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miércoles, 3 de diciembre de 2014

el tesoro del cañon del colorado. (U.S.A)

¿Oculta el gobierno de EE.UU. la existencia de un conjunto funerario en el macizo del Gran Cañón?  El 5 de abril de 1909, el diario estadounidense “Phoenix Gazette” anunciaba, en primera plana, el descubrimiento de un enorme sistema de cuevas y pasadizos excavados en las entrañas del Gran Cañón  Este extraordinario hallazgo había sido descubierto por G.E. Kinkaid (explorador que llevaba 30 años trabajando para el Instituto Smithsonian de Washington) y la investigación del conjunto había sido encomendada al prestigioso arqueólogo de la misma institución, S.A. Jordan.




El articulo, textualemente, rezaba asi:
G.E Kinkaid nos comunicó las últimas noticias sobre como marchan las investigaciones del que, en opinión de los científicos,  no es únicamente el descubrimiento arqueológico mas antiguo de EE.UU., sino también el de mayor importancia de todo el mundo, […] Kinkaid descubrió, hace unos meses, una gran ciudadela subterránea en el Gran Cañón mientras descendía con un bote de madera por el río Colorado en dirección a Yuma procedente de Green River (Wyoming). Según ha informado, los arqueólogos del Smithsonian han descubierto de manera casi segura que el pueblo que habitaba estas cuevas excavadas en la roca eran de origen oriental y, probablemente, egipcio  […] el Instituto Smithsoonian esta realizando una minuciosa investigación dirigida por el profesor S.A. Jordan. Se han explorado casi dos kilómetros del pasadizo principal que esta a unos 450 metros por debajo de la superficie y se ha hallado una sala de grandes dimensiones de la que parten pasadizos en todas direcciones, como los radios de una rueda. Se han encontrado cientos de estancias así como objetos […] que proceden de Oriente: armas de guerra, instrumentos de cobre afilados y duros como el acero [...] muy demostrativos del alto grado de civilización al que llegaron esas misteriosas gentes.”


“Phoenix Gazette”

Continuaba el articulo, citado las palabras de cómo había sido el hallazgo por parte de G.E. Kinkaid descrito con sus propias palabras:

“[…] el yacimiento es casi inaccesible. La entrada se encuentra a 450 m por debajo del macizo del cañón  Se encuentra en propiedad estatal y esta totalmente prohibido el acceso. Los científicos desean trabajar sin que nadie les moleste […] Bajaba por el río Colorado con un bote. Estaba solo y buscaba minerales […] descubrí en la pared oriental manchas de color en la formación sedimentaria […] la entrada a las cuevas esta encima de la meseta que la protege de miradas curiosas. Desde la entrada, unos escalones  conducen hacia donde antes llegaba el río. […] después de avanzar 30 m llegue a una cámara funeraria donde descubrí las momias. Levanté una de ellas y la fotografié con flash. Me lleve diferentes objetos y seguí mi viaje hasta Yuma, donde los envié por barco a Washintong junto con un informe acerca de mi descubrimiento. El corredor principal mide 3,5 m de ancho […] a los lados hay cámaras del tamaño de una sala de estar a las que se accede a través de entradas ovaladas […] trabajados de manera tan perfecta que seguramente fueron diseñados por un ingeniero. A mas de 30 m de la entrada hay una sala en forma de cruz de varias decenas de metros de longitud en la que se halló la imagen de un dios sentado con las piernas cruzadas. En cada mano sostiene una flor de loto o una lila. Ese dios recuerda a un Buda […] es posible que se trate de un culto semejante al del antiguo Tíbet.  Alrededor de este dios hay diferentes figuras mas pequeñas, muy hermosas y otras desagradables. Todas las imágenes están hechas de piedra dura semejante al mármol  En el lado opuesto de la sala se encontraron instrumentos de cobre de todo tipo. Es obvio que este pueblo dominaba el arte perdido de endurecer ese metal. […] también se hallaron jarrones y urnas, así como recipientes de cobre y oro […] asimismo un metal gris semejante al platino que hasta el momento no se ha podido identificar. En todas las urnas, paredes y tablas hay misteriosos jeroglíficos en cuyo desciframiento aún se esta trabajando […] hay dos representaciones de animales, uno es de tipo prehistórico  La cripta que alberga a las momias es una de las de mayores dimensiones […] todas son masculinas. Las dimensiones del conjunto son impresionantes […] podrían albergar a mas de 50.000 personas”.




