacioso, oscuro, del cual no se podía salir nunca más. A veces se le consideraba como un páramo infértil, yermo, donde nunca podía encenderse el fuego, pleno de dolor, sufrimiento, e insoportablemente hediondo. En otras ocasiones se le concebía como lugar que se iluminaba por las noches, cuando el Sol recorría su camino por el Inframundo y en la Tierra empezaba el crepúsculo.

Sonia Iglesias y Cabrera

viernes, 31 de octubre de 2014

HABLANDO DE HALLOWEEN Y EL DIA DE MUERTOS


¿Qué en México sólo se debe celebrar el día de muertos? ¿El Halloween es una celebración pagana que no nos concierne? Vamos a aclarar estos puntos, para que todos disfrutemos de una maravillosa celebración.

Pues no: A finales de octubre, gracias a la tradición mezclada que llegó de Europa se hace una celebración de no 2 fechas, sino tres fechas, Instauradas al inicio del milenio. Y todas instauradas por PAPAS de la iglesia católica.


La celebración se conoce como “Triduo de Todos los Santos” o, en inglés, “Allhallowtide”. LA celebración comienza el día 31 de octubre y termina el 2 de noviembre. Es en estas 3 fechas cuando se considera, la barrera entre el mundo de los vivos y los muertos se debilita, o desaparece.


HALLOWEEN
Esta celebración cae el día 31 de octubre. “All Hallows Eve” nace de celebraciones celtas donde se ofrecían ofrendas a los espíritus de los árboles. Se cree que en este día, la barrera entre el mundo de los vivos y los muertos se debilita, permitiendo el libre paso de los espíritus a nuestro plano. Para poder convivir de manera adecuada, sin ninguna distinción, se popularizó el uso de máscaras, de manera que todos, vivos y muertos, pudieran convivir en armonía. Las iglesias decidieron crear un servicio especial: “La Vigilia de Todos los Santos”, y al terminar, comenzaba la fiesta.

TODOS LOS SANTOS
El 1ro de noviembre fue adoptado por la iglesia como uno de los días más adecuados para bautizar a los creyentes. Se considera que el lazo entre vivos y muertos es más fuerte este día. Este día se reza principalmente por los mártires y los santos. Sea cual sea la afiliación espiritual, sin distinción, la ofrenda se coloca este día.


TODAS LAS ALMAS
El “día de los fieles difuntos” o “Todas las almas”, 2 de noviembre, es el cierre de la celebración. Este día está enfocado a rezar por las almas de TODOS los muertos y a la bendición de las tumbas. Originalmente se creó como una manera de integrar la celebración romana de la Lemuria, usada para exorcizar demonios, dentro de las celebraciones de los muertos, hoy en día esa relación ha desaparecido casi por completo.


Entonces, ¿no está mal celebrar las 3 fiestas?
No. En realidad, las 3 van de la mano. El Halloween ha adquirido una tonalidad más festiva, mientras la solemnidad va aumentando, para ser el día 2 más serio y metódico. Y si bien, disfrazarte sólo deberías en el primer día, ya no hay ningún problema con hacerlo los 3 días.

¿Y el “trick or treat”? (DULCE O TRUCO)


Esta tradición fue una de las primeras manifestaciones de “ofrendas”, al estar todos enmascarados, si se pedían ofrenda tú la dabas pues no ibas a averiguar si aquel que la pedía fuera vivo o muerto. Entregabas un pastel conocido como “soul cake” o sólo “soul”. Con el tiempo, el soul cake se fue sustituyendo por dulces el 31, y se movió al día 2 para que, aquellos niños pobres o quienes desearan, pudieran recibirlo. Si no tenías un “soul” podías dar dinero. De ahí la costumbre de dar dulces el 31 y dinero el día 2. En México se popularizó “la calaverita” que cumple el mismo propósito (recibir una calaverita de azúcar), ahora utilizada para darle a los niños dulce o dinero, sin distinción. Hablando de México, el 1ro de noviembre también celebramos a los “santos inocentes”, que son todas las almas de los niños que abandonaron el mundo de los vivos, por lo que la ofrenda en nuestro país adquirió un tono más formal y serio para ambos días, y por tanto, provocó que se comenzará a ver con cierto rechazo el Halloween, al considerarlo más “desenfadado”.


Conclusión: 

Este fin de mes de octubre, tomen un tiempo para recordar a aquellos seres queridos que se fueron antes a viajar por otros mundos. Y si los invitan a vestirse como zombies y bailar Thriller, también,  háganlo. Pongan su ofrenda mientras  disfrutan de una buena cinta de vampiros (Twilight no cuenta, esa es amor). Coman un delicioso pan de muerto con atole caliente, y para el “desempance” un chocolate en barra. Lo mejor de ambos mundos.
ORIGINALMENTE  Publicado por Oscar Luján

(si en mexico no tuviesemos el culto por la muerte,dejariamos de ser mexicanos.)
     
         Mi flaquita la Catrina... 
(México), homenaje al día de los muertos.

Estoy por todos tus huesos
flaquita de mis amores
con tu sonrisa burlona
y el sombrero lleno flores.








Aunque naciste en México
tu quisiste ser francesa
y te pusieron ese sombrero
que llevas en tu cabeza.


El señor Guadalupe Posada
te dio esa simpatía
para que griten la gente
que por ti se morirían.


Yo te amo mi flaquita
y muero por tus huesitos
pero no me lleves ahora
déjame seguir vivito.


Ya llegará ese momento
en el que por tus huesos muera
y llevándome contigo
estaré siempre a tu vera.


Veras que bien lo pasamos
con el mismo satanás
riendo a mandíbula batiente
por toda la eternidad.


Ángel Reyes Burgos

jueves, 30 de octubre de 2014

EL ENANO VAMPIRO DE BUENOS AIRES(ARGENTINA)

Dicen los que saben que es en la ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina, en donde tuvieron lugar los siguientes hechos. Un circo arribó a un vecindario humilde de esa gran urbe y pronto los pobladores se divirtieron con las gracias de acróbatas y payasos. No obstante, un pequeño sujeto llamaba la atención de cuantos lo veían. Se trataba de un hombre que padecía enanismo, pero a la vez también poseía extraños hábitos nocturnos: jamás era visto durante el día, su piel era muy blanca, casi del color de un cadáver, nunca se lo veía comer ni beber y desaparecía misteriosamente durante algunas noches. Pronto en las calles del vecindario se notó la ausencia de perros y gatos, que hasta entonces recorrían el lugar a voluntad. Comprensiblemente, las personas se preguntaron si este hombre, cuyo nombre era Belek, no tendría algo que ver en el asunto. Consecuentemente, se dispusieron a esperar su regreso una noche en la que había partido, pero Belek nunca retornó al circo. Finalmente los dueños decidieron no esperarlo más y partieron. Poco a poco el recuerdo de Belek, al que la imaginación popular había apodado el enano vampiro, empezó a esfumarse.



Fue entonces que comenzaron a aparecer, en el mismo barrio en el que anteriormente se había notado la ausencia de perros y gatos, gran cantidad de palomas muertas. La novedad, que aterró a muchos vecinos, es todas estaban completamente desangradas. Todos se preguntaron, sin embargo, qué había pasado entonces con los perros y gatos, cuyos cadáveres no habían sido hallados por nadie. Por esos días llegó la respuesta. Unos albañiles, que estaban demoliendo paredes de una antigua casa sobre la que se construirían reformas, dieron la alarma: una vez derribado un muro que daba a los fondos de una casa, asomó un viejo sótano y en él, secos cadáveres de perros y gatos junto a ropa y pertenencias que muchos reconocieron como del enano Belek. Habían dado con la guarida del enano vampiro. Esperaron durante varios días su regreso para interrogarlo, pero nunca volvió. Los vecinos, nerviosos, se preguntaron si Belek, una vez descubierto su escondite, no habría huido para siempre.