 Desde ese lejano 5 de abril de 1909, no se ha vuelto a saber nada acerca del descubrimiento  No se han publicado estudios, ni se ha vuelto a mencionar el tema en ningún volumen de historia para dar legitimidad al hallazgo o considerarlo como un fraude. Simplemente se ciño el silencio sobre este importante acontecimiento.
En 1995, David Hatcher Childress, del “World Explorer Club de Kempton” (Illionois), se propuso descubrir si aquel titular era falso. Para ello, se puso en contacto con el Instituto Smithsonian el cual le respondió que nunca habían llevado a cabo ninguna excavacion ni sabían nada ni de Kinkaid ni de Jordan. Es decir, el Smithsonian negaba cualquier conocimiento de aquellos hechos y de las personas citadas en ellos.
La curiosidad de Childress no ceso ahí y continuo investigando ayudado por Carl Hat. Ambos descubrieron que, en 1910, el “Smithsoian Cientific Series” (la revista de divulgación científica de la institución), mencionaba expresamente al profesor S.A. Jordan en la pagina 239. También encontraron un mapa con diversos enclaves de la zona septentrional del Gran Cañón que aparecían señalados con nombres egipcios. Al preguntar a un arqueólogo del Estado acerca de esa nomenclatura, este les respondió simplemente que, los primeros investigadores, habían bautizado aquellos lugares con nombres egipcios porque “les gustaban”. Este, también les afirmó que la zona en cuestión estaba cerrada por el peligro que entrañaban sus cuevas, de tal manera que nadie podía acceder a aquella zona del Gran Cañón.
¿Qué interés podía llevar al Instituo Smithsonian a silenciar este increíble descubrimiento? Según Childress, probablemente es la idea del “aislacionismo”. Desde hace décadas dos ideas acerca de los antiguos habitantes de Norteamérica se contraponen. Los investigadores se dividen entre los que apoyaban el “difusionismo” (una civilización primigenia se habría extendido o habría contagiado sus conocimientos y modos de vida a sus comunidades colindantes) con aquellos que abogaban por el “aislacionismo”(comunidades humanas que habría evolucionado sin contacto con sus vecinos). La Smithsonian se había decantado desde sus orígenes por esta segunda teoría, llegando a afirmar que las tribus de Norteamérica no habían tenido contacto entre si y menos un origen común.
Y es que esta archifamosa institución, parece que se empecina en mantener ocultos algunos descubrimientos. A mediados de los años 50, Frederick J. Pohl escribe una carta al arqueólogo británico T.C. Lethbridged a modo de protesta. En ella dice que en 1892, se encontraron unos extraños sarcófagos de madera en Blount County (Alabama) que se habían entregado al Instituto Smithsonian para su análisis  Al parecer, esta especie de ataúdes eran extraordinariamente grandes y parecían estar tallados con alguna clase de piedra o cobre.


Pohl dice que cuando se puso en contacto con el Smitsonian para interesarme por el paradero y estudio de estos objetos, las palabra de F.M. Setzler, director del departamento de antropología de la institución  fueron: “No hemos encontrado los sarcófagos entre los objetos que guardamos, aunque hay notas de que los hemos recibido”.
En 1992, David Barron, presidente de la Sociedad Gungywamp de Connecticut, insistió sobre el tema de estos extraños sarcófagos a la institución  La respuesta fue que simplemente se trataban de artesas de madera. Cuando Barron realizo una petición formal para su estudio, el Smithsonian le respondió que no podían visitarse pues se encontraban en un almacén contaminado por asbesto y, por tanto, estaba prohibida su visita excepto para los colaboradores del instituto.
Childress denuncia que, un conocido historiador estadounidense (cuyo nombre pidió pertenecer en el anonimato) conoció a un investigador del Smithsonian que abogaba por la llegada a América de pueblos anteriores a Colón y esto le supuso ser expulsado de la institución  Ese hombre llego a afirmar que en al menos una ocasión, el Smithsonian llego a hundir deliberadamente en el Atlántico un cargamento de “extraños objetos”.
¿A que se debe el velo de secreto que se ciñe sobre los trabajos arqueológicos de EE.UU. por parte de esta institución? ¿Por qué se ocultan hallazgos y objetos a la vista del publico? ¿Es puro “orgullo” de investigadores que se niegan a reconocer que están equivocados o se esconde algo mucho mas profundo?

fuente:
 http://www.mundodesconocido.es
 www.spiritofmaat.com
 http://www.history.com/

sábado, 4 de octubre de 2014

LA REINA ROJA DE PALENQUE



La Reina Roja es el poético nombre que se le dio a una osamenta hallada en el Templo XIII de las ruinas de Palenque, ciudad maya del estado de Chiapas. Estas ruinas arqueológicas  abarcan una superficie de 2.5 kilómetros cuadrados, de los cuales se ha explorado solamente cerca del 10%. La ciudad maya de Palenque es considerada como Patrimonio de la Humanidad desde el año de 1987. A la llegada de los colonizadores españoles, la zona de Palenque se conocía entre los choles con el nombre de Otolum, Tierra de Casas Fuertes, por lo cual Pedro Lorenzo de la Nada, fraile dominico conquistador ideológico, le nombró “palenque”, término que en lengua catalana, palenc, significa “fortificación”. Palenque es considerada como una de las ciudades más importantes del Período Formativo maya (de 2,500 a.C. a 300 d.C.) período en que fuera fundada Lakam Ha hacia el año 100 a.C. como una aldea de agricultores. La ciudad creció durante el Período Clásico Temprano (200-600) hasta llegar a ser la capital de la región de B’akaal, “hueso”, en el Período Clásico Tardío, la cual alcanzó su máximo esplendor entre los años 615 y 783 d.C. en que se construyeron grandes centros ceremoniales, mausoleos, palacios, acueductos, y demás edificios que delatan su importancia y poderío.


Las investigaciones antropológicas más fidedignas indican que la osamenta encontrada en Palenque pertenecía a una mujer que en vida llevó el nombre de Tz’akbu Ajaw, o Ahpo-Hel su otro nombre. Fue esposa de K’inich Janaab’ Pakal II, El Grande, ahau, gobernador, del ajawlel, señorío maya, del mencionado B’aakal asentado en Lakam Ha, el Lugar de las Grandes Aguas. Pakal II nació el 23 de marzo de 603, en los inicios del Período Clásico, y murió el 28 de agosto de 683, o sea que tuvo una larga vida. El padre de Pakal fue K’an Mo’Hix, y a su madre se la conoció con el nombre de Sak K’uk. Pakal subió al trono a la temprana edad de doce años el 9.9.2.4.8.5 lamat mol, o séase el 26 de julio de 615. Su gobierno fue próspero, pues dio impulso a la construcción arquitectónica de Palenque, y se preocupó por llevar los registros jeroglíficos de su mandato. Pakal contrajo matrimonio con la Reina Roja el 19 de marzo de 626 cuando contaba con 23 años.

Tz’akbu Ajaw, Señora de la Sucesión, fue la hija de Yax Itzam Aatmi, tuun ajaw, “gobernante de la piedra preciosa”, de Ux Te’ K’uh; por cierto gobernante de mediana importancia. La Reina Roja nació alrededor de 610 en Ox Te’Kuh, en las llanuras del estado de Tabasco, y murió el 16 de noviembre de 672. La real pareja tuvo tres hijos: K’inich Kan Balam II, Serpiente Jaguar Radiante, nacido en el año de 635; K’an Joy Chitam II, Gran Pecarí Precioso dado a luz en 644; y Tiwwol Chan Mat cuyo nacimiento se situa en 648. El primer hijo fue un ahau del Señorío de B’aakal, situado en Lakam Ha’, a quien se debe la construcción los grandes edificios públicos de Palenque. El segundo hijo fue también gobernante de B’aakal, y a él se debe la talla del tablero en el Palacio de Palenque que representa el momento en que subió al trono y recibió la diadema real de manos de su padre Pakal El Grande, mientras que la Reina Roja le hace entrega de las insignias de guerra del pedernal y el escudo.

La Reina Roja no fue una mujer muy alta, media tan solo un metro cincuenta y ocho centímetros, que tal vez para la época era un promedio alto; lucía  el cráneo deformado a la manera tubular oblicua, como era costumbre llevar entre las mujeres de la nobleza maya. Cuando niña de cuna había sufrido el proceso del vendaje con tablillas amarradas a la cabeza para lograr la deformación craneana, la cual se consideraba como el súmmum de belleza tanto masculina como femenina. La hermosa Reina Roja con el paso de los años, que no perdonan a nadie, sufrió de osteoporosis, y posiblemente le dolían las piernas cuando caminaba por su lujoso palacio o cuando asistía a las ceremonias religiosas. Además, Tz’akbu Ajaw padecía una terrible artritis degenerativa que le impedía utilizar el telar de cintura y fabricar sus bellos collares de jadeíta y turquesa. Sus dientas careados la  deben haber hecho sufrir mucho, a pesar de haberse sometido a varias curas en manos de los doctores de la corte.
Afectada por tantas enfermedades para las cuales no había cura posible, la Reina Roja encontró la muerte en el año 672, como queda dicho, y su esposo Pakal II decidió enterrarla dentro de un sarcófago. Así pues, el enamorado esposo mandó construir el Templo de las Inscripciones para gloria del ahau, para que descansara la Reina, y para posteriormente acogerlo a él también. Para llegar a la cámara mortuoria donde reposarían ambos cuerpos, se hacía necesario descender una escalera interior, pues la cámara se encontraba a 1.50 metros bajo tierra. En esta cámara se encontró, cientos de años después, la maravillosa osamenta de la Reina Roja la cual descansaba en una de las recámaras de una subestructura que constaba de una puerta y un pasillo, dentro de un sarcófago monolítico. Dicho sarcófago medía 2.40 centímetros de largo por 1.18 de ancho y estaba colocado en un recinto abovedado. Sobre la lápida del sarcófago se encontraba un incensario y un malacate de hueso; en su lado poniente quedaron los restos de un niño de aproximadamente ocho años, y en el lado este los de una mujer de treinta años no muy alta que murió al quitársele el corazón a manos de los sacerdotes. Se trataba de “acompañantes” sacrificados a la Reina Roja para que le hiciesen compañía en su viaje al más allá. Los huesos de Tz’akbu Ajaw estaban pintados con cinabrio, un mineral de mercurio y azufre que da una coloración roja, color que dio pie a su inmortal nombre, aunque ella nunca lo supiera. La cámara en la cual fue hallada, contaba con un psicoducto: una perforación que le permitió a la Reina Roja comunicarse con Xibalbá; es decir, el Inframundo de los mayas, y descender las escaleras que desembocan en un río sagrado.

La Reina Roja llevaba una máscara mortuoria hecha con cien piezas de malaquita (procedentes de las costas de Guerrero), la hermosa piedra semipreciosa de color verde, y dos conchas a manera de orejeras; dos láminas de obsidiana hacían las veces de pupilas y cuatro de jadeíta fungían como iris. Una máscara más pequeña de jade adornaba una especie de cinturón; la reina portaba pulseras, cuentas circulares y un collar. Como corona ostentaba una diadema, símbolo de la nobleza maya.
Actualmente, la Reina Roja se encuentra resguardada en una bodega de la zona de Palenque donde espera su liberación.
Sonia Iglesias y Cabrera

Fuente: La Reina Roja. Leyenda maya.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

LA OTRA ATLANTIDA

los atlantes de Tula


La leyenda de la Atlántida es Universal y todos los pueblos del mundo aceptan como hecho, la existencia hace milenios y milenios, de este maravilloso continente cuya cultura dejó escrita en vagos relatos Homero y los grandes escritores e historiadores de la antigüedad.
El Océano Atlántico se conecta con la Atlántida, porque se dice y asegura que allí existió este enoerme continente hundido para siempre; Atl, que significa agua en lengua náhuatl, también se identifica con ese nombre fabuloso Atl-Atlántida y se cree que de allí vino su voz.
Sin embargo, nadie hasta ahora ha podido ubicar con certeza el lugar del mar o de la tierra en donde estuvo La Atlántida, que aseguran fue un país de maravillas, de gran cultura y adelantos científicos.
Se dice que la raza atlante desapareció para siempre tragada en forma inmisericorde por las aguas, en medio de un cataclismo espantoso, tan tremendo y destructor como el mismo diluvio y sin embargo, relatos y leyendas aventuradas hacen suponer que algunas de las razas y pueblos que llegaron a Mesoamérica -especialmente la maya-, fueron originarios del continente perdido.
Esta aseveración se presta a discusiones y agrias polémicas puesto que asegura que los teotihuacanos fueron también atlantes y que los olmecas y que los mixtecos y que muchos habitantes de América, antes de la conquista llegaron de La Atlántida.
viracocha