Si bien las gentes del lugar atrancaron bien puertas y ventanas antes de irse a dormir, nadie había visto o escuchado a Belek atacar a un ser humano. Ese modesto reaseguro cambiaría muy pronto. A los pocos días un anciano salió a la calle pidiendo ayuda. Sus gritos alarmaron a la quietud del vecindario nocturno. Los vecinos, armados con palos y cuchillos, acudieron en ayuda del anciano. Cuando irrumpieron en su casa vieron a Belek emprendiendo la huida, y a la esposa del anciano, echada en el suelo, con una herida sangrante en el brazo en la que era posible distinguir dos colmillos. Belek había cruzado el límite. A partir de entonces, los vecinos no descansarían hasta capturarlo o matarlo.
Durante varios meses nada más se supo de Belek. Cada tanto podían verse palomas o gorriones muertos, algún perro o gato desangrado en la calle. Un experto en las ciencias ocultas y en especial en vampirismo aconsejó estar alertas: aseguró, correctamente, que si Belek era verdaderamente un vampiro no podría mantenerse con el consumo de sangre animal durante mucho tiempo. Y así fue: pocas noches después, Belek cayó en una trampa que el ingenioso experto le había tendido: un maniquí que semejaba una hermosa mujer que dormía sobre una cama y que había olvidado cerrar su ventana fue demasiada tentación para Belek. Cuando sus colmillos se cerraron sobre la dura superficie del maniquí, varios hombres se abalanzaron sobre él y lo prendieron.
El experto examinó al resignado Belek y comprobó que sufría de todos los síntomas del vampirismo, incluyendo el rechazo por los símbolos religiosos cristianos, el ajo y la luz solar, a la que temía mortalmente. Aseguró tener unos seiscientos años de edad y haber sido víctima de un vampiro en la actual Hungría. También afirmó que trataba de no atacar a seres humanos pero que en ocasiones el hambre de sangre era una tortura atroz.


Lo que sigue es materia de debate: algunos vecinos, aseverando que se trataba de una criatura diabólica y maldita, propusieron librarlo de la maldición con el método tradicional: estaca y decapitación. Otros dijeron que Belek era un monumento vivo de historia y fuente de conocimientos, que podía ser utilizado por la ciencia (esa fue la opinión del experto). Finalmente, hubo quienes propusieron ofrecerle un empleo en el cercano y enorme cementerio de la Chacarita como guardia nocturno. Si algún día concurres a ese cementerio, ubicado en un populoso barrio de Buenos Aires, no dejes de observar si por las noches el sereno es un hombre de baja estatura…

leyenda argentina

LA CASA DE LOS TUBOS (MEXICO)

la casa de los tubos




En la localidad de La Escondida, en Monterrey, muy cerca de la iglesia de Cristo de la Montaña se yerguen las ruinas de aquello que los lugareños llaman la casa de los tubos. La leyenda, en este caso, comienza con una buena intención: el padre de una joven, afectada por la parálisis, decide construir para su hija una mansión de extraño diseño cilíndrico, cuyas habitaciones y pisos estarían unidos por rampas para que así la circulación de la silla de ruedas en la que se desplazaba su hija no se viese afectada por los obstáculos comunes a los hogares corrientes.


 Desde el principio el proyecto fue teñido por la desgracia: dos trabajadores murieron durante la construcción en accidentes inexplicables, el plan avanzaba lentamente y los lugareños veían al edificio como una extraña torre de Babel cuya presencia era claramente ominosa.



 La tarde en la que la joven fue llevada a la casa para observar el progreso de la obra, una imprudencia provocó que su silla de ruedas se deslizara por una de las rampas y que tanto ella como la niña se precipitaran por una ventana, hacia la muerte. El desconsuelo del padre lo llevó, según cuentan los memoriosos, en principio al alcohol y luego al suicidio.


 La casa fue abandonada a medio construir y un sinnúmero de hechos desgraciados se abatieron sobre ella: más muertes de visitantes, pactos suicidas que se llevaron a cabo en sus dependencias, accidentes fatales y la posible presencia del fantasma de la niña muerta pueblan de gemidos de angustia las noche de los alrededores de la casa de los tubos hasta el día de hoy.