El obstáculo principal para aceptar esta teoría, la presenta el lenguaje, pues la lengua hablada por mayas, toltecas, mixtecos, zapotecas, totonacas, teotihuacanos y olmecas eran y siguen siendo distintas y sus culturas también aunque se han encontrado ciertas semejanzas tanto en sus cuestiones políticas como religiosas. Pero es que tanto el antropólogo, como el arqueólogo, como el investigador, piensan en La Atlántida como un solo continente, con una misma cultura y un mismo idioma, unas mismas costumbres y una sola religión y no hay una cosa más equivocada, puesto que La Atlántida fue un continente inmenso que se sumergió en las aguas pero en el cual estaban asentadas varias naciones que hablaban distintas lenguas y tenían varias costumbres y culturas.
cabeza olmeca

Pueden ser entonces descendientes o supervivientes de aquellos atlantes, los pueblos que arribaron a Mesoamérica trayendo sus pasmosas culturas que aún hoy asombran a los más eruditos y los llenan de interrogantes con respecto a cómo pudieron hacer esto y como lograr a aquellos prodigios de edificios, de tallado escultórico, de transporte de pesadísimos monolítos y de material de construcción. Cómo llegaron al conocimiento de la astronomía y la aritmética, y el calendario y las artes y la orfebrería.
escultura mixteca

Aceptado esto, debe echarse por tierra la idea de que los cultos y maravilloso pobladores de Mesoamérica, no fueron producto de la evolución, que no saltaron de las chozas o de las tribus nómadas a un asentamiento cultural asombroso, pus tal cosa no se logra en unos miles de años.
¿En dónde estuvo y existió pues la Atlántida?
Cuentan los viejos más viejos que los viejos, que allá en los tiempos remotos, cuando el mundo y el mar tenían otra forma, florecieron por el lado Poniente o sea el Mar Pacífico, una formidable cultura que se localizaba en el Continente de Lemuria. Los lemures fueron tipos que habían llegado a una casi perfección en leyes, artes, cultura, religión, sociedad, etc.
Por el lado del Oriente o el pavoroso Mar Atlántico, estaba el inmenso continente de La Atlántida, en donde también se había alcanzado un alto grado de madurez cultural, artística, política y de organización social y religiosa. Se trabajaban los metales preciosos y las piedras finas.
Entonces ocurrió el más formidable cataclismo de que se tenga memoria. Se levantaron los mares, se revolvieron las montañas, se hundieron los continentes y surgieron otras tierras y en medio de ese caos espantoso, algunos lograron sobrevivir, escapar entre los océanos tormentosos abordo de bajeles abordados a última hora y con gran premura.
Como es lógico suponer, los lemures arribaron a las costas de lo que hoy es América, en sus costas del Océano Pacífico, que desde entonces yace quieto y azul. Llevaron sus costumbres y cultura y se asentaron en tierras que fueron de Incas, en la Isla de Pascua, a lo largo de las costas que les brindaron asilo y protección, lugar para un nuevo asentamiento.
Por el Golfo de México que es hoy, arribaron varios grupos de La Atlántida, hombres miembros de pueblos de la misma tierra pero de distintas naciones y esos pueblos se llamaron olmecas, procedentes de Olman, tierra del hule, los mayas, los totonacas, los mixtecas o zapotecas. De allí ciertas diferencias étnicas y de lengua y de costumbres, de cultura. Los teotihuacanos se adentraron hasta el altiplano, por temor a un nuevo cataclismo que pudiera barrer las costas, buscando la seguridad de una altura que los mantuviera al margen de un nuevo desastre.
Tal dicen los viejos más viejos que los viejos, que no dejaron crónicas escritas ni talladas de este suceso, porque todos estos pueblos lo sabían y conocían. No hay detalles de esta arribazón de gentes procedentes de La Atlántida y todos son atlantes como hoy pudieran ser europeos los alemanes, frenceses, ingleses, italianos, etc., que no son idénticos ni en lenguas, ni en costumbres, ni en sangre.
De allí la divergencia también de las dos culturas correspondientes a las costas americanas, la peruana, la inca, los viricochas, los gigantes del Machu Pichu, la cultura del valle de Nasca, los colosales monolitos y construcciones de Tiahuanaco, en fin.
Dicen los viejos más viejos que los viejos que todo esto sucedió mucho antes de que los chichimecas, los otomíes y esas tribus nómadas se unieran en un plan belicoso y destructor, para apoderarse de los grandes centros culturales y religiosos y destruir esas asombrosas civilizaciones de las que por fortuna aún nos quedan vestigios sorprendentes.
Esta puede ser la explicación de las grandes incógnitas de los calendarios, de los numerales, de las cuestiones astronómicas de cómo pudieron trasladar enormes piedras, bloques, monolitos y construir altos edificios, haciendo uso de su gran conocimiento de la hidráulica, de la física, de la mecánica y de todos esos elementos que les facilitaron esas obras titánicas.
Todo esto cuentan los viejos más viejos que los viejos y aseguran que lo contaban los olmecas, única raza de la cual no se conservan escritos, de la que se desconoce su lenguaje y sus caracteres ideográficos, porque decían con gran razón, que todos los pueblos sabían su origen, su tragedia y nadie olvidaba el gran cataclismo que los arrojó a estas playas.
Eran tiempos en que el mar no estaba en donde está y la tierra tenía diversas formas, unas formas distintas a las actuales. Esta es la leyenda que se va deformando y olvidando al paso de los siglos…
FUENTE http://mitosyleyendascr.com/

martes, 2 de septiembre de 2014

LA MITICA AZTLAN

Cuando los invasores españoles se estaban organizando para emprender la conquista de México, el imperio azteca tocaba su máximo esplendor.
En la altiplanicie mexicana habían evolucionado en el curso de los siglos precedentes, otras culturas como los Olmecas, Toltecas yTeotihuanecas y el principado de los tepanecas, pueblo de lengua náhuatl. Los aztecas o mexicas fueron los últimos en llegar a la altiplanicie mexicana. Provenían de Aztlan o Aztatlan, un lugar legendario situado talvez en el nordeste del continente americano.



 Azteca es una palabra náhuatl que significa “pueblo que viene de Aztlan”.
La leyenda narra que, siete tribus vivían en siete cavernas. Eran los xochimilcos, los tlahica, los acolhua, los tlaxcalan, los tepaneca, los chalca y finalmente los mexicas.
Estas cavernas eran llamadas Chicomoztoc; pero a un cierto punto, fueron abandonadas y las tribus viajaron hacia Aztlan. 


¿Donde estaba situado este lugar? Siempre permaneció en el misterio. En 1887, el antropólogo mexicano Alfredo Chavero propuso que Aztlan estaba situado en la costa pacífica mexicana, cerca de Nayarit. Pero según otras fuentes, el legendario lugar era el actual lago Powell, en Utah. Finalmente, un mito que se repite a menudo relaciona Aztlan con la fantástica isla de la Atlántida, situada más allá de las columnas de Hércules y descrita por Platón.



La etimología de su nombre es incierta. Algunos piensan que significa: “lugar de los pájaros de plumas blancas”, mientras que otros sostienen que solo significa “lugar de origen”.
Después de la conquista española de México, la leyenda de Aztlan se difundió ampliamente. El Padre Diego Durán, eminente historiador sevillano, que vivió largo tiempo en Nueva España, describió Aztlan como un lugar mágico, situado en alguna parte del norte del continente americano, libre de enfermedades y de la muerte. En lo que se refiere a la historia de los aztecas, la localización física de Aztlan tuvo siempre una importancia menor que la emigración misma hacia la altiplanicie de México.
Se cuenta que la primera tribu nahuatl se dirigió hacia México hacia el siglo IX de la era cristiana. Cada una de las siete tribus formó una ciudad estado en el centro de México.

La última en emigrar fue la tribu de los Mexicas, empleando tres siglos para llegar a su destino. Cuando llegaron al valle de Anahuac, la mayoría de las tierras fértiles ya habían sido ocupadas, así que los Mexica se establecieron sobre las costas del lago Texcoco.
Los aztecas llegaron al altiplano de México hacia el siglo XI de la era cristiana.
Compitieron con los toltecas y con las tribus náhuatl de los tepanecos. El legendario rey de los aztecas, Tenoch, se refugió en un islote situado en el lago Texcoco, donde luego fue fundada la ciudad deTenochtitlán, o México, la capital del imperio, en 1325.
Fue el cuarto soberano, Itzcoatl, quien se liberó definitivamente del yugo de los tepanecos.
Antes de la conquista española, la ciudad de Tenochtitlán contaba con cerca de 550.000 habitantes, cifra bien difícil de encontrar en una ciudad europea en ese tiempo.
En lo que se refiere a la organización social, la civilización azteca estaba fuertemente estratificada: en el vértice estaba el rey, con la corte y la clase militar; luego seguía la nobleza y después, los artesanos y comerciantes. Los siervos y los esclavos ocupaban los niveles más bajos de la escala social. La esclavitud era por así decirlo “liviana”, ya que el esclavo no podía ser maltratado, ni vendido contra su voluntad.
Utilizaban un tipo de escritura ideográfica con caracteres jeroglíficos, pero estaba reservada solo para la alta nobleza. Para contar usaban un sistema penta-vigesimal basado sobre grupos de cinco unidades y sobre veintenas. Crearon el calendario azteca, para guiarse por los siclos cronológicos, el cual era una derivación de los sistemas olmeca y maya.

En base a cuidadosos estudios de la “piedra del sol”, un enorme círculo de roca que pesa toneladas, donde se encuentran pictogramas tallados y escenas de la cosmogonía azteca, fue posible remontarse al sistema cronológico de este pueblo que usaba un calendario sagrado de doscientos sesenta días; sin embargo, simultáneamente se basaban sobre el año solar dividido en trescientos sesenta y cinco días, valiéndose de un sistema de numeración vigesimal.
Su lengua era el náhuatl, y muchas de sus palabras fueron incorporadas al español. Por ejemplo: cacao, chocolate, aguacate, chili (ají picante), tomate.
Su economía se basaba en la agricultura, la caza, las cosechas de frutas y el artesanado. Cultivaban fríjoles, cacao, vainilla, tabaco, aguacate, piña y algodón que servía para tejer suaves cobijas.
Pero la principal actividad económica y la más próspera era sin duda la guerra contra las tribus indígenas vecinas, que habían sido sometidas y tenían que pagar tributos en oro y piedras preciosas. El comercio se basaba en el trueque, ya que no existían las monedas.
El artesanado estaba bien desarrollado. Se fabricaban máscaras de obsidiana, preciosas cerámicas, y pequeñas estatuas policromas que representaban a los Dioses. Desde el punto de vista religioso los aztecas eran politeístas y practicaban algunos cultos impregnados de sangre y crueldad. Una de las prácticas más crueles eran los sacrificios humanos con el fin de obtener los favores de sus Dioses; se perforaban a menudo las orejas, la lengua y los genitales para recoger sangre y ofrecerla durante los ritos religiosos. Pero el peor y más dramático era aquel en el que el corazón aún palpitante de la víctima, a menudo un niño, era extraído por el sacerdote para realizar una ofrenda en una alucinante y mística ceremonia. 

Sus Dioses, gobernaban regiones particulares del universo, y estaban asociados a puntos cardinales y a números simbólicos. El principio dominante del mundo espiritual azteca era el dualismo. La lucha continua del día y la noche, del sol y la luna.
Los aztecas disponían de un ejército numeroso y organizado.
¿Como fue posible para Hernán Cortés derrotar un imperio de tal grandeza con solo un centenar de hombres?