fuente:
http://leyendas.about.com/

El charro negro

Si existe una nación en la cual el apetito por el misterio se cruza con la experiencia paranormal, se trata sin dudas del país azteca. La combinación de numerosos aportes culturales autóctonos, sumados al legado hispánico, alimentan un folklore que se remonta a períodos precolombinos y que no ha hecho sino acrecentar su influencia con el paso de los siglos, dando lugar a una enorme cantidad de mitos, leyendas y leyendas urbanas.
Un hombre alto, de aspecto elegante, de impecable traje negro compuesto por una chaqueta corta, una camisa, un pantalón ajustado y un sombrero de ala ancha deambula en la profundidad de la noche en los solitarios tramos que unen los pequeños pueblos del México rural sobre el lomo de un caballo enorme y de color azabache. Quienes han tenido trato con él lo presienten como el Diablo . No ignora a los hombres, a los que ofrece amable conversación, pero su clara preferencia son las mujeres, a las que seduce con mirada elocuente y palabras cálidas.
 Nada malo puede decirse del charro negro si el viajero se limita a permitir su compañía hacia su lugar de residencia; si se acerca el amanecer, se despedirá cortésmente y se marchará con tranco lento, al igual que si el sendero que recorre lleva a las cercanías de una iglesia. Pero si, por el contrario, la mujer cede a sus ofertas de aligerar el viaje y condesciende a montar el caballo, esa acción será el principio del fin: una vez sobre el animal, la infortunada descubre que es imposible apearse. Es entonces cuando el charro negro vuelve su montura y se aleja, con rumbo desconocido, sin hacer caso de los ruegos o los gritos de su víctima, a la que no se vuelve a ver jamás.

miércoles, 22 de octubre de 2014

EL CUARTO SOL (RELATO NAHUATL-MEXICO)




Cuarto Sol

Leyenda náhuatl
Los dioses estaban muy contentos por haber creado la tierra, el agua, el fuego y la región de los muertos (Mictlán). Pero se dieron cuenta de que el sol alumbraba muy poco y no calentaba. Se reunieron en consejo para crear de nuevo al sol. Tezcatlipoca se ofreció para ser el sol y empezó a alumbrar la Tierra, comenzando el primer Sol o la primera era.
Queatzalcóalt, al verlo, sintió deseos de ser él quien alumbrara al mundo así que corrió hasta donde estaba Tezcatlipoca y lo derribó del cielo con un fuerte golpe haciéndolo caer al agua. Queatzalcóalt se transformó en sol. Este fue el segundo Sol.
Tezcatlipoca se convirtió en tigre y derribó a Queatzalcóalt de un zarpazo, éste enfurecido soltó todos los vientos y los ciclones. La gente corría asustada y los dioses los convirtieron en monos. Como ya habían inventado dos veces al hombre, estaban muy desanimados pues su proyecto no terminaba de resultar exitoso. De repente Tláloc les manifestó que él sería el sol, que él alumbraría la tierra. Este fue el tercer Sol.
Todo parecía marchar bien pero, siendo el dios de la Lluvia Tláloc, hizo que cayera fuego del cielo, convirtiendo los ríos en llamas. Todo el mundo corría muerto de miedo y los dioses transformaron a las personas en aves para que se pudieran salvar. Los dioses se preguntaban qué hacer y fue cuando Queatzalcóalt propuso a Chalchiuhtlicue, diosa del Agua, para lucir como astro solar. Este fue el Cuarto sol. Tampoco dio resultado pues sólo hubo inundaciones y lluvias y los hombres solicitaban ser peces para salvarse. Los dioses los convirtieron en peces y en diversos animales acuáticos.
Como llovió durante días y días, el cielo cayó sobre la tierra. Queatzalcóalt y Tezcatlipoca se convirtieron en árboles para levantarlo. Los dioses quedaron muy tristes porque habían fallado en su intento de crear al sol y en consecuencia, habían acabado con la raza humana.

LA LEYENDA DE XTABAY (MEXICO)