Obviamente el capitán español podía contar con sus armas de fuego y sus caballos, pero sin duda fueron su astucia y su habilidad para contraer alianzas con las tribus que se oponían al dominio azteca, lo que le permitió el éxito obtenido.
En los años sucesivos a la conquista, esta civilización fue estudiada por Fraile Bernadino Sahagún, nacido en León, en 1500. Llegó a México en 1529 y dedicó su vida al estudio de las culturas y de las lenguas indígenas. En su obra, “Historia General de las cosas de Nueva España”, llamada luego “Código Florentino”, se describen la cultura, las creencias, el arte, la lengua y las costumbres del pueblo azteca. En este libro, escrito en latín y español, el fraile agrega también una trascripción fonética de la lengua náhuatl.
Fraile Bernardino es considerado como el primer antropólogo del siglo XVI, en utilizar rigurosos métodos científicos de investigación en el estudio de dicha cultura.
 
YURI LEVERATTO  

fuente www.yurileveratto.com 

sábado, 30 de agosto de 2014

La leyenda del Enano de Uxmal




Durante el imperio de Uxmal, se dice vivió en la ciudad de Kabah una mujer hechicera de edad avanzada quien cuidaba celosamente un huevo que había encontrado de manera misteriosa, a diario se sentaba junto a él a tomar el sol hasta que un día del huevo brotó un niño, la mujer resignada por su edad a no tener hijos cuido al niño como suyo, el tiempo pasaba pero el niño se mantenía del mismo tamaño, la mujer notó que comenzaba a salirle barba la voz le engrosaba, así descubrió que se trataba de un enano.
Un día el enano guiado por su curiosidad y el descuido de la anciana se decidió averiguar qué era lo que la mujer cuidaba de manera excesiva frente a un caldero, al acercarse descubrió un Tunkul (instrumento hecho con un palo hueco y que genera un sonido muy fuerte) fue tan alto el alcance del tono emitido que se escuchó resonar en la ciudad de Uxmal. Ya estaba vaticinado que al oírse el cantar del Tunkul el reinado del actual mandatario llegaría a su fin, de inmediato el rey mandó encontrar al culpable de tal anuncio, al llegar frente a él, preguntó al enano si había algún modo de evitar que eso ocurriera, el enano pidió al rey que primeramente mandara labrar un camino que vaya desde Kabah hasta Uxmal, terminado el camino él regresaría a decirle la respuesta.


Ya listo el camino la bruja acompañada de su protegido se dirigieron a la ciudad que ya les esperaba ansiosos por conocer la respuesta. Al llegar mencionó el enano que daría la solución solamente si el Rey superaba una prueba que consistía en romper con la cabeza el fruto más duro que se conoce en la zona yucateca, conocido como Cocoyol, el mandatario aceptó con la condición de que fuera primeramente el retador quien la realizara, el Enano accedió habiendo colocado de antemano por parte de la anciana una capa dura de metal bajo su cabeza, como era de esperarse éste resistió al golpe; al llegar el turno del Rey se colocó en el lugar que se le indicó y al primer golpe cayó en muerte.

Posterior a tal suceso el Enano fue coronado Rey de Uxmal, la anciana le dirigió sabias palabras en las que le indicaba que ahora ella podía morir tranquila pues sabía que el lugar quedaba en buenas manos, de igual forma le indicó ser justo y actuar de manera correcta sin dejarse cegar por el poder, así trabajó el nuevo jefe durante un tiempo, al paso de los años fue olvidando aquella conversación y se fue dejando envolver por la malicia, al grado de un día anunciar la creación de un nuevo dios que sería superior a los ya existentes, así mandó labrar en barro una escultura, ésta fue puesta en la lumbre para endurecerla y así asegurar su resistencia, pero al ser retirado del calor la imagen vibró de tal manera que los habitantes creyeron que la estatua hablaba venerándolo y adorándolo más que a los dioses.
Ese acto de fanatismo creo un gran disgusto en los verdaderos seres supremos por lo cual en castigo a semejante falta la Ciudad de Uxmal fue destruida acabando así con el gran poderío que hubo logrado a lo largo de tanto tiempo, hundiendo también el dominio del Enano que por soberbia llevó a su pueblo a la peor de las catástrofes.


fuente:http://www.en-yucatan.com.mx/

sábado, 2 de agosto de 2014

LAS FIGURILLAS DE ACAMBARO-MEXICO (ooparts)


                      



Las figuras de Acámbaro son una colección de más de 32.000 piezas descubiertas en el municipio de AcámbaroMéxicopor Waldemar Julsrud, que representan figuras que algunos afirman que son dinosauros, animales extintos y culturas delviejo continente.




mexico


 Se dijo que las mediciones hechas del carbono 14 en 1968 por el Laboratorio de Isótopos Inc. de New Jersey las datan entre el 4530 y el 1110 antes de J.C., aunque esto no parece muy fiable, ya que el método del Carbono-14 solo es aplicable a restos pertenecientes a seres vivos, y las figuras son de arcilla, y no hay referencias a las fuentes usadas para esta datación



acambaro


En 1969, las figuras fueron datadas en el Museum’s Applied Science Center for Archaeology (MASCA) utilizando una técnica que si es adecuada para este tipo de objetos, que apenas estaba en desarrollo en esa época, la termoluminiscencia. Los resultados preliminares dieron 2.500 A.C. Sin embargo, en 1972 se repitió el fechado y se concluyó que las piezas eran falsificaciones recientes, o por lo menos la mayoría, porque en dos de ellas se volvió a tener el mismo resultado. Según el laboratorio, el fechado de 1969 fue debido a un fenómeno de quimioluminiscencia, debido a su fabricación tan reciente, y que en 1969 no se sabía que podía ocurrir. Su datación sigue siendo objeto de controversia entre los defensores de su antiguedad.





Descubrimiento


En 1945, Waldemar Julsrud paseaba en su caballo por el Cerro del Toro en AcámbaroGuanajuato, cuando encontró una figura de barro. A pesar de su experiencia con la cultura Chupícuaro, la cual ayudó a descubrir en 1923, no pudo reconocer la figura como perteneciente a ninguna cultura de México. Pidió a un campesino que buscara más de esas figuras, ofreciendo una recompensa económica por cada una encontrada, y se llegaron a recolectar aproximadamente 32.000 piezas









Evidencias de un posible fraude

Las circunstancias de la excavación de las figuras son motivo de sospecha. Julsrud afirma que pagó a los campesinos por cada figura que les entregaron, por lo que es plausible que éstos fabricaran las estatuillas y las hiciesen pasar por auténticas reliquias.
En 1952, el arqueólogo Charles DiPeso, afiliado a la "Amerind Foundation" de Arizona, visitó la zona, estudió la colección y observó a los excavadores durante su trabajo.2
Según DiPeso, la superficie de las figuras evidenciaban que eran de fabricación reciente. No mostraban las características habituales de elementos que han permanecido enterrados durante miles de años. Si hubiesen sido auténticas reliquias estarían arañadas y rotas como el resto de artefactos encontrados en esa área de México. La estratigrafía de las piezas indicaba que habían sido enterradas con tierra de distintas etapas arqueológicas.
DiPeso además informo que conoció a una familia local que le índico que habían estado fabricando y vendiendo las piezas a Julsrud a peso cada una desde 1944, inspirándose en las películas que veian en el cine local.
chupicuaro

Artefactos fuera de lugar

Estas figuras se han vuelto un caso emblemático de los llamados "artefactos fuera de lugar" es decir: ooparts . Por un lado, grupos creacionistas las han usado para afirmar de que seres humanos convivieron con dinosaurios y por lo tanto la tierra tiene menos de 6.000 años. Otros autores como Charles Hapgood y Cremo las han usado para afirmar la existencia de civilizaciones con decenas de miles de años de antigüedad. En ambos casos se afirma que la ciencia oficial está ocultando las pruebas.
En contraste, la arqueología moderna las considera un fraude, ya que aunque sus defensores alegan que su extemporaniedad pondría en tela de juicio toda la teoría científica aceptada actualmente, la datación las hace contemporaneas y no antíguas, han sido obtenidas en lugares en los que había mezclas de estratos, evidencia clara de excavación previa.
fuente /wikipedia

martes, 8 de julio de 2014

LOS ALUXES



                                 LOS ALUXES

Estos míticos seres son constantemente comparados con los duendes por ser pequeños y traviesos. 

Las antiguas poblaciones mayas creaban a estos seres con barro virgen y en algunos casos se cuenta que se le derramaban algunas gotas de sangre para que este tenga un vinculo mas fuerte con su creador, el cual debía elaborarlo durante 7 semanas ya que solamente se podía hacer los viernes y no debían medir más de dos palmos, se le hacían oraciones y ofrendas, para que cobrasen vida y se dejaban en lugares ocultos, el cual debían proteger, estos eran usualmente puestos en las milpas para cuidar la cosecha de los animales y los ladrones, a los cuales les tiraban pedradas al entrar sin permiso en esos lugares, cuidado por aluxes.

                                         
Y cuando la cosecha no era buena o estaba en malas condiciones, estos cambiaban las cosechas con las más bonitas que encontraban. Al morir su creador estos traviesos hombrecitos quedaban al servicio de yum-kaax dios del maíz y cuando aquella propiedad era reconocida por otro dueño los aluxes les hacían maldad a las personas y a sus cultivos, bromas tan pesadas como apedrear su casa para no dejarlos dormir, maltratar a sus animales como sus perros o sus gallinas e incluso hacerse visibles para asustar a los niños, el nuevo propietario debía ofrecerles una comida tanto como oraciones, de las cuales la miel y el pozol de maíz eran sus favoritas, aceptando asi al nuevo amo al cual debían servir estos podían vivir cientos de años e incluso aun siguen por ahí esperando a alguien con quien jugar.
                                 
 Se cuenta que en la actualidad en pueblos mayas no tan desarrollados todavía crean a estos seres, para que cuiden sus tierras. Aunque es muy raro hoy en día encontrar aluxes en su forma de barro que sean autenticos.


   
Todavía podemos encontrar dos ejemplares en los cenotes de dzitnup cerca de Valladolid, estos cuidan el cenote de Samulá y están en una pequeña cueva a la cual es imposible llegar. Pero se pueden observar. 
Estos podrían tener cientos de años.

fuente.-http://www.mexigotours.com/

domingo, 8 de junio de 2014

Göbekli Tepe el santuario mas antiguo del mundo.