La Mujer Xtabay

Los mayas de Yucatán son sin duda alguna, quienes mejor han conservado su idioma. Si no pueden interpretar, como tampoco lo ha hecho nadie en el mundo, sus complicados jeroglíficos, verdaderos retos ideográficos, si mantienen vivo su idioma lleno de firos y genuflexiones extraordinarios y en su fonética han sabido copiar el vuelo del murciélago dzib y lo que dice el pájaro Puhuy. Temen al temible Kahazbal y a los Aluxes, pequeños duendecillos del bosque y de las siembras, porque ellos, los mayas, no han permitido aún la corrupción idiomática que introdujeron los hispanos que vinieron a hacer confuso todo lo relativo al suelo que en mal día hollaron.
De esta forma se ha conservado intacta la hermosa leyenda, una de las más lindas, bellas leyendas yucatecas de las miles y miles que flotan como el perfume de la flor Xtabentún en el viento tibio de Mayab, o se esconden en las profundidades cavernosas de los cenotes de donde sale el agua fresca y clara y los cuentos que perduran en el alma yucateca. Esa leyenda es la que se refiere a la mujer Xtabay.
Bajo la luna del antiguo Mayapan, al socaire de los asombrosos templos de los itzaes, he oído repetida esta leyenda sin que nadie le quite o le aumente a su albedrío, sin que ninguno ose deformarla y así, como joya de milagrería se conserva para deleite de quien oye o de quien lee esta historia que como muchas no se ha borrado, no se borrará jamás, porque ha quedado inscrita en los libros antiguos y en las páginas sagradas del recuerdo Maya.
Dice pues la leyenda que la mujer tabay es la mujer hermosa, inmensamente bella que suele agradar al viajero que por las noches se aventura en los caminos del Mayab. Sentada al pie de la más frondosa ceiba del bosque, lo atraé con cánticos, con frases dulces de amor, lo seduce, lo embruja y cruelmente lo destruye.
Los cuerpos destrozados de esos incautos enamorados aparecen al día siguiente con las más horribles huellas de rasguños, de mordidas y con el pecho abierto por uñas como garras.
Muchos ladinos, gentes que desconocen el origen verdadero de la mujer Xtabay, han dicho que es hija del Ceibam que nace de sus torcidas y serpentinas raíces pero eso no es verdad, la auténtica tradición maya dice que la mujer Xtabay nace de una planta espinosa, punzadora y mala y si es que la Xtabay aparece junto a las ceibas, es porque este árbol es sagrado para los hijos de la tierra del faisán y del venado y muchas veces en cobijo y sombra, se acogen bajo sus ramas, confiados en la protección de tan bello y útil árbol.
Vivían en un cierto pueblo de la península yucateca dos mujeres siendo el nombre de una de ellas Xkeban o mejor decir su apodo ya que Xkeban quiere decir prostituta, mujer mala o dada al amor ilícito. Decían que la Xkeban estaba enferma de amor y de pasión y que todo su afán era prodigar su cuerpo y su belleza que eran prodigiosos, a cuanto mancebo se lo solicitaba. Su verdadero nombre era Xtabay.
Muy cerca de la casa que ocupaba esta bellísima mujer, habitaba en otra casa bien hecha, limpia y arreglada continuamente, la consentida del pueblo que llamaban Utz-Colel, que en la traducción hispana sería mujer buena, mujer decente y limpia. Erase esta mujer la Utz-Colel, virtuosa y recta, honesta a carta cabal y jamás había cometido ningun dezlis ni el mínimo pecado amoroso.
La Xtabay tenía un corazón tan grande, como su belleza y su bondad la hacía socorrer a los humildes, amparar al necesitado, curar al enfermo y recoger a los animales que abandonaban por inútiles. Su grandeza de alma la llevaba hasta poblados lejanos a donde llegaba para auxiliar al enfermo y se despojaba de las joyas que le daban sus enamorados y hasta de sus finas vestiduras para cubrir la desnudez de los desheredados.
Jamás levantaba la cabeza en son altivo, nunca murmuró ni criticó a nadie y con absoluta humildad soportaba los insultos y humillaciones de las gentes.
En cambio bajo las ropas de la Ut-Colel se dibujaba la piel dañina de las serpientes, era fría, orgullosa, dura de corazón y nunca jamás socorría al enfermo y sentía repugnancia por el pobre.