Construcciones en piedra de 12.000 años de antigüedad

En la cima de una remota colina en el sur de Turquía se levanta el impresionante conjunto de círculos megalíticos con bajorrelieves de animales de Gobekli Tepe. El complejo de círculos de piedra comenzó a construirse hace aproximadamente 11.600 años. Es la contrucción megalítica más antigua encontrada hasta el momento. Durante su descubrimiento sorprendió su antigüedad, porque se pensaba que las tribus neolíticas de cazadores recolectores, antes de la aparición de la agricultura y lo que se llama “la gran revolución del neolítico” cuando aparecen ciudades, no construían más que chozas. No es así, en los grandes bosque de Europa las construcciones eran de madera y no se han mantenido hasta nuestros tiempos. Aquí se utilizó piedra caliza y contamos con el hecho de que , no se sabe por qué, todo el conjunto megalítico fue enterrado hace 8.000 años, por lo que se ha mantenido en perfecto estado.
No se sabe muy bien su función, podría ser un templo, un santuario, un centro de peregrinación de los cazadores seminómadas, incluso hay quién lo identifica con el Edén o una representación del mismo. Incluso podría ser un parque temático del neolítico.
El arqueólogo alemán Klaus Schmidt, investigador del Instituto Arqueológico Alemán (DAI), descubrió el lugar en 1994  en el sureste de Turquía. Buscaba la ciudad de Şanlıurfa, la cual se cree que fue la cuna del Profeta Abraham y tal vez una de las primeras ciudades neolíticas, una vez conocida la agricultura y todo lo que ello supuso, la creación de ciudades estado, reyes, sacerdotes… Al norte de esta ciudad se encuentran las primeras estribaciones de las montañas que atraviesan el sur de Turquía, la fuente de los ríos Tigris y Eufrates famosos. A unos 9 kilómetros se hablaba del emplazamiento de unas antiguas ruinas, las descubrieron en 1960, pero no se le dio ninguna importancia porque pensaban que se trataba de un castillo o una torre de defensa bizantina. La zona era conocida con el nombre de Göbekli Tepe.
A los pocos minutos de llegar allí, Schmidt se dio cuenta de que no estaba mirando las lápidas de tumbas bizantinas, sino algo mucho más antiguo y especial. Comenzó la excavación del complejo en colaboración con el DAI y el Museo de Sanliurfa. Sabía que estaría en el lugar mucho tiempo, y las excavaciones no dejaron de dar sorpresas. Trabajaba con un equipo de estudiantes graduados alemanes y turcos y 50 o más pobladores locales. Nada más empezar las excavaciones, a unos pocos centímetros por debajo de la superficie el equipo localizó una piedra labrada, luego otra y otra, hasta dar con un completo anillo de columnas. Luego otro anillo, y otro más rodeándolos. Con el tiempo encontraron un segundo círculo de piedras, luego un tercero, y luego más. Una prueba geomagnética realizada en 2003 reveló al menos 20 anillos apilados juntos, sin orden ni concierto, bajo la tierra.
Los círculos siguen un diseño común. Todos están hechos a partir de pilares de caliza, trabajados con herramientas de sílex (en otra zona de la colina apareció un almacén neolítico con una gran cantidad de puntas de sílex, cortadores, todo lo necesario para la construcción). Los pilares más grandes alcanzan los cinco metros de altura y pesan 16 toneladas, son cinco veces más anchos que profundos y están separados entre sí por unos dos metros y unidos por muros de piedra. En el centro de cada círculo, hay dos pilares más grande en forma de T, que por los relieves grabados parecen representaciones humanas. El resto de los pilares tienen animales grabados.
En este curioso pilar, se pueden apreciar los brazos a lo largo del cuerpo, desde los hombros, con las manos sobre la cintura, donde la figura lleva un gracioso taparrabos hecho con piel de animal (se pueden ver las dos patas traseras y la cola).
Con el tiempo, alguno de los anillos son rellenados con escombros y construyen otros encima. Los primeros anillos son más grandes y más sofisticados, técnica y artísticamente. Conforme pasaba el tiempo, los pilares se hicieron más pequeños, más simples, y se montaron con menos cuidado. Por último, el lugar se pretende olvidar  por completo, y en el 8200 antes de Cristo, Gobekli Tepe es enterrado sin dejar rastro.
Casi todas las representaciones son de animales salvajes potencialmente dañinos para el hombre, como jabalíes, escorpiones, grandes felinos, lobos, zorros. También hay aves y bóvidos (toros o vacas)
Entre los escombros se encontraron figuras humanoides, que para tener casi 12.000 años de antigüedad no están tan mal talladas. Llevaban un curioso peinado.
Qué tipo de rituales se celebraban en los círculos, no se sabe, pero sin duda, hubo fiestas, Schmidt ha descubierto vasijas de piedra que podrían haber sido utilizadas para la cerveza.
El arqueólogo francés Jacques Cauvin piensa que en el ser humano, en algún remoto momento, sufrió un cambio en la conciencia que llevó a la  “revolución de símbolos”, un cambio conceptual que permite a  los seres humanos imaginar dioses, seres sobrenaturales parecidos a ellos que existen en un universo más allá del mundo físico. Schmidt ve Gobekli Tepe como evidencia de la teoría de Cauvin. “Los animales eran los guardianes del mundo de los espíritus”, dice. “Los relieves de los pilares en forma de T muestran que existe otro mundo”.
Nos encontramos en un lugar 7.000 años más viejo que las pirámides de Giza.
Lo que sí ha cambiado es la idea que se tenía de los grupos de cazadores-recolectores, como clanes aislados. Era necesaria una organización a gran escala para construir este conjunto megalítico. Puede ser una evidencia de que la religión organizada podría haber llegado antes de la aparición de la agricultura y otros aspectos de la civilización. Se sugiere que el impulso humano que hace que los individuos se reúnen para llevar a cabo rituales sagrados surgieron cuando los seres humanos pasan de verse a sí mismos como parte de la naturaleza, y se lanzan a la búsqueda del dominio sobre ella. Cuando los recolectores comenzaron a asentarse en los pueblos, se crea una división entre el reino humano, un lugar fijo de  hogares con cientos de habitantes, y la tierra peligrosa más allá de la fogata, poblada por bestias letales.
Como opina Schmidt, quizás no hay un único camino para la civilización, sino que se llega por diferentes medios en diferentes lugares. Sin embargo, ya ha sacado algunas conclusiones. “Hace veinte años todos creían que la civilización se vio impulsado por las fuerzas ecológicas”, dice Schmidt.”Creo que lo que estamos aprendiendo es que la civilización es un producto de la mente humana.”.
Fuentes. .www.smithsonianmag.com/history