Y ocurrió que un día las gentes odiosas del pueblo no vieron salir de su casa a la Xkeban y supusieron que andaba por los pueblos ofreciendo su cuerpo y sus pasiones indignas. Se contentaron de poder descansar de su ignominiosa presencia, pero transcurrieron días y más días y de pronto por todo el pueblo se esparció un fino aroma de flores, un perfume delicado y exquisito que lo invadía todo. Nadie se explicaba de dónde emanaba tan precioso aroma y así, buscando, fueron a dar a la casa de la Xteban a la que hallaron muerta, abandonada, sola.
Más lo extraordinario era que si la Xkeban no estaba acompañada de personas, varios animales cuidaban de su cuerpo del que brotaba aquel perfume que envolvía al pueblo.
Entrada la Utz-Colel dijo que esa era una vil mentira, ya que de un cuerpo corrupto y vil como el de la Xkeban, no podía emanar sino podredumbre y pestilencia, más que si tal cosa era como todos los vecinos, decían, debía ser cosa de los malos espíritus, del dios del mal que así continuaba provocando a los hombres.
Agregó la Utz-Colel que si de mujer tan mala y perversa escapaba en tal caso ese perfume, cuando ella muriera el perfume que escaparía de su cuerpo sería mucho más aromático y exquisito.
Más por compasión, por lástima y por su deber social, un grupo de gentes del poblado fue a enterrar a la Xkeban y cuéntase que el día siguiente, su tumba estaba cubierta de flores aromáticas y hermosas, tan tapizado estaba el túmulo que parecía como si una cascada de olorosas florecillas hasta entonces desconocidas en el Mayab, hubiera caído del cielo. La tumba de la Xkeban duró todo el tiempo florecida y olorosa.
Poco después murió la Utz-Colel y a su entierro acudió todo el pueblo que siempre había ponderado sus virtudes, su honestidad, su recogimiento y cantando y gritando que habia muerto virgen y pura, la enterraron con muchos lloros y mucha pena.
Entonces recordaron lo que había dicho en vida acerca de que al morir, su cadáver debería exhalar un perfume mucho mejor que el de la Xkeban, pero para asombro de todas las gentes que la creían buena y recta, comprobaron que a poco de enterrada comenzó a escapar de la tierra floja, todavía, un hedor insoportable, el olor nausabundo a cadáver putrefacto. Toda la gente se retiró asombrada.
En su idioma maya dicen los viejos que aún cuentan la historia con todos los detalles que debió ocurrir en la leyenda, que hoy la florecilla que naciera en la tumba de la pecadora Xkeban, es la actual flor Xtabentún que es una florecilla tan humilde y bella, que se da en forma silvestre en las cercas y caminos, entre las hojas buidas y tersas del agave. El jugo de esa florecilla embriaga muy agradablemente, como debió ser el amor embriagador y dulce de la Xkeban.
Tzacam, que es el nombre del cactus erizado de espinas y de mal olor por ambas cosas, intocable, es la flor que nació sobre la tumba de la Utz-Colel, es la florecilla si bien hermosa sin aroma alguna y a veces de olor desagradable, como era el carácter y la falsa virtud de la Utz-Colel.
Esto es lo que ha dicho el maya y lo sigue repitiendo a través del tiempo, sin cambiarlo, sin ponerle ni quitarle, como deben conservarse las cosas nuestras, intactas, con las mismas palabras con que nacieron en el mito, en la leyenda, en el alma de quienes tan dulcemente han tejido estas historias.
No es pues la Xtabay, la mujer mal que destruye a los hombres después de atraerlos con engaños al pie de las frondosas ceibas, pero puede ser otro de esos malos espíritus que rondan por la selva al acecho del peregrino que cruza los caminos aún poblados de superstición y de leyenda.
Puede ser el ama errante de una de tantas vírgenes sacrificadas a la orilla del cenote sagrado, puede ser la vaporosa figura de una mujer que llora el engaño del amado.
Pero la Xtabay, jamás.
Esto dicen las mayas, esto han contado y seguirán contando los hombres de esa tierra en donde conservan el ritual de un relato y defienden sus costumbres de una intromisión que aniquilo su cultura.
http://mitosyleyendascr.com/

martes, 21 de octubre de 2014

peliculas de disney que no son lo que parecen



La princesa y el sapo

El cliché que hemos visto en una gran cantidad de películas donde se debe besar al sapo para convertirlo en príncipe tiene un pasado un poco más violento. Para que esto sucediera no alcanzaba con un beso, era necesario decapitar al sapo, quemarlo vivo o golpearlo con fuerza. Por suerte, como en los otros casos, alguien intervino y cambió esta historia, de lo contrario, sería un malísimo ejemplo que nadie se atrevería a llevar al cine. 


 Pinocho

Pinocho era realmente desobediente, tanto que en la novela de Carlo Collodi mata aPepito Grillo, que trata de educarlo. De todas maneras, el grillo continúa en forma de fantasma. También, en la pieza original, el Hada Azul es simplemente un cadáver que se aparece a Geppetto y Pinocho, durante un corto periodo de tiempo.


La Cenicienta

La Cenicienta es también otra historia que fue bastante modificada respecto a su versión original. En verdad, el padre de esta pobre y bella sirvienta nunca murió y, lo que es peor, nunca hizo nada respecto a la humillación de su hija. Sí, un padre que nadie quisiera tener. A su vez, el zapato que cambió la vida de Cenicienta era de oro (no de cristal) y sus hermanastras hicieron todo lo posible para conseguir poner sus pies allí, incluso se cortaron los dedos y talones para poder usarlo. Por suerte para Cenicienta, como ya sabemos que sucedió, únicamente quedó bien en el suyo y pudo conocer a su príncipe Azul gracias a este. Por último, en la historia original escrita por los hermanos Grimm, cuando ella se casó, sus pájaros se encargan de quitarle los ojos a sus hermanastras. Unas criaturas perfectas que podrían competir con Angry Birds, pero que Disney quitó de su producción.


La Bella y la Bestia

La hermana de Bella era mucho peor que las hermanastras de Cenicienta. En el libro original de Jeanne-Marie LePrince de Beaumont, Bella decide ir a casa por una semana para ver a su familia. En este pequeño lapso es cuando su hermana muy celosa se empeña en convencerla para que esté más tiempo en casa. De esta manera, Bestia se enfadaría con ella y la comería. Pero, claramente, esto no sucedió. 

La Bella Durmiente

La bella durmiente inspirada en el cuento original de Giambattista Basile, llamado Sol, Luna y Talía, no es hija de un rey sino de un lord. El padre de Aurora, guiado por  las predicciones que hacen algunos de sus hombres sobre su futuro, abandona a su hija. Desde entonces, es encontrada por un Rey que a pesar de tener esposa, mantiene relaciones sexuales con ella antes de devolverla a su hogar. Nueve meses después, Aurora despierta y da luz a dos niños. La esposa del Rey los captura para cocinarlos y servirlos a su marido pero, por suerte, es atrapada antes de que esto suceda y castigada a muerte. Luego de esto, al igual que lo vemos en Disney, parece que el Rey y Aurora si vivieron felices para siempre.

Blancanieves

Blancanieves es de las historias que Disney tuvo que repensar en su adaptación a la pantalla grande. Según la historia que conocemos, Blancanieves es envenenada por la reina con una manzana. Pero en la versión de los hermanos Grimm, la reina ya había intentado matarla queriéndola estrangularla con un corset y peinándola con un peine totalmente envenenado con sus pociones.

Rapunzel

También es un poco diferente a la trama original. Al parecer, luego de ser visitada por su príncipe noche tras noche, la princesa queda embarazada. Cuando la bruja que la tiene prisionera se entera de esta noticia, le corta el cabello y la destierra a las zonas más pobres del reino. La bruja, para engañar al príncipe, usa su pelo y luego lo empuja por la ventana de las torres, haciendo que en su caída quede completamente ciego. Luego de unos meses que el príncipe deambula por el reino, escucha la voz de Rapunzel y recupera su visión conociendo a sus dos hijos. 


La Sirenita

El cuento original  en que se basa la película La Sirenita, escrito por Hans Christian Andersen, es mucho más violento de lo que Disney nos hizo creer. Ariel es una sirena que rescata al príncipe y que, para poder enamorarlo, acude a la bruja del mar para tener piernas. Úrsula la ayuda concediendo su deseo pero le corta la lengua. El príncipe, para la mala suerte de Ariel, se enamora de otra princesa. Una historia poco feliz que culmina mucho peor, ya que para que Ariel pueda regresar al mar tiene que tomar una decisión: matar al príncipe o morir en el océano, convirtiéndose luego en espuma ¿Adivinen cuál eligió? Sí, Ariel muere. 
fuente:http://cine.batanga.com